viernes, 23 de octubre de 2015

Perdón por el genocidio

GENOCIDIO (definición de la RAE): Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad.

Está muy de moda la palabra, sobre todo en estas fechas ya pasadas y tan entrañables, en las que siempre salta algún espabilado de América Latina acusando a los españoles de haber arrasado y expoliado su continente, y por supuesto muchos cretinos  en España flagelándose y entonando el “mea culpa”.


Aquellos españoles, en aquella América
Empezaremos diciendo que no, no fue nada bonito lo que hicieron los españoles del siglo XV en América, en realidad fue terrible pero no diferente a lo que han hecho, hacen y harán todas las naciones imperialistas del mundo. Porque así es la historia, con sus luces y sus sombras, con hechos deleznables junto a hechos heroicos y admirables. No pretendo ni mucho menos justificar a aquellos españoles ni a ninguna de las naciones imperialistas del mundo, pero desde luego tampoco pienso hacerme responsable de sus acciones y mucho menos culpabilizarme y pedir perdón por ello. Yo no expolié nada ni a nadie y mis antepasados que yo sepa tampoco, puesto que en ese caso seguramente yo habría nacido en Perú o en México. Sí, unos señores españoles hicieron canalladas en América hace seis siglos, pero es que España está llena de canallas, de criminales, de hijos de la gran… con los que comparto nacionalidad y nada más, y a los que soy la primera que colgaría de un árbol o metería en la cárcel de por vida. Y por supuesto ni soy responsable ni he de pedir perdón por cualquier aberración que cometan esos malditos. Criminales, pero españoles como el que más.

En cuanto a la conquista, genocidio, expoliación de América Latina, no vamos a negar que aquellos españolitos se lucieron con sus atrocidades y no poco. Ahora bien, si interpretamos la palabra “genocidio” en su sentido exacto de “exterminio”, no creo que fuera ese el deseo de los españoles hacia los nativos americanos. En realidad supongo que “sólo” querían robarles sus tierras, sus riquezas, violar a sus mujeres y esas cosas, pero los cabrones llevaron con ellos la sífilis y otra serie de enfermedades altamente mortales, para las que los indios nunca habían desarrollado inmunidad porque allí no existían, y sí, a consecuencia de ello murió un enorme porcentaje de la población autóctona. Terrible, brutal, inmerecido, pero histórico y a estas alturas inevitable. Y ya puestos a denunciar atrocidades, yo emplearía mis fuerzas en luchar contra las que se cometen hoy en día, en vez de lamentarnos por lo que ya no tiene remedio.

Hernán Cortés
Y la celebración, ¡ay, la celebración, que nos trae de cabeza todos los años! Es posible que me equivoque, pero yo entiendo que el 12 de octubre se celebra la unión entre España y Latinoamérica, lo mucho que tenemos en común hoy en día, en el siglo XXI, con todo el Atlántico por medio. Y eso me gusta. Me gusta que haya millones de personas en el mundo que hablan mi mismo idioma y con las que me unen lazos culturales, y me gusta que alguien se moleste en celebrarlo. También es el día de las Fuerzas Armadas y de la Virgen del Pilar, y ahí es donde viene el problema, porque me da a mí que a determinados sectores de la política española les fastidia más una fiesta supuestamente de derechas que un presunto genocidio cometido hace quinientos años. Pero cualquier excusa es buena para ponerse la medallita de solidarios o derrochar excrementos, como el pseudoactor en paro que de vez en cuando nos deleita con alguna de sus perlas, pero al que ya no le caben en el bolsillo más subvenciones provenientes de ese país, el nuestro, en el que tanto se defeca.

Desfile de las Fuerzas Armadas

Así que bueno, supongo que al final cada uno que celebre lo que quiera, y el que no quiera celebrar pues que se quede en casa tranquilito, que obligatorio tampoco es. Eso sí,  la tontería casi que mejor la dejamos en casa también, que algunos andamos ya un poquito hartos, de todos los años la misma historia.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Siempre nos quedará París

“I love Paris every moment
every moment of the year
I love Paris, why do I love Paris,
because my love is near”


(Amo París en cada momento, en cada momento del año, amo París, ¿por qué amo París? porque mi amor está cerca)

Letra de la canción “I love Paris”, de Cole Porter.


Lo sé, lo sé, soy una friki de mucho cuidado, y sin remedio a estas alturas. O eso espero. A mis años yéndome a otro país a una Convención de una serie que me fascina, para conocer en persona a los actores, hablar y hacerme fotos con ellos. Valga como excusa que no soy la única, que por supuesto aquello estaba lleno de frikifans como yo o más, pero quizá os estéis preguntando por qué, yo me lo he preguntado muchas veces. Por qué hacer kilómetros y gastarse dinero en acercarse a unos hombres que por la calle ni me mirarían. Y tengo la respuesta: porque me hacen soñar. Lo de que estén impresionantemente buenos todos es secundario ;-) Yo para ellos soy una admiradora más de las miles o millones que tienen, y se muestran amables, simpáticos, cariñosos… en resumen ¡adorables! pero ellos para mí, y para sus miles o millones de admiradores son mucho más. Nos hacen soñar. Gracias a su trabajo, podemos vivir sensaciones que nunca viviremos en nuestras normalitas vidas por mucha emoción que les pongamos. Y casi que menos mal, porque lo de andar cortando cabezas, maquinando cómo cargarte al alcalde o esclavizando al personal, tampoco estaría muy bien visto, así que más vale que lo dejemos en la ficción. Pero también hemos vivido historias de amor, de rebeldía, de lucha, de ternura, de imaginación, de sexo. Historias de superación personal, de valía, de fuerza, de hermandad. Historias ficticias que han aportado mucho a nuestras vidas, al menos a la mía, y gracias al equipo de la serie “Spartacus” y en especial a los buenorros de sus actores y actrices. Por eso empleamos tiempo y dinero en estar cerca de ellos, aunque sea un momento.

Y sí, las personas normales podemos ser interesantes por muchas cosas que nada tienen que ver con nuestro aspecto físico, pero estar al lado de esos pedazo de hombres, mirarles a los ojos y recibir un abrazo suyo, no tiene precio. Bueno, el que hemos pagado los Spartafans por asistir a la Convención, pero me atrevo a hablar en nombre de cada uno de ellos al decir que ha valido la pena. Y que gracias a nuestro encuentro en París, hoy somos un poquito más felices.



We´ll always have Paris

“I love Paris every moment
every moment of the year
I love Paris, why do I love Paris,
because my love is near”


“I love Paris” lyrics, from Cole Porter.






I know, I know, I´m a nerd and I can´t do anything about it. I hope ;-) My age, and going to another country to a Con of a show that I love, to meet the actors, speak to them and take photographs with them. Worth as an excuse, I´m not the only one, this place was full of fannerds as me, or more than me, but perhaps you are wondering why, as I wonder myself many times. Why to go so long away and spend so much money to stay close a group of men that would never look at me on a street, I´m sure. And I have an answer: because they make me dream. The fact that they are so hot, it´s not the main ;-) I´m just a fan for them, one of thousands or millions fans they have, and they are gentle to us, nice, loving…so charming! but they are so much more to me, and to the thousands or millions fans they have. They make us dream. Thanks to their job, we can experience feelings that we´ll never live in our current lives, despite how exciting they are. And that´s good, because cutting heads, plotting to kill the mayor or buying people as slaves it´s not the very best, so let those kind of things for fiction. But we have also lived stories of love, of rebelliousness, of fight, of tenderness, of fantasy, of sex. Stories of personal growth, of worth, of strong, of brotherhood. Fictional stories that have contributed much to our lives, at last to mine, and thanks to the “Spartacus” team, and specially to its gorgeous actors and actresses. That´s because we spend time and money to stay near them, although only a moment.

