sábado, 27 de octubre de 2018

Miss Palestina

Ahed Tamimi

Ya he hablado en alguna ocasión de ella, pero ahora regresa a nuestras pantallas convertida en heroína de vodevil, ensalzada a las alturas de las grandes de la historia, transfigurada en una Juana de Arco de la causa palestina. Suele pasar con las causas que se defienden de manera violenta, que tienen detrás un potente aparato propagandístico tratando de justificar el asesinato masivo de inocentes. Y francamente, lo único bien hecho de la causa palestina es su aparato propagandístico, que ha conseguido encumbrar a Ahed Tamimi y engañar vilmente a miles de bienintencionados. Pero la cosa viene de largo.

No me voy a extender en desentrañar el conflicto árabe-israelí porque al respecto hay documentación de sobra donde uno quiera buscarla, apunto no más un breve resumen: los árabes no han podido ni podrán destruir Israel por las armas, así que buscan destruirlo mediante el engaño y la complicidad de un mundo ignorante, muy deseoso de defender al pobre y poco proclive a conocer la realidad. Y la familia Tamimi ofrece a la carta a todos esos buenistas el producto exacto que andan buscando. Crearon hace tiempo su propia empresa, Tamimi Press, que con la excusa de ofrecer imágenes del conflicto, se dedica a fabricarlas a su propia conveniencia. 




En este video podemos ver a una jovencísima Ahed increpando a los soldados al oír “luces, cámara, ¡acción!” cual actriz profesional, no en vano uno de sus apodos es “Shirley Temper” (juego de palabras entre el apellido de la actriz Shirley Temple, y el adjetivo “temper” cuya traducción más exacta sería “mala leche”). Huelga decir que los soldados están más que entrenados para no responder a esas ridículas provocaciones y que jamás, repito, JAMÁS, han conseguido los Tamimi la tan deseada imagen de un soldado israelí agrediendo, o cometiendo cualquier abuso sobre alguno de sus niños. Y no será que no lo han intentado.

Pero conozcamos un poco a la familia, que no tiene desperdicio.

Papá Tamimi, Basem, se define a sí mismo como un héroe de la resistencia y habla de lo difícil que es criar a sus hijos bajo la ocupación. Ha estado en la cárcel israelí varias veces y ello le da un aura de dignidad y le autoriza a hablar en primera persona de la brutalidad israelí. En realidad es una fábrica de odio ciego y salvaje, odio que ha transmitido a sus hijos desde que les dio el primer biberón. Sus múltiples detenciones, condenas y encarcelamientos se deben a los actos violentos que comete contra civiles en cuanto puede, actos que cualquier ser humano dotado de dos neuronas llamaría “atentados” y que serían castigados con cárcel no sólo en Israel sino en cualquier país democrático. De ahí el pasado penitenciaro de Basem.

 Mamá Tamimi, Nariman, es más de estar detrás de la cámara (en el video anterior se la puede ver grabando, es la que lleva un pañuelo morado). Además de parir y criar a sus hijos, les ha dado una educación refinada en todo lo que suponga odio a Israel y a los judíos, no ha dudado nunca en azuzarlos contra los soldados tratando de obtener la tan soñada imagen, la brutal agresión de un soldado israelí a un niño indefenso. No olvidemos que de haberse producido alguna vez tal agresión, alguno de sus hijos podría haber salido herido de ella pero eso a mamá Nariman no le importa, todo sea por la causa palestina. Además Nariman, que es una erudita, da en su perfil de facebook clases magistrales de todo aquello que sea útil para la causa, en esta imagen podemos apreciar con qué detalle explica cuales son los puntos vitales del cuerpo, aquellos donde hay que apuñalar correctamente a un judío para que la “acción de resistencia” sea más efectiva.

Publicado en el perfil de FB de Nariman Tamimi
Los primos de Ahed, Said y Nizar, tienen en su haber una hazaña de la que se vanagloriaría cualquier heroico resistente que se precie. En 1993 secuestraron a un joven judío, y lo asesinaron quemándolo vivo.

Pero si hay alguien en esta familia que se lleva la Palma, el Oscar, el premio a la mejor resistente del siglo, es la tía Ahlam. Tía Ahlam fue el cerebro organizador de uno de los atentados palestinos más crueles que se recuerdan en Israel, la bomba en la pizzería Sbarro. Ahlam buscó un buen lugar para realizar lo que ellos llaman “acción contra la ocupación” y eligió esta pizzería en Jerusalén, según sus propias palabras porque era frecuentada por familias con niños. Instruyó al mártir de la causa, ayudó a ensamblar la bomba, y cuando ésta explotó tía Ahlam quedó un poco decepcionada al oírlo en las noticias, porque en un principio se pensó que sólo había habido tres muertos. “Vaya, esperaba algo más, pero tampoco ha estado tan mal” pensaba tía Ahlam mientras volvía a casa en autobús. Momentos después su alegría se iba incrementando poco a poco, conforme se iban sacando cuerpos de los escombros y aumentaba el número de muertos. Al final fueron quince: ocho niños, una mujer embarazada de siete meses y otros seis adultos, además hubo 130 heridos de diversas nacionalidades. En el siguiente video podemos ver a tía Ahlam feliz y contenta, jactándose de su hazaña.




TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO:Televisión palestina retransmite la entrevista de la televisión israelí a la terrorista que planeó el atentado suicida en el que murieron 15 personas, incluidos 8 niños, a su salida de prisión.
Periodista: ¿quién escogió Sbarro?
Ahlam: yo misma. Durante nueve días observé el lugar muy detalladamente y lo escogí después de ver la gran cantidad de clientes que tenía el restaurante Sbarro. Mi tarea sólo fue escoger el lugar y llevar al mártir (terrorista suicida), yo planeé la operación pero ésta se encomendó al mártir. Le dije que entrara al restaurante, tomara un almuerzo y después de 15 minutos llevara a cabo la operación de martirio. Mi trabajo fue hacer realidad para este mártir la vida feliz que él deseaba.
Periodista: ¿no pensaste en la gente que había en el restaurante? ¿los niños? ¿las familias?
Ahlam: eh.. no.
Periodista: ¿sabes cuántos niños murieron en el restaurante Sbarro?
Ahlam: creo que fueron tres los niños que murieron en la operación
(sonríe)
Periodista: ocho
(Ahlam sigue sonriendo)
Ahlam: ocho.. ¡pues ocho!



Éste es el ambiente del que ha disfrutado nuestra querida Ahed durante su niñez y primera juventud. Nacida y criada para el odio, su familia vive literalmente de practicar la Taqiya, el engaño de musulmán a infiel, permitido y alentado por el Corán. Para ellos la paz significaría el fin de sus comodísimos ingresos y es fácil suponer que no la desean. Cuando Ahed Tamimi dice “somos un pueblo que ama la vida”, está mintiendo sin ningún pudor.

Los medios occidentales se han derretido alabando la valentía de Ahed, una “niña” que con sólo diecisiete años es capaz de enfrentarse a soldados armados, ignorando un detalle fundamental en esta historia: que los soldados son israelíes. Como ya hemos dicho, los Tamimi han agredido en incontables ocasiones a soldados y policías israelíes, con el único resultado de haber sido detenidos y juzgados. En el caso de que esos soldados hubieran sido sirios, jordanos, libaneses o yihadistas de hamás, el primer Tamimi que se acerque y les tosa se lleva un tiro entre las cejas sin más contemplaciones, y eso los miembros de nuestra querida familia lo saben, por eso son tan valientes con los israelíes. Lo peor que les va a pasar es ir unos meses a una comodísima cárcel israelí donde, como la propia Ahed ha relatado, tienen la oportunidad de estudiar, cantar, hacer talleres, comer helados y además hacerse propaganda al salir a base de quejarse de lo mal que les han tratado. Jugada redonda.

Hay que decir que nuestra heroína ha sido condenada por exaltación del terrorismo, delito de odio e incitación al asesinato de civiles, además de la agresión al soldado, ¿nos  podemos imaginar al Real Madrid recibiendo con honores a uno de los jóvenes cachorritos de ETA en los tiempos de la kale borroka? ¿le regalaría Butragueño una camiseta con su nombre a un jovenzuelo con las manos (de momento) limpias de sangre, pero que se dedica a quemar autobuses y apedrear Ertzainas? ¿entrevistaría la Sexta a un niño soldado de Sierra Leona, que lejos de desear dejar las armas y tener una vida normal, se jacta de serlo? Seguramente no, y si alguien lo hiciera tendría en contra a toda la sociedad española de golpe, pero al terrorismo palestino se le llama “resistencia” y a continuación se le perdona todo.

En la entrevista que le hacen en La Sexta, la niña Tamimi afirma cosas como:

-“…vino a mi casa y disparó a mi primo y a otros niños que estaban en la zona..” refiriéndose al soldado al que agredió. No es cierto, ese soldado y su compañero estaban patrullando y no habían disparado a nadie. Recordemos que en el ejército israelí cada disparo ha de ser autorizado por un superior y justificado estrictamente a posteriori.

-“no me dejaron vestirme ni despedirme”. Se refiere al día de su detención, del que hemos visto imágenes en las que Ahed aparece esposada y conducida por soldados. Está vestida con ropa de calle y luciendo su estilismo habitual.

-“..durante el interrogatorio me acosaban verbalmente..”. Teniendo en cuenta que se trata de una delincuente interrogada por la Policía, no sé yo si hablar de “acoso verbal” es lo más adecuado, ¿qué querías Tamimi, que te dieran libros para colorear? ¿ganchillo? ¿partidita al dominó?

