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lunes, 11 de marzo de 2024

Te queremos, Ilia

Estaba yo el otro día en una cafetería y de repente oigo a una presentadora de la tele decir algo así como: “vamos a hablar de Ilia Topuria, ahora que TODAS nos hemos enterado de quién es, jejejeje…” hace esa gracia un tío y ésta se pasa meses quejándose del patriarcado, como si la viera.


Supongo que no se puede esperar más de una presentadora de tve, pero muchas y muchos sabíamos muy bien quién era Ilia Topuria antes de que ganara el cinturón que le acredita como Campeón del Peso Pluma de la UFC, en una pelea épica contra Alexander Volkanovski.




Topuria es un español nacido en Alemania y de origen georgiano, llegó a España con 15 años y es un peleador de artes marciales mixtas, o MMA. Lleva 15 peleas invicto y promete continuar con la gran carrera que está desarrollando desde hace años, así que los aficionados a las artes marciales en España estábamos todos expectantes con su pelea, tuviéramos o no la oportunidad de verla en directo. Como todo el mundo ya sabe a estas alturas, Ilia ganó con un KO espectacular, fue capaz de noquear en el segundo round a un gran campeón como Volkanovski y desató la euforia en todo el país. Para celebrar su triunfo exhibió en el octágono, como suele hacer, las banderas unidas de España y de Georgia.


Pero lo que a mucha gente también la he llamado la atención de él es lo mucho que ama España. Para vergüenza de nuestro gobierno parece ser que aún no tiene la nacionalidad y tuvo que pasar al entrar en España por el control de inmigración, pero de él sí se puede decir que es tan español como Abascal, porque no para de proclamar su amor por España, por la bandera de España y por el nombre de España, que lleva bien alto allá donde va.






Y eso es lo que no lleva bien el wokismo patrio, aunque como inmigrante que ha triunfado en lo suyo debería ser puesto como ejemplo de que muchos inmigrantes son buena gente y de lo mucho que nos aportan… pero claro, Topuria es un hombre cristiano, que se santigua antes de pelear y que no se cansa de decir lo muy agradecido que está a España por haberle acogido y dado una oportunidad… como que no, a nuestro gobierno le gustan más los inmigrantes cuando son delincuentes, musulmanes y ondean orgullosos la bandera de Marruecos, qué le vamos a hacer.


Además Ilia es campeón de un deporte machirulo y facha, que ha sido definido por una intelestualdisquierdas en un panfleto progre disquierdas como “bravuconadas y testosterona a chorro”. Acabáramos. No me acuerdo del nombre de la susodicha ni me voy a poner a buscarlo, pero si por alguna extraña carambola algún día leyera este post no puedo dejar de recomendarle que haga una búsqueda en google: Valentina Shevchenko. A ver qué le parece.


Y por cierto ¿qué le pasa a esta gente con la testosterona? ¿saben lo qué es y para qué sirve? aquel día en el Parlamento en que Pedro Antonio Narciso se puso a reprocharle a Abascal que se dejara de tanta testosterona fue sublime. Está claro que cuando Dios estaba repartiendo la testosterona Sánchez, Rufián, Puigdemont y compañía llegaron tarde pero eso no es culpa de Vox, queridos míos, menos angustias y haced pesas o algo.




En fin, que me quedo con la testosterona y la masculinidad “tóxica” que tanto Abascal como Topuria exhiben a raudales allá por donde pisan, me gusta mucho más que tener un gobierno melindroso, timorato y siempre dispuesto a taparle la boca a Mohamed con besitos y con todo lo que pida, no sea que se enfade y nos invada las Canarias o algo. Y puestos a desear, espero que más bien pronto que tarde toda esa “toxicidad masculina” sea exhibida por Abascal en el gobierno y por Topuria en un octágono español. Ese día sí que tiramos la casa por la ventana.


sábado, 14 de octubre de 2023

Una mujer de bandera

Leonor jurando bandera


La hemos visto en sus primeras apariciones como militar, etapa imprescindible en su preparación para ser algún día la reina de España. 


La hemos visto en su jura de bandera con todos los ojos pendientes de ella, y sin perder el gesto ni un solo segundo, sin dejarse llevar por la emoción hasta que el fin del acto oficial lo permitiera. 


En el palco, haciendo el saludo militar


La hemos visto el día de la Hispanidad llevando el uniforme de gala del ejército de tierra, serena, tranquila, guapa y muy atenta a todos los saludos que marca el protocolo sin la más mínima duda y sin el más mínimo error. 



