miércoles, 2 de julio de 2025

Los judíos (Y bailaré contigo en Viena II)

“And I´ll dance with you in Vienna

I´ll be wearing the river disguise”


“I bailaré contigo en Viena

llevaré puesto el disfraz de río”

Take this waltz, Leonard Cohen


La conferencia de Kfir, que al fin y al cabo es lo que he venido a hacer en Viena, es en la sede de la comunidad judía que se encuentra en la misma calle de mi hotel. Y como en mis funciones de asistente del conferenciante tengo que ir cargada con una maleta llena de libros, decido el día anterior acercarme a ver si está muy lejos y voy a necesitar ayuda, o me las apaño. Menos de cinco minutos andando. A unos metros veo una policía de guardia en la puerta, e intuyo con tristeza que ése es el lugar. Digo con tristeza porque aunque me alegra que las comunidades judías estén protegidas, no me gusta que tengan que estarlo, me duele que ser judío aún suponga un factor de riesgo en la Europa del siglo XXI. Esa misma protección policial la veré después en los dos Museos Judíos de la Ciudad y en la Embajada de Israel. En las paredes externas de la embajada, están expuestas las fotografías de todos los rehenes que aún quedan secuestrados en Gaza, todo un detalle.



Monumento a los judíos

En los dos museos judíos me empapo de la historia de los judíos de la ciudad, y constato una vez más que son el pueblo más válido y productivo que ha surgido nunca de la humanidad. En Viena pasó lo que ha pasado en tantos otros sitios: los judíos llegan huyendo de la violencia que se ejerce contra ellos (basada en la envidia y la codicia ajena, pero eso es otro tema)  se instalan, construyen una modesta sinagoga y empiezan a trabajar. Tienen buenas ideas y ningún miedo al riesgo que supone llevarlas a cabo, así que abren negocios, los negocios funcionan, ellos ganan dinero y la ciudad recibe una inyección de riqueza. El efecto judío y el aumento de la riqueza arrastran a otras personas, judías o no, a comenzar sus propios negocios y la calidad de vida crece para todos. Cuando ya se han superado los primeros tiempos de incertidumbre y duro trabajo, cuando los negocios son boyantes y proporcionan beneficios es cuando aparece el justiciero social de turno (nazi, comunista, musulmán, tanto monta monta tanto) que suele ser un vago de siete suelas que no sabe contar hasta cinco pero tiene claro que la riqueza creada por otros debe ser suya, y será él quien la reparta sabia y equitativamente (para información más detallada lease “Rebelión en la granja” de George Orwell. Adjunto post al final del texto). Y cómo no, su primer chivo expiatorio son los judíos. Se inventa cualquier maldad que atribuirles, les expulsa de sus casas, se queda con sus propiedades que no sabe administrar, dilapida el dinero y desaparece el bienestar para todos. Los judíos se van y empiezan de cero en otro sitio, así durante casi 6000 años…


En la parte más antropológica/arqueológica de la investigación que se refleja en los museos, me llama la atención que haya expuestas espinas de pescado. No sé de dónde las sacarían ni recuerdo de qué época eran, pero se utilizaron para analizar las costumbres alimentarias de los antiguos habitantes de Viena y relacionarlas con la calidad de vida, enfermedades, organización sanitaria, etc. No dan puntada sin hilo estos antropólogos.




Pero sin duda, el momentazo más judío de todo este viaje a Viena ha sido sorprendentemente… el Festival de Eurovisión. Previamente, el cabreo de todos los años cuando los boicoteadores pretenden que Israel no participe, que si genocidio, que si pobres palestinos, que si tal y tal. Ninguno parece saber que Turquía participa y los turcos perpetraron un genocidio, uno de verdad, contra los cristianos armenios. Pero claro la historia no es su fuerte, qué van a saber los pobres. Este año se han venido un poco arriba y un periodista británico ha tenido incluso la desfachatez de preguntar a la cantante israelí si era consciente de que su presencia allí les ponía en peligro a todos, con sus dos cojonazos morenos. De verdad ¿quién le dio a éste el carnet? ¿la Complu? señor “periodista”: a ustedes y a nosotros nos está poniendo en peligro el terrorismo musulmán, no la presencia de una chica de veinte años que ha ido a Eurovisión solamente a cantar. Dígaselo usted a su profe de la Complu, venga.