Por cierto, hay otra situación que me parece como poco divertida, y es cuando dice que su abogada va a presentar una denuncia por acoso sexual, ya que la niña Tamimi afirma sin tapujos que uno de sus interrogadores le dijo “tienes unos ojos muy bonitos”. Vaya, acoso sexual en estado puro. Con respecto a esto y en el hipotético caso de que alguien se lo tome en serio, me gustaría decirle un par de cositas a nuestra Recién Autoproclamada Miss Palestina:

Querida Ahed,
dices que alguien alabó la presunta belleza de tus ojos… a ver, lo más bonito que tienes tú es la suela del zapato, así que eso de que un israelí te echó un piropo, te lo explico muy claramente en un par de conceptos:

Concepto 1: tus ganas
Concepto 2: tus ganas otra vez

bájate los humos, dile a tu abogada que se deje de chorradas y abstente de tontear con los israelíes, que no te van a poner un dedo encima por mucho que te empeñes. Y mira que te empeñas, pardiez.
FIN

-“hay una gran falta de información”. En esto te damos la razón Ahed, si la gente conociera la historia de Israel incluyendo dónde y cuándo aparecieron los musulmanes que viven allí, y sobre todo qué hicieron y qué siguen haciendo, no tendríais la simpatía del mundo.

-“cierran los checkpoints y los colonos golpean nuestros coches y lanzan piedras”. Esto también es muy palestino, hacer alguna canallada y luego decir que son los israelíes quienes las hacen. Los checkpoints se cierran si hay alguna amenaza a la seguridad, la más habitual un atentado palestino; los colonos sois vosotros, los judíos son los nativos de esa tierra, y los especialistas en lanzar piedras a coches y a todo bicho viviente no son precisamente los judíos, mírate algún video en youtube, anda.

-“somos un pueblo al que le gusta la vida”, claro, y por eso os inmoláis con bombas, apuñaláis a policías armados sabiendo que se protegerán con su arma, y ponéis a vuestros chiquillos a primera fila en los violentísimos disturbios que provocáis. Os gusta la vida de las cucarachas, porque la vuestra y la del resto de seres humanos… me parece a mí que no.

-“cayeron mártires delante de mis ojos mi tío y mi primo”. Esta frase tan bonita y de tanto impacto sólo significa que su tío y su primo fueron asesinos, y que alguien los neutralizó durante sus acciones criminales. Todos sabemos lo que significa el martirio musulmán ¿verdad?

-“condenas perpetuas de 18, 22 y 10 años”. Esto debo atribuirlo a un error en la traducción, ni siquiera la burra de Ahed debería ignorar lo que es una condena perpetua, sobre todo teniendo en cuenta que en su familia han caído varias.

-“una agencia que gestiona hospitales, comedores sociales y colegios” para esconder en ellos arsenales de hamás junto a escudos humanos, y así poder desgañitarse hablando de la crueldad israelí cada vez que el ejército destroza un arsenal. Huelga decir que desde esos hospitales, comedores y colegios se machaca a la población israelí a base de lanzarles cohetes día tras día; huelga decir que en esos colegios se enseña a odiar a muerte a los judíos y cómo apuñalarlos si fuera la ocasión, lección cortesía de mamá Tamimi. Y huelga decir que la agencia a la que se refiere Ahed es la UNRWA, agencia de la ONU pagada con nuestro dinero, que además de a estas cosas se dedica también a perpetuar el problema de los refugiados palestinos impidiendo que sus descendientes obtengan la nacionalidad de aquel país en donde nacen. Ahora les ha salido una nueva tarea: quejarse de lo malo que es Trump, que les quita financiación.

Y ésta a grandes rasgos es Ahed Tamimi, la nueva heroína palestina. Alabada en todo el mundo por su belleza y su valor el problema es que carece de ambos. Y sabiendo que los hombres palestinos son igual de feos que ellas, se empieza a entender mejor la fiebre que consume a chicas como Ahed en cuanto aparecen por allí los jóvenes y apuestos soldaditos hebreos. Al final va a resultar que lo que ocupa a las señoritas palestinas son más bien los mundanos asuntos del más acá, en vez de como debería ser, la pureza espiritual del más Alá. Y están que se suben por las paredes cuando los guapísimos soldados de Israel en vez de pedirles una cita, las ignoran.





domingo, 15 de julio de 2018

Luis Miguel

Mi super entrada

Ayer la Zenia se fue de concierto y no un concierto cualquiera. Llevaba 30 años queriendo ver ese concierto en vivo y nunca había tenido ocasión, más que nada porque Luis Miguel suele prodigarse mucho por América y poco por Europa salvo este año que le ha dado por hacer varios conciertos en España, y en uno de ellos estuve ayer. El Luismi ha sido siempre mi amor platónico, eso que ahora se llama “crush” y aunque después de él ha habido otros (Brad Pitt, Felipe de Borbón, Jean Claude Van Damm, el príncipe Harry, todo el casting de Spartacus…), el primer amor nunca se olvida por muy platónico y friendzónico que haya sido, hay que ir a verlo cueste lo que cueste. Y cuesta, doy fe, que las entradas valían un riñón. 


