Yarden era un hombre robusto y ha vuelto delgadísimo, esos salvajes han maltratado a todos los rehenes pero con él se han ensañado. De origen argentino, este padre de 35 años salió del refugio el 7 de octubre en pleno ataque y fue secuestrado sin oponer resistencia, con la esperanza de que los terroristas se conformaran con él y no buscaran a su mujer y a sus dos bebés. De hecho ha estado más de 400 días pensando que su familia se encontraba a salvo y esperándole en libertad. Hace unos meses, sus secuestradores le dijeron que Shiri y los niños habían muerto y le obligaron a grabar un video pidiendo que fueran enterrados en Israel. Todos hemos visto ese video en el que Yarden aparecía ya muy delgado, desmejorado, con barba, sollozando.
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El secuestro de Yarden |
No hay vidas más valiosas que otras, Israel no va a dejar a nadie atrás y va a seguir luchando hasta que TODOS y cada uno de los secuestrados vuelvan a casa, pero lo cierto es que la familia Bibas se ha convertido en el símbolo de los rehenes por varias razones. Para empezar vimos como eran secuestrados, los propios terroristas nos ofrecieron la primicia. Vimos a Yarden subido en una motocicleta junto a dos terroristas mientras otros le grababan, le insultaban y le agredían. Le abrieron la cabeza cuando ya estaba secuestrado, cuando ya no oponía ninguna resistencia y se lo llevaron igualmente con la cara y las manos ensangrentadas. Después vimos a Shiri aterrorizada, cubierta con una manta y llevando en brazos a Kfir y Ariel, rodeada de terroristas armados, sabedora ya de que su marido debía haber sufrido el mismo destino, sin poder imaginar lo que les aguardaba a ella y a los dos chiquitines. Vimos como les subían a los tres a un coche rumbo a Gaza y no se ha vuelto a saber nada de ellos.
Hoy hemos visto a Yarden llorar en los brazos de su madre. Hemos visto a su padre y hermana abrazarle aliviados, pero con una mirada repleta de dolor. Hoy Yarden se ha enterado de que sus suegros fueron quemados vivos el 7 de octubre y de que su mujer y sus dos pequeños siguen en manos de los terroristas; hoy, tras más de un año secuestrado, esos hijos de la grandísima sultana le han quitado a Yarden incluso la alegría de reencontrarse con su familia. Malditos sean por siempre, ellos y toda su estirpe.
Hoy hemos visto a Yarden llorar en los brazos de su madre. Hemos visto a su padre y hermana abrazarle aliviados, pero con una mirada repleta de dolor. Hoy Yarden se ha enterado de que sus suegros fueron quemados vivos el 7 de octubre y de que su mujer y sus dos pequeños siguen en manos de los terroristas; hoy, tras más de un año secuestrado, esos hijos de la grandísima sultana le han quitado a Yarden incluso la alegría de reencontrarse con su familia. Malditos sean por siempre, ellos y toda su estirpe.
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