http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/27/espana/1335521507.html
HAY QUE JODERSE. Así, con mayúsculas, porque el articulito de marras se las trae, y las declaraciones de las niñatas de 20 años que, siendo españolas se convierten al islam por amor, también. Porque claro, ellas dicen que lo hacen por amor que es lo que queda bonito, aunque en realidad lo hagan más bien por ignorancia, pero ahora hablaremos de ello.
En primer lugar me cuesta entender que alguien se enamore de un marroquí, argelino, tunecino, libio o egipcio por varios motivos, y el primero de ellos es de lo más trivial: esos tíos son feos de cojones. Sí, me podeis llamar racista, para esto en concreto lo soy y sí, sin que sirva de precedente esta vez es una cuestión de raza. Son más feos que la Esteban comiéndose un limón mientras le meten otro por el culo. Son una mezcla de trolls, golums y babosas de ciénaga. Y si aún así las Cármenes, Natalias y Marías reconvertidas en Habibas, Fátimas y Laylas se enamoran de ellos, pues mira, esa suerte que tienen y aquí viene el problema. Porque se supone que Mohamed y Mustafá también se han enamorado ¿no? no vamos a ser tan malpensados de creer que sólo buscan casarse para legalizar su situación en España ¿verdad? entonces, si también ellos están enamorados ¿por qué no renuncian a su religión por amor? ¿por qué Mustafá, que es tan hombre, no se enfrenta a sus padres por amor? No, ha de ser Habiba, ex-Carmen quien se ponga el hiyab, quién renuncie a todo y cambie sus costumbres en su propio país. Ella dirá que es por amor. Yo, que soy mala, diré que es una maniobra de su marido para apartarla de su familia, de sus amigos, de su trabajo y que dependa económica y emocionalmente de él y así no pueda separarse el día que empiecen las palizas, se acabe el amor y ella se entere de que, musulmana o no, vive en un país donde no necesita permiso de su marido para divorciarse. Pero entonces quizá ya tenga cinco hijos, ningún amigo y ninguna oportunidad profesional para ganarse la vida. Y aguante. Como la buena esposa musulmana que un día, a sus inocentes 20 años decidió ser. Me repito, pero hay que joderse.
Pero vayamos al políticamente correcto artículo de El Mundo, que nos informa por si no lo sabíamos de que los musulmanes en España sufren discriminación, pobrecitos. No voy a hablar del último cristiano de Afganistán, un anciano de 82 años que tuvo que largarse de su casa de toda la vida porque no sufría discriminación por ser cristiano (es cierto, no sufría discriminación, sólo amenazas de muerte por parte de los musulmanes que ya se habían materializado en TODOS sus vecinos cristianos, y él se fue antes de que lo mataran también, pero de discriminación nada). Tampoco hablaré de los hindúes en Bangla-Desh, ni de los coptos en Egipto, ni de los bereberes en Argelia, ni de los cristianos en Sudán... ni de poco más, porque en los países de mayoría islámica las minorías de cualquier otra creencia, incluida la no-creencia (ateos y agnósticos) son lentamente EXTERMINADAS, no discriminadas, directa y literalmente exterminadas y dentro de nada no existirán. Pero eso a Habiba no le afecta, para ella lo verdaderamente terrible es que alguien la mire mal por cubrirse la cabeza con un velo cuando ella no hace mal a nadie, la pobre.
“Sólo les llegan cosas negativas sobre nosotros y no se preocupan por saber cual es la verdad”
Querida Habiba, nos llega lo que nos mostráis ¿qué quieres que nos llegue? nos llega que mientras yo paseo cogida de la cintura con mi novio, en minifalda, maquillada y con la melena al viento, tú debes andar cinco pasos por detrás de tu marido cubierta de la cabeza a los pies aunque estemos a 45 grados y estés sudando como un pollo; nos llega que ya ha habido algún caso en España (el otro día uno delante de mis narices, en el ambulatorio de mi pueblo) que maridos como el tuyo se niegan a que su mujer sea examinada por un médico varón aunque sólo tenga un catarro, te puedes imaginar cuántas mujeres mueren de parto en países islámicos y pobres cuando el marido no permite que un ginecólogo atienda a su mujer, y no hay ginecólogas porque las mujeres tienen prohibido estudiar; nos llega que nos insultáis por comer jamón y beber vino, no somos idiotas, tú te das cuenta de cuándo te miran mal y yo también; nos llega que los padres de ningún niño chino, rumano, ecuatoriano, nigeriano, peruano, albanés, congoleño, esquimal, cherokee o español no creyente, han protestado jamás porque haya una cruz en un aula o se celebre la navidad en los colegios, mientras que los padres de niños musulmanes es lo primero que hacen; y nos llega que hace tiempo una panda de fanáticos en nombre de tu dios mató a 200 personas e hirió a más de mil en unos trenes de cercanías, 200 personas normales y corrientes que iban a trabajar en este país que es el mío y el tuyo, ¿te suena? ¿te suena que días después unos cuantos de esos hijos de alá se suicidaron en masa, a escasos metros de donde vive un amigo mío, matando de paso a uno de los policías que iban a detenerles? ¿te suena o no te suena?
