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jueves, 14 de marzo de 2024

Lo que significa

Hace 24 años, un par de reservistas israelíes que volvían a casa se equivocaron de carretera y acabaron metidos en Ramallah, la capital de la autoridad palestina en Judea. Aunque la policía palestina en principio trató de protegerlos y los retuvo en una comisaría, el pueblo palestino, civiles todos ellos, asaltó la comisaría y sacó de allí a los dos israelíes con la intención de matarlos. 



Tuvieron una muerte horrible. Fueron linchados y despedazados por una multitud enfervorecida y loca de odio. Les arrancaron los órganos internos y los exhibieron como un juego, se los iban pasando de unos a otros entre gritos de victoria y éxtasis. Durante esa orgía de salvajismo, uno de los civiles palestinos que participaba en ella se asomó a la ventana mostrando sus manos ensangrentadas, y la foto de ese animal vitoreado por sus paisanos se hizo viral. El pueblo palestino celebraba así la tortura y asesinato de dos hombres desarmados, cuyo delito fue ser israelíes y no llevar  GPS en el coche.


De aquella celebración y de aquella foto, ha surgido el pin con una mano roja que varios actores han lucido en los Oscar de este año, para pedir según ellos un “alto el fuego y el fin de la guerra en Gaza” Una muestra más de que mientras exigen que Israel cumpla exhaustivamente las normas de la guerra, para los palestinos todo vale. Incluyendo la violación de mujeres y el asesinato de bebés, adjunto foto de los últimos panfletos distribuidos en una manifestación propalestina en NY, por si queda alguna duda.


Si alguien está a favor de los palestinos, es su decisión, pero al menos debería entender el significado de los símbolos con los que muestra su apoyo, y como últimamente tengo vocación de traductora ahí va un pequeño apunte:

PIN ROJO: celebra la tortura y asesinato de dos israelíes

BABIES ARE OCCUPIERS: es lícito matar bebés por una buena causa

ALTO EL FUEGO EN GAZA: en dos semanas, otro 7 de octubre en Israel. Y después en Europa


RAPE IS RESISTANCE: es lícito violar por una buena causa


FROM THE RIVER TO THE SEE, PALESTINE WILL BE FREE: asesinato de 10 millones de israelíes. Judíos, cristianos, musulmanes, ateos… todos


RESISTENCIA PALESTINA: odio enfermizo a Israel y a toda la sociedad occidental


NIÑO PALESTINO SECUESTRADO POR EL EJÉRCITO ISRAELÍ: tipejo de 22 años detenido por apuñalar a varios transeúntes 


Y todo así. A esos actorcitos metidos a luchadores por la paz, me gustaría verlos el día en que un niño yihadista de ocho años apuñale en la escuela a su hijo de ocho años; me gustaría verlos entonces con el pin y la kufiya y el palestine will be free; me gustaría verlos defender que es perfectamente lícito acuchillar niños por la causa palestina cuando el niño acuchillado es su propio niño. Porque eso es lo que llevan viendo 75 años los padres israelíes, y cuando es en tu hijo donde se hunde ese cuchillo liberador de palestinos, cambia el cuento. Y cambia mucho.

sábado, 17 de diciembre de 2022

Federico a todas horas

Quienes conocen de oídas a Federico Jiménez Losantos, conocen también su lengua viperina y su escaso recato a la hora de calificar a los pobres incautos que son víctimas de su mordacidad. De izquierdas, de derechas, de centro, de abajo y de arriba, nadie que se le ponga delante escapa a sus piropos. Llevo tiempo recopilando algunos de los más sonados, y ahí van:
 
 

 
-La niña del exorcista, parece la hija del Papa / Greta Zombi (Greta Thunberg)

-Prevaricáis con B (el gobierno socialista)

-La autobiógrafa de Pedro Sánchez (la que le ha escrito su autobiografía)

-un comunista argentino es lo peor: corrupción más prosopopeya

-digo que cristaliza en adoquín, ¡un respeto a los adoquines, que sirven para algo!

-el día en que Sánchez perjuró su cargo

-para eso están los representantes…menos el de Teruel Existe que está para estropear la vida de Teruel

-su estado intelectual que oscila entre el protozoo y la ameba (Irene Montero)

-también a nosotros nos duele la cabeza, menos a Paquirrín que no tiene cabeza

-esta basura que es la izquierda española…bueno, perdón por lo de española, esta basura que es la izquierda en España

-nos ha mirado un tuerto y es Jonqueras

-no sé si rezarían por la conversión del Papa o lo dan por perdido hasta que llegue otro

-me recuerdas a mí cuando era gilipollas (se dirige a Pablo Iglesias)

-fíjate ahora Garzón, lo último que ha leído es el prospecto de un aguacate (Alberto Garzón, actual Ministro de Consumo. Y ¿para qué sirve un Ministro de Consumo? se preguntarán ustedes. Alberto Garzón intenta averiguarlo a base de leer prospectos de aguacates)

-hay que empezar a llamarle “el ofensor del pueblo” (a Ángel Gabilondo, el defensor del pueblo)

-Sánchez, que es analfabeto en todos los idiomas

-éste lo oyes hablar y dices “uy, qué reposado” y luego ves que es que no hay actividad cerebral (Jorge Buxadé. Ahí te has pasado un poco, Federico)

-Garzón cada vez que habla no es que suba el pan, es que suben las magdalenas

-dos fragatas mandamos… es verdad que una se arruinó y en la otra cantaba Marta Sánchez “Soldados del amor” pero bueno, ahí lo mandamos (segunda guerra del Golfo)
 
-los putinejos (los miembros de Podemos, simpatizantes de Putin)

-tonto hasta las 3 y después todo el día  /  tonto hasta las 3 y después hasta las 3 del día siguiente

-la última vez que tuvo una idea le dolió tanto la cabeza que dejó de insistir…

-y quieren adoptar un burrito… si fuera un humano que rebuzna sería una segunda oportunidad para Teodoro (el juez Garzón y su nueva novia, fiscal general del Estado / Teodoro García Egea, alto cargo destituido del PP)

-armas ofensivas
    -“¿qué es lo más ofensivo que tenemos?”
    -“hombre lo más ofensivo es telecinco sobre todo la sexta”
    -“bueno pero no vamos a tirar a Ferreras, ahí a Moscú”
    -“jajaja, sería una solución”
    
    total que ahora ya sí, todas las armas que hagan falta

-siguen posando como cuando eran adolescentes contra el capitalismo pero no se van del gobierno porque no quieren renunciar al capital, al capital que cobran todos los meses, que están forraos, y que por supuesto no cobrarían jamás en una empresa privada porque son una pandilla de inútiles apenas alfabetizados. Algunos ni siquiera apenas (Ministros del PSOE y de Podemos, actual Gobierno de España)

-que seas Ministra es una ofensa para las piedras del ministerio

-Adriana Lastra vio la facultad, la facultad la vio a ella y se espantaron mutuamente

-hay cada tonto que es que el día menos pensado amanece piedra pómez

-prevarica como el Barça pierde, es decir, de una manera natural

-lo dijo un inútil. Separatista, luego inútil

-Yolanda Díaz tiene sus contactos telefónicos por orden analfabético

-Kirstina Kichner y su hijo Máximo, a quien llaman Mínimo por el cerebro

-Errejón es tan vago que me extraña que salga entero en las fotos

-Reyes Maroto, a cuyo lado Echenique es Aristóteles

-Me denunció, la petarda, en vez de hacer un bachillerato como Dios manda

-Llevaba tiempo sin aparecer por La República de los Tontos cuando tiene una acreditada hoja de servicios (La República de los Tontos es una sección del programa La Mañana de Federico, en su cadena es.radio, una sección muy recomendable y divertida con algunos invitados prácticamente fijos como Irene Montero, Rufián, Alberto Garzón, Adriana Lastra, Pablo Iglesias y por supuesto Pedro Sánchez)

-El Papa en una efigie de cartón, no sé cómo lo distinguen del de verdad, sinceramente

martes, 15 de noviembre de 2022

Eres rico, te odio


“Porque los ricos, piensa la izquierda, lo son a través de la explotación de los más débiles o a través de una injusta herencia… pero en este punto, el problema de la izquierda es que confunde a todos los ricos con explotadores o personas carentes de ética”
Edurne Uriarte

…y a la vez atribuye a todos los pobres una bondad inherente. La izquierda se equivoca de forma radical en ambos casos, vaya sorpresa.