And of course, current people we can be so interesting due to many things that have nothing to do with our physical appearance, but to be near such a men, look at them in the eyes and get a hug from them, it has no price. Well it has really, we Spartafans have paid it to attend the Con, but I dare to speak on behalf each of them to say it was worth. And to say that thanks to our meeting in Paris, today we are a little happier.







lunes, 17 de agosto de 2015

Aquí no se canta

El polémico artista

Un artista de nacionalidad estadounidense es contratado para actuar en un festival en España. Un grupo de personas que no simpatizan con la política israelí presionan a la organización del festival para exigir a dicho artista unas declaraciones contrarias a Israel. El artista se manifiesta apolítico y a favor de la paz en Oriente Medio, responde que sólo quiere cantar y que en sus letras no ha tocado nunca el tema de la política de un país que además no es el suyo. La organización del festival parece que quiere llegar a un acuerdo pero al final cede a las presiones y condiciona la actuación del artista a que se manifieste políticamente, y por supuesto sólo hay una respuesta válida. El artista los manda a paseo, su actuación se suspende y AQUÍ NO SE CANTA. Al más puro estilo español, con un par. Por supuesto el festival está financiado con dinero público y por supuesto el artista es judío. Inimaginable la situación si cambiamos “judío” por “musulmán” e “Israel” por “Irán”. Así, como ejemplo.

Matisyahu, que así se llama el cantante, es un judío estadounidense de éxito internacional que debe de estar encantado con la polémica en torno a él, porque ni pagando millones le habrían hecho tanta publicidad. Y publicidad buena porque el tío es bueno, muy bueno. No se dedica a mi estilo de música favorito, pero ya le he escuchado en youtube y comprado su música en iTunes, se lo ha ganado a pulso por buen músico y por no entrar al trapo en estas confrontaciones y dedicarse a sus otros compromisos profesionales, que los tiene y muchos.

En cuanto a los amiguitos de los palestinos, el movimiento BDS, se han apuntado el tanto y están más contentos que Casillas levantando la Copa del Mundial. Hablan sin pudor de “un gran éxito” y lo celebran encantados con champán y guirnaldas. No es para menos, se trata del primer “éxito” que se les conoce en más de diez años de existencia, de subvenciones y de gastar dinero público en campañas para impedir que la gente compre productos israelíes, para intentar según ellos ahogar económicamente a Israel y que éste cambie su política de, según ellos, agresión, genocidio, no respeto a los derechos humanos, exterminio, etc. con respecto a los palestinos. Todo ello desde sus smartphones con tecnología israelí, mediante internet y sus motores de búsqueda desarrollados por israelíes. No vayamos a ser sólo un pelín hipócritas, ya puestos vayamos a tope y por ser  hipócritas que no quede.

"A todos los que boicotean a Israel: por favor llevad siempre encima este distintivo. Así, en caso de emergencia ningún dispositivo, medicina, método o investigación científica proveniente de Israel, será utilizada en vuestro tratamiento"

Y lo más tremendo, lo más flagrante de este caso es que parece ser que aún no se han enterado de que los palestinos comen todos los días gracias a la ayuda humanitaria que les envía Israel, beben el agua que “fabrican” los israelíes con sus desaladoras y se curan en hospitales que disponen de todos los avances médicos desarrollados en Israel y por israelíes. Lo cual quiere decir sin duda que si alguna vez el BDS consiguiera hacer, no ya daño sino cosquillas, a la boyante economía israelí, es muy probable que se encontraran con un Ariel Sharon elevado a la octava que dijera “pues muy bien, para que coman los palestinos que coman los israelíes. Se acabó la ayuda humanitaria, la comida, el agua y las medicinas. Ahí os quedáis palestinos, que os envíen camiones de fruta los del BDS, porque nosotros pasamos.” Y a ver qué hacían entonces los palestinos. Y los payasos del BDS.

(Nota importante: no he utilizado la palabra “payasos” en sentido peyorativo, válgame el cielo, la he utilizado porque entre las asociaciones que se apuntan al movimiento BDS hay varias de payasos, tipo Payasos Sin Fronteras, Payasos en Rebeldía y tal. Vamos, lo que viene siendo Payasos Fuera del Circo, que en mi opinión es el único lugar donde deberían estar tan nobles personajes, ejerciendo sus tan nobles funciones.)

"Yo compro productos israelíes. Pregúntame por qué"
Uno de los puntos de mayor controversia en todo este asunto, parece ser que ha sido la afirmación “Palestina no existe” en boca del judío rapero Matisyahu. En boca de alguien que ha compartido cartel en varias ocasiones con artistas palestinos sin exigirles manifestaciones políticas, y que además tiene más razón que un santo. Yo también lo digo de manera muy clara, Palestina no existe, y lo digo porque es cierto: Palestina como país no existe, y menos como país musulmán. Y ojalá existiera. Ojalá cuando en 1948 la ONU decidió dividir la Palestina británica en dos estados, uno judío y uno árabe, los musulmanes palestinos hubieran hecho lo que hicieron sus vecinos, los judíos palestinos: subirse las mangas y ponerse a la labor de construir un estado. Eso es lo que marcó realmente la diferencia, esa es la razón de que hoy en día Israel exista y Palestina no. Los musulmanes se negaron a aceptar que los judíos tuvieran derecho a tener un estado propio, ese derecho que por otra parte clamaban y siguen clamando para ellos mismos; los musulmanes consideraron y siguen considerando todo el territorio israelí, delimitado por la ONU en su momento, como “la Palestina ocupada”; los musulmanes creen tener derechos históricos (¿¿¿históricos???) no sólo sobre los territorios palestinos sino también sobre los territorios israelíes, y esgrimiendo esas razones justifican cualquier barbaridad cometida por sus Hamás, Al Fatah, Hezbollá, y por extensión todo el terrorismo islámico en el mundo. Todo ello con la connivencia y el beneplácito de sus amiguitos, los payasos oenegistas y supertolerantes españoles, que en cuanto abren la boca se dedican a justificar la violencia más salvaje siempre que sea contra Israel, y de los cuales aún no he conocido a uno que sepa señalar en un mapa los territorios palestinos.