Lo sé Habiba, me vas a decir que tú no pusiste esas bombas y yo te voy a decir algo que posiblemente ignores: el terrorismo islámico comenzó en el año 1969, forma una red extendida por todo el mundo, y en tantos años prácticamente no hay país que no haya sufrido sus atentados. Incluidos los países musulmanes donde a alguien le pueda parecer que hay intereses “occidentales” o “infieles”. El objetivo del terrorismo islámico es extender el islam por toda la tierra y por la fuerza. A base de muertos. ¿Ahora me vas a decir que no tiene que ver contigo? te lo puedes ahorrar, SÍ tiene que ver contigo, claro que sí. Tú, siendo adulta, te has convertido libre y voluntariamente a una religión cuyo principal objetivo es extenderse usando la violencia en todo el planeta, así que claro que tiene que ver contigo. ¿Me acusas de no preocuparme por saber cual es la verdad? Ojalá estuvieras en lo cierto. Lamento informarte de que algunas marisabidillas como yo nos hemos molestado en leer el corán ¿lo leíste tú antes de convertirte? ¿qué te parecieron estas suras?:
Sura 22.9: “En cuanto a los no creyentes, para ellos habrá ropajes de fuego, y se les echará en la cabeza agua hirviendo a fin de que se disuelva la piel y todo lo que tengan en las entrañas, y se los castigará con garfios de hierro”
Sura 47.4 “Cuando os encontréis con los no creyentes, cortadles la cabeza”
Sura 5.51 “Creyentes, no hagáis amigos entre los judíos o los cristianos.”
Sura 9.5-6 “Matad allí donde los encontréis a quienes ponen a otros dioses junto a Dios”
Sura 8.15-16 “Creyentes, cuando os encontréis con no creyentes preparaos para la batalla y no les volváis la espalda”
Cuando el corán dice “no creyentes” o “infieles” se refiere a los no musulmanes, independientemente de que crean o no en otra religión. Así que en realidad, los hijos de cerda de las bombitas simplemente están siguiendo al pie de la letra lo que dice el corán. ¿Estoy en lo cierto, o hay alguna otra verdad más verdadera que yo deba saber y desconozca? ¿dice o no dice el corán que hay que matar a los infieles, Habiba, si nos preocupamos de averiguarlo?
La ONG de turno afirma que hay “miedo, desconfianza, y opiniones negativas hacia los musulmanes y la cultura islámica” pero todos tranquilos, que no hay más que leer el corán y conocerles para según Habiba, desmontar todos los prejuicios que tenemos los españoles contra el islam. Que somos unos pedazo de racistas, de verdad. Jolines. Para que este post no se haga eterno, voy a tocar sólo de pasada el capítulo de la mujer y así de paso demuestro que mi amigo, el imán de Tarrasa, también es un buen musulmán que sigue el corán al pie de la letra:
Sura 2.228 “La repudiadas deberán mantenerse apartadas y esperar tres menstruaciones. Y en ese caso sus esposos tienen pleno derecho a tomarlas de nuevo si desean la reconciliación. Las mujeres tienen derechos similares a los de aquellos hombres que están sobre ellas, pero los hombres están un grado por encima de ellas. Alá es poderoso, sabio.”
Sura 4.43 “Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos más que a otras y de los bienes que gastan para mantenerlas. Las mujeres virtuosas son obedientes. Si teméis que se rebelen, amonestadlas, dejadlas solas en el lecho y pegadles. Si entonces os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso, grande.”