Sólo hay dos maneras de manejar la economía de un país: CREAR riqueza o DESTRUIRLA. Porque la riqueza al contrario que la energía, se crea y se destruye. ¿Oyeron ustedes alguna vez hablar de la aporofobia? una más de todas esas neofobias modernas que tanto gustan al progrerío y que significa tener odio a los pobres. Así, tal cual. Sinceramente, no conozco a nadie que odie a los pobres pero sí conozco a mucha gente que odia a los ricos y no deja de ser sorprendente que esa “fobia a los ricos” no moleste, ya que se trata en realidad de odio a la riqueza ajena sin que necesariamente aumente la propia… vamos lo que viene siendo envidia cochina de toda la vida.
 
Para empezar el concepto de “pobre” o “rico” es bastante relativo; para mí, rico es Bill Gates y pobre es un niño filipino que rebusca basura en un vertedero; pero para Bill Gates yo soy miserable y para el niño filipino soy multimillonaria. Y esa inevitable subjetividad no está exenta de tintes políticos: por ejemplo, para un dirigente de izquierdas él mismo siempre será pobre y obrero (aunque tenga chaletazo, sueldazo, limusina y empleados domésticos) y el grupo de ricos a los que hay que subir los impuestos empieza cuando alguien tiene un euro más que el susodicho líder de izquierdas: que paguen impuestos “los ricos”, yo y mis limusinas obreras estamos exentos.

A grandes rasgos: CREAN riqueza los mercados neoliberales, los ricos y las políticas de derecha; CONSUMEN riqueza todos los ciudadanos, especialmente los más desfavorecidos y necesitados de ayuda, y DESTRUYEN riqueza la intervención estatal de los mercados y los políticos cuando la dilapidan amparándose en excusas de lo más diversas. La más común: “la riqueza debe repartirse entre quienes la necesitan y para un reparto justo primero ha de pasar por nuestros bolsillos”. Los resultados de esta excusa llevada a la práctica son de sobra conocidos y si alguien no los conoce puede leer la novela “Rebelión en la granja”, en la que George Orwell los detalló de manera magistral. Ahí lo dejo, el comentario y el enlace.
 
http://obsesivaycompulsiva1970.blogspot.com/2021/07/rebelion-en-la-granja.html

Cuando se crea riqueza, ésta se distribuye de manera natural sin que sean necesarias leyes para ello, pero también es cierto que quienes se dedican a crear riqueza (casi siempre odiados super empresarios) se van a beneficiar de ella más que el resto. Vamos, que cuando la riqueza de un país aumenta, aumentará para los ricos en mayor proporción que para los pobres. ¿Es injusto? puede pero es lo que hay, cualquier intento de intervención en esta regla de la naturaleza de los mercados destruye inmediatamente recursos, es decir, se quedan sin riqueza tanto pobres como ricos. 

Y un poco en la misma línea va el tema de los impuestos: quien más tiene es quien más paga, y paga una proporción de sus ganancias bastante mayor que aquella de quien menos tiene; pero cuando bajan los impuestos quien más paga es quien más se beneficia. Por eso quienes odian a los ricos en cuanto llegan al poder suben los impuestos para que los ricos paguen más aún, perjudicando de paso a las clases medias y bajas que por supuesto también pagan más. Añádase que los ricos tienen la posibilidad de irse a otro país que tenga una fiscalidad más favorable mientras que los pobres no; y añádase también que no es lo mismo reducir el 15% de un sueldo de mil euros que de un sueldo de siete mil. Aunque la cantidad sea mayor en el de siete mil, las dificultades que puede causar dicha reducción son mayores cuanto menor sea el sueldo.

Personalmente quiero vivir en un país donde haya ricos, muchos ricos aunque yo nunca lo sea. Un país donde la gente puede hacerse rica y mantenerse rica sin que le quiten lo que ha conseguido es un país donde todo el mundo está mejor y a donde todo el mundo quiere ir a vivir. No lo olvidemos que los emigrantes van siempre en la misma dirección y no es la de ningún paraíso socialista sin ricos ni riqueza.





martes, 20 de septiembre de 2022

Su Graciosa Majestad


“Su graciosa majestad”, así es como llaman los ingleses a la Reina, lo cual no deja de tener su gracia, nunca mejor dicho. Vamos, que no me imagino yo a los españoles llamando “gracioso” al JuanCar. Y bien, como ya todo el mundo sabe, Su Graciosa Majestad nos dijo adiós la semana pasada a los 96 años de edad, tras una larga y fructífera existencia. Hay gente a la que le parece que ser Reina es vivir de lujo y no pegar un palo al agua, pero la realidad es algo distinta. Ciertamente los reyes no pasan hambre ni penurias, pero sus responsabilidades a veces son tan exigentes que resultan insuperables para otros seres humanos más normalitos. Y sí, como todos estáis pensando en la actriz-duquesita venida a más y luego a menos, ahora hablaremos de ella.



Soldados portando el féretro de la Reina Isabel


Lo cierto es que me encanta la Reina Isabel II. Como Reina ha sido ejemplar, ha cumplido con sus obligaciones sin despeinarse durante 70 años y ha tenido momentos realmente difíciles, como aquel famoso Annus Horribilis que le proporcionó motivos más que de sobra para acabar derrumbándose como madre y como Soberana. No lo hizo. En su última aparición pública la vimos recibiendo y saludando a Liz Truss, nueva Primer Ministro del Reino Unido. La Reina apareció muy desmejorada. Le faltaban dos días para morir, debía estar sufriendo mucho físicamente, se la veía muy delgada y débil, apoyada en un bastón y con las manos amoratadas… pero ahí estaba bien vestida, bien peinada y maquillados los labios de un rojo vivo que era toda una declaración de intenciones. Ahí estaba a sus 96 años, cumpliendo con su obligación hasta el final.


Los hijos no le salieron a esta mujer demasiado finos. Al final el que menos disgustos le ha dado es Eduardo, el menor, de quien se llegó a insinuar en su juventud que podría ser homosexual y con quien los tabloides se frotaban las manos esperando pillarle en un renuncio. Pero nada, finalmente se casó con Sophie, tuvieron dos niños y han acabado siendo los miembros más formales de la Royal Family. Tampoco Ana ha dado mucho que hablar salvo por su divorcio, que en su época fue sonado y disgustó a la Reina, pero luego se casó con otro hombre y a partir de ahí ha llevado una vida discreta y dedicada a sus funciones reales; ni se convirtió en un putón desorejado como las de Mónaco, ni sus maridos fueron por la vida haciendo el Urdangarín, así que bien por ella y por los sucesivos consortes.


Su Graciosa Majestad


Con Carlos y Andrés las cosas han sido bien distintas. El uno al menos acertó al segundo intento y sentó la cabeza hace diecisiete años al casarse con la mujer de su vida, pero el otro no ha sentado nunca ni la cabeza ni otras partes de su cuerpo que siguen dando mucho que hablar. Ahora bien, la bestia negra de la monarquía ha sido Diana de Gales, la jovencita angelical que se convirtió en princesa por matrimonio y acabó desesperada y desesperando a todos los que la rodeaban. Lo único que no tuvo Diana en su vida fue lo único que deseó: un hombre que la amara como mujer. El corazón de Carlos siempre perteneció a Camilla y es fácil imaginar la desesperación de la joven Diana, enamorada, cuando su marido la dejaba sola una y otra vez para reunirse con la amante. Nunca lo superó, y aunque se puede entender su tristeza, lo que no entiendo es que tuviera tan pocas luces y a nadie cerca que supiera aconsejarla bien. A partir de su divorcio fue de hombre en hombre, ilusionándose con un amor que no le daban y sintiéndose cada vez más utilizada y desengañada. Ya sabemos cómo terminó la historia: muy mal para ella, para sus hijos, para sus acompañantes, para su familia, para su familia política… un desastre.


Y cuando la pobre cabeza loca de Diana llevaba veinte años bajo tierra, llegó Meghan a superar lo insuperable. Si Diana pecó de ingenua, ésta es más lista que el hambre, hay que ver con qué gracia ha hecho que su marido el Príncipe la “rescatara” y la llevara a vivir donde ella quería. Y no contenta con eso ahora se dedican, ella por lista y él por bobo, a airear los presuntos trapos sucios de una familia que tendrá todos los privilegios que uno quiera, pero no puede defenderse de algo así. La duquesita está tan pagada de sí misma que ha publicado un libro llamado “Meghan, la duquesa”, no está nada mal para ser feminista y odiar a tu estirada familia política. También se nos ha metido a podcaster, toda orgullosa de que ahora ya puede hablar libremente y ser “herself”, como si a alguien le interesara herself si no fuera porque está casada con el príncipe Harry. En su primera joya radiofónica, la duquesita recién liberada y su superamiga Serena Williams se dedican a lamerse las heridas mutuamente, quejándose del cruel y racista patriarcado que no ha hecho más que ponerles zancadillas por ser mujeres y negras, cuando ellas sólo querían hacer realidad sus sueños: una dedicarse a la interpretación y luego casarse con el amor de su vida, la otra ser número uno del tenis. Desde luego ya le vale al patriarcado, qué manera de ensañarse con las pobres chiquillas y no dejarlas hacer nada. No sé yo si estas dos lerdas se escuchan cuando hablan o ni siquiera eso. En fin, menos mal que Guillermo acertó al casarse, y su padre aunque al segundo intento, también.