La hemos visto junto a sus padres estrechar la mano a más de dos mil personas durante horas, sonriendo a todas ellas en todo momento. Sólo tiene diecisiete años y sólo lleva ocho semanas de instrucción, pero exhibe un porte que parece que haya nacido para esto. 




Lo cierto es que ha nacido para esto, y ha asumido ya sus compromisos con la fuerza de su juventud y a la vez con la madurez de una reina, algo que otros muchos (y no miro a nadie, Harry) no supieron hacer nunca, con más edad y más batallas que ella. 


Qué gran Princesa tenemos, qué gran representante de la juventud española.

viernes, 15 de septiembre de 2023

Eras joven e ignorante


Hoy me enteré de que ha muerto la que fue directora de la biblioteca donde he trabajado casi toda mi vida laboral, y he recordado algo que quiero contar. Al principio no nos llevábamos muy bien. Yo tenía 22 años, era muy entusiasta y trabajadora pero la verdad es que me ponía nerviosa por todo, me agobiaba por todo y en más de una ocasión no supe medir bien mis palabras con ella. Tuvimos desavenencias y alguna que otra discusión, casi siempre por mi culpa. Como dice mi admirado Ángel de la Guarda, “eras joven e ignorante, no hay más”. Pues eso.


Tiempo después estuve en otro centro de trabajo (he estado en la biblio CASI toda mi vida laboral) y me encontré con un jefe que no le deseo a mi peor enemigo. Vamos, ni a ese mismo jefe le deseo un jefe como él. Ahorraré los detalles, suficiente decir que acabamos en el juzgado para que os hagáis una idea. Y entonces empecé a recordar a mi anterior directora y a entender cuanta paciencia tuvo conmigo, y como había intentado ayudarme siempre. A su manera, con sus aciertos y sus errores, pero ahí entendí que realmente había valorado mi trabajo, mi esfuerzo y mi capacidad; y entendí también que con otra actitud por mi parte habríamos tenido una relación mucho más agradable y fructífera. Me dio rabia no haber sido consciente de ello antes.


Un día se lo dije. Nos encontramos en la biblio, a la que he seguido yendo con asiduidad. Qué le voy a hacer, soy adicta a la lectura y entonces no tenía ebook. Nos encontramos y sentí la necesidad de agradecerle todo lo que había hecho siempre por mí sin yo saberlo; le conté como estaba en el otro puesto de trabajo, la manera en que me había tratado el jefe; le conté lo que había sufrido y le pedí disculpas por no haber sabido antes apreciarla como directora ni como ser humano. Su única respuesta fue abrazarme. No dijo nada y me abrazó. Fue un momento entrañable, nos quitamos ambas un peso de encima y nunca volvimos a hablar de ello.


Al enterarme de su muerte me he sentido triste, pero a la vez muy satisfecha de haber hablado con ella aquel día y de haberle dado el agradecimiento que merecía. Hoy, que soy bastante más mayor y bastante menos ignorante, he podido lamentar su muerte sin que mis errores me saltaran de golpe a la cara. He podido recordar con gratitud lo mucho que viví y aprendí en todos esos años, he sentido únicamente la melancolía de despedir a una amiga a quien aprecio y con la que estoy en paz.


No quiero ni pensar cómo estaría sintiéndome ahora si aquella conversación no se hubiera producido nunca. Lo sé, soy una egoísta, ha muerto una persona querida y yo estoy aquí hablando de mis sentimientos. Pero es que necesito decirlo. Poder pensar en ella y decirle “buen viaje Carolina y gracias por todo”, sin resquemores, me ha hecho ser hoy mejor persona. La próxima vez si la hay, no tardaré tantos años en dar ese abrazo a alguien.


sábado, 17 de diciembre de 2022

Federico a todas horas

Quienes conocen de oídas a Federico Jiménez Losantos, conocen también su lengua viperina y su escaso recato a la hora de calificar a los pobres incautos que son víctimas de su mordacidad. De izquierdas, de derechas, de centro, de abajo y de arriba, nadie que se le ponga delante escapa a sus piropos. Llevo tiempo recopilando algunos de los más sonados, y ahí van:
 
 

 
-La niña del exorcista, parece la hija del Papa / Greta Zombi (Greta Thunberg)

-Prevaricáis con B (el gobierno socialista)

-La autobiógrafa de Pedro Sánchez (la que le ha escrito su autobiografía)

-un comunista argentino es lo peor: corrupción más prosopopeya

-digo que cristaliza en adoquín, ¡un respeto a los adoquines, que sirven para algo!