Los que sí cantaron

En fin, es lo que hay. No tenía pensado ir a ver a Matisyahu en el festival Rototom de Benicàssim (Castellón) antes de que se montara este lío con los boicoteadores, más que nada porque no sabía de su existencia, pero ahora el hombre ha ganado una fan incondicional. Tampoco conocía la existencia del festival, al que desde luego no iré jamás en el caso de que se siga celebrando, pero a cuyos organizadores y subvencionadores me gustaría pedir un poco de coherencia. Si la cosa va de no contratar artistas cuyas simpatías políticas o religiosas es posible que se acerquen a gobiernos que, en opinión de algunos, es posible que no respeten escrupulosamente los derechos humanos, pues empecemos:
  1. A todo artista musulmán o nacido en algún país árabe, hay que exigirle que manifieste públicamente su oposición a las crueldades de la sharia, la ley islámica; y además que condene con igual contundencia los millones de crímenes cometidos por el gobierno iraní, el iraquí, el saudí… por los terroristas de Hamás, Al Qaeda, Hezbollá, Boko Haram, Estado Islámico… aunque sea obvio que el artista no es quien ha cometido esos crímenes, da igual. Por si acaso.
  2. A todo artista ruso, chino, cubano, rumano o militante en un partido de izquierdas en cualquiera que sea su país, hay que exigirle una manifestación pública en contra de los genocidios cometidos por Stalin, Mao, Fidel Castro o Ceaucescu contra sus respectivos pueblos. Además tiene que hablar personalmente con Putin para que devuelva Crimea a los ucranianos, con el gobierno chino para que devuelva el Tibet al Dalai Lama, y con lo que quede de los hermanos Castro para que devuelvan la propia Cuba a los cubanos, y permitan regresar sin problemas a todos los que llevan años yéndose a Miami. Y a sus hijos y a sus nietos.
  3. A todo artista norteamericano de raza blanca, hay que exigirle explicaciones, declaraciones y condenas públicas respecto a la guerra que sus antepasados colonos hicieron contra los indígenas norteamericanos, y el exterminio, reclusión y discriminación que sufrieron éstos a continuación de la guerra.
  4. Tampoco se libra ningún artista británico, francés, holandés o japonés. El pasado imperialista de sus países y la no condena de sus gobiernos y de ellos mismos a cualquier imperialismo pasado, presente o futuro, hace inviable e incompatible con los derechos humanos su contratación en España. País por otra parte al que el BDS parece que considera libre de culpa y de todo mal, en especial de tener tras de sí anarquías, dictaduras, represiones e imperialismos varios de todos los colores. Vamos hombre. Así que los artistas españoles también, boicoteados todos, como si no tuvieran bastante con morirse de hambre si intentan ser profesionales.
  5. Y de los alemanes ni hablemos, los muy ladinos persisten en seguir hablando la misma lengua que hablaba Hitler, a dónde vamos a ir a parar, imperdonable. A los alemanes ni agua.

Etcétera, etcétera, etcétera. Y no nos limitemos sólo a los artistas, exijamos lo mismo a cualquier trabajador antes de permitirle ejercer su derecho a ganarse la vida: si es judío, musulmán, o cristiano, que pida perdón de rodillas a los del BDS por cualquier acto de barbarie cometido por sus correligionarios a lo largo de la historia, y que los del BDS, justos y ecuánimes como son ellos, decidan en base a ese criterio quién tiene derecho a trabajar y quién no. Midamos también con esa vara a cualquier estudiante que disfrute de una beca, especialmente en tierra ajena. Podemos empezar por la niña palestina que derramó sus lágrimas frente a Angela Merkel, no de agradecimiento por haberle permitido disfrutar de un bienestar y una formación académica que jamás le habrían procurado ni su religión ni su origen, no, sino de tristeza porque dicha situación fuera temporal (algo sabido desde el principio) y no se le permitiera seguir en Alemania a costa de los alemanes, negando la existencia de Israel y apoyando la causa palestina. Y en esas andamos, y así podemos seguir hasta que el sol salga por el oeste.

Para finalizar este post, un vídeo de Matisyahu. Que ustedes lo disfruten.

 

lunes, 6 de julio de 2015

Maniquíes

Las llamo maniquíes porque me niego a llamarlas modelos. Para mí, un modelo es algo o alguien a imitar, y sinceramente el hecho de ser alta, guapa, joven y delgadísima no lo considero meritorio ni digno de ser imitado, por muy deseable y deseado que sea en nuestra sociedad.


Me parece muy bien que existan las maniquíes, entendidas como señoras que se dedican profesionalmente a ponerse ropa encima para que otras personas vean esa ropa en movimiento y se interesen en comprarla. Hasta ahí perfecto, una profesión tan digna como otra cualquiera. Me parece menos bien que alguna de esas señoras gane una cantidad escandalosa de dinero por día de trabajo, pero tampoco tengo mucho que objetar. Es la ley de la oferta y la demanda. Si les pagan ese dinero, ellas lo cogen como es normal, y me consuela pensar que, puesto que no suelo comprar la ropa que se ponen ni los productos que anuncian, de mí no sacan un solo céntimo. Ahora bien, lo que me indigna, lo que me saca de mis casillas es que estas señoras representen un ideal de belleza completamente artificial, postizo, inalcanzable y en muchos casos ni siquiera bello, porque hay que ver a alguna que otra “top” al natural sin maquillaje ni photoshop, hay que verla. Un ideal de belleza establecido por criterios de marketing y sustentado por una industria de hombres a quienes no les gustan las mujeres. 

¿Belleza ideal? ¿En qué universo?
Un falso ideal de belleza debido al cual hay niñas matándose de hambre mientras crecen convencidas de que nunca serán bellas porque nunca serán altas, ni delgadas, porque no se ven guapas y porque pronto dejarán de ser jóvenes. ¡¡¡MENTIRA!!! La belleza no tiene nada que ver con las medidas ¡¡¡venga ya!!! La belleza es una cuestión de armonía, de equilibrio, de emanar buenas sensaciones y sobre todo de los ojos del que mira. Y sí, es más que recomendable esforzarse por llevar una vida saludable, por cuidar nuestro cuerpo y nuestro espíritu, por sentirnos a gusto con nosotros mismos; pero esforzarse en que el cuerpo de uno tenga a toda costa unas medidas que no son acordes a su propia naturaleza es de locos además de insano y peligroso. Aún así somos incitados a ello por el bombardeo de mensajes que recibimos a todas horas, desde que abrimos los ojos.


No hay más que ponerse a leer una de esas revistas llamadas “femeninas”, que ya hablaremos de eso, de lo que se consideran temas “femeninos” que habría mucho para hablar. Abres como digo una de esas revistas y puedes ver sus anuncios a todo color protagonizados por famosas, guapas y ricas top models, veinteañeras la mayoría, con sus morritos y poses de mujer fatal. Pasas la página y ves un reportaje sobre una de las plagas de nuestro siglo, la anorexia. Mediocre pero acertado, muestra a jovencitas casi niñas, delgadas hasta la extenuación, prácticamente piel sobre huesos que se ven gordas y no quieren comer porque no quieren engordar, aunque les harían falta unos veinte kilos para alcanzar un peso saludable. Vuelves a pasar la página y aquí tenemos la dieta del verano, con la que podemos eliminar esos kilitos que según el redactor de la revista nos sobran, y lucir bikini en cuanto llegue la ocasión. Pierde 7 kilos en una semana a base de fruta. O pierde 4 kilos en un día a base de semillas del Himalaya. O pierde 20 kilos en diez minutos con alguna pastilla milagrosa, ya puestos a dietas absurdas ¡qué más da! Y sí, podemos ignorar toda esa esquizofrenia, no leer revistas “femeninas”, no conectarnos a internet, ir por la calle con los ojos cerrados para no ver publicidad, y ya de paso no hablar con nadie e irnos a vivir a una isla desierta, porque les hagamos caso o no, esos malditos mensajes están POR TODAS PARTES. En la práctica, es imposible pasar un solo día de tu vida sin que algo o alguien te recuerde  que estás gorda, lo estés o no lo estés.