El Rey Carlos III y el Mayor Johnny


Siempre pensé que cuando la reina Isabel II muriera, su hijo Carlos mandaría la corona a hacer puñetas, abdicaría en Guillermo y se retiraría con Camilla a vivir la vida contemplativa en algún lugar perdido de Escocia, pero me equivoqué. Carlos ha asumido sus obligaciones como rey a los 73 años, y ha prometido mantener la corona en su cabeza mientras viva al igual que ha hecho su longeva progenitora, espero que la suerte le acompañe y así sea durante muchos años. Además se le está viendo en sus discursos con una sorprendente seguridad y rezumando poderío, vamos, que ha tenido tiempo de prepararse y se ve que lo ha hecho bastante bien. En cuanto a Camilla, por expreso deseo de su suegra llevará el título de Reina Consorte que en la práctica va a cambiar poco o nada su vida, pero es todo un detalle teniendo en cuenta que la Reina no otorgó nunca a su propio marido el título de Rey, ni siquiera consorte. Supongo que Camilla se lo merece, pero quizá la Reina también lo planeó imaginando cómo se iba a revolver Diana en la tumba al ver a “la otra” convertida en Reina junto a su Charles. Quién sabe. La venganza es un plato que se sirve frío, y esperar 25 años para fastidiar a tu nuera en el más allá, no tiene precio.


En fin, que los británicos están despidiendo a lo grande a su Reina, en un duelo oficial que durará diez días. Es una reina muy querida, no sólo por su discreción y sus más de 70 años de servicio, también porque los más viejos del lugar aún recuerdan cómo sus padres, el rey Jorge y la reina Isabel, se negaron a salir de Londres durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, compartiendo así la suerte de los londinenses; y recuerdan asimismo que la propia princesa Isabel se alistó voluntaria en el ejército y pasó la guerra conduciendo camiones que portaban material sanitario. Esas cosas un pueblo no las olvida, y por eso hemos visto a miles de británicos llorando y aplaudiendo al paso de la procesión fúnebre de su Reina. Por eso hemos visto a todo un pueblo diez días de luto y a medio mundo echando de menos a esta mujer inigualable. Esperemos que su hijo Carlos sepa estar a la altura, que Guillermo tenga un reinado feliz cuando llegue el momento, que George sepa casarse igual de bien que lo ha hecho su padre, y que Harry y Meghan dejen de hacer el tonto y se dediquen a vivir su vida tranquilos allá en las Américas, a ver si van a acabar teniendo un lamentable accidente.  Dios no lo quiera ni el MI6 tampoco. God save the Queen.





viernes, 9 de septiembre de 2022

De vuelta al colegio (Diario de guerra XIV)

 COLABORACIÓN DE LINA ZALITOK

(english below)


Ayer estuve, por primera vez después de 10 años, en la escuela donde estudié siete años de mi vida. Mi profesora, que ahora es una de mis amigas, me pidió que le ayudara editando el video del vals de la graduación de los alumnos de último curso. Nos encontramos en la escuela. No fue una visita nostálgica, pero tuve la oportunidad de atravesar los pasillos que aún me resultaban familiares. El edificio estaba igual. Muchos de los posters, fotografías y plantas de mi infancia aún estaban allí. Me gustó que los rusos no hubieran alcanzado mi escuela, y que mi pasado aún estuviera allí. Pero también me hizo sentir triste, porque la ausencia de cambios puede significar que no has progresado y que no consigues estar al día, si es que las escuelas necesitan progresar. Después de todo, todas esas fotos de árboles, peces, fórmulas químicas, el gran mosaico del rostro de Tara Shevchenko… aún significan algo para mí.


La ceremonia de graduación fue cancelada. Sólo se pudo hacer una ceremonia de despedida. Los niños en Ucrania van a clase con los mismos compañeros durante once años, así que la graduación es un evento memorable, en el que desfilan por la calle principal de la ciudad acompañados por una banda, llevan vestidos preciosos, y la gente se para a verles y darles la enhorabuena. Pero este año no. Tres parejas de baile habían ensayado un vals para ese día, pero cuando se canceló la graduación decidieron grabar un video del baile. Siempre me llama la atención que casi nadie sigue las clases de baile en la escuela, pero de repente días antes de la graduación a algunos alumnos les entran ganas de bailar el vals en la ceremonia. También estos alumnos habían aprendido a bailar expresamente para la graduación y estaban muy guapos en el video, incluso si el baile no era perfecto.


Mi profesora había hecho anteriormente algunos videos también de mi clase, y me dijo que había quedado impresionada cuando me vio bailar a los nueve años en un viejo video de nuestra graduación en la escuela elemental, que me había visto de otra manera. Fue un recuerdo inesperado, precisamente en un momento en el que pensaba que no había otras maneras de ver las cosas. Pensé que sólo me pasaba a mí hasta que hoy leí una entrevista con uno de los activistas de Kharkiv, donde decía que todos los ucranianos hemos perdido nuestra identidad, incluso la profesional. Ya no hay profesores, jefes de proyecto, activistas, soldados, médicos, etc. En lugar de eso, y aunque no todo el mundo esté de acuerdo, muchos periodistas y escritores se han convertido en soldados, mucha gente ha perdido su trabajo, mucha gente se ha alistado voluntaria… ante todo, somos Ucranianos.


Nunca me había sentido tan Ucraniana como después del 24 de febrero. Sentirse Ucraniana es sentir amor, sentirse fuerte y estar preparada para hacer cualquier cosa para que Ucrania gane esta guerra. Y aunque sea maravilloso, ahora puedo ver que ese sentimiento casi arruina el sentido de ser yo misma. Y el pensar que no estoy haciendo lo suficiente es como una espada de Damocles sobre mi cabeza, que me obliga a hacer todavía menos. Parece ser que muchos Ucranianos comparten esa experiencia, a la vista de lo que publican en redes sociales (no me gusta hacer referencia a las redes sociales, pero a veces reflejan el sentir de la gente, y muchos intelectuales Ucranianos comparten en redes sociales sus pensamientos y experiencias). Además, hay evidencia científica de que el peligro puede hacer que decaiga nuestra personalidad hacia una versión ya superada, o incluso hacernos retroceder a través de varias versiones de nosotros mismos, hasta la más básica. 


Este domingo, después de que por la mañana Rusia atacara un edificio residencial en Kiev, yo aún estaba allí y no había escuchado ni explosiones ni alarmas aéreas. Me había acostado tarde, así que dormía profundamente. Un amigo me envió un mensaje desde Berlín, preguntándome si estaba bien. Así que lo primero que hice al levantarme fue leer las noticias. Me enteré de lo que había pasado y decidí no abrir las redes sociales y no pensar más en ello. No me sentí bien en todo el día y lo bueno de no sentirse bien es que no hay casi nada que te pueda hacer sentir peor. Las noticias me afianzaron en mi decisión de acercarme a mi escuela de baile, a comprobar si todavía puedo bailar y si todavía me gusta. No tenía noticias de que la hubieran cerrado, así que me fui a la estación de metro. 


De camino pasé por mi antiguo apartamento en el primer piso, y vi desde la calle una maceta que antes no estaba en el alféizar. Así que alguien estaba viviendo allí. Por casualidad tenía una llave del piso en mi bolso, porque el propietario no me había devuelto la fianza y yo no le había devuelto la llave. Un amigo me envió una postal desde Omán a principios de enero a esa dirección y no había llegado. Me quedaban cinco minutos más antes de que empezara la clase, así que entré en el edificio para mirar el correo. Los buzones en ese edificio no tienen llaves y son muy pequeños, con frecuencia los carteros dejan la correspondencia en la parte de arriba de los buzones, sin distribuirla. Al contrario que en Alemania, donde recibes un montón de documentos importantes por correo, aquí sólo te llegan las facturas de la luz y el gas, así que nadie se preocupa mucho de los buzones. Busqué entre un montón de facturas de luz y no había ninguna postal. A otra amiga de Kiev le llegó su postal de Año Nuevo desde Omán en abril… quizá la mía no iba a llegar nunca. Pero esperaré dos meses más.