Pero tras estos cabreos a los que me voy acostumbrando y tras la conferencia de Kfir la noche del sábado, llego al hotel hambrienta de información, me meto en internet y le pregunto a google quién ha ganado el Festival de Eurovisión. No hay respuesta. Y yo ¿cómooooorrrrr? miro la hora y pienso “a ver si es que aún no ha terminado”… en efecto, menos mal que en el hotel hay tele, la enciendo y están con las votaciones del público. Yunaited kingdon guayominí, tatatá… y de repente la cámara enfoca al grupo israelí y se les ve alegres, felices, ondeando banderas a más no poder, se oye un aplauso atronador del público, Eden sonríe feliz y yo aprieto los dientes y las manos, a ver cuántos puntos le dan… hasta ese momento Israel tiene 52 puntos y está en el puesto 13, regulín regulinchi. Presentadora: “next we have Israel” “you have received”… (pausa dramática )… ¡¡¡323 puntos!!! ¡¡¡Lavirgen!!!  me pongo a saltar en la cama del hotel ¡¡SÍ!! ¡¡SÍ!!! ahí está el voto del público, ahí está la respuesta a tanto boicot y tanta tontería. Israel se pone en cabeza y la alegría de Eden y sus compañeros es increíble, se me saltan las lágrimas. Olé y olé mi Israel.


Finalmente Israel quedó en quinto lugar, una muy buena posición. Inmediatamente se desataron en redes sociales las quejas progres porque el “voto facha” (sí señores, el voto facha, en eurovisión) había dado a Israel un triunfo que no merecía porque genocidio y pobres palestinos y tal y tal. Pero ahí estuvo Eden Golan ondeando la bandera y poniéndose líder.


Yo me enteré días después de que por teléfono puedes emitir solamente un voto, de hecho había votado unos días antes en la semifinal y al llamar por segunda vez no recogía la llamada, pero… PERO si te descargas la aplicación puedes emitir hasta veinte votos. Así que, el año que viene más televoto facha para dar el triunfo a Israel.



https://obsesivaycompulsiva1970.blogspot.com/search?q=rebeli%C3%B3n+en+la+granja







jueves, 20 de febrero de 2025

Ariel y Kfir


“Mientras en el fondo del corazón

palpite un alma judía…”

Hatikva, himno oficial de Israel



Confirmada la peor de las noticias. Los hermanitos Bibas fueron asesinados durante su secuestro y mañana el hamas entregará sus cuerpos, junto con el de su madre Shiri y el de Oded Lifshitz, de 84 años.


Los pequeños Bibas ya nunca sabrán cuánto les hemos querido y les queremos, cuánto hemos sufrido y cuánto hemos llorado por ellos. Nunca sabrán que en Israel se han convertido en el símbolo de todos los rehenes y de todas las víctimas del terrorismo.



.

No han llegado a vivir cinco años entre los dos y sin embargo han hecho más por su pueblo que todos los políticos ineptos que no vieron venir el 7 de octubre: han conseguido unir en una sola voz la rabia de todo un país y de todos los que amamos a Israel; una sola voz pidiendo a gritos su liberación y llorando su muerte, pero una sola voz que ya no callará nunca. Porque el 7 de octubre marcó un antes y un después, y la ternura de estos dos adorables hermanitos ha conmovido a todo aquel que conserve un poco de humanidad.


No los van a devolver con vida pero tenemos la esperanza de que sean los últimos niños de la Historia asesinados por ser judíos. El 7 de octubre murieron muchos niños de las formas más horribles, y en nombre de todos ellos conservábamos la esperanza de volver a ver a los Bibas, de que tras año y medio en cautividad, en algún intercambio de rehenes por terroristas aparecieran sus dos cabecitas pelirrojas. No será así, mañana volverán a Israel en dos pequeños ataúdes que lo cambiarán todo. Porque el pueblo de Israel y su dolor han dicho basta; porque los políticos y el resto del mundo van a tener que aceptarlo les guste o no, y van a tener que asumir las consecuencias sean las que sean.


.

Si quedaba alguna ínfima posibilidad de que los árabes que se hacen llamar palestinos tuvieran un estado, esa posibilidad ha muerto con los Bibas, la han asesinado el hamas y miles de presuntos civiles gazatíes. Ahora Gaza será restituida a Israel, a quien nunca debió ser arrebatada, y será repoblada con judíos, no hay vuelta atrás. Es lo único que se puede hacer por los Bibas y por todas las víctimas de 7 de octubre, y se hará le pese a quien le pese.