Y son mensajes equivocados, muy equivocados. Las modelos femeninas que deberían salir en las revistas son aquellas mujeres que son dignas de seguir sus pasos, que han hecho algo en la vida que merezca la pena imitar. Son grandes mujeres de la historia. Son Madame Curie, Hipatia de Alejandría, Valentina Tereshkova, Golda Meir, las sufragistas que con gran esfuerzo consiguieron el voto femenino, Cleopatra VII, María Elena Maseras… esta última, quizá la menos conocida de las que cito, fue la primera mujer que se matriculó en España en una facultad de medicina, en el año 1872, y que por si eso no fuera suficiente gesta, consiguió terminar sus estudios y ejercer la medicina y la pedagogía.


Las modelos femeninas son grandes escritoras y artistas, gracias a cuyas obras nos hemos apasionado alguna vez. Son Oriana Fallaci, Alma Mahler, Marguerite Yourcenaur, las hermanas Brönte, Frida Kahlo, Jane Austen, Anne Sophie Mutter, la maravillosa Anne Frank, Fanny Mendelssohn, Mary Renault, María Callas, Simone de Beauvoir, Erica Jong, Daphne du Maurier, Clara Schumann, Emilia Pardo Bazán. Son modelos femeninas Ayaan Hirsi, Brigitte Gabriel y Malala, mujeres que se juegan la vida todos los días hablando en contra del fanatismo religioso y de la opresión hacia las mujeres que supone. Son modelos las deportistas olímpicas, las que demuestran cada día que las diferencias entre hombres y mujeres, incluso físicas, son mucho menores de lo que podríamos pensar.

Oriana Fallaci en Vietnam
Modelos femeninas, y acercándonos un poco a la vida cotidiana de la que suscribe, fueron mis abuelas. Ambas vivieron la guerra civil y la posguerra; ambas sin medios y sin ayuda sacaron adelante a sus familias con todo su amor y esfuerzo, y consiguieron que sus hijos pudieran darnos a nosotros la vida que ellas jamás tuvieron. Modelos son mis primas, todas con una carrera profesional (o dos), carreras todavía muy “masculinas” en un mundo de hombres pero ahí están ellas, trabajando día a día y haciendo malabarismos para conciliar la vida familiar y profesional, para poder criar a sus hijos sin tener que renunciar a ser mujeres con una profesión. Y por cierto, permítanme un par de líneas de pasión familiar: en cuanto a belleza física cualquiera de mis primas, ingenieras y médicos todas ellas, le da veinte vueltas a las supertops presuntamente super tías buenas que ponen morritos en los anuncios de colonia y cobran medio millón de euros por levantarse de la cama y pestañear. Me la juego con quien se la quiera jugar.

Así que, queridos y queridas, especialmente queridas, especialmente aquellas que todavía sois muy jóvenes, especialmente mis cuatro sobrinas y mi nieta: que nadie os engañe. Las modelos están en la ciencia, en la literatura, en la investigación, en el arte, en el deporte, en la historia, en la política, en vuestra familia, en la VIDA. No vais a encontrar modelos en las pasarelas, ni en las revistas del corazón, ni en una discoteca madrileña zumbándose a un futbolista. Ésas son las maniquíes, no las modelos.

lunes, 1 de junio de 2015

No me gusta usted, señora.

No me gusta usted, señora, no me gusta nada. La gente como usted me llama racista, algo que me preocupa más bien poco, pero me resulta muy significativo. Su tesis suele ser: “no tengo argumentos para debatir, llamo al otro racista y así todo el mundo me hace caso, y me compadece y nadie se plantea qué es lo que estoy haciendo y quién es el racista aquí”.

Fatima Taleb, concejal electa en Badalona, 2015.
 ¿Qué es lo que hace usted aquí? Por lo pronto, en los diecisiete años que lleva viviendo en España ha trabajado en Asociaciones Culturales y Educativas, en proyectos sociales de voluntariado, en apoyar el multiculturalismo (mentira en realidad, usted apoya únicamente la cultura de su país de origen), en el proyecto “Construimos barrio”, en todo eso que traducido quiere decir vivir como una reina de las ayudas sociales que generan los impuestos de españolitos e inmigrantes, sí, de ésos que sirven copas y friegan platos. Vamos, que usted “trabaja” para que sus conciudadanos no tengan que trabajar en España y puedan dedicarse a sus rezos y a sus cosas, que son mucho más importantes que integrarse en la sociedad que les recibe, y que ellos han elegido para vivir.

Porque a usted no le gusta el término “integración” y no me extraña ¡cómo le va a gustar, se le acaba el “trabajo”! ni el término ni lo que significa. Usted prefiere hablar de inclusión social:

“No ve justo que un inmigrante tenga que renunciar completamente a su cultura para abrazar exclusivamente la del país de acogida. Todavía no podemos hablar de inclusión social, la prueba es que no hay candidatos de origen extranjero. Perseguimos la normalización, una igualdad de oportunidades”. Señora mía, ¡y unas narices! si quiere igualdad de oportunidades póngase a trabajar dieciséis horas al día como hace una inmigrante china, póngase a fregar suelos como hace una inmigrante ecuatoriana, póngase tras la caja de un supermercado como una españolita cualquiera y verá lo que es la igualdad de oportunidades. Pero no, usted lo que persigue son proyectos de voluntariado "nomegustalaintegración", financiados por nuestras estúpidas autoridades para que los inmigrantes marroquíes vivan a lo grande y no se les ocurra trabajar, a ver si les va a doler luego la espalda y no pueden rezar en perfectas condiciones. Como dijo aquel gran sabio, manda huevos. Y no nos tome por tontos, por supuesto que hay candidatos de origen extranjero, lo que no hay por suerte son candidatos cuya bandera política sea seguir siendo extranjero por los siglos de los siglos en su país de acogida, y repetir hasta la saciedad que el país de donde vienen y su cultura de origen molan más. Bueno, ahora sí tenemos esos candidatos, al menos una en Badalona, usted.

Y lo vea usted justo o no, un inmigrante tiene que renunciar a su cultura para abrazar la del país de acogida. No completamente, no exclusivamente, pero sí cuando haya un conflicto concerniente a los derechos humanos o a las leyes e incluso a las costumbres del país de acogida. Y la “cultura” de la que usted proviene, señora, se da de bofetadas constantemente con los derechos humanos y las leyes europeas. No se atreva a decir como dice, que “el Islam recoge todos los derechos de la mujer”. Sí, igual los recoge del suelo a donde los ha tirado y pisoteado, y después de recogerlos los echa a la basura, que es donde están los derechos de la mujer musulmana en el mundo musulmán, en el cubo de la basura. No nos tome por tontos, haga usted el favor.