Es difícil describir lo que sentí al entrar en la clase de baile, y al bailar. Fue como regresar al pasado y recuperar algo a lo que ya había renunciado. Ver a la gente de mi clase me hizo imaginar que la guerra nunca empezó. Sentí otra vez el miedo a improvisar junto a bailarines más experimentados. Ese miedo me hizo sentir que existo y que es fantástico existir. No porque puedas morir en cualquier momento sino porque puede suceder algo maravilloso, y yo puedo influir en aquello que sucede. Mi cuerpo recordaba muchos de los pasos de baile, pero parecía bailar de una manera muy diferente. Me sentí rara bailando, pero también me sentí muy bien.


En las ceremonias de graduación, siempre oyes a la gente desearse unos a otros que les vaya bien. Aunque es bastante tópico y como concepto debería ser cuestionado, ahora desear a alguien que le vaya bien sonaría como una burla. En este momento no puedo imaginar un futuro, ni bueno ni malo. Ahora tenemos la obligación de luchar pase lo que pase: más misiles, ataques con armas nucleares, armas químicas… lo que sea. Tal y como suele decirse, salvar la vida de un solo ucraniano ya es una victoria para todos, es decir, sobrevivir y mantenernos cuerdos. Me tranquiliza que el baile sea compatible con la guerra.





(texto original)

Yesterday, I was for the first time after at least 10 years at my school, where I had spent seven years of my life. My teacher who is one of my friends now, asked me to help her with cutting the graduation waltz video for school-leavers. Our meeting place happened to be our school. It wasn’t a nostalgic visit, but I had an opportunity to walk through corridors which seemed still so familiar. Not much changed in the building. Many posters, pictures and plants from my childhood were still there. It felt good, because the Russians did not get to my school and because my past was still there. But it also felt sad, because absence of changes could also mean no progress and failing to stay up to date, that is if schools need progress. After all, all those pictures of trees, fish, chemical formulas, the big mosaic of Taras Shevchenko’s face, etc. are still relevant.

Usual celebration of school-leavers was cancelled. Only a solemn goodbye ceremony was allowed. Ukrainian children mostly learn with the same pupils almost eleven years, so graduation is an epoch event with promenade on the main street of the town in beautiful dresses to the music of an orchestra with passers-by stopping to greet and watch the procession. But not this year. Three girls and boys prepared waltz for the day, but after the celebration was cancelled, they decided to do a video of their dance. It always amazed me that almost nobody has ever visited dancing classes at school, but then suddenly shortly before the graduation some school-leavers would get a mysterious desire to dance waltz at the graduation ceremony. These kids also learnt to dance just for the graduation, and they looked so beautiful on the video, even in clumsy moments.

My teacher had once put together a souvenir video also for my class and now she told me that she had been impressed, when she discovered 9-years old me dance in an old video from our graduation from elementary school. She said that she had seen me “from different side”. That was an unexpected flashback, even more that at the moment I felt like having no sides. I thought that it was only my “problem”, but today I read an interview with one Kharkiv activist, where she said that all the Ukrainians lost their identity, at least a professional one. There are no professors, project managers, activists, soldiers, doctors etc. Indeed, even if such interpretation might not be supported by everyone, many journalists and writers are soldiers now, many people lost their jobs, many people volunteer… First of all, we are Ukrainians.

I have never felt so Ukrainian as after February 24. Feeling Ukrainian is feeling love, strength and readiness to do anything what approaches Ukrainian victory. As wonderful as it is, now I see that this feeling pretty ruined the sense of being myself. And the thought of “doing not enough” is hanging every day like a sword over my head and makes me do less. Apparently, many Ukrainians experience that, as I can judge from many social media posts on this topic. (I don’t like to refer to social media, but sometimes they do represent people’s current mood and many Ukrainian intellectuals share their thoughts and experiences on social media) Also, there is scientific evidence that danger can “downgrade” our personality to the previous version or even roll us back through several previous versions to a very basic one.

This Sunday, after Russia attacked a residential building in Kyiv in the morning, I was still in Kyiv and heard neither explosions nor air alarm. I went to bed late, so my sleep was deep. My friend from Berlin sent me a message, if I was Ok. So after waking up, first thing I did, was reading the news. I got to know what happened and decided not to open social media anymore and not to think about it. I didn’t feel well on that day and the good thing about not feeling well is that almost nothing can make you feel worse. The news reinforced in defiance my unsure decision to go to my lindy hop school in order to check if I still liked pair dancing and if I could dance. There was no message that it was cancelled, so I went to the metro station.

On my way I passed my former flat in the first floor and saw from the street a foreign plant on the windowsill. I couldn't help but sighing sadly. So somebody lived there. Strangely, I had a key from the flat in my bag, because the owner has not paid back my bail yet and I did not give him my key back. My friend sent me a post card from Oman in early January to this address and it never arrived. I had 5 minutes more before the beginning of the class, so I entered the building to check the post. As post boxes in this house do not have keys and are too small, postmen often left post just on the top of all the postboxes without sorting them. Unlike in Germany, where you receive a lot of important documents per post, here you get only electricity and gas bills, so nobody cares much about post boxes. I looked through a bunch of electricity bills. There was no post card among them. The other friend from Kyiv got her New Year’s post card from Oman in April… Maybe mine will never arrive. But I will wait two months more.

It is difficult to describe my feelings when entering the dance studio and when dancing. It was like moving back into the past and getting something back you had already said good-bye to. Seeing some people from my classes gave an illusion that war had never started. I felt the already forgotten fear of improvisation with more experienced dance partners. This fear made me feel that I existed and that it was exciting to exist. Exciting not because you can die any moment, but exciting, because any moment something wonderful can happen and I could influence what would happen. My body remembered many dance moves, but seemed to dance much differently than before. Dancing felt weird, but nice.

At graduation ceremonies you always hear wishes of bright future. Although it is quite a platitude and as a concept needs to be questioned, wishing bright future now would sound like mocking. At the moment, I cannot see neither bright nor dark future. We just have to fight no matter what happens: more missiles, nuclear weapons attacks, chemical weapons…whatever. As they say, the minimal victory for everybody would be to save at least one Ukrainian, i.e., to survive and stay sane. That reassures me that dancing is compatible with war.

jueves, 28 de julio de 2022

Ensamblando de nuevo el puzzle de la vida (Diario de guerra XII)

COLABORACIÓN DE LINA ZALITOK

(english below)


Es casi seguro que toda la gente que tiene de alguna manera relación con Ucrania, ya se ha dado cuenta de que ni la vida ni el mundo volverán a ser como antes. Así que estamos intentando construir una especie de “normalidad”, ya que los cambios van para muy largo. O más bien habrá cambios habitualmente, así que tenemos que adaptarnos. Tenemos que aceptar la realidad de la guerra, y el hecho de que tiene que haber vida normal y pacífica fuera del campo de batalla. El ejército ucraniano está luchando para que tengamos la posibilidad de vivir en paz, así que está bien y es deseable que disfrutemos de la paz, al menos de cuando en cuando. Muchos soldados opinan igual, incluyendo un conocido mío, fotógrafo de mi grupo de baile, que lo escribió en un chat unas semanas antes de su muerte.

Dicen que es mucho más difícil adaptarse al regreso de la paz que a la guerra. Pasar de la guerra a la paz significa pasar de lo básico a la abundancia, lo que puede resultar abrumador sobre todo al principio. De hecho la guerra reduce la vida a lo básico: o bien el instinto primario de la simple supervivencia, consistente en realizar acciones físicas sin casi emoción ni intelecto; o bien el principio creativo de la propia vida respondiendo a las cuestiones básicas acerca de qué y quién es importante para ti mismo. De todas formas, no hay una linea de división clara entre estos dos puntos. Posiblemente prevalezca el instinto primario cuando estás cerca del campo de batalla. Y al mismo tiempo, estar cerca del campo de batalla puede ser la consecuencia de experimentar tu fuerza creativa: “mi país y mi gente son importantes para mí, así que no puedo evitar dejar todo atrás  e ir a defenderlos”. También funciona al revés, si no encuentras tu misión en la vida o no tienes el coraje de ponerte frente a frente contigo mismo, ir a la guerra puede dar un sentido a tu vida: estás defendiendo a tu país. Hace unos años leí en algún sitio algo acerca de hombres que iban a la guerra por despecho o por haber perdido la esperanza de algún amor, esperando morir lo más rápido posible o al menos no pensar en su dolor.
Es un hecho curioso que estar cerca del peligro proporcione alivio: lo ves todo con tus propios ojos y lo escuchas todo con tus propios oídos, así que estás recibiendo suficiente información para no imaginar un apocalipsis cuando realmente no lo hay. Es lo que experimenté al visitar Zaporiyia (a unos 30 km del frente en esos días, si no recuerdo mal) a principios de mayo, o la vacía Kiev en marzo. Cuanto más me acercaba al frente, más aliviada me sentía. No experimentaba la sensación de estar en la guerra o en peligro. Me sorprendieron las pacíficas y soleadas calles de Zaporiyia. Kiev en marzo estaba inquietamente vacía y en alerta máxima, pero tranquila, excepto por las sirenas y el sonido de dos explosiones lejanas cuando cogí el autobús. Quizá el sentimiento de alivio se explique por el paso de la paz a la guerra, es decir, de la abundancia a lo básico, cuando se vuelve necesario concentrarse y ver las cosas con claridad.