Luis Miguel, años 90
Además yo me tiré al gasto y me compré una entrada llamada “Golden circle early entry”, que es la zona más cercana al escenario y además te dejan entrar antes que el resto para que cojas buen sitio. Me las prometía muy felices porque en el video publicitario de esas entradas se ve como una pequeña recepción, unos canapés, una copita de champán, todo en plan fan superfan con privilegios, y nada más lejos de la realidad. Además al comprar esa entrada te dicen que estés allí como mucho a las 19.15h (el concierto empezaba a las 21.30h… en teoría) para ponerte la pulserita, el colgante, darte un regalo, vamos que yo me imaginaba poco menos que la alfombra roja. A las 18.30 estaba ya allí, de pie, con todo el sol de Valencia en pleno julio. Yupi. Es verdad que no hice cola, los VIP “Golden circle early entry” pasamos el primer filtro por un pasillo reservado, anduvimos un buen trozo hasta el recinto y allí entramos los primeros, a tomar posiciones en primerísima fila, felices y entusiasmados. Y entusiasmados nos quedamos de pie durante cuatro horas y media, con todo el sol de Valencia en pleno julio, yupi superyupi. Bueno, algún ratito nos íbamos sentando en el suelo, al final como es lógico el sol se fue y había buen ambiente; nos reímos, nos contamos anécdotas, cotilleamos un poco sobre la vida y milagros de Luis Miguel, lo cabroncete que fue su padre con él y todo eso, pero la verdad es que aquello se hizo eterno. Yo me enteré de que iba a estar de pie cuando ya estaba dentro y pensé “si lo sé no vengo”, así que me alegro de no haberlo sabido porque ciertamente, no hubiera ido ni de coña. Además el concierto empezó a las 23.07h, que estábamos todos mirando el reloj. Una hora y treinta y siete minutos de retraso, más todo lo que llevábamos allí, puedo asegurar que el cabreo generalizado era importante. Luego empieza el espectáculo y te olvidas, pero me sigue pareciendo una tremenda falta de respeto, sea quien sea el responsable.

Luis Miguel 1990
He de decir por si alguien no lo conoce que Luis Miguel es un cantante excepcional. Tiene una voz única y una sensibilidad especial, lleva toda la vida cantando y hubo momentos verdaderamente emocionantes al escucharle. Además nos cantó las canciones de nuestra época: “Muchachos de hoy”, “Isabel”, “No me puedes dejar así”, “Palabra de honor”… ¡incluso “Decídete”! Ésta es una canción muy peculiar, vamos a pararnos un poco para recordar la letra:

“Nos quedamos solos
todos se marcharon
y en tu cuarto había apenas luz en un rincón
te quité el vestido
te besé en la boca
pero no quisiste darme todo una vez más

decídete
yo se bien que es la primera vez

para mí también es nuevo y quiero que sea contigo
decídete
no me tengas más así, amor
que no puedo resistir sin tenerte, maldita mi suerte
decídete”



 

No sé qué opinarían hoy las feministas pero puedo afirmar sin ningún género de duda lo que opinábamos las adolescentes de medio mundo en los años 80: aquello era el no va más del romanticismo y ser desvirgadas por Luis Miguel se convirtió en nuestro mayor deseo. La educación que nos habían dado las monjas a tomar por saco, queríamos desvirgamiento, “ay tía, si me lo pidiera él le diría que sí, luego iría a confesarme pero le diría que sí”, era una conversación habitual en el patio de nuestros colegios. Lo cual visto en retrospectiva no deja de ser curioso, porque Luis Miguel en aquella época tenía catorce años y era así:

Cantando "Decídete"
cierto, nosotras teníamos la misma edad pero vamos, que los he visto con más pinta de macho desvirgador, las cosas como son. En fin, la adolescencia te hace ver todo de otra manera y no queda otra que pasar por ahí, ¿qué chico hetero de mi generación no soñaba con ser desvirgado por Pamela Anderson? pues ya está, cada uno lo suyo.

Luis Miguel 1984
Si bien la voz de Luis Miguel sigue siendo un prodigio y su arte para cantar también, de su aspecto físico no se puede decir lo mismo. Lo que se ha hecho este chico en la cara no tiene nombre, pero debería estar prohibido. Luis Miguel fue un chiquillo precioso y cuando creció se convirtió en el hombre más guapo que yo haya visto jamás. Tenía una cara varonil a la par que angelical, los ojos enormes y verdes con una caída de párpados adorable, la nariz ancha, el cabello largo y rubio, los labios voluptuosos y una sonrisa para derretirse, con una pequeña separación entre los incisivos que acentuaba su encanto y nos volvía locas. Está claro que si no se hubiera retocado, hoy en día con 48 años no sería lo mismo, pero seguiría siendo un hombre guapo de 48 años, con sus arruguitas y sus canas, como tiene que ser a esa edad. Haber metido el bisturí en esa cara y haberla dejado así, es un crimen.