Quiere usted combatir la actual política racista en su municipio y desmontar mitos, afirmando que “soy mujer, soy musulmana y llevo velo”. Por supuesto es usted adulta, salió de Marruecos para vivir en un país democrático y es muy libre de llevar lo que le dé la gana, pero si de verdad quisiera desmontar mitos lo que haría es coger el velo que lleva y quemarlo públicamente. Eso es desmontar un mito, eso es demostrar que la mujer musulmana no pertenece a nadie salvo a sí misma, eso sería decir claramente que las personas que profesan su religión son capaces de vivir en una sociedad libre y democrática. Y eso es lo que usted NO HACE.

Cansada está usted de los mensajes del alcalde en contra de la inmigración… desconozco los mensajes de ese alcalde en contra de la inmigración pero el rollito victimista me lo conozco de maravilla, así que le pregunto, señora ¿de verdad su alcalde está en contra de la inmigración? ¿de verdad se opone a que haya en su localidad camareros ecuatorianos, transportistas rumanos, restauradores chinos, operarios marroquíes, taxistas argelinos, recolectores de fruta mauritanos, oficinistas polacos, jubilados alemanes, profesores cubanos, tenderos argentinos, amas de casa francesas, hombres de negocios canadienses…? ¿o lo que en realidad le molesta a su alcalde es que se esté gastando dinero público para pagarle a usted el sueldazo que me imagino que le pagan por sus proyectos de barrio, destinados a que sus compatriotas obtengan la paguita nada más llegar a España sin haber dado ni tener que dar un palo al agua en su vida? Porque a lo mejor van los tiros por ahí…

Entró usted en política porque le impidieron celebrar una fiesta benéfica organizada por mujeres musulmanas para recaudar fondos para las familias que no tienen cubiertas sus necesidades más básicas. Fiesta organizada me imagino en un lugar público propiedad del Ayuntamiento de Badalona, con dinero público propiedad de todos sus conciudadanos de Badalona, destinada a recaudar fondos únicamente para las familias marroquíes de Badalona que son para las que usted trabaja. Pero a usted que no me la discrimine nadie que se me enfada, ¡eh! ¡cuidadín! 

“Es mentira que no se persiga a la gente por razón de origen o religión”, afirma usted con contundencia. Y me veo obligada a darle la razón, no hay más que visitar alguno de los casi sesenta países musulmanes que existen en el mundo para ver como se persigue, se tortura, se viola, se extermina a todos aquellos que profesan otra o ninguna religión… ¡ah bueno espera, que usted estaba hablando de España! Pues me sigo viendo obligada a darle la razón. Hace poco en España, unos cuantos tarados correligionarios suyos se han manifestado en contra de las procesiones de Semana Santa, porque ofenden su sensibilidad islámica. Y se han manifestado en muchos casos, con la agresividad que caracteriza a esos cuantos de sus correligionarios tarados. Debo decirle señora, que las procesiones de Semana Santa me gustan tan poco como me gusta usted, o sea nada, y como no me gustan no voy a verlas; pero entiendo que forman parte de las tradiciones de mi país y exijo que sean respetadas. Si ofenden la sensibilidad islámica, atea, hinduista, budista o jainista de alguien, con cerrar  el balcón cuando pasan, solucionado el tema. No sé cómo lo verá usted, pero el ataque a la celebración de la Semana Santa es una persecución en toda regla a la gente que profesa la religión católica. En la España del siglo XXI. Por parte de aquellos a quienes usted defiende y protege.

Hace poco también en España, una organización de ultraderecha con la que aclaro que no simpatizo en absoluto, decidió ayudar por iniciativa privada y con su propio dinero a familias españolas necesitadas. El grito en el cielo, acusaciones de racismo y xenofobia, y al final se les ha prohibido por decisión judicial. Mientras, a pocos kilómetros, la mezquita de Alicante reparte ayuda con un cartel bien grande que pone “sólo familias musulmanas”, y no pasa absolutamente nada. O sea que sí, señora, tiene usted razón, sí que se persigue a la gente por razón de origen ESPAÑOL o de religión CRISTIANA, espero que usted, que es tan multiculturalista, tome medidas al respecto desde su nueva posición política.

“Si no conoces a tu vecino, te creerás todos los rumores y estereotipos que circulan sobre él. Si te acercas, hablas con él, sabes de su cultura, de su pensamiento y de su religión, puedes romper las barreras.” Otra de sus frases estrella en esta campaña electoral, muy acertada también. El problema es que si quieres conocer a tu vecino, te molestas en averiguar cosas acerca de su cultura y su religión, echas un vistazo a su libro sagrado… te encuentras algunas perlitas sin desperdicio, como aquella que dice que tu vecino tiene la obligación sagrada de matarte si eres cristiano o judío; o aquella otra de que el testimonio de la mujer vale la cuarta parte del de un hombre; o que el profeta fue un hombre sabio y todos sus seguidores deben venerar e imitar sus acciones, incluyendo degollar a quienes no pensaban como él o casarse y tener relaciones sexuales, a sus espléndidos cincuenta y seis años, con una niña de nueve. 

La Biblia y el Corán
Pero no, piensas, otros libros sagrados de otras religiones también contienen atrocidades similares y eso no significa que hoy en día se practiquen, esos libros fueron escritos hace siglos, y basados en las civilizaciones de antaño, no voy a creer en rumores ni estereotipos, voy a informarme de cómo se vive en la cultura de mi vecino hoy en día, en el mundo del siglo XXI… y resulta que los correligionarios de tu vecino han creado una ley paralela a su libro sagrado, no escrita y sujeta a mil interpretaciones, según la cual una mujer puede ser lapidada si su marido cree que ha cometido adulterio porque quizá mirara a los ojos al tendero que le vendía unas patatas; según la cual un niño de quince años puede ser torturado durante meses y luego colgado en la plaza pública si coge de la mano a un amigo y se les acusa de homosexualidad; según la cual un padre puede concertar el matrimonio de su hija y éste ser consumado desde que la niña cumple nueve años, como hizo el profeta. Te enteras de que esa ley se aplica incluso en el corazón de la civilizada Europa, donde gente como tu vecino ha tenido la santísima desfachatez de marcar barrios enteros con el cartelito de “Sharia zone” y de crear una policía paralela e ilegal, la “policía sharia”, para velar por el cumplimiento de su leyecita tan mona y que les gusta tanto, y que según ellos hay que respetar en Europa porque forma parte de su cultura, y es injusto que tengan que renunciar a ella. 

Ayaan Hirsi, nacida en Somalia, ciudadana holandesa, amenazada de muerte por el islam al atreverse a criticar las atrocidades que se cometen en el mundo islámico, especialmente contra las mujeres.
Te preguntas también por qué las inmigrantes orientales, africanas, latinoamericanas visten a la occidental en Europa, y sin embargo muchas musulmanas, aunque lleven diecisiete años en España como usted, señora, siguen vistiéndose con una especie de sábana, siguen cubriendo totalmente su cabello con ese velo que usted lleva, y que también cubre a veces parte o la totalidad del rostro. Y algunas musulmanas, casi siempre conversas que no han pisado un país islámico en su vida, te cuentan que simboliza la libertad, el compromiso con su religión, la sumisión únicamente a Dios y cosas así. 

"Está usted entrando en una zona Sharia, obligatorio seguir las leyes islámicas." Carteles como éste pueden verse en barrios de mayoría musulmana en París, Londres, Berlín, Malmö... por toda Europa.