-el día en que Sánchez perjuró su cargo

-para eso están los representantes…menos el de Teruel Existe que está para estropear la vida de Teruel

-su estado intelectual que oscila entre el protozoo y la ameba (Irene Montero)

-también a nosotros nos duele la cabeza, menos a Paquirrín que no tiene cabeza

-esta basura que es la izquierda española…bueno, perdón por lo de española, esta basura que es la izquierda en España

-nos ha mirado un tuerto y es Jonqueras

-no sé si rezarían por la conversión del Papa o lo dan por perdido hasta que llegue otro

-me recuerdas a mí cuando era gilipollas (se dirige a Pablo Iglesias)

-fíjate ahora Garzón, lo último que ha leído es el prospecto de un aguacate (Alberto Garzón, actual Ministro de Consumo. Y ¿para qué sirve un Ministro de Consumo? se preguntarán ustedes. Alberto Garzón intenta averiguarlo a base de leer prospectos de aguacates)

-hay que empezar a llamarle “el ofensor del pueblo” (a Ángel Gabilondo, el defensor del pueblo)

-Sánchez, que es analfabeto en todos los idiomas

-éste lo oyes hablar y dices “uy, qué reposado” y luego ves que es que no hay actividad cerebral (Jorge Buxadé. Ahí te has pasado un poco, Federico)

-Garzón cada vez que habla no es que suba el pan, es que suben las magdalenas

-dos fragatas mandamos… es verdad que una se arruinó y en la otra cantaba Marta Sánchez “Soldados del amor” pero bueno, ahí lo mandamos (segunda guerra del Golfo)
 
-los putinejos (los miembros de Podemos, simpatizantes de Putin)

-tonto hasta las 3 y después todo el día  /  tonto hasta las 3 y después hasta las 3 del día siguiente

-la última vez que tuvo una idea le dolió tanto la cabeza que dejó de insistir…

-y quieren adoptar un burrito… si fuera un humano que rebuzna sería una segunda oportunidad para Teodoro (el juez Garzón y su nueva novia, fiscal general del Estado / Teodoro García Egea, alto cargo destituido del PP)

-armas ofensivas
    -“¿qué es lo más ofensivo que tenemos?”
    -“hombre lo más ofensivo es telecinco sobre todo la sexta”
    -“bueno pero no vamos a tirar a Ferreras, ahí a Moscú”
    -“jajaja, sería una solución”
    
    total que ahora ya sí, todas las armas que hagan falta

-siguen posando como cuando eran adolescentes contra el capitalismo pero no se van del gobierno porque no quieren renunciar al capital, al capital que cobran todos los meses, que están forraos, y que por supuesto no cobrarían jamás en una empresa privada porque son una pandilla de inútiles apenas alfabetizados. Algunos ni siquiera apenas (Ministros del PSOE y de Podemos, actual Gobierno de España)

-que seas Ministra es una ofensa para las piedras del ministerio

-Adriana Lastra vio la facultad, la facultad la vio a ella y se espantaron mutuamente

-hay cada tonto que es que el día menos pensado amanece piedra pómez

-prevarica como el Barça pierde, es decir, de una manera natural

-lo dijo un inútil. Separatista, luego inútil

-Yolanda Díaz tiene sus contactos telefónicos por orden analfabético

-Kirstina Kichner y su hijo Máximo, a quien llaman Mínimo por el cerebro

-Errejón es tan vago que me extraña que salga entero en las fotos

-Reyes Maroto, a cuyo lado Echenique es Aristóteles

-Me denunció, la petarda, en vez de hacer un bachillerato como Dios manda

-Llevaba tiempo sin aparecer por La República de los Tontos cuando tiene una acreditada hoja de servicios (La República de los Tontos es una sección del programa La Mañana de Federico, en su cadena es.radio, una sección muy recomendable y divertida con algunos invitados prácticamente fijos como Irene Montero, Rufián, Alberto Garzón, Adriana Lastra, Pablo Iglesias y por supuesto Pedro Sánchez)

-El Papa en una efigie de cartón, no sé cómo lo distinguen del de verdad, sinceramente

miércoles, 26 de octubre de 2022

Krav Maga en Praga


A punto de empezar
 
La primera vez que practiqué Krav Maga, hace años, pensé que debería ser una asignatura obligatoria en los colegios, especialmente para las chicas. Y fue sólo una mini clase entre amigos, en uno de mis voluntariados en Israel.


El Krav Maga es un arte marcial, un sistema basado en técnicas de defensa personal  y desarrollado en Israel. La traducción literal del hebreo es “combate de contacto” y es el sistema que utilizan las Fuerzas de Defensa de Israel, todos los soldados lo aprenden y practican durante su servicio militar. Se trabajan situaciones concretas para reducir a un adversario esté armado o no, pero el Krav Maga es mucho más. No se trata sólo de resolver una situación peligrosa, sino también de evitarla; de saber cuando puedes enfrentarte a alguien y cuando es mejor no hacerlo y salir corriendo; de dejar claro a primera vista, mediante tu actitud y lenguaje corporal, que es mejor no meterse contigo. Krav Maga es defensa personal, arte marcial, psicología y toda una actitud frente a la vida. Una actitud, dicho sea de paso, de lo más israelí.