Ahora estoy en la “pacífica” Kiev intentando volver a ensamblar el puzzle de mi vida. Antes de la guerra estaba bien ensamblado, no era lo ideal pero iba progresando. Ahora todo parece fuera de su lugar, como si alguien hubiera venido el 24 de febrero y hubiera volcado la mesa con mi puzzle. Hay algunas piezas que aún no he podido encontrar, que se han perdido. Por ejemplo leer, bailar, algunos amigos, viajar o para ser justos, cosas que tampoco conseguía encontrar antes de la guerra. Puedo restablecer algunas de esas cosas, pero tengo que vencer una extraña resistencia dentro de mí para hacerlo. Además necesitaría apiñar otros elementos importantes de mi vida diaria, que se han ido haciendo pequeños y parece que ya no los necesito para nada. Volveré a tener una vida variada más pronto o más tarde, como ya han hecho algunos de mis amigos. Pero hasta ahora he estado observando grandes zonas vacías que se resisten a ser llenadas.

Al mismo tiempo, muchas piezas de otros extraños puzzles se están amontonando en las esquinas del mío. La adrenalina ya no funciona más, así que es tiempo para que salgan a flote las emociones y los pensamientos (no, todavía no). Pequeñas y grandes bestias de moldes de pensamiento regresan como en la vida rutinaria y pacífica (sólo si eres capaz de verlos, en la vida en paz son más invisibles). También se les unen los pensamientos “globales” acerca del futuro de tu propio país, Europa, el mundo, la naturaleza humana, la vida y la muerte de mucha gente, pensamientos, decisiones y emociones de personas conocidas y desconocidas. Esas bestias parecen haber engordado gracias al alimento de la guerra. Es todo un reto sentirse vivo y desenvolverse cuando sabes que algunos quieren acabar con tu cultura, tu gente y tu país. Y al mismo tiempo está el poder del “a pesar de”. Creo que los ucranianos que están viviendo la guerra, están más “vivos” que algunos extranjeros que viven en países pacíficos, atrapados por la vida cotidiana que no les obliga ni motiva a responderse una pregunta tras otra. Otra cosa es que preferiría responder a esas preguntas leyendo libros de Historia, y no mirando a través de mi ventana o escuchando a mis amigos.



(Texto original)
Probably most of the people in any way connected to Ukraine realised that life and the world will never be the same any more. So we try to build up some “normality”, as these changes are there for a long time. Or rather, there will regularly be changes, so we have to adapt to them. We have to accept the war reality and the fact that there has to be peaceful life outside the regions of war actions. Ukrainian army is fighting for our possibility to live in peace, so it is Ok and even desired that we enjoy peace, at least from time to time. Many soldiers write and say that, including my acquaintance, a photographer from my dance community, who wrote it in a group chat several weeks before his death.
They say that it is much more difficult to adapt (back) to peace than to war. Moving from war to peace means moving from the core to exuberance which might feel overwhelming, at least at the beginning. Indeed, war reduces the life to its core: either instinct core of simple survival consisting of physical actions with minimal (almost tabooed) emotions and minimal intellectual ponderings or the creative core of one’s individual life answering the principal questions about what and who is important to unique yourself. However, there is no clear watershed between these two cores. Probably the instinct core prevails when being in the region of war actions. At the same time, being situated in the region of war actions might be the consequence of experiencing your creative core: “my country and my people are important to me, so I cannot help leaving everything behind and defending them.” It also works vice versa: If you cannot find your mission in life or if you don’t have the courage to face yourself, going to the region of war might give your life a meaning: you are defending your country. Some years ago I also read somewhere about men who went to war because of despair or unrequited love hoping to die more quickly or to get distracted from pain.
Interestingly, being closer to danger gives some kind of relief: you see everything with your eyes and hear with your ears, so your imagination receives enough information not to draw pictures of apocalypse if there is no apocalypse. I had such experience when I visited Zaporizzhya (some 30 km from the frontline back then, if I remember correctly) in the beginning of May or empty Kyiv in March. The closer to the frontline I came, the more relieved I felt. However, I did not experience any war actions or danger there. Zaporizzhya surprised me with its peaceful sunny streets. Kyiv in March was eerily empty and in full alert, but quiet, except for sirens and the sound of two faraway explosions when I took off the bus. Maybe the feeling of relief is also explained by the transfer from peace to war, i.e. from exuberance to core, where focus and clarity are needed.
Now I am in “peaceful” Kyiv trying to reassemble the puzzle of my life. Before this war, it was pretty assembled, not ideal, but I had a feeling of progress. Now everything seems to be out of balance, as if somebody came on February, 24 and turned over the table with my puzzle. I still cannot find some elements, they are missing. For example, reading, dancing or some friends or travelling or to be fair, something I did not manage to find before the war. I can restore some of these elements, but I have to overcome a mysterious reluctance inside me to do that. Also, I would need to squeeze those earlier important elements into my daily life which shrunk and does not seem to have place even for some basic things any more. I will restore life diversity sooner or later, like some of my friends already did. But so far I have been looking at several big empty fields resisting to be filled.
At the same time, a lot of elements of other, alien puzzles are crowding in several corners of my puzzle. Adrenaline is not working any more, so now there is time for all the emotions and thoughts (No, it is not). Small and big beasts of thought patterns come back like in routine peaceful life (only if you see them, in peaceful life they are more invisible). Also, they are joined by the “global” thoughts about the future of your country, Europe, the world, the human nature, life and death of many unknown and known people, thoughts, decisions and emotions of many unknown and known people. Those beasts seem to have got fatter thanks to the food of war. It is quite a challenge to feel alive and unfold if you know that your culture, people and country are wanted dead. At the same time, there is the powerful “in spite of”. I think, Ukrainians who experienced war, are more “alive” than some foreigners living in a peaceful country captivated by everyday life, which does not force or motivate them to ask questions and question. The other thing is that I would prefer to ask those questions while reading history textbooks and not while looking outside my window or listening to friends.

sábado, 9 de julio de 2022

Ocho apellidos escandinavos


 

El chico de la foto es Omar El Hussein, el DANÉS de 22 años, nacido en DINAMARCA, a quien la Policía ha identificado como el autor del atentado que costó la vida el otro día a tres personas en un centro comercial en Copenhague.


Omar, de nacionalidad DANESA y pasaporte DANÉS, como no podía ser de otra manera padece trastornos mentales, y eligió según la prensa a sus víctimas de forma totalmente aleatoria. No tiene nada que ver que en el centro cultural donde le dio por tirotear  a sus compatriotas se celebrara un debate con la participación de Lars Vilks, un artista muy crítico con la religión de la paz y que ha sido declarado blasfemo por los líderes de dicho culto. Omar sólo pasaba por allí, se le fue la pinza y ya está.


Las autoridades danesas no tardaron en descartar el móvil terrorista y comunicarlo así a la prensa. Lo importante es que todo el mundo tenga claro que la religión de los nuevos DANESES es una religión pacífica cuyos acólitos jamás cometerían un acto violento, lo del pobre Omar ha sido un caso aislado debido, claro está, a sus problemas mentales. Todos tranquilos, Omar es un ciudadano zumbado pero DANÉS de pura cepa, no hay nada de que preocuparse. Le avalan sus ocho apellidos escandinavos.


😡😡😡

lunes, 9 de mayo de 2022

Dedicado a Cinghiale (Diario de guerra VIII)

 COLABORACIÓN DE LINA ZALITOK

(german below, deutsch unten)


28/03/22


Hoy es el cumpleaños del mejor amigo de Stork y Pandino. Cinghiale, o Jabalí, ahora reside en Italia. El 17 de marzo Linochka les dio un susto a los dos y se lo dio a ella misma. Su madre le preguntó cuándo era el cumpleaños de Cinghiale, y de repente se quedó en blanco. Cinghiale había nacido el 10 de marzo y el 10 de marzo había pasado hacía unos cuantos días. Ella siempre pensaba en el cumpleaños de Cinghiale con meses de antelación para prepararle un regalo especial y siempre lo tenía en cuenta. Por eso no había configurado una notificación en el calendario de su teléfono. Cinghiale tampoco dijo nada en sus redes sociales. Por su parte, Pandino y Stork siempre andan despistados con las fechas, solo conocen las fechas de los hechos históricos más importantes, pero no saben cuándo son sus cumpleaños y mucho menos el de Cinghiale.