Luis Miguel, 2018
¡Pordios, si parece Cher, Meg Ryan, Belén Esteban, Camilo Sexto! ¿por qué lo has hecho Luismi, por qué? tu cara no era sólo tuya, era patrimonio de la humanidad reconocido por la UNESCO, no tenías derecho, tus cirujanos deberían estar en la cárcel junto al zumbado aquel que le dio un martillazo a la Pietà de Miguel Ángel, no es justo, de verdad NO ES JUSTO. Ahí has ido a hacer daño Luismi, que lo sepas.

Claro, lo bueno y lo malo de ver un concierto de Luis Miguel tan cerca, es que se le ve muy de cerca. Hace treinta años me hubiera desmayado de tenerlo a dos metros, pero ayer le miraba y le estaba viendo la papada, el bótox, el implante capilar, los párpados estirados, el blanqueamiento dental y el ya inexistente hueco entre sus dientes que tan adorable resultaba. Menos mal que sigue cantando como Dios y los Ángeles porque si no la decepción hubiera sido mayúscula.

El concierto de ayer
Por cierto y hablando de cantar, Luis Miguel no utilizó micrófono inalámbrico, usó uno con cable de los de toda la vida con el cable enredándose por todas partes como toda la vida, pero a la vez llevaba EN LA MANO una petaca de inalámbrico, o eso me pareció, y por supuesto todos sus músicos usaban inalámbricos y llevaban la petaca donde suele llevarse, enganchada en el cinturón por detrás. ¿Caprichos de divo? quizá, no sé, pero desde luego un capricho bastante incómodo para alguien que se pasa la vida en los escenarios.


Y otra cosa que me sorprendió de las más relacionadas con el oficio, además de los monitores de sonido había dos de imagen, uno a cada lado del escenario, donde se iban reproduciendo las letras de las canciones, estilo karaoke. Pero lo que me sorprendió no fue eso, sino que Luis Miguel las estuviera mirando constantemente. Está bien tener las letras a mano como recordatorio por si te despistas pero vamos, que no creo que no se sepa las letras después de tantos años cantándolas… ¿otro capricho de divo? meditaré sobre ello.

La parte del concierto que más me gustó fue cuando salieron los mariachis. Llenaron el escenario de Méjico y de alegría, cantaron, tocaron, bailaron y a Luis Miguel se le vio comodísimo, se le notaba disfrutar en las canciones que cantó acompañado de mariachis. El público también lo disfrutó y lo agradecimos mucho, estábamos ya cansados casi al final del concierto pero nos dio un subidón y un bailoteo increíble, las coreamos todas y lo pasamos genial en ese momento.

Momento mariachi
Cuando acabó el concierto y mientras los músicos tocaban unos loops, Luis Miguel se puso a lanzar algunas rosas blancas a gente del público, ¿a que no adivináis a qué superfan miró a los ojos y le lanzó una rosa directamente a las manos? venga una pista: a una que estaba en primera fila… venga, otra pista, mirad la foto:

pues sí, otro de los momentos emocionantes del concierto. Me puse directamente la rosa en el escote y durante las más de dos horas (literal) que estuve intentando coger un taxi al salir, un montón de gente me hizo algún comentario acerca de la rosa. Una chica me aconsejó que la pusiera boca abajo y le diera laca para conservarla, no lo sabía y me pareció una idea genial. El problema es que yo no tengo laca y hoy me duele todo y no me apetece ir a casa de mi madre a ver si tiene, he puesto la rosa en agua y ahí está, supongo que acabará marchitándose. Ley de vida, menos mal que los buenos recuerdos no se marchitan nunca.

viernes, 6 de julio de 2018

Fuerzas y Cuerpazos


Todo empezó con “Brazacos”. Una amiga compartió en Facebook una foto con el comentario “nenas, nenas ¡cómo está el cuerpo!” y tuvimos que ponernos un babero todas, y todos, y todes. La foto mostraba a un más que hermoso policía nacional, con gafas de sol y de brazos cruzados. Pronto supimos que era parte de una campaña para publicitar el Cuerpo (o sea, el de Policía), pero hubo que proteger la identidad del pobre hombre porque de repente hordas de hembras ansiosas y anhelantes asaltaban las comisarías y colapsaban las líneas telefónicas, preguntando quién era y dónde estaba destinado. El miedo que debió pasar, angelito.