Miedo con sabiduría, de Kfir itzhaki

La primera vez que vi a Kfir Itzhaki fue en un video de facebook: alguien lo compartió, lo escuché y quedé impresionada. En plena fiebre de adulación a la pequeña Tamimi, él la llamaba “mujer” (en vez de niña) y “terrorista” (en vez pobrecita palestina oprimida), con un par y con la cara bien alta. Qué valiente. A partir de ahí le contacté en facebook y fue el principio de una hermosa amistad. Hoy Kfir es mi terapeuta (un terapeuta muuuuuy bueno) y de alguna manera también mi ángel de la guarda. Es un hombre que te contagia su seguridad en sí mismo, su fortaleza, su amor por la vida y por la gente; es como la esencia de Israel concentrada en una sola persona. Su experiencia de vida es impresionante y para conocerla mejor recomiendo alguna de las conferencias que imparte por todo el mundo, pero como resumen baste decir que sirvió en el ejército en Duvdevan, una unidad de élite dedicada al contraterrorismo y por descontado es un gran experto en Krav Maga y otras artes marciales. Además ha escrito un libro, “Miedo con sabiduría” en el que habla de cómo hacer del miedo nuestro aliado, un libro que se está vendiendo de maravilla en Israel y se encuentra en proceso de traducción al inglés. Muy impaciente estoy por leerlo enterito, y a ver si con un poco de suerte y algo más de tiempo podemos disfrutarlo también en español.
 
 
 
El Moldava de noche
Hace unos meses, estábamos un día yo y mis inseguridades conversando con Kfir cuando me dijo: “voy a hacer en octubre un seminario en Praga, ven”. Y yo dije “vale, iré”. Lo cierto es que para viajar me lo pienso poco, pero además no había mucho que pensar, tenía la espinita clavada del último seminario en Valencia que no quise hacer porque no me encontraba en forma y necesitaba sacármela cuanto antes, así que llamé a la agencia de viajes y compré un billete a Praga de inmediato. He de decir que una vez allí a mis inseguridades las envié a pasear por el Moldava e hice todo el seminario como una campeona, y aunque me resultó duro físicamente (la verdad es que no estoy en forma, no nos engañemos) sólo tuve que parar y descansar después de un ejercicio especialmente intenso, lo demás lo hice todo sin grandes problemas. Así que de maravilla, feliz cual perdiz, orgullosa de mí misma, de mi trabajo y del de mi terapeuta.


Y ya puestos a volar a Praga, como el Krav Maga sólo me iba a ocupar dos días, decidí tomarme otros cuatro de vacaciones para conocer la ciudad y fue una magnífica decisión. Praga es preciosa, la típica ciudad centroeuropea con su bellísima arquitectura a la vista allá donde te encuentres. Sin duda el alma de la ciudad es su río, el Moldava. Un río enorme, muy ancho, lleno de vida y de belleza, que hace imprescindible un paseo en barco si te encuentras en la ciudad. Yo me di dos, uno de día y otro de noche. El compositor checo Bedrich Smetana supo interpretar el Moldava como nadie cuando compuso el poema sinfónico que lleva su nombre, y que forma parte de su obra “Mi tierra”.


Wine not?
Praga es además una ciudad segura, lo había leído en todas las guías que consulté y también me lo dijeron el taxista que me recogió en el aeropuerto y la dueña del apartamento donde me alojaba. Por la noche se ven muchas mujeres solas paseando o haciendo deporte, familias con niños, grupos de amigos y policías patrullando. La ciudad ideal para llegar a casa sola y borracha sin problemas (Irene…) Yo llegué sola todas las noches y una de ellas casi borracha, porque volviendo de un concierto paré a tomar una copa en un bar de vinos que había visto el día anterior, y me encontré con un camarero muy simpático que me estuvo hablando de las variedades de vinos que hacen en Chequia mientras yo me tomaba un blanco semidulce, y luego me convenció para tomar otro… es que el bar es un sitio precioso con vistas al río, que se llama “Wine not?”, igual por eso me dejé convencer. O porque el vino estaba delicioso, que también puede ser.