Sura 4.11-12 “Un varón heredará el doble que una mujer”
Palabras de Omar, segundo califa: “Impide que las mujeres aprendan a escribir, no consientas sus caprichos”
Palabras de Alí, primo del profeta y cuarto califa: “Una mujer es enteramente malvada, ¡y lo peor es que es un mal necesario! Nunca pidas consejo a una mujer porque éste no tiene valor alguno”
El papel de la mujer según Al-Ghazali: “No debe estar bien informada ni comunicarse con sus vecinos... ...ha de cuidar de su marido y respetarlo... ...su única preocupación ha de ser su virtud, además del hogar, las plegarias y el ayuno... ...ha de estar limpia y preparada en todo momento para satisfacer las necesidades sexuales de su marido”
A Jennifer, que prefiere seguir llamándose Jennifer (manda güevos, para una a la que le hubiera venido bien el cambio de nombre) su marido le fue explicando de qué manera el islam podía darle respuestas. Y me pregunto yo, ¿qué preguntas te hacías Jennifer? ¿qué respuestas te ha dado el islam? ¿sabes leer querida? ¿qué te ha explicado tu maridín que no pudieras haber leído por ti misma? Digo yo que si te convertiste con 20 años, antes habrías ido a la escuela ¿no? ¿qué te impide coger tú solita un ejemplar del corán (en cualquier biblioteca pública seguro que hay uno) y leerlo? Ay Jennifer, Jennifer. Verás, en los años 90 se publicó un libro que llegó a ser un best seller y que sorprendió por su temática. Narra una historia real que le ocurrió a la norteamericana Betty Mahmoody en 1984, y a raiz de que Betty contara su historia empezaron a surgir como setas mujeres europeas y americanas con historias similares. Se trata de “No sin mi hija”, libro que te recomiendo y por si no te gusta leer (sé lo que me digo, Jennifer) hay película. Y te lo comento porque lo que más me llamó la atención de ese libro es cómo el marido de Betty la engañó. Y no la engañó con otra mujer, o al menos ella no habla de eso, la engañó con su encanto, siendo un adorable médico iraní que llevaba en Estados Unidos desde que estudiaba medicina, que no rezaba ni iba a la mezquita, que comía cerdo, que no leía el corán, que NO ERA musulmán ni se comportaba como tal... y de repente se convirtió en el peor de los fanáticos. Betty extiende además esa hipocresía a toda su familia iraní con la que tuvo la desgracia de convivir antes de poder escapar, y la atribuye al islam. Y eso que ella ya era toda una mujer con dos hijos mayores cuando se casó con el médico iraní. Así que Jennifer, querida, ten cuidado con lo que te cuente tu marido, mejor conviértete al sabio ejercicio de la lectura y la búsqueda de información por ti misma. Contrario al islam, pero muy recomendable.
En cuanto a Layla, afirma que "me empecé a interesar por el islam tras los atentados del 11S. Todo el mundo hablaba mal de los musulmanes, los acusaban. Yo me di cuenta de que no sabía nada de ellos y empecé a buscar información" y de ella poco hay que decir, salvo buscarle un buen psiquiatra y desearle suerte. Pertenece a ese fenómeno (hibristofilia, se llama) tan de moda en los EEUU de chicas que escriben cartas de amor a los asesinos en serie, algunas llegan a casarse con ellos en la cárcel y todo, sólo que a ésta le molan con barba y turbante, mira, cada uno tiene sus gustos. Supongo que como ha dejado de fumar, de beber y de salir, se pasará el día masturbándose mientras piensa en un trio con Bin Laden y el mulá Omar; lo que me extraña es que no se suicidara el día en que a su Osama del alma se lo cargaron los marines, igual con un poco de suerte le hubiera tocado ser una de las 70 vírgenes a las que el tío Laden tenía derecho a beneficiarse en el cielo al lado de alá, por haber pasado su vida sirviendo a éste a base de matar infieles. En fin, que... pobre chica.
Y con esto llegamos a la marroquí Mariam, a la que siempre han tratado mal, pobrecita mía, en el colegio, en el trabajo, en todas partes, sólo porque ella quiere llevar su velo y no la dejan.
Voy a hacer un paréntesis y hablar en serio: dice que ha denunciado acoso y agresiones físicas, y si eso se ha producido de verdad, ha hecho muy bien en denunciarlo y las personas responsables de ello deben ser puestas en manos de la justicia. Ningún hiyab y ninguna creencia justifican acosar ni agredir a nadie.
Y dicho esto, Mariam sigue hablando. Y quizá debería haberse callado ahí, porque yo me tomo el acoso tanto escolar como laboral muy en serio, pero mucho, y no me gustaría que Mariam estuviera llamando “acoso” al hecho de que, siendo enfermera, para trabajar tuviera que quitarse el hiyab y ponerse el uniforme, que es lo que parece ser su queja principal. Porque vamos a ver Mariam LAS ENFERMERAS LLEVAN UNIFORME PARA TRABAJAR te guste o no te guste. Por comodidad, por higiene y por seguridad, de ellas y de sus pacientes. Supongo que también por normativa de la empresa o por otras razones que se me escapan. Pero vamos, básicamente la historia se resume en: si quieres el empleo, en tu tiempo libre te pones el hiyab, la teja y la mantilla o una cresta punk; en horas de trabajo te pones el uniforme y a callar. ¿Lo pillas? En caso contrario tienes varias opciones:
1- Te buscas un curro donde no tengas que llevar uniforme
2- Te vas a un país islámico, donde el uniforme de las enfermeras incluya el hiyab o el burka, que seguro que te gusta más aún.