Y otro día se le ocurre a un tuitero guiri comentar que los legionarios españoles eran los asesinos más más sexis del mundo, lo que hizo arder las redes y todo eso. Para empezar por la polémica, porque la palabra “killers” no suena tan mal como su traducción al español, “asesinos” y hubo quien se mosqueó un poco con el tuit hispano. Pero sobre todo porque el tuitero empleó para describir a los legionarios la palabra “fruity” que significa “sexy”, “guapo”, “atractivo”… y también “gay” en inglés americano. Nuestro hombre, británico él, matizó que había utilizado la susodicha palabra en su acepción europea, que su intención era simplemente resaltar la belleza física de los Novios de la Muerte y no insinuar nada sobre su orientación sexual, pero la comunidad gay que está muy al quite en estas cosas no dejó caer el testigo y empezaron a compartirse a mansalva fotos de nuestros héroes, con sus ajustados uniformes a punto de reventar de tanto músculo contenido. Ardió entonces algo más que las redes, por Tutatis, que los gays se las traen para esto de las calenturas. Alguien llegó a preguntar si existían escenas de porno gay con legionarios españoles… yo lo desconozco y un amigo mío, exquisito pornógrafo, me asegura que nunca oyó hablar de nada parecido. Ahí dejo la idea por si acaso.


La Guardia Civil no podía ser menos y lanzaron campaña con buenorro incluido, pero éstos ya en plan a por todas. Bajo la foto del buenorro se podía leer “Si nos necesitas, llama 062”. O sea, un momento que me entere yo bien, ¿qué me quieres decir, que si os necesito y marco el 062 va a venir el monumento éste a calmar mis necesidades, así sin más? ¿EN SERIO? ¡¡¡MI REINO POR UN TELÉFONO!!! Claro, a la segunda ya piensas que los tíos lo han hecho adrede, no me puedo creer que les haya salido así de inocentemente ese eslogan sin pensar en las consecuencias emocionales que puede tener en las señoras despendoladas que se lo encuentren de sorpresa al leer las noticas en internet. Me imagino a los comunity managers partiéndose el tricornio y diciéndose unos a otros “ya verás, ya verás cómo las vamos a poner”. Y acertaron, los muy cachondos. El picoleto macizo, al contrario que Brazacos, salió a la palestra y reveló con mucho gusto su identidad y su destino: se llama Jorge Pérez Díez, así de buenas parece un tío bastante majete, está casado y es padre de familia (relax chicas, relax) y por lo visto su mujer está encantada de lo mucho que le envidiamos todas al maromo. Uno de los motivos por los que Jorge se dio a conocer fue para desmentir que se tratara de un modelo publicitario para la foto y asegurar que era un guardia civil de verdad, pero con esos giros que a veces da la vida, el muchacho después de triunfar en las redes y aparecer en todas las televisiones, ha iniciado una exitosa carrera como modelo y se está comiendo las pasarelas con tanto afán como nosotras nos lo comeríamos a él enterito. He de decir que cuando sale una foto suya en la pasarela lleva un modelín cada vez más espantoso, pero a la percha que es lo que importa no se le puede poner un pero. Te amamos Jorge, te amamos.

Y para terminar salgamos de nuestra patria chica y echemos un vistazo a estos tres simpáticos polis de Florida que se hicieron un selfi con la intención de coger fuerzas ante un duro día de trabajo, ya que estaban sufriendo inundaciones y los ciudadanos  requerían a menudo la ayuda de la Policía por tal motivo. Sólo diré que uno de esos ciudadanos al ver el selfi exclamó por twitter: “Como si Florida no estuviera ya lo bastante mojada…”


Y diciendo eso, lo dijo todo.
 
 


martes, 22 de mayo de 2018

The wedding

Se casó mi amado Harry. Había pensado hacerme el harakiri pero como soy una chica positiva al final he optado por una sesión intensiva de palomitas, helado y youtube, que no estoy yo para disgustos y las británicas dan mucho juego con sus modelitos y sus pamelas. Ha sido una buena decisión.



Para empezar no sé si me alegro o me da un poco de mal rollo (de lo mayor que me hago, más que nada) haber visto casarse a dos generaciones de la Royal Family, porque me acuerdo perfectamente de la boda de los padres de Harry en el 81 y del mega vestido de lady Diana al que no le cabían más lazos, más flores, más volantes, más velo, más perlas ni más nada. Cómo haría la pobre para andar metida dentro de esa cosa. Pero bueno, al lío, Harry es el primer miembro de la familia real que ha llegado esta mañana la Capilla de San Jorge junto con su hermano Guillermo, los dos vestidos con el uniforme reglamentario del ejército que para empezar es un poco feo, pero es que además, o sea, el novio y el padrino vestidos igual. Pero ¡hombre de dios! es una boda, no os pongáis el mismo modelín los dos, que vaya uno de infantería y otro de marina para distinguirse, no sé… en fin, pensemos que sus súbditos llevan sandalias con calcetines en las playas españolas, tampoco vamos a esperar milagros del british estilismo.