Ariel y Kfir nunca vestirán el uniforme de las FDI, pero ya han hecho todo lo que un soldado puede hacer por su país: han muerto por Israel y han cambiado la historia, su muerte atroz no habrá sido en vano. 


Descansad en paz, pequeños héroes. 


DEP

Z´´L



sábado, 1 de febrero de 2025

El regreso más amargo

 
Yarden Bibas

Yarden era un hombre robusto y ha vuelto delgadísimo, esos salvajes han maltratado a todos los rehenes pero con él se han ensañado. De origen argentino, este padre de 35 años salió del refugio el 7 de octubre en pleno ataque y fue secuestrado sin oponer resistencia, con la esperanza de que los terroristas se conformaran con él y no buscaran a su mujer y a sus dos bebés. De hecho ha estado más de 400 días pensando que su familia se encontraba a salvo y esperándole en libertad. Hace unos meses, sus secuestradores le dijeron que Shiri y los niños habían muerto y le obligaron a grabar un video pidiendo que fueran enterrados en Israel. Todos hemos visto ese video en el que Yarden aparecía ya muy delgado, desmejorado, con barba, sollozando. 
 
El secuestro de Yarden
Pero nadie quería creer que sus hijos estaban muertos y tampoco el hamas dio ninguna prueba de ello, así que nadie lo creyó, seguramente Yarden tampoco, y en la mente de todo el mundo los dos pequeños pelirrojos seguían vivos, revoloteando y sobreviviendo en alguno de los túneles del horror… en la mente de todo el mundo hasta ayer. La madre y los dos niños Bibas están en la lista de los 33 rehenes que deben ser liberados si se cumple el acuerdo en vigor, mediante el que hamas se comprometió a liberar a todas las mujeres en primer lugar. Shiri Bibas es en estos momentos la única mujer rehén que no ha sido liberada y no se sabe nada, al menos oficialmente, de su estado ni del de sus hijos. Y el hecho de que hayan liberado al padre siendo de los hombres más jóvenes hace temer lo peor. Ya conocemos a los terroristas islámicos aunque siempre infravaloremos su maldad y su sadismo, porque ejercen una maldad y un sadismo que son difíciles de imaginar para una mente normal. Son perfectamente capaces de haber asesinado a los tres a sangre fría, lo hicieron con muchas familias el siete de octubre. También son capaces de estar manteniéndolos vivos y liberarlos en último lugar por puro terror psicológico, porque saben que durante esos días van a destrozar al padre y causar muchísimo dolor a todo un país que les aguarda.
 
 
No hay vidas más valiosas que otras, Israel no va a dejar a nadie atrás y va a seguir luchando hasta que TODOS y cada uno de los secuestrados vuelvan a casa, pero lo cierto es que la familia Bibas se ha convertido en el símbolo de los rehenes por varias razones. Para empezar vimos como eran secuestrados, los propios terroristas nos ofrecieron la primicia. Vimos a Yarden subido en una motocicleta junto a dos terroristas mientras otros le grababan, le insultaban y le agredían. Le abrieron la cabeza cuando ya estaba secuestrado, cuando ya no oponía ninguna resistencia y se lo llevaron igualmente con la cara y las manos ensangrentadas. Después vimos a Shiri aterrorizada, cubierta con una manta y llevando en brazos a Kfir y Ariel, rodeada de terroristas armados, sabedora ya de que su marido debía haber sufrido el mismo destino, sin poder imaginar lo que les aguardaba a ella y a los dos chiquitines. Vimos como les subían a los tres a un coche rumbo a Gaza y no se ha vuelto a saber nada de ellos.

Hoy hemos visto a Yarden llorar en los brazos de su madre. Hemos visto a su padre y hermana abrazarle aliviados, pero con una mirada repleta de dolor. Hoy Yarden se ha enterado de que sus suegros fueron quemados vivos el 7 de octubre y de que su mujer y sus dos pequeños siguen en manos de los terroristas; hoy, tras más de un año secuestrado, esos hijos de la grandísima sultana le han quitado a Yarden incluso la alegría de reencontrarse con su familia. Malditos sean por siempre, ellos y toda su estirpe.