¿Y ahora qué? ¿cuántos días han pasado desde el cumpleaños de Cinghiale? El 17 de marzo, Linochka no estaba para cálculos. Debido a la  guerra, deshabilitó temporalmente algunas de sus capacidades para centrarse en sobrevivir. "2 más 8" rondaba por su cabeza. Esa suma da 10. Ese era su mnemónico para el cumpleaños de Cinghiale, que no era tan fácil de recordar incluso antes de que la guerra se intensificara, al menos para ella. ¡Y ahora le echaba de menos! En lugar de desearle un feliz cumpleaños, había tenido amargas discusiones con él sobre política internacional y cultura en tiempos de guerra, y eso casi terminó con su amistad.


¿Puede un jabalí realmente entender algo sobre política o cultura internacional? Quién sabe. En cualquier caso, Cinghiale ha apoyado a Pandino, Stork y Linochka en innumerables ocasiones, y siempre ha mostrado respeto por Ucrania. Así que merecía ser felicitado por su cumpleaños. Al menos una vez más, antes de que se le ocurriera otra tontería capaz de distorsionar su imagen de la realidad.


Cinghiale respondió “aceptó las disculpas”, y preguntó cual es su signo zodiacal. Linochka no sabía mucho de los signos del zodiaco. Por suerte era uno de los temas favoritos de Pandino: 


"Aries" - escribió éste de inmediato en el chat de WhatsApp con Cinghiale


“¿Cuándo comienza el período de Aries?” - preguntó de nuevo Cinghiale


Ahí Pandino no pudo ayudar. Los números no eran su fuerte. Por suerte existen Google e Internet. 


"El 21 de marzo” - respondió rápidamente Linochka, y se quedó pensando.


Ciertamente aún no había llegado el 21 de marzo, ¿qué había pasado entonces? ¿acaso "2 más 8" significaba el 28 de marzo? ¡Eso sería tan hermoso! Entonces el cumpleaños de Cinghiale aún no habría llegado. ¡Exacto! 2 más 8 son 10. 10 era solo un mnemotécnico y no el 10 de marzo. Todos dieron un suspiro de alivio y sonrieron contentos. ¡Así que ahora, por supuesto, hay que añadirlo enseguida al calendario del teléfono móvil! Quién sabe qué más harán los bárbaros en Ucrania. Quizás Stork, Pandino y Linotschka también lleguen a olvidar sus propios nombres.


Aún había tiempo para preguntarle a Cinghiale qué regalo quería recibir por su cumpleaños. En vez de seguir pensando en la guerra, se le podría regalar un poco de amor. Cinghiale había dicho que quería un cuento. Pandino y Stork acordaron escribirlo. Poco antes del 28 de marzo, hacía un sábado soleado y todos trabajaban en el jardín de la casa de campo de los padres de Linochka. Para que fuera un cuento real, todos escribieron lo que hicieron y pensaron ese día. Mucho pedir sólo para un cuento. Pero el regalo llega de todos modos con retraso. Así que esto es lo que salió del esfuerzo común:


“Un día nos despertaremos en una tierra donde podremos mirar al cielo como distracción. No para detectar a tiempo los cohetes. No, no para evitar que nos maten: dicen que cuando eres el objetivo de un cohete, ni lo escuchas ni lo ves. Mirar al cielo para ver los cohetes con nuestros propios ojos, como hizo el padre de Linochka hace unas semanas. Un día no tendremos miedo de confundir pájaros en el cielo con aviones enemigos a punto de lanzarnos bombas. [Gordos gansos salvajes acaban de pasar volando sobre nuestras cabezas. ¡Ajá! Cuando los pájaros grandes vuelan bajo, es obvio que son pájaros. ¡Desde luego!]


"¡Qué bueno que la OTAN no cerró el espacio aéreo de Ucrania después de todo! ¡Quién sabe si a estos gansos salvajes todavía se les permitiría transitar por Ucrania!”- exclamó Pandino con entusiasmo


“Cinghiale te influye mucho. Te aplaudiría por esa "declaración" ¿acaso sabes lo que es la OTAN en realidad?” - preguntó Stork con desconfianza


"Mmm... no estoy seguro. Una alianza de otros países con muchos buenos aviones, en la que Ucrania no está” - respondió Pandino, dubitativo


Estábamos trabajando en el jardín y escuchábamos los sonidos del ambiente. De repente sonaron las alarmas aéreas. Seguimos trabajando. Sería un incordio tener que parar en ese momento, llevábamos sólo unos 30 minutos. Como hacía mucho viento, era difícil distinguir si era el sonido de los cohetes o de árboles en movimiento. Sobre todo porque no conocíamos el sonido de los cohetes. Sólo por precaución, decidimos cambiar nuestros chalecos rojos por unos verdes. Quién sabe, tal vez un soldado ruso en el avión se irritaría por un chaleco rojo y espontáneamente nos arrojaría una bomba, enfadado al ver que obviamente continuamos con nuestras rutinas aquí.


Ryshyk, el gato, caminaba de un lado a otro en el jardín con los ojos muy abiertos. No, no por la alarma antiaérea, es que siempre está muy alerta cuando está afuera. Probablemente no sabe que hay guerra en el país. Pero tampoco sabemos lo que hay en su cabeza. Creo que no se entera de nada. ¡Bendita ignorancia!


Limpiamos de malas hierbas los macizos de flores. Fue fácil. El invierno había debilitado incluso a las plantas más duras y grandes, secándolas o pudriéndolas. Los viejos tallos de rosas con espinas podían romperse fácilmente con un ligero movimiento del pie. Parecía que iban a pincharnos las manos, pero aún eran frágiles. Los tallos espinosos estaban tan secos que seguramente arderían de maravilla. Lamentablemente, estaba prohibido en todo el país hacer fogatas por el riesgo de incendio. Solo se te permitía quemar vehículos blindados y otros vehículos rusos, pero no hierbas.


Debajo de la hierba vieja descubrimos brotes verdes de narcisos. Son tan lindos, son como niños. Éste es probablemente el aspecto que tendrá toda Ucrania después de la victoria: nuevas generaciones y edificios surgirán de la tierra a través de las ruinas. En el lugar de las ciudades destruidas, se edificarán nuevas ciudades hermosas y las heridas de todos sanarán.


[“Pandino, ¿quizás deberíamos borrar este párrafo? Suena un poco a propaganda, y al fin y al cabo esto es un cuento” - remarcó Stork a modo de crítica


"No, por favor no. No quiero hablar metafóricamente para evitar malentendidos. Estoy convencido de que será de esta manera, así que no es propaganda”] 


Solamente lloraremos de alegría y orgullo. 


["Pandino, eso es demasiado optimista, seguramente lloraremos porque mucha gente buena está muriendo” 


"No, quiero ser optimista, ¡no me corrijas, por favor!”]


"¡Ya estoy llorando de orgullo! ¿puedo? ¿o es muy temprano?” - preguntó Pandino, arrancando con sus patas un manojo de malezas del suelo


"Bueno, el orgullo te fortalece. Pero llorar te distrae del trabajo. Se supone que debemos limpiar el jardín de malas hierbas lo antes posible” -respondió Stork, severo


"En efecto. Ya tengo demasiado frío. Cuanto más rápido, mejor. Por suerte no tenemos que limpiar nuestro jardín de restos de hierro. ¿Has visto cuánta chatarra hay en algunos campos? ¡Pobres campesinos! Tienen que quitarlo primero para poder sembrar. La primavera no espera”


"¡Sí, menuda lata! Siempre hay mucho que hacer en primavera. Pero cuando vinimos aquí desde Kiev, vi varios tractores arando la tierra. ¿Cómo se dice cuando se prepara la tierra para la semilla? Qué rabia no venir de una familia campesina. Por suerte, la chatarra no está en todas partes”


“¿Por suerte, dices? cuanta más chatarra, menos tanques”


Трактор в пол дир-дир-дир

Хто за що, а ми за мир!” - dijo Pandino alegremente


"¿Che dici? non capisco” (¿qué dices? no entiendo) - Stork preguntó sorprendido


"Escuché eso del padre de Linotschka. Aprendió este poema cuando estuvo en la escuela soviética:


El tractor zumba, zumba,

nosotros defendemos la paz, ¿y tú? 


O algo así. Suena raro ahora, ¿no?”


"Inquietante, diría yo”


“Estaría bien que viniera a ayudarnos Cinghiale" - dijo Pandino con aire soñador


"Cinghiale no puede. Ahora mismo está leyendo a Foucault y a Dostoyevsky.”- Stork sonrió sarcásticamente


"¡Oh, pobre Dostoyevsky! has mencionado su nombre tantas veces, para bien y para mal. ¡Déjalo en paz, por favor!”