Cementerio judío
Praga tiene una importante comunidad judía, varias sinagogas y todo un barrio donde encuentras carteles en hebreo, restaurantes kosher y tiendas donde puedes comprar un collar con la estrella de David. La sinagoga española es una auténtica belleza, y en ella hay un pequeño museo dedicado a las víctimas checas del holocausto. En otra sinagoga, la Pinkas, están escritos en las paredes los nombres de todas esas víctimas por orden alfabético, con fecha de nacimiento y lugar de procedencia. Impresiona, impresiona mucho. Al lado se encuentra el cementerio judío que es un remanso de paz, con sus tumbas sobre las que se depositan piedras, igual que en Israel.


Otra de mis salidas nocturnas fue para ver una representación de teatro negro, un espectáculo que nació en Praga y sigue siendo parada imprescindible en la ciudad. Este género fue fundado por Jiri Srnec, y hay un teatro que lleva su nombre y que ofrece una  función casi todas las noches. Es un teatro diminuto, familiar, estás cerquísima de los actores y desde luego vale la pena acercarse a ver la representación.

Teatro negro
 
Así que a grandes rasgos este es el resumen de mi viaje a Chequia: Krav Maga, teatro negro, vino blanco, paseos por el Moldava y horas de conversación con mi admirado Kfir. Una auténtica gozada.









miércoles, 9 de marzo de 2022

Una historia de opresión (Diario de guerra I)

COLABORACIÓN DE LINA ZALITOK

(english below)


“Do you hear the people sing?

singing a song of angry men

it is a music of a people

who will not be slaves again”


Los Miserables


Habla de coraje, de miedo, de dolor, del más profundo deseo de vivir en paz pero no a cualquier precio; habla desde el caos, desde su corazón de ucraniana valiente. Lina es amiga mía, nos conocimos en Berlín hace 10 años y nos hicimos amigas pese a la diferencia de edad existente entre nosotras. Me llamó mucho la atención su madurez, y el hecho de que tuviera un C1 en alemán que para mí ya es motivo de admiración. Hemos mantenido desde entonces el contacto por internet, y al estallar esta guerra Lina empezó a escribir un diario cuya lectura me ha conmovido profundamente. Ayer le propuse traducir sus textos al español y colgarlos en el blog para que puedan llegar a lectores y amigos hispanohablantes, y ella aceptó encantada, agradecida como la maravillosa persona que es. Aquí tenéis la voz de Lina, aquí tenéis la voz de Ucrania. Por favor, escuchadla.



UNA HISTORIA DE OPRESIÓN


Día 11 de la guerra y por fin puedo respirar sin un insoportable peso en el corazón. Es la primera noche que no sufro alucinaciones (he de admitirlo, a veces también me pasa en periodos de mucho estrés en tiempos de paz) y que no siento que el pánico me arrastra a una muerte lenta (esto no me había pasado nunca). Las noches anteriores había soñado que, leyendo varios canales y chats de Telegram y Facebook, todo el mundo comenzaba a entrar en pánico y escribía que habría bombardeos por todas partes. De vez en cuando gritaba en sueños a mis padres “por favor, echaos al suelo y cubríos” “¿no deberíamos bajar al refugio?” “¿estamos seguros en el pasillo, con lo finas que son las paredes?”… al despertar me sentía culpable por haber propagado el pánico. Por suerte, mis padres han resultado ser más resilientes, y apenas les han afectado mis gritos de desesperación.


Durante esas horas yo sentía el pánico, el miedo y el dolor de todos y cada uno de los ucranianos, de todos a la vez. Y lo empeoraba el pensamiento de que ese pánico nos lleva a la derrota y a la muerte. Sólo entonces me llegaba otro tipo de sueño, carente de sentimientos, para despertar por la mañana y ser capaz de reunir donaciones para el ejército, redactar y compartir mensajes políticos en redes sociales (si es que eso ayuda…), comprobar cómo se encuentran los amigos que están en zonas peligrosas, y todo eso.


Durante estos días apenas me separo del teléfono. Mientras como, sigo leyendo y enviando mensajes. Leo y envío mientras mis padres me hablan, así que no escucho una sola palabra de lo que me dicen, siempre tienen que repetirme las cosas al menos tres veces. Y ese ruido de fondo me pone nerviosa e irritable. En especial cuando oigo la pregunta “¿es que te has vuelto loca?” no quiero perder tiempo explicando qué es lo que estoy haciendo y por qué me enfado. Cuando intento hacer un paréntesis me siento mejor. A veces me las apaño para dar tres sorbos seguidos a mi café sin mirar el teléfono. Y puedo comer durante dos minutos sin mirar el teléfono. Oigo una de cada seis frases que me dicen mis padres.