Pero tú te metes en youtube y oyes hablar a mujeres ex musulmanas, nacidas en países islámicos que han podido salir de allí, “escapar” según sus propias palabras, y te dicen que el velo islámico simboliza la virginidad, la obediencia y sumisión al padre o al marido, simboliza que la mujer musulmana es una posesión del hombre y sólo puede ser vista por su marido, si cualquier otro hombre le ve un mechón de pelo, ELLA comete adulterio y debe ser lapidada; te cuentan que las mujeres en sus países corren el riesgo de ser violadas o asesinadas, o ambas cosas, si no van vestidas correctamente según la ley islámica; te cuentan esas mujeres que tienen que vivir en occidente escondidas de su propia familia, a la que han deshonrado al quitarse el velo y que por lo tanto ha contraído la obligación de buscarlas y matarlas allá donde estén; te cuentan historias de chicas jóvenes asesinadas por sus padres por la simple sospecha de que hayan podido perder la virginidad sin estar casadas; te cuentan… y te das cuenta de que ésa es la cultura de tu vecino, es más, ésa es la cultura de donde proviene usted, señora concejala recién electa en Badalona, la cultura que usted ha exportado a España desde su país, la cultura que ha elegido y sigue eligiendo en España, donde puede usted perfectamente elegir otra cosa sin arriesgarse a que nadie la mate. Sin embargo usted aprovecha la libertad que tiene en España y que nunca tendría en su país, para mostrase en público con el velo islámico y defender y proteger su cultura, que para usted es lo más bonito que hay. Barreras no, señora mía, la gran muralla china levantaría yo entre usted y la gente decente.

Brigitte Grabriel, cristiana y libanesa, actualmente vive en Estados Unidos y denuncia desde allí las masacres que cometieron los palestinos musulmanes en su país, y que la obligaron a huir de su tierra.

Pero no, piensas, al fin y al cabo cada uno tiene derecho a vivir como quiera donde quiera, y en Europa hay libertad de culto, no hay ningún problema por el hecho de que esta señora tan maja, concejal de Badalona, crea en su Dios y lleve el velo, a mí no me va a afectar para nada… y entonces abres un libro de historia, actividad más que recomendable, señora concejala, abres un libro de historia y lees por ejemplo que el Líbano a mediados del siglo XX era un país democrático, de mayoría cristiana, próspero, rico y con un nivel de vida envidiable. Lees que tras la constitución del vecino Israel como estado, comenzaron a llegar montones de “refugiados” musulmanes que no querían vivir en un estado judío, y pidieron asilo, y los libaneses se lo dieron, asilo, acogida, manutención, la oportunidad de vivir en un país libre, próspero y democrático, y los musulmanes lo aceptaron, claro que sí y se quedaron a vivir allí. Pero al igual que a la señora concejala, resulta que no les gustaba la integración y no se integraron nunca, se limitaron a vivir a costa de los libaneses y a reproducirse cinco veces más que ellos, hasta que en un par de generaciones ya eran suficientes para empezar a exterminar a los autóctonos sin grandes dificultades, y eso fue exactamente lo que hicieron. Los libaneses fueron exterminados u obligados a huir de su propia tierra, en la que los musulmanes siguieron reproduciéndose hasta arruinar todos los recursos de un país que hoy es musulmán, pero pobre y en guerra perpetua. 


"No teneis elección, la ley Sharia está cerca."
Pero no, te dices, no voy a fiarme de estereotipos y prejuicios, lo del Líbano es un caso aislado… y sigues con tu libro de historia y te enteras de que efectivamente, lo que se llevaba desde los inicios del islam era conquistar territorios a golpe de cimitarra, cortando cabezas a diestro y siniestro, y luego ya si acaso, empezar a reproducirse. Y eso es lo que han hecho en todo momento los seguidores de Mahoma desde que pusieron un pie fuera de La Meca. Bueno, espera, he dicho “en todo momento”… no, eso era antes, ahora el islam ya no se expande así. Ahora se lo hemos puesto a huevo con nuestras libertades y nuestra democracia, y no necesitan sacar el cuchillo más que para celebrar sus sangrientas festividades o torturar animales mediante el rito halal. Ahora su frase favorita es “utilizaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia”, tal y como clama el cretino del imán pakistaní Anjem Choudari desde su comodísimo púlpito en Londres, sin renunciar a su ciudadanía británica para irse a vivir a Pakistán, donde no viviría jamás en democracia, ya que tan poco le gusta. No, eso no. Los acólitos de Choudari no tienen más que llegar a Europa, reproducirse como conejos y educar a sus hijos en la supremacía del islam, que para eso nuestras libertades se lo permiten. Sus hijos nacen en Europa lo que les convierte automáticamente en ciudadanos europeos, a los dieciocho años tienen derecho al voto, forman un partido musulmán que imponga la sharia como ley, ganan unas elecciones y nuestras nietas acaban llevando un burka. ¿Catastrofista? ¿paranoica? Preguntemos si es cierto o no a los supervivientes del mundo musulmán. Preguntemos a los coptos egipcios, a los bereberes argelinos, a los kurdos iraquíes… o mejor preguntemos a los imanes europeos, y ellos mismos dirán sin ningún pudor que ése es el plan que tienen para Europa y que calculan se hará realidad como muy tarde en 2025 ó 2030. Dentro de quince años, con la connivencia y el beneplácito de usted, señora concejala velada de Badalona y de otros muchos como usted, si Dios o Alá o los dioses del Olimpo no lo remedian.

Matrimonio musulmán entre niñas y hombres adultos.
También defiende usted que se construya una mezquita en Badalona, pero "siempre que sea desde la entidad musulmana y no con dinero público" ¡qué generosidad la suya, señora!, porque "es imprescindible que los musulmanes tengan un espacio de culto, al igual que lo tienen el resto de colectivos." ¡Claro que sí, todos ellos! ¡Llenita está Badalona de templos budistas, sintoístas, hinduistas, jainistas, luteranos, adventistas y protestantes! ¡Llenita está, y por eso quiere usted construir una mezquita para que también los musulmanes puedan rezar, claro que sí! Pero, ay, que pregunta me surge…“¿no con dinero público?” Señora concejala, usted vive del dinero público sin ningún pudor desde que puso un pie en España, y ahora que ha entrado en política piensa seguir haciéndolo para que así más marroquíes musulmanes puedan también vivir del dinero público sin trabajar ni integrarse, ¿por qué no exige entonces dinero público español para financiar su mezquita, y prefiere el dinero saudí, o qatarí o iraní? Claro, usted en el fondo no es tan tonta, y sabe que si una mezquita se construye en España con dinero público las autoridades pueden tener cierto control sobre ella, para intentar evitar que se convierta en uno de esos surtidores de yihadistas que son las mezquitas en toda Europa. Y eso no les interesa, todavía no son ustedes suficientes como para que los demás no nos escandalicemos y repudiemos ese nuevo terrorismo que nos ha traído su cultura, más salvaje y brutal si cabe que el que asoló este país durante treinta años. No, ustedes quieren seguir con su piel de cordero, manifestándose en contra de los atentados en cuanto aparece una cámara, pero financiándolos y apoyándolos desde sus mezquitas, centros culturales, barrios de inclusión social y cualquier otra gilichorrez que se les ocurra para que los europeos les financiemos nuestro propio suicidio.