Doria, Charles y Camilla. Y la pamela.
Lo de diseccionar a fondo los modelazos de las invitadas ya lo dejo para el Hola y el Hello y esa gente, pero no me quedo sin hablar de la pamela de Camilla. Vaya pamelazo. De verdad que esta mujer es única y qué bien le ha sentado casarse con el hombre de su vida, porque está guapísima y todos sabemos que no lo es. Y eso es lo que más me gusta de Camilla, que sin ser guapa está casada con un príncipe, se planta una pamela que flipas y va por la vida irradiando felicidad y poniéndose el mundo por montera, o por pamela según como se mire. Ha tenido que esperar décadas para estar junto al hombre al que ama y siempre amó, pero cómo lo está disfrutando la tía y muy bien que hace. Di que sí Camilla, y a quien no le gustes que no te mire.

La reina Isabel II sigue al pie del cañón, incombustible. Igual es que se conserva en ginebra como su progenitora, pero lo cierto es que con noventa y dos años ahí está ejerciendo de reina, que no es picar piedra en la mina pero tampoco debe de ser fácil a esa edad. Y me encanta su estilo gominola, en esta ocasión verde pistacho desde el sombrero hasta la punta de los zapatos, y con un floripondio morado para romper un poco la monotonía. Se supone que viste así para ser fácil de localizar en el caso de que haya un atentado, pero mira, ya no tiene que calentarse la cabeza con el estilismo, sólo elegir el color cantarín que esté de moda este año. Si lo piensas no está mal.


Isabel II, the Queen
Y decir también que la madre de Meghan iba espléndida, ha acompañado a su hija en el coche nupcial y se la ha visto muy emocionada durante toda la ceremonia. Me alegro muchísimo por ella, después de lo que ha tenido que pasar la pobre con los paparazzi, que mucho yoga le habrá hecho falta para no acabar matando a alguno. La llegada de la novia ha sido espectacular y el vestido era precioso, se ha lucido a base de bien en las escaleras de la capilla, pero lo mejor ha sido cuando se han visto ella y Harry, que se han quedado los dos mirándose con carita de enamorados algo nerviosos… la verdad es que esta chica es un cielo, ¡así cómo va a tener una ganas de hacerse el harakiri, con tanto amor y tanta felicidad rebosando youtube!

Arzobispo Michael Curry
En esas andábamos, con los novios haciendo sus votos y jurándose fidelidad en lo bueno y en lo malo cuando ha llegado el momento del sermón y el turno del arzobispo americano Michael Curry, que ha causado sensación. El tío tiene un estilo Ophra total, se ha puesto a citar a Luther King y a hablar de cómo la humanidad descubrió el fuego y de la misma manera debemos descubrir el amor aprovechando todo su poder, pero con un entusiasmo que ha sido para verlo ¡qué efusividad, qué teatralización! gesticulaba y se emocionaba tanto que a veces se le dejaba de oír porque se alejaba del micro sin querer, ¡es que me ha parecido genial y encima en una boda de la familia real británica! si la reina Victoria levantara la cabeza le daba un pasmo. Y cuando el arzobispo estaba ya tan extasiado que yo pensaba que se iba a poner a cantar godspell de un momento a otro ¡va y aparece un coro de godspell interpretando “Stand by me”! no he podido flipar más, ¡menudo  momentazo! encima la directora del coro llevaba un peinado combinación de trenzas africanas y tocado inglés que yo no sabía que esas cosas se podían hacer pero mira, no habrá boda en la que no aprendamos algo.

La música ha sido una de las grandes protagonistas de la royal wedding, no sé quién la habrá elegido pero ha sido acertadísima y desde luego muy original. El coro de niños, la orquesta de cuerdas, el duo de soprano y trompeta a la entrada de la novia, los magníficos solistas de flauta y violoncello, el coro de godspell… todos han puesto su granito de arena en una ceremonia vibrante y emotiva. Como detalle curioso, en el arpa de la orquesta se podía ver la inscripción “His Royal Highness, Prince of Wales”, no sé yo si es que sería un regalo o que el príncipe Carlos es aficionado al arpa y toca en sus ratos libres, que todo podría ser. 

Robando el protagonismo a la novia
Y la imagen tierna del día no la han protagonizado los supersobrinos, George y Charlotte, como sería de esperar, la ha protagonizado el nanete mellaete que llevaba la cola del vestido de Meghan cuando ha empezado a sonar la música para que entrara la novia. ¡Qué gracioso el chiquillo, pa´comérselo! Igual cuando tenga veinte años se avergüenza de la cara que ha puesto, pero esa cara le llevará a la posteridad, fijo. Brian Mulroney se llama la criatura.