“¿Qué dices? se trata de la gran cultura rusa. Ahora mismo es un tema de actualidad" - Stork levantó su ala en el aire


“Sí, Cinghiale ahora está proclamando a los cuatro vientos su amor por la gran cultura rusa. Pero por solidaridad, no es el momento de admirar la cultura rusa. En Italia, sin embargo, la cultura ucraniana apenas se conoce. Los ucranianos no la han defendido lo suficiente. Ellos mismos tienen la culpa. Ahora deberían darla a conocer muy rápido, siempre y cuando todavía haya interés en la cultura ucraniana.


Sin embargo, Cinghiale siempre ha tenido opiniones políticas extrañas. En parte, esta vez tiene razón, Dostoyevsky es un gran escritor. Me gustan sus libros. Y tú últimamente lo mencionas de malas maneras. Basta ya. Mejor dirige tu enfado a las malas hierbas”


"Cinghiale dice que debemos comportarnos como humanos. Somos sólo animales. ¿Puede un jabalí ser humano?” 


“Tal vez si lee a Dostoyevsky...” - Stork se rió con enfado


"¿Qué significa 'humano'? ¿fabricar bombas y cohetes y arrojárselos unos a otros? No, gracias. Prefiero ser un animal. Algunos de nosotros matamos, pero sólo para sobrevivir. Los humanos simplemente matan ¿por diversión? ¿estupidez? ¿locura? pues vaya…"


"Es demasiado complicado, siempre ha habido guerras”


“Por desgracia, no les prestamos suficiente atención. Pero ahora tenemos que deshacernos de estas hierbas. No está creciendo nada aquí, los brotes se asfixian bajo los restos de las malas hierbas”


"Voy a tomar un breve descanso artístico y hacer algunas fotos de estas ramas espinosas. Me recuerdan a algo importante…"


"¡Claro! ¡A la imagen del artista Gleb Grzhybovski "La raíz del mal", que nuestro amigo publicó recientemente en Facebook!”


“¡Eso es! ¿cómo iba a saberlo? ¡no me dejas entrar en Facebook! Pero esas espinas podrían significar algo. Estoy seguro de que a Cinghiale le gustarán mis fotos. Después de todo, le gusta el arte.” - Pandino tomó con cuidado unos tallos de rosas llenos de espinas con sus patas y los llevó a la mesa de trabajo en el patio, que estaba cubierta por la luz del sol


“Pandino, tenemos que seguir. ¡Por favor, vuelve al trabajo!" - le gritó Stork con impaciencia


“Sí, sí. Pero la cultura también debe mantenerse en tiempos de guerra. Así lo dijo Cinghiale. Y creo que tiene razón. Al menos la cultura me da fuerza. Cuanta más fuerza tengo, más malas hierbas desaparecen aquí".


Saludos cordiales,

Lina


Se adjuntan, por supuesto, las fotos que tomó Pandino










***Dem Wildschwein gewidmet***

28.03.22

Heute hat der beste Freund von Storch und Pandino Geburtstag. Cinghiale oder Wildschwein wohnt jetzt in Italien. Am 17. März oder so hat Linotschka die beiden und sich selbst heftig erschrocken. Als ihre Mutter fragte, wann Cinghiale Geburtstag hat, hielten alle Gedenken in ihrem Kopf plötzlich inne. Er wäre am 10. März geboren und der 10. März sollte wahrscheinlich längst vorbei gewesen sein. An Cinghiales Geburtstag hatte sie immer Monate im Voraus gedacht, um ihm ein besonderes Geschenk vorzubereiten, und wartete immer mit Vorfreude auf diesen Tag. Sie hatte also in ihrem Handy-Kalender keine Benachrichtigung dafür eingerichtet. Cinghiale benutzte zudem keine Sozialen Medien. Pandino und Storch ihrerseits haben sich nie in Daten orientiert, sie kannten nur die Daten der wichtigsten historischen Ereignisse, aber wussten nicht, wann sie selbst Geburtstag hatten, ganz zu schweigen von Cinghiale.


Und jetzt? Wie viel Tage sind schon nach Cinghiales Geburtstag vergangen? Am 17. März konnte Linotschka noch kaum rechnen. Der Krieg hatte wahrscheinlich einige Fähigkeiten temporär außer Betrieb gesetzt, um Energie fürs Überleben zu sparen. In ihrem Kopf schwebte „2 plus 8“. Das machte 10. Das war ihre Eselsbrücke für Cinghiales Geburtstag, der auch vor der Kriegseskalation nicht so einfach zu merken war, zumindest für sie. Also schon verpasst! Statt ihm zum Geburtstag zu gratulieren, hatte sie mit ihm verbitterte Diskussionen über Internationale Politik und Kultur in Kriegszeiten geführt und dann noch beinahe ihre Freundschaft gekündigt. 

Kann der Wildschwein eigentlich etwas von der Internationalen Politik oder Kultur verstehen? Wer weiß. Auf jeden Fall hat er Pandino, Storch und Linotschka unzählige Male unterstützt und immer Respekt gegenüber der Ukraine gezeigt. Also er hat es verdient, zum Geburtstag gratuliert zu werden. Zumindest noch ein Mal, bevor er einen weiteren Blödsinn sagt, der ihr Realitätsbild zerkratzt oder gar als Illusion darstellt.

Cinghiale reagierte auf die Entschuldigung ganz locker und fragte nur, welches Sternzeichen er war. Linotschka verstand sich schlecht in Sternzeichen. Zum Glück war es eines der Lieblingsthemen Pandinos: „Aries“ – schrieb er sofort in den WhatsApp Chat mit Cinghiale.

„Wann beginnt der Zeitraum von Aries?“ - schickte Cinghiale eine weitere Frage.

Da konnte auch Pandino nicht helfen. Zahlen waren nicht seine Stärke. Zum Glück gab es Google und Internet. „Am 21. März“ – schrieb Linotschka ganz schnell und wurde nachdenklich.

Es war sicher noch nicht 21. März. Was kann es bedeuten? Stand vielleicht „2 plus 8“ für 28. März in ihrem Kopf? Das wäre so wunderschön! Dann wäre Cinghiales Geburtstag noch nicht vorbei gewesen. Stimmt! 2 plus 8 macht 10. 10 war nur eine Eselsbrücke und nicht 10. März. Alle atmeten erleichtert aus und lächelten vor Freude. Also jetzt natürlich schnell in den Handy-Kalender eintragen! Wer weiß, was Barbaren in der Ukraine noch anstellen würden. Vielleicht würden Storch, Pandino und Linotschka auch ihre eigenen Namen vergessen.

Es gab also auch noch Zeit, Cinghiale zu fragen, welches Geschenk er zum Geburtstag kriegen wollte. Man sollte doch nicht ständig an den Krieg denken und durfte sich ein Stück Liebe gönnen. Cinghiale hatte eine Erzählung bestellt. Pandino und Storch erklärten sich bereit, mitzuschreiben. Kurz vor dem 28. März war es ein sonniger Samstag und alle arbeiteten im Garten auf der Datscha von Linotschkas Eltern. Um nichts Unrealistisches zu erfinden, haben alle aufgeschrieben, was sie an dem Tag gemacht und gedacht haben. Ob es eine Erzählung ist, ist eine große Frage. Aber das Geschenk kommt schon sowieso mit der großen Verspätung. Also hier ist, was aus dem gemeinsamen Schaffen entstanden ist:


Eines Tages erwachen wir in einem Land, wo wir in den Himmel schauen können, um uns von unseren Sorgen abzulenken. Nicht um fliegende Raketen rechtzeitig bemerken zu können. Nein, nicht um uns vor dem Tod aus dem Himmel zu retten: Mehrere Menschen sagen, dass wenn einem eine Rakete bestimmt ist, hört und sieht er sie nicht. Sondern um die Raketen mit eigenen Augen zu sehen, wie Linotschkas Vater vor ein paar Wochen. Eines Tages werden wir uns nicht fürchten, dass wir Vögel im Himmel mit feindlichen Flugzeugen verwechseln, die auf uns gleich Bomben werfen. [Eben sind dicke Wildgänse über unseren Köpfen vorbeigeflogen. Aha! Wenn große Vögel niedrig fliegen, ist es eindeutig, dass das Vögel sind. Immerhin!]

„Wie schön, dass NATO den Himmel über der Ukraine doch nicht geschlossen hat! Wer weiß, ob diesen Wildgänsen der Transit über die Ukraine noch erlaubt wäre?“ - rief Pandino begeistert.

„Wildschwein beeinflusst dich schon sehr. Er würde dir für dieses “Statement” applodieren. Weißt du, was eigentlich NATO ist?“ - fragte Storch verdächtig.

„Mmm… ich bin nicht sicher. Irgendwelche Bündnis anderer Länder mit vielen guten Flugzeugen, wo die Ukraine nicht drin ist.“ - antwortete Pandino unsicher.


Wir arbeiteten im Garten und hörten auf den Himmel. Plötzlich lautete der Luftalarm. Wir arbeiteten weiter. Es wäre jetzt nervig abzubrechen, wir hatten doch erst vor etwa 30 Minuten angefangen. Da es sehr windig war, war es schwer zu verstehen, ob es Geräusche von fliegenden Raketen oder von sich bewegenden Luftmassen und Bäumen waren. Zumal wir nicht wussten, wie fliegende Raketen klangen. Vorsichtshalber beschlossen wir nur, unsere roten Westen gegen grüne zu tauschen. Wer weiß, vielleicht würde ein russischer Soldat im Flugzeug von einer roten Weste irritiert werden und auf uns aus Ärger, dass wir hier unsere Tätigkeit so offensichtlich fortsetzen, spontan eine Bombe werfen.

Kater Ryshyk spazierte mit großen Augen im Garten hin und her. Nein, nicht wegen des Luftalarms, er ist immer draußen doppelt aufmerksam. Er wusste wahrscheinlich nicht, dass der Krieg im Land war. Wir wissen aber auch nicht, was in seinem Kopf ist. Er scheint keine Ahnung von nichts zu haben. Der glückliche Ignorante!

Wir befreiten Blumenbetten von der alten Unkraut. Es war einfach. Der Winter hat selbst die härtsten und größten Pflanzen geschwächt, ihre einst mit Naturkraft erfüllten Körper austrocknen oder verfaulen lassen. Die alten Rosenstielen mit Dornen konnte man einfach mit einer leichten Fußbewegung brechen. Sie sahen nur sehr gefährlich aus, waren dennoch zerbrechlich. Die dornigen Stiele waren so vertrocknet, dass sie bestimmt herrlich brennen würden. Es war leider wegen Brandgefahr im ganzen Land verboten, Feuer zu machen. Man durfte nur Panzerwagen und andere Fahrzeuge der Barbaren in Brand setzen, aber kein Gras.

Unter dem alten Gras entdecken wir hartnäckige grüne Sprossen der Narzissen. Sie sehen so niedlich aus, wie Kinder. So wird wahrscheinlich die ganze Ukraine nach dem Sieg aussehen: Aus der Erde durch Ruinen würden neue Generationen und Gebäude wachsen. An der Stelle der zerstörten Städte werden neue schöne Städte gebaut und die Wunden aller Verwundeten werden sich heilen. [“Pandino, sollen wir diesen Absatz vielleicht streichen? Er riecht etwas nach Propaganda, man schreibt in den Erzählungen nicht so.” - bemerkte Storch kritisch. „Nein, bitte nicht. Ich möchte es nicht in Metaphern verstecken, damit keine Missverständnisse entstehen. Ich bin überzeugt davon, also es ist keine Propaganda“] Wir werden nur vor Freude und Stolz weinen. [„Pandino, es ist doch zu optimistisch, wir werden sicher auch deswegen weinen, dass viele gute Menschen sterben.“ „Ne, ich will jetzt nur optimistisch sein, korrigiere es nicht bitte!“]

„Ich weine aber schon jetzt vor Stolz! Darf ich? Oder ist es zu früh?“ - fragte Pandino und zog ein Bündel Unkraut aus der Erde mit seinen Pfoten.

„Na ja, der Stolz gibt dir Stärke. Aber das Weinen lenkt dich von der Arbeit ab. Wir sollen doch den Garten so schnell wie möglich von Unkraut befreien.“ - antwortete Storch streng.

„Tatsächlich. Mir ist schon zu kalt. Je schneller desto besser. Zum Glück brauchen wir unseren Garten nicht von Eisenresten zu putzen. Hast du gesehen, wie viel Schrott auf einigen Feldern liegt! Arme Bauern! Sie müssen den erst mal wegbringen, um sähen zu können. Der Frühling wartet doch nicht.“


„Stimmt, echt nervig! Im Frühjahr gibt es ohnehin viel zu tun. Aber als wir von Kyjiw hierher gefahren sind, habe ich schon manche Traktoren gesehen, die fleißig die Erde geackert haben. Oder wie heißt dieses Verb, wenn man die Erde fürs Samen vorbereitet? Stamme nicht aus einer Bauernfamilie. Zum Glück liegt der Schrott nicht überall.“

„Ob zum Glück? Je mehr Schrott, desto weniger Panzerwagen.

Трактор в полі дир-дир-дир

Хто за що, а ми за мир!“ - sagte Pandino fröhlich.

„Che dici? Non capisco.“ fragte Storch verwundert.

„Das habe ich von Linotschkas Vater gehört. Er hat dieses Gedicht in seiner sowjetischen Schule gelernt: 

Traktor macht brumm, brumm, 

Wir stehen für Frieden, und du? Oder irgendwie so. Klingt jetzt komisch oder?“

„Verstörend, würde ich sagen“

„Es wäre schön, wenn der Wildschwein zu uns kommen und helfen würde.“ - sagte Pandino verträumt.

„Wildschwein kann nicht. Er liest gerade Foucault und Dostojewski.“- lächelte Storch sarkastisch.

„Ach, armer Dostojewski! Du hast schon seinen Namen so viele Male passend und unpassend erwähnt. Lass ihn doch in Ruhe bitte!“

„Wieso? Es geht doch um die große russische Kultur. Wichtiges Thema gerade“ – er hob seinen Flügel in die Luft.“

„Ja, Wildschwein übertreibt jetzt mit seiner Liebe zur großen russischen Kultur. Es ist gerade unsolidarisch oder zumindest nicht an der Zeit, die russische Kultur zu bewundern. In Italien kennt man aber die ukrainische Kultur so gut wie gar nicht. Da waren die Ukrainer nicht aufdringlich genug. Selber schuld. Jetzt sollten sie ganz schnell Aufklärungsarbeit machen, solange es noch Konjunktur für ukrainische Kultur gibt. 

Wildschwein hatte aber schon immer komische politische Ansichten. Er hat diesmal teilweise recht, Dostojewski ist tatsächlich ein toller Schriftsteller. Ich mag seine Bücher. Und du bist letztens nur sauer, wenn du ihn erwähnst. Lass es bitte. Richte besser deinen Ärger auf diese Unkraut.“

„Wildschwein sagt, wir sollen menschlich bleiben. Wir sind nur Tiere. Kann ein Wildschwein menschlich sein? Vielleicht nur wenn er Dostojewski liest...“ - lachte Storch böse.

„Was bedeutet „menschlich“? Bomben und Raketen produzieren und aufeinander werfen? Nein, danke. Ich bleibe lieber ein Tier. Einige von uns töten, aber nur um zu überleben. Menschen tun es einfach so. Aus Spaß? Dummheit? Wahnsinn? Was noch...“

„Es ist zu kompliziert, es gab schon immer Kriege. Wir haben ihnen nur leider zu wenig Aufmerksamkeit geschenkt. Jetzt müssen wir aber erst mal diese Unkraut wegbringen. Sonst wächst hier nichts und diese Sprossen ersticken unter den Leichen der alten Pflanzen.“

Ich mache eine kurze Kunst-Pause und schieße ein paar Fotos von diesen Dornen. Sie erinnern mich an etwas Wichtiges...“

„Stimmt! An das Bild von Künstler Gleb Grzhybovski „Die Wurzel des Übels“, die unsere Freundin vor kurzem in Facebook veröffentlicht hat!“

„Tja! Woher soll ich das wissen? Du verbietest mir doch Facebook zu lesen! Aber diese Dornen könnten was bedeuten. Meine Fotos werden dem Cinghiale bestimmt gefallen. Er mag doch Kunst.“ - Pandino nahm ein paar Stiele der Rosen mit unzähligen Dornen vorsichtig mit seinen Pfoten und brachte sie zu einem Arbeitstisch im Hof, der mit Sonnenlicht bedeckt war.

„Pandino, wir müssen doch voran kommen. Bitte mache dich schnell wieder an die Arbeit!“ - rief ihm Storch ungeduldig zu.

„Ja-ja. Aber Kultur soll auch in der Kriegszeit weitergepflegt werden. So sagte mit der Cinghiale. Und ich glaub, er hat recht. Zumindest gibt sie Mir Stärke. Je mehr Stärke ich habe, desto mehr Unkraut verschwindet hier“.


Liebe Grüße

Lina


Anbei natürlich die Fotos, die Pandino gemacht hat