Estaba yo el otro día en una cafetería y de repente oigo a una presentadora de la tele decir algo así como: “vamos a hablar de Ilia Topuria, ahora que TODAS nos hemos enterado de quién es, jejejeje…” hace esa gracia un tío y ésta se pasa meses quejándose del patriarcado, como si la viera.
Supongo que no se puede esperar más de una presentadora de tve, pero muchas y muchos sabíamos muy bien quién era Ilia Topuria antes de que ganara el cinturón que le acredita como Campeón del Peso Pluma de la UFC, en una pelea épica contra Alexander Volkanovski.
Topuria es un español nacido en Alemania y de origen georgiano, llegó a España con 15 años y es un peleador de artes marciales mixtas, o MMA. Lleva 15 peleas invicto y promete continuar con la gran carrera que está desarrollando desde hace años, así que los aficionados a las artes marciales en España estábamos todos expectantes con su pelea, tuviéramos o no la oportunidad de verla en directo. Como todo el mundo ya sabe a estas alturas, Ilia ganó con un KO espectacular, fue capaz de noquear en el segundo round a un gran campeón como Volkanovski y desató la euforia en todo el país. Para celebrar su triunfo exhibió en el octágono, como suele hacer, las banderas unidas de España y de Georgia.
Pero lo que a mucha gente también la he llamado la atención de él es lo mucho que ama España. Para vergüenza de nuestro gobierno parece ser que aún no tiene la nacionalidad y tuvo que pasar al entrar en España por el control de inmigración, pero de él sí se puede decir que es tan español como Abascal, porque no para de proclamar su amor por España, por la bandera de España y por el nombre de España, que lleva bien alto allá donde va.
Y eso es lo que no lleva bien el wokismo patrio, aunque como inmigrante que ha triunfado en lo suyo debería ser puesto como ejemplo de que muchos inmigrantes son buena gente y de lo mucho que nos aportan… pero claro, Topuria es un hombre cristiano, que se santigua antes de pelear y que no se cansa de decir lo muy agradecido que está a España por haberle acogido y dado una oportunidad… como que no, a nuestro gobierno le gustan más los inmigrantes cuando son delincuentes, musulmanes y ondean orgullosos la bandera de Marruecos, qué le vamos a hacer.
Además Ilia es campeón de un deporte machirulo y facha, que ha sido definido por una intelestualdisquierdas en un panfleto progre disquierdas como “bravuconadas y testosterona a chorro”. Acabáramos. No me acuerdo del nombre de la susodicha ni me voy a poner a buscarlo, pero si por alguna extraña carambola algún día leyera este post no puedo dejar de recomendarle que haga una búsqueda en google: Valentina Shevchenko. A ver qué le parece.
Y por cierto ¿qué le pasa a esta gente con la testosterona? ¿saben lo qué es y para qué sirve? aquel día en el Parlamento en que Pedro Antonio Narciso se puso a reprocharle a Abascal que se dejara de tanta testosterona fue sublime. Está claro que cuando Dios estaba repartiendo la testosterona Sánchez, Rufián, Puigdemont y compañía llegaron tarde pero eso no es culpa de Vox, queridos míos, menos angustias y haced pesas o algo.
En fin, que me quedo con la testosterona y la masculinidad “tóxica” que tanto Abascal como Topuria exhiben a raudales allá por donde pisan, me gusta mucho más que tener un gobierno melindroso, timorato y siempre dispuesto a taparle la boca a Mohamed con besitos y con todo lo que pida, no sea que se enfade y nos invada las Canarias o algo. Y puestos a desear, espero que más bien pronto que tarde toda esa “toxicidad masculina” sea exhibida por Abascal en el gobierno y por Topuria en un octágono español. Ese día sí que tiramos la casa por la ventana.