Y con esto y un bizcocho, espero que Harry y Meghan sean de lo más felices y tengan un montón de niños negros pelirrojos, que sería de lo más original y sólo ellos pueden hacerlo. Yo, lo de hacerme el harakiri ya lo dejo para cuando el próximo amor platónico se case con otra, que prisa no tengo ninguna y novios imaginarios me sobran.

sábado, 7 de abril de 2018

Una piedra, una oración, algunas lágrimas


Ya que el año pasado no fui capaz, este año me había propuesto encontrar la tumba de Yoni como fuera. Llegué tempranito al Monte Herlz, pregunté y volví a preguntar pero nadie sabía indicarme el sitio exacto. Sí, está en el cementerio militar pero ahí hay cientos de tumbas y Yoni es un héroe en Israel, ¡alguna manera tiene que haber de encontrarle!

Al final me dije a mí misma: “muy bien, tenemos todo el día, voy a ponerme a leer los nombres de las lápidas uno por uno, yo no salgo de aquí sin rezar en la tumba de Yoni”. Y me puse a leer los nombres uno por uno, que para algo he aprendido a leer en hebreo. En algo más de hora y media le había encontrado.


La emoción que sentí es indescriptible, cuando leí su nombre caí de rodillas, me incliné sobre su tumba y lloré. Durante un buen rato no quería ni podía parar de llorar, menos mal que estaba sola y nadie me vio. Luego empecé a contarle cosas. Lo sé, estoy algo zumbada, pero lo que de verdad necesitaba era contarle cosas, no que me respondiera. Le conté que cuando conocí su historia  me impresionó tanto que tuve que relatarla en mi blog y estuve más de un año preparando ese artículo; le conté por qué llevo tres años volviendo a Israel cada primavera; le conté que nunca he sido capaz de visitar la tumba de mi padre, pero ahora por fin me siento con fuerzas para hacerlo. Toqué la tierra que le cubre, estuve un buen rato acariciando la hierba que crece en su tumba, sintiendo que esa hierba es la vida nacida de él. Recé a mi manera. Yo no creo en Dios pero creo en Yoni, y le recé a él.

En Israel la gente no suele dejar flores en las tumbas, no les gusta que las flores vivas se marchiten allí, así que dejan siempre piedras. El año pasado yo había recogido una piedrecita de la playa de Tel Aviv, preciosa, y la guardé todo el año. La puse sobre su nombre.

Ahora entiendo que me costara tanto encontrar la tumba, y a la vez confirmo que cuanto más grande es una persona, más humilde es su imagen. Yoni está allí como un soldado más, una pequeña placa de mármol indica que recibió una condecoración, pero por lo demás su tumba es exactamente igual que el resto, sencilla a más no poder. Yo esperaba que estuviera entre Golda Meir y Shimon Peres con un altar rodeándole, pero también me gusta que esté donde está: el mejor soldado de Israel enterrado sin distinciones, en formación junto a todos sus compañeros caídos, ése es el sitio que habría elegido él de haber podido hacerlo.

Treinta años tenía Yoni el 4 de julio de 1976, y cada vez que pienso en la tragedia que fue su muerte, soy consciente también de la bendición que fue su vida, soy consciente de que el mundo es un poco mejor gracias a que él ha existido.

El sol de invierno acariciaba ese día el cementerio militar del Monte Herlz, en Jerusalén, y nunca me habría ido de allí. Quizá de alguna manera, nunca me fui.

La tumba de Yoni, con mi mochila a los pies



domingo, 4 de febrero de 2018

Mujeres que comen


Mujeres que comen, mujeres que cocinan, mujeres que dan de comer.

Mujeres que disfrutan preparando un arroz al horno, que se embriagan con el olor del pan recién hecho, que frente a un tarro de miel piensan en alimento y no en calorías.

Mujeres que cuando hablan de comida dicen tocino, arroz, huevos, azúcar, y no yogur desnatado o hamburguesa de soja.



Mujeres recias, contundentes, de armas tomar, mujeres que saben mandar sin necesidad de proclamarse feministas.

Mujeres pizpiretas a los veinte, maduras a los treinta, en su punto a los cuarenta, sabias a los cincuenta, imparables a los sesenta, matriarcas a los setenta, venerables a los ochenta, dulces a los noventa… eternas, mujeres eternas.

Mujeres de anchas caderas y generosos pechos, de rotundas y amorosas curvas. Madres nutrientes de buena crianza, abuelas que calientan entre sus pechos las gotas para el oído del nieto.

Mujeres de piel suave, cuerpo fuerte y corazón valiente.

Mujeres eróticas, mujeres hechas de carne y no de plástico.


Mujeres de brazos en jarras, de andares firmes y ojos seductores. Mujeres que con un buen escote y la cara lavada, levantan a su paso las miradas de los hombres.

Mujeres de chocolate, mujeres lácteas, mujeres de manzanas frescas.

Mujeres felices con la familia sentada a la mesa, disfrutando de un cocido casero en día de fiesta.

Mujeres de merengue y melocotón, de manteca, de almendras, de hortalizas, de buen aceite de oliva, de pernil y de torrija, de garbanzos, de paella, de magdalenas caseras, de patatas fritas y de gazpacho.


Mujeres redondas, mujeres que comen.

Mujeres que comen y dan de comer.