Anteayer leí que si te sientes culpable por estar en un lugar seguro, deberías tratar de ayudar a quienes tienes más cerca, ayudar a nuestro ejército y difundir información en las redes sociales. Por cualquier nadería estoy sin hacer caso a mis seres queridos, e imaginando que si pido por las redes sociales a los gobiernos europeos que nos envíen armas para salvar más vidas, puede que me escuchan y nos envíen al menos otro avión más para evitar al menos otro bombardeo más. Sin embargo, es normal sentirse relativamente culpable. Mi amiga de Kiev, que está en una parte de la ciudad más o menos protegida, se siente culpable por estar “segura” porque no se encuentra en medio de los ataques rusos.


No me siento culpable en absoluto, sólo trato de llegar a todo el que pueda llegar. Vale, un poco culpable sí me siento, porque el sitio donde estoy es tranquilo. Pero me alegro de estar en Ucrania esta vez. En 2013, cuando empezó el Maidan y la guerra en el este, yo estaba en Berlín. Empezaba mi master tras haber recibido una generosa beca.


Aún recuerdo las dudas que me asaltaban acerca de si debía dejar todo aquello y volver a Ucrania, y luchar por la libertad de mi país. Pensé seriamente en alistarme como voluntaria para ir a las regiones de Donetsk y Luhansk. Mis padres me convencieron de que no lo hiciera, y yo tampoco tenía a nadie que pudiera explicarme como organizarlo, donde ir, etc. Así que me quedé en Berlín. Estuve allí un total de seis años con pequeñas estancias en Bruselas y Estrasburgo. Y luego de alguna manera volví a Ucrania, a una vida asentada en la que no me planteaba hacer las maletas y marcharme a otro país. La última vez que quise irme fue en junio de 2021. Después de eso volví a sentirme muy feliz aquí, y el descubrimiento del baile hop cambió completamente mi percepción de mí misma y de mi vida. Pero ésa es otra historia.


Ahora me parece una locura haber querido alistarme a los 23 años. Hoy en día ni se me ocurre, sé que no estoy preparada para ello, físicamente en primer lugar. Por suerte, hay muchas formas de luchar.


Si te estás preguntando de donde sacan su coraje los ucranianos, nuestra historia puede darte la respuesta. Recuerdo cómo me fascinaba aprender en la escuela la historia de los valientes cosacos, que lucharon por la independencia de Ucrania frente a Polonia y Rusia en el siglo XVII, y antes frente al imperio otomano. Recuerdo que me preguntaba por qué el imperio ruso odiaba la lengua y cultura ucranianas en el siglo XIX en tal medida, que promulgó leyes para prohibirlas y persiguió a los escritores ucranianos. Sentí mucha tristeza al saber que Stalin asesinó a los mejores escritores e intelectuales de Ucrania en 1930, en lo que llamó “Renacimiento fusilado”. Lloré cuando escuché los testimonios de los supervivientes del Holodomor, la gran hambruna ucraniana también provocada por Stalin.


Me imaginaba como debieron sentirse los ucranianos durante y después de la Segunda Guerra Mundial, al ver a la Unión Soviética perseguir igual que a traidores a quienes habían sido capturados por los nazis. Tengo en mente la imagen de Kiev siendo bombardeada ante mis ojos en 2008, mientras durante mi primer año de estudios leía acerca del conflicto ruso-ucraniano a causa de la isla de Tusla en 2001, y las declaraciones de políticos rusos diciendo que Ucrania no era un estado.


Nuestra historia es una historia de opresión. En 1991 conseguimos la Independencia de Ucrania. Luchamos mucho por ella. Podéis estar seguros de que no nos rendiremos.


Saludos cordiales.

Lina Zalitok 



(TEXTO ORIGINAL) 


***History of Oppression***


On the 11th day of war I finally feel like I can breathe fully without hardly bearable heaviness in my heart. It is my first night when I didn't have hallucinations (I must admit, I also had them during stressful periods in peaceful time) and didn't feel crawling panic which feels like a slow death (I never felt anything like this before). All the previous nights I had dreams that I was reading various Telegram and Facebook channels and chats where everybody started to panic and wrote that there was going to be bombing everywhere. From time to time I cried out in sleep to my parents who were also sleeping "Please lie down on the floor and cover yourselves", "Are you sure that we shouldn't go to a bomb shelter now?", "Are you sure the window glass won't hurt us if there is a shelling?", "Is our corridor the right place to hide, are the walls thick enough?"... After I woke up I felt guilty that I was spreading panic. Fortunately, my parents turned out to be more resilient and weren't even affected by my desperate cries. 