"El esfuerzo que hace cada persona en su día a día para construir"

“El concepto de yihadismo también está extraído de contexto”, nos explica usted, señora concejala, “Jihad es el esfuerzo que hace cada persona en su día a día para construir, mientras que matar es incompatible con el Islam”. Y se queda tan ancha. Claro que sí, está usted tan ocupada creando proyectos de inclusión social para los musulmanes que no ha leído ni el Corán ni un periódico en veinte años, no ha visto las fotos de las mujeres lapidadas, los niños degollados, las matanzas en nombre del islam que asolan el mundo; está tan dedicada a los proyectos de acogida que no tiene tiempo de ir a la mezquita a escuchar como el iman llama a todo musulmán a la guerra santa contra cristianos e infieles en general... y fíjese qué curioso, los propios imanes lo llaman “Guerra Santa”, y no “esfuerzo que hace cada persona en su día a día para construir”… señora concejala, ¡vaya usted e instrúyales, que esos barbudos no tienen la menor idea de lo que es el verdadero islam! ¡hombre ya! Pero claro, como usted dice que no es un fenómeno exclusivo de Cataluña, sino que pasa en todo el mundo, y que además usted lo atribuye a la “ignorancia” pero tampoco especifica de quien, pues nada, a ignorar el yihadismo de su cultura y a criticar que alguien considere “extranjeros a sus hijos que ya han nacido aquí” que eso sí que es un problema grave y una discriminación tremenda, no el nimio hecho de que sus hijos sean adiestrados en las mezquitas españolas para matar a los hijos de los demás. Quejicas que somos los españoles, leches.
Señora concejala, he de decirle que respeto y admiro profundamente a las mujeres musulmanas que se quitan el velo islámico y lo queman, y a los hombres musulmanes que les encienden la cerilla. Ya sea real o simbólicamente, y a ser posible, ambas. Es a esas musulmanas a quienes quiero en los ayuntamientos españoles representando y cuidando de todos los ciudadanos españoles, y no sólo de los inmigrantes marroquíes; es a esas musulmanas sin velo físico ni mental, a quienes quiero educando a sus hijos,  ciudadanos europeos del siglo XXI, enseñándoles que no tienen que renunciar a su fe para vivir en Europa, pero sí reconocer y condenar sin tapujos todas las atrocidades que se hacen en nombre de su fe, en vez de considerarlas más propias que la cultura europea  y defenderlas a capa y espada. He de decirle que hago extensiva mi admiración y respeto a aquellos no musulmanes que no se acobardan ante el hecho de no ser políticamente correctos y critican el islam con dureza, con fuerza y sin tapujos. Aunque les llamen racistas, prefieren mil veces ser llamados “racistas” a correr el riesgo de que sus hijas acaben bajo el velo, como usted. Pero lamentablemente, los ciudadanos de Badalona la han elegido a usted, con el beneplácito de los multiculturalistas del buenismo mal entendido, de los que toleran la intolerancia diciendo que hay que ser tolerante, de los que como diría la estupenda Pilar Rahola “ven un obispo católico y les salen ronchas, pero ven un iman musulmán y tienen un orgasmo”. Cuanto lo siento por los ciudadanos de Badalona. Que Alá les pille confesados.


¿Alguna duda acerca de sus intenciones?



miércoles, 20 de mayo de 2015

Hablemos de ablación

Según la OMS, 150 millones de mujeres y niñas han sido sometidas en el mundo a la mutilación genital. Y parece ser que 500.000 de ellas en Europa, aunque es un dato incierto ya que es difícil obtener estadísticas sobre el tema, debido sobre todo a la reticencia de muchos inmigrantes a que un blanquito europeo, y mucho menos una blanquita europea, ponga en duda su cultura y les diga cómo tienen que vivir. Acabo de  conocer estos datos leyendo un libro sobre el tema, y como ya me he tirado de los pelos, pues ahora me pongo a escribir. Así que antes de seguir:
Tres formas de mutilación, de menos a más salvaje

"Estimado Sr. Inmigrante, estimada Sra. Inmigrante:
bienvenidos a Europa. Me alegro sinceramente de que hayan llegado ustedes sanos y salvos, y hayan tenido la suerte de no perecer en el mar o en el desierto, como han perecido muchos de sus compatriotas. Espero que tengan aquí la oportunidad de llevar una vida digna y feliz, de conseguir un trabajo y una vivienda, de que sus hijos estén siempre alimentados y escolarizados. Por mi parte me comprometo como europea a facilitarles la labor en la medida que esté en mi mano, a luchar contra la discriminación que pudieran sufrir y a procurar que su estancia en mi país sea lo más agradable posible. La mala noticia es que sí, por supuesto que les voy a decir cómo tienen que vivir, y afortunadamente cualquier gobierno europeo también. Ahí va: han elegido ustedes vivir en un país europeo, y aquí en Europa pueden ustedes vestirse como quieran siempre que su vestidura no suponga una amenaza para la seguridad de otros ciudadanos (como por ejemplo si pretenden llevar el rostro cubierto), pueden ustedes comer y beber lo que quieran, pueden tener la ideología política que quieran y profesar la religión que quieran, pero también van a tener algunas obligaciones. Aquí en Europa tienen ustedes que trabajar y aportar parte de sus ingresos al erario público. También tienen ustedes que no cometer delitos, o afrontar la responsabilidad penal si los cometieran. Deben respetar los derechos humanos y cumplir las leyes europeas, así como las propias del país donde residan. Y ante todo y sobre todo, sea cual sea su cultura, sus costumbres y su ideología, tienen ustedes LA SACROSANTA OBLIGACIÓN de dejar en paz los genitales de sus hijas, y también de velar por que NADIE, repito NADIE, ponga un dedo encima de sus retoñas con la intención de mutilarlas. Ni aquí, ni en su país ni en ningún sitio. No vale repetir la historia de
“es que hemos ido de vacaciones, hemos dejado a la niña con la abuela y nos la ha devuelto sin clítoris y con la vagina cosida, nosotros ¡qué íbamos a saber!” No vale y no cuela. Ustedes son los responsables de mantener la integridad física y moral de su hija, y me importa un carajo que en su pueblo sea la costumbre practicar la ablación a las niñas. Debo recordarles que sus hijas son ciudadanas europeas porque ustedes lo han decidido así, y como ciudadanas europeas sus hijas tienen derecho a que nadie mutile su cuerpo en nombre de ninguna tradición. Desgraciadamente muchas niñas en otros continentes no tienen ese derecho, pero sus hijas sí. Así que cuidadito. Traigan a Europa su gastronomía, su música, su folklore, estaremos encantados de recibir y compartir todo eso, pero dejen en su país la salvaje costumbre de torturar a las niñas de esa manera. Ni aquí ni allí, ESO NO SE HACE. Y dicho esto, de nuevo, bienvenidos a Europa. Aprovechen esta oportunidad por la que tanto han luchado y no la caguen mutilando a sus niñas, porque lo pagarán muy caro."

Cómo no, en cuanto sale a la palestra el tema de la mutilación genital femenina, aparece algún musulmán indignado, o musulmana indignada, o multiculturalista tolerante indignado, bramando que se culpa al islam de la ablación cuando es algo que no tiene que ver con la religión y que ni siquiera es una costumbre islámica. Es cierto que no es una costumbre islámica, ya existía muchos siglos antes de que existiera el islam, pero el islam la adoptó y la asimiló con gran alegría, y hoy en día existen muy pocos no musulmanes que la practiquen. Es cierto que no se nombra para nada en el Corán, pero sí en otros textos islámicos que, aunque de dudosa procedencia, son proclamados dogma de fe por muchos imanes, arrimando el ascua a su sardina con tal de putear un poco más a las mujeres. Y se culpa al islam no porque inventara la ablación, sino porque es la única  de las grandes religiones que permite y alienta semejante barbaridad.


Si buscamos un poco nos encontramos con lo de siempre: montones de versiones del verdadero islam para que así cada musulmán pueda elegir cómodamente la que más le conviene en cada momento. Por ejemplo, en occidente responden a las críticas diciendo que el verdadero islam no tiene nada que ver con la ablación, que tal práctica  no aparece en el Corán y que muchos imanes no la recomiendan (aunque tampoco hablen en su contra); pero sin embargo en varias corrientes islámicas se considera un deber de todo musulmán practicar la ablación a sus hijas, en países de mayoría musulmana la han sufrido hasta el 99% de las niñas y desde luego hay muchos imanes que sí la recomiendan y no dudan en predicar sus virtudes desde los púlpitos de mezquitas de todo el mundo. Incluso desde nuestra civilizada y multiculturalista Europa y para muestra un botón. A continuación leamos las sabias palabras de un imán de origen somalí que ejerce en Cataluña, pronunciadas sin ningún pudor en la España del siglo XXI:

“Las mujeres sometidas a la ablación son mucho más fecundas y pueden tener menos problemas a la hora de concebir hijos, ¿por qué si no tienen las africanas más hijos que las europeas?”
“Las mujeres no sometidas a la ablación sienten la necesidad de yacer siempre con un hombre, cuando el marido se va a trabajar, tienen que irse  a la cama con algún otro porque no pueden resistirse. Nuestras mujeres, en cambio, son fieles y reservadas. Conviven con frecuencia en familias muy numerosas, pero ya puede haber diez hombres en la casa, que ellas permanecerán fieles porque están circuncidadas.”
“¿Por qué cree usted que hay en España tantas mujeres maltratadas e incluso asesinadas por sus maridos? La razón es la infidelidad de las mujeres. No pueden hacer nada para remediarlo, ésa es la propia naturaleza de las mujeres cuando no han sido sometidas a la ablación. Han de estar siempre, siempre, siempre con un hombre. Por eso mutilamos a nuestras mujeres, Para que sean  más puras.”
(texto extraído del libro “Niñas del desierto” de Waris Dirie)

Sin comentarios, que me enciendo y me muerden los tolerantes, sin comentarios.


Y luego está el tema de las mujeres europeas que se someten voluntariamente a la extirpación del clítoris. Sí, han leído bien. Europeas. Voluntariamente. Dan ganas de yo que sé qué, a ellas y a los cirujanos que lo consienten y realizan la operación.

Por una parte parece que está de moda reducir el tamaño del clítoris y los labios menores por una cuestión estética. ¿Estética, en serio? ¿es que eso se va enseñando por ahí alegremente? A ver, me parece que cuando alguien ve los genitales de una mujer en una situación íntima, es porque siente cierto aprecio o interés por esa mujer, no sé yo hasta qué punto la estética genital va a ser un factor tan determinante como para pasar por un quirófano, una anestesia y un postoperatorio que no me quiero ni imaginar.

Pero hay otra situación más escandalosa aún: la de la mujer europea que planea casarse con un hombre cuya “cultura” sólo considera “puras” a las mujeres sometidas a la ablación e infibulación genital, y como la susodicha posiblemente no sea virgen porque posiblemente haya tenido relaciones con su futuro esposo porque posiblemente él haya insistido hasta tenerlas, pues el maromo quiere respetar sus tradiciones que no son las tradiciones de ella, y exige para pasar por el altar la “purificación” de la novia. Hay que ser gilipollas. Y de verdad que me resulta un auténtico dilema decidir quién es más gilipollas de los dos, si él o ella. Para empezar no entiendo qué clase de estúpida femenina hace algo así a su propio cuerpo presuntamente por amor. No bonita, amor es lo que te falta, y mucho, por ti misma, que es  el amor más básico de todos. ¿En serio crees que ese tío te quiere si te pide que te extirpes el clítoris y te sutures quirúrgicamente la vagina para que él pueda “desvirgarte”? ¿le pedirías tú a él que por amor se extirpara los testículos y parte del pene antes de la boda? ¿lo aceptaría él? ¿sería respetable si fuera una cuestión cultural y una costumbre en tu país? En serio, tontalaba, que te va a costar un ojo la operación, vas a padecer dolores indescriptibles, no volverás a tener un orgasmo en tu vida, y en seis meses vas a estar en alguna comisaría llorando porque tu hombre te ha pegado. No esperes que un hombre así no te pegue y te humille a las primeras de cambio, no seas imbécil y mándalo a la mierda ahora que aún estás a tiempo.


Tampoco entiendo qué clase de estúpido masculino prefiere que su mujer esté incapacitada anatómicamente para disfrutar del sexo. Sí machote, desde luego que te va a ser fiel, malditas las ganas que le van a quedar de ir por ahí a darse una alegría, pero no sé si te diste cuenta de que tampoco va a tener esas alegrías contigo. Igual es que no sabes lo que te estás perdiendo. Igual es que con tal de asegurarte la fidelidad de tu esposa prefieres renunciar a sentir la excitación de una mujer entre tus brazos cuando la estás besando; prefieres renunciar a oírla gemir de placer bajo tus caricias; prefieres renunciar a disfrutar de contemplarla cuando tiene un orgasmo; prefieres renunciar a que un día llegues a casa y te reciba desnuda con una copa de vino en la mano; prefieres renunciar a su placer, que si realmente la amaras debería ser para ti tan importante o más que el tuyo. Si realmente la amaras, a tu presunta “cultura” le podrían dar por donde más le duela, y a quienes la defienden a costa del sufrimiento de las mujeres, también. La realidad es que no la amas, que sólo la consideras una posesión más como la tele o el coche. La realidad es que además de imbécil eres un cobarde que no merece ni el suelo que pisa, y muchísimo menos el amor  y la atención de ninguna mujer del planeta.

Por mi parte y pese a mis opiniones, lo que cada uno haga con su cuerpo es cosa suya y él o ella que lo disfrute o que lo sufra, ya se apañará. Ahora bien, al que me toque a una niña de cinco años en mi país, en mi civilización, al que se atreva a ponerle un dedo encima a una criatura para mutilar sus genitales sea cual sea el pretexto, espero que las leyes y los jueces y los políticos lo envíen a la cárcel para toda su vida, ni multiculturalidad ni leches, a la cárcel o que se hubiera quedado en su país. Y en cualquier caso, que no se ponga delante de mí porque lo engancho y se la corto. Sí, se la corto. A rodajitas, a ver si le gusta. Y que no proteste porque ésa es la respetable costumbre en mi cultura, acabo de inaugurarla.