3- Dejas de trabajar y que te mantenga tu marido, como te aconseja el corán
pero vamos, lo de estar dando por saco con la discriminación cuando una enfermera gótica para trabajar se quita el maquillaje y los piercings y se pone el uniforme; una enfermera budista se quita su túnica y se pone el uniforme; una enfermera de ideas naturistas y alternativas cubre su desnudez y se pone el uniforme; una enfermera hindú se quita el sari y se pone el uniforme; una enfermera hippy se recoge las rastas, se quita la falda larga y las sandalias y se pone el uniforme... venga tía, NO CUELA.
Y sí Mariam, te voy a dar la razón en algo: yo tampoco creo que se os discrimine por el velo ni por la religión. España hoy en día está llena de gente de otros países, de otras vestimentas y de otras religiones, y quien más quien menos tiene amigos o compañeros de trabajo como tú dices “diferentes”. Estamos más que acostumbrados, te lo aseguro. A la gente como tú se os discrimina, cuando se os discrimina, porque os empeñáis en ello. Tienes todo el derecho del mundo a llevar velo, y yo a ir a trabajar vestida de lagarterana pero te aseguro que nos van a mirar muy raro a las dos. Tú quitate el velo y hazte un peinado bonito, mientras yo me pongo un pantalón y una blusa para ir al trabajo y veras como todo es mucho más normal para ambas. Si mañana me fuera a vivir a Arabia Saudí (algo que no va a suceder jamás, sólo es un ejemplo) y quisiera integrarme y llevarme bien con sus ciudadanos para ser feliz allí y que nadie me discriminara, te aseguro que no se me ocurriría pasearme en minifalda por las calles de La Meca. Primero porque sería un claro signo de no integración, y segundo porque en vez de discriminarme, me pegarían un tiro en la cabeza directamente. O me llevarían a una cárcel donde estaría meses siendo violada por todos los policías de La Meca y alrededores, para después pegarme un tiro en la cabeza. Así que, querida Mariam:
Punto 1- aplícate el cuento
Punto 2- deja de lloriquear y quejarte tanto por ser musulmana en España, y piensa en lo que te harían los santones y buenos musulmanes si fueras una agnóstica descocada en Arabia Saudí
Y para finalizar queridas Habibas, Mariams, Jennifers, Laylas, etc:
¿Sois musulmanas? me parece muy bien. Sois adultas y muy libres de convertiros al islam, a los hare krishnas o a los hermanos roswelianos del séptimo día. O de tiraros por un puente, vosotras mismas.
¿Pedís respeto? No queda otra que respetaros, en España hay libertad de culto (sí, “LIBERTAD DE CULTO” un concepto interesantísimo ¿podríais hablar de él a los dirigentes de los países islámicos gobernados por la sharia, si tenéis ocasión? gracias) y no se le puede impedir a nadie que profese la religión que le dé la gana.
¿Pedís comprensión y simpatía? NI DE COÑA. Habéis leído bien, NI DE COÑA. En España, en Europa, en toda la civilización occidental construida por vuestros odiados infieles, generaciones de mujeres han luchado como tigresas para tener los derechos que el hiyab arrebata a las musulmanas y generaciones de hombres las han apoyado. Muchas murieron en el intento y muchas siguen muriendo en los países islámicos por intentar vivir sin el maldito velo en la cabeza, por hacer lo mejor que se puede hacer con él: quitárselo de la cabeza y quemarlo, como hacían hace años las feministas con los sostenes. Y ellas han nacido en un país islámico y saben lo que es y lo que significa, ningún presunto enamorado ha tenido que ir a contarles milongas. Vosotras podéis elegir, pardillas. Habéis nacido en Europa, podéis profesar cualquier religión o no profesar ninguna. Podéis casaros con quién queráis, pero no tenéis por qué obedecerle. Podéis incluso renegar del islam y quitaros el velo en cualquier momento, y si vuestro marido chista o se le ocurre poneros la mano encima, tenéis unas leyes y un estado que os protege. Si aún así decidís ser un útero bajo un trozo de tela, sin personalidad, cerebro ni opinión propia; si aún así decidís dedicar vuestra vida a leer el corán y a obedecer a vuestro marido, no pidáis mi comprensión ni mi afecto. No lo merecéis.