jueves, 21 de noviembre de 2013

Cómo nos pasamos

Como nos pasamos con el tema del racismo. A ver, que el racismo es tremendamente injusto, pero al revés también, y menospreciar a los blancos en beneficio de los negros es racismo; igual que menospreciar al hombre en beneficio de la mujer es sexismo.


En los Juegos Olímpicos de Londres, una atleta griega fue descalificada al aparecer en su Twiter un comentario presuntamente racista y el Comité Olímpico Politicamente Correcto alegó al expulsarla de los Juegos su política de tolerancia cero hacia actitudes racistas o xenófobas, que viene a ser parecido. El comentario decía algo así como: “con tanto inmigrante, al menos el mosquito del Nilo tiene comida casera”. Vale, no voy a discutir el mal gusto de la chica a la hora de twitear, pero creo que no pasa de ahí. Ninguna alusión a la raza de nadie, ningún comentario especialmente despectivo (en realidad y si lo piensas bien, para los mosquitos todos somos comida con independencia de nuestra raza), ningún proselitismo y ninguna intención de matar judíos. Sólo un comentario de dudoso gusto y a esa mujer como castigo le quitan cuatro años de su trabajo y de su vida, además del sueño olímpico de todo atleta. Tolerancia cero. Ahí, a saco. Si tan racista es el comentario, ponle una multa ¡coño! que por otra parte es lo que hubiera hecho un juez de haber existido una denuncia penal, que era lo que tocaba, además de que en mi opinión es un juez quien debe decidir si tan dudoso comentario es delictivo o no, y como tal merece ser castigado o no. Pero el Comité Olímpico que si quieres arroz Catalina, no vaya a ser que me llamen racista a mí también y eso de ninguna  de las maneras posibles.


Otra atleta alemana, estuvo a punto de correr la misma suerte en los mismos juegos, al divulgarse que un amigo suyo era neonazi. Ahí sí que había delitos más que claros, denunciados, juzgados y condenados... y cometidos por el dichoso amigo, no por ella. Parece ser que el chaval era un cabeza rapada de los de manual, y había cumplido condena en diversas ocasiones por apalear mendigos y similares y eso era suficiente para condenar a una amiga suya, de nuevo a tirar a la basura cuatro años de su vida deportiva.  ¿Pero a qué estamos jugando? ¿desde cuando uno tiene que pagar por los delitos de sus amigos o conocidos? La atleta sólo se pronunció para pedir que la dejaran competir en paz, y sus compañeros para defenderla; no se sabe si ella y el neonazi eran muy amigos o simplemente se conocían de vista, no se sabe si ella compartía sus ideas o se las reprochaba; no se sabe nada de esa presunta relación entre los dos, pero por si acaso expulsémosla de los juegos olímpicos como medida preventiva, manda güevos. Esta atleta se salvó porque el clamor popular y lo absurdo de la situación hicieron replatearse al Comité su expulsión, pero llevaba camino de correr la misma suerte que la griega.

La atleta griega expulsada de los JJOO


Hace tiempo vi por la calle a un chaval que llevaba una camiseta con la leyenda “100% negro, y orgulloso de serlo”. Me llamó la atención pero oye, me pareció estupendo. El chico está orgulloso de ser negro y le apetece ponérselo en una camiseta, hay libertad de expresión y tampoco ofende a nadie con su orgullo, así que no problem. Además todo hay que decirlo, el chaval tenía unos pectorales que lucía a base de bien la camiseta y la frase, a mí me llamó la atención y pero estoy segura de que no fui la única. El problema viene si imaginamos la situación al revés. Veamos, un dios nórdico de metro noventa, rubio como el oro y con ojazos azules, todo ciclado y buenorro de gimnasio, lleva una camiseta en la que se puede leer “100% blanco y orgulloso de serlo”. ¿Qué pasaría? ¿cómo se lo tomarían los tolerantes? ¿alguien le denunciaría por racismo? ¿reaccionarían todas a una las ONG´s para que se prohibieran las camisetas?¿algún marujo del corazón diría en su programa que es una vergüenza? ¿sólo Mustang Sally y yo apreciaríamos lo bueno que está el chaval y nos la pelaría lo que pusiera en la camiseta?



Me temo que sí a casi todo. Y eso no es justo. El racismo es absurdo, estúpido e injusto, uno no elige su raza (excepto Michael Jackson) y su raza no determina sus acciones así que siendo serios, si hay que juzgar a alguien que sea por lo que hace, no por el color de su piel o por sus rasgos, pero tanto al derecho como al revés. Condenemos lo que es racismo, racismo de verdad que desgraciadamente existe, y dejémonos de tonterías.