During these hours it seemed to me that I felt the panic, fear and pain of every single Ukrainian, of all the Ukrainians altogether. It was worsened by the thought that this panic was our sure way to defeat and death. Then I would fall asleep in a different kind of sleep, without any feelings and later in the morning I would start to numb myself with gathering donations for the army, trying to formulate and share some important political messages on social media (if it helps?), checking on my friends in dangerous places, and so on.


All these days I am glued to my mobile phone and hardly put it aside. I continue to text and read while eating. I continue to text and read while my parents are talking to me so mostly I don't hear a word what they are saying. They always have to repeat everything at least three times. And this constant background talking is making me nervous and irritated. Especially when I hear a question "Did you get crazy?". I didn't want lose time to explain what I was doing and was just getting angry. Now as I am trying to give myself a pause, it is getting better. I sometimes manage to do three sips of coffee without looking at my phone. And I can eat for 2 minutes without looking at my phone. I hear one sentence out of six sentences that my parents are saying to me.


The day before yesterday, I read that if you feel guilty being in security you should try to help your closest ones, then the territorial defence and then maybe try to spread some information on social media. For whatever reason I totally ignore my closest ones and fancy that if I ask on social media European governments to send us lethal weapons in order to save more lives, I will be heard and maybe they would send at least one more aircraft to stop at least one bombing.. Feeling guilty is a relative feeling though. My friend in Kyiv who is now in the part of the city where there is relatively little shelling, feels guilty being "secure" as she is not in the place where the army is.


I don't feel guilty at all. I just try to do whatever I can and reach everybody I can reach. Ok, I feel a little bit guilty, because the place where I am, is still quiet. But I am so happy that this time I am in Ukraine. In contrast to 2013, when at the start of Maidan and the war in the East of Ukraine, I turned out to be in Berlin. I was just starting my master studies after I received a generous EU scholarship.


I still remember my unconfident hesitations and doubts if I should leave it all and go back to Ukraine and fight for its freedom. I seriously thought about going as a volunteer to Donetsk and Luhansk regions. My parents talked me out if it and I didn't have any friends or people who would explain me how to organise that, where I should go, etc. So I stayed in Berlin. Altogether some six years with some intermissions in Brussels and Strasbourg. And then I somehow unexpectedly turned out to stay in Ukraine and even built up some kind of settled life without planning to pack my bag and leave again for another country. Last time I wanted to leave was in June 2021. Afrer that I finally felt happy where I was as the discovery of Lindy hop dancing totally changed my perception of me and my life. But that's a different story.


Now I feel it was pretty crazy of 23 years-old me to think I should go to the front back then in 2014. I am not even thinking about it now as I know that I am totally unprepared for such mission, first of all physically unprepared. Fortunately, there is a lot of different kinds of fighting.


If you are foreigner and ask yourself where Ukrainians have their courage from, our history will give you the answers. I remember how fascinating it was to read at school about brave Cossacks who fought for Ukrainian independence from Poland and Russia in the 17th century and before, against Osman empire. I remember how I wondered reading my schoolbook of history, why the Russian empire hated Ukrainian language and culture in the 19th century so much, prohibited it with laws and prosecuted Ukrainian writers. I was sad reading how Stalin killed the best Ukrainian writers and culture activists in 1930s, the so called Executed Renaissance. I was crying as I heard the testimonies of people who survived the great famine Holodomor, also organised by Stalin.


I imagined how Ukrainians felt during the Second World War and after its end, as the people who were captives of Nazis were persecuted by Soviet Union as traitors. Finally, I had a clear picture of Kyiv being bombed before my eyes in 2008 as during my first student year I read about the Russian-Ukrainian conflict because if island Tusla in 2001 and the statements of Russian politicians that Ukraine was not a state. 


Our history is a history of oppression. 1991 we achieved the Independence of Ukraine. We fought hard for it. So be sure, we won't give it back.


Kind regards

Lina Zalitok












domingo, 7 de noviembre de 2021

Mi ahijado, los cinco y yo

Ana, Dick, Julian, Jorge y Tim, Los Cinco

Hace unos días, en el Club de Lectura para Damas Selectas del que soy miembro (sí, habéis leído bien, Club de Lectura para Damas Selectas, ¿qué pasa?) salió el tema de los libros que han marcado nuestras vidas. Yo me quedé pensando y en unos segundos lo tuve claro: la colección “Las aventuras de Los Cinco” escrita por Enid Blyton. Esos libros hicieron que me lanzara de cabeza al maravilloso vicio de la lectura y me convirtieron en la lectora ávida, voraz e insaciable que soy ahora mismo. Por supuesto tenía toda la colección y los leía una y otra vez, no dejé de hacerlo hasta que fui ya bastante mayor y los relegué al trastero de mis padres.


Los Cinco no fueron mi primera lectura, pero son el primer recuerdo que tengo de libros que me hicieran vibrar, que me emocionaran tanto que no pudiera parar de leer. De hecho, era bastante habitual que empezara uno de los libros y lo terminara de una tacada aunque ya lo hubiera leído antes y me supiera de memoria el final: no podía parar y cuando no se puede, no se puede. Os podéis imaginar la de broncas que me he llevado por estar cenando con el bocadillo en una mano y el libro de Los Cinco en la otra; por estar leyendo sin haber acabado los deberes, por quedarme hasta las tantas leyendo en la cama con la luz encendida. Y de las dioptrías ni hablemos, cuando llevaba tres o cuatro mis padres capitularon y me pusieron en la cabecera de la cama una lámpara potente porque no había manera de que no leyera por la noche, y sin una buena luz estaba perdiendo vista rápidamente. Mis padres se han ganado el cielo conmigo, de verdad, y los pobres nunca consiguieron que dejara de leer como una bestia.


Pues bien hace un tiempo mi ahijado, que es el hijo mayor de nuestra querida Mustang Sally, descubrió la colección de Los Cinco y quedó tan fascinado por ella como yo en su día. Cuando su madre me dijo que iba tomando prestados los libros uno a uno de la biblioteca, recordé mi vieja colección y decidí regalársela; mi madre y yo subimos al trastero, bajamos los libros, les quitamos el polvo, los metimos en una bolsa enorme y un día se los llevé en plan sorpresa a mi ahijado. Su reacción fue maravillosa: abrió la bolsa, vio su contenido, gritó “¡¡todos los libros de Los Cinco, gracias, gracias!!” y me abrazó. Aquel abrazo se convirtió en un momento de lo más emocionante, no sólo porque mi ahijado es un niño adorable y le quiero con locura, también porque estábamos compartiendo algo mucho más trascendente que unos libros. 



Aún es muy joven, pero espero que algún día entienda cuánto has de querer a una persona para regalarle tu más preciado tesoro infantil con la satisfacción que supone dejarlo en mejores manos que las tuyas. En el momento de ese abrazo supe que mi ahijado, al igual que había hecho yo treintaytantos años antes, también iba a meterse en ese pasadizo bajo el mar a buscar el tesoro con un acojone respetable, pero con no menos valor y ganas de seguir; también sentiría el frío de la niebla en el cerro de los contrabandistas; también se enfrentaría a sus secuestradores, y siendo más listo que ellos sería capaz de enviar un mensaje con trampa para desenmascararlos; también viviría una y otra vez esos veranos inolvidables y llenos de aventuras… esas vivencias no tienen precio, y el hecho de tener un ahijado digno de compartirlas es una de las mejores cosas que me han pasado nunca.


Ahora mis Cinco están en el hogar de Mustang Sally y en el corazón del maravilloso niño que compartimos. Quién me iba a decir que tantos años después mis libros de la infancia aún iban a procurarme otro momento de gran felicidad: saber que existe en mi vida una personita leyéndolos con la misma pasión que los leí yo en su día. Y eso es ser una lectora y una madrina muy, pero que muy afortunada.

martes, 15 de junio de 2021

Defender a Plácido



Plácido Domingo, esta semana en Madrid

Plácido Domingo no es un cantante sin más. A sus 80 años es una leyenda viva del arte español y arrastra una carrera repleta de éxitos por el mundo entero, pero eso no ha evitado (es más, puede haberlo incentivado) que se haya convertido en cabeza de turco del malintencionado movimiento metoo. Y digo malintencionado porque muchas veces las intenciones que se tienen no son las intenciones que se dice tener. Si con la excusa de defender a las mujeres del acoso lo que se hace es acusar a hombres de ser acosadores sin pruebas, sin denuncia, sin juicio, sin condena y sin nada, pues vamos mal, pero que muy mal.


Antes que nada, quede claro que un acosador, maltratador o violador de verdad merece todo mi desprecio, y supongo que el de cualquier persona mínimamente decente. El problema es que al ser delitos gravísimos, sólo debería señalarse como autor de los mismos a alguien una vez que haya sido condenado en sentencia firme, no antes, y mucho menos si esa condena está muy lejos de hacerse realidad.


Toda persona acusada de un delito tiene derecho a una defensa, tiene derecho a ser juzgada y tiene derecho a que su culpabilidad o inocencia la determine un juez de manera objetiva, y con la preparación y conocimiento adecuado de nuestras leyes. Y por supuesto quien acusa a otro de un delito tiene la obligación de denunciarlo en un juzgado. Insinuar conductas delictivas en medios de comunicación es una doble vