sábado, 6 de febrero de 2016

Policías en serie

Me encantan las series de polis, qué le voy a hacer. Y como siempre, entre las españolas hay alguna que no está mal pero las americanas se llevan la palma, el Oscar, el Emmy y el Grammy. Son el no va más y el non plus ultra de los polis superpolis garantes del honor, la integridad y el patriotismo yanki. Son la leche, en serio, son la leche…

…esas policías femeninas que corren a toda velocidad tras un delincuente con la melena al viento, perfectamente maquilladas y calzando unos tacones de aguja de quince centímetros… ¡y corren más que el  malo, las tías!

Detective Kate Beckett, de "Castle"
 …esa dieta sana a base de hamburguesas con bacon, huevos fritos, patatas fritas y donuts glaseados; que si aparece por allí una hoja de lechuga enseguida piensa “me he equivocado de serie” y se va; esos jardines con barbacoa incluida para asar las hamburguesas y el bacon, imprescindibles en cualquier casa americana que se precie…

…esa maternidad y paternidad con mayúsculas, pastelera y dulzona… que sí, que está muy bien ser mamá, pero que una detective interrogando a la madre de un asesino en serie lo primero que le diga es “yo también tengo un hijo, un pequeño de seis años llamado Jimmy. Le encanta ir a la escuela” y que la otra en vez de decirle “y a mí qué narices me importa” la mire con ojos cómplices, maternales y le diga “a mi pequeño John también le gustaba ir a la escuela… antes de convertirse en asesino en serie” y se queden tan anchas las dos. Pues a mí como que me da risa, la verdad.

Por cierto, cuando algún malvado pederasta secuestra a un niño y los polis logran salvarlo a tiempo, también mola un montón la llegada del chaval a la comisaría, donde sus angustiados y llorosos padres le están esperando… esas carreras a cámara lenta amenizadas con musiquita de peli americana, hasta que llegan a fundirse los tres en un cálido y dramático abrazo… no tienen precio. Y a un chaval que ha estado seis días secuestrado por un pederasta en una pocilga, sin comida, ni agua, ni baño, llevarlo al hospital por si está desnutrido o algo ¿para qué? directo a la comisaría, que además va a llegar en plena forma y hecho un pincel, no en vano le están esperando los papis y el que pone la musiquita de peli americana.

Los SWATT en acción
 …esa casa del malo que siempre está a oscuras. Aunque sean las doce de la mañana de un día de agosto en Miami, el malo se las apaña para tener la casa completamente a oscuras, con todas las ventanas, persianas y cortinas cerradas, para que así a los SWAT no les quede más remedio que entrar enfocando con la linterna y el arma a la vez, y de paso a grito pelao “EFBIAY, DESPEJADO”. Así toda la casa hasta descubrir que el malo se les ha escapado, porque siempre se les ha escapado cuando van a buscarlo a su casa. Mierda Donovan, le hemos perdido. Igual si a alguien se le ocurre encender la luz o descorrer una cortina, resulta que el tío está debajo de la mesa… y así pillarían al malo pero se perdería dramatismo, las cosas como son.

…los malos, los malos son de antología. Hablar de ellos daría para otro post entero, así que sólo voy a nombrar a mi favorito, ese que está escondido en un rincón tapando la boca de la niña secuestrada, mientras la policía les busca… y va y le suena el móvil. Lo pillan y le cae la perpetua, claro, pero es que se lo ha ganado a pulso el chaval. No se puede ser tan tonto y andar por ahí secuestrando niñitas.

Derek Morgan, de "Mentes criminales", el poli guapo
 …“tú en realidad no quieres hacer esto, tío, podemos hablarlo”, dice el poli guapo mientras baja su arma en señal de conciliación y buen rollito frente al malo, que mantiene una pistola apuntando a la cabeza de una rehén llorosa. Y así es como un tipo que ha descuartizado a veinte mujeres, atracado en su huída seis gasolineras, matado a cinco policías y destrozado tres flotas de coches patrulla, recapacita y acaba soltando el arma y dejándose detener como un corderito. Si es que no hay nada como un poli guapo bajando el arma. También es muy efectivo decirle “sabemos lo que te hizo tu padrastro, pero ésta no es la solución” o “aún estás a tiempo de que todo salga bien, podemos hablar con el juez si colaboras”. Mano de santo.
 
…esos congresistas, senadores y gobernadores, todos ellos casados; todos ellos tienen tres hijos, uno de los cuales se llama Jack o Jason ¡siempre! ¿no hay más nombres para hijo de senador?; todos posan en campaña a la puerta de su casa, junto a la amada esposa, los niños y una bandera americana de seis metros mínimo, prometiendo ser honrados y trabajar duro por su país cuando ganen las elecciones. Y todos están liados con una becaria o prostituta menor de edad, que les hace fotos con cámara oculta y  les monta un escándalo en plena campaña. Recordando la historia de Clinton y tal, pues parece ser que tampoco es tan raro, pero entonces ¿de qué se escandaliza todo el mundo? si lo que tendrían que hacer es incluir a la becaria en la foto de familia; si en realidad la gente no se fía de un senador que sea fiel a su esposa, le deben de ver así como algo raro… 

Tipical familia americana de serie, en "Homeland".

En fin, que soy adicta a las series americanas. Además de la intriga y los cadáveres y tal, yo por lo menos me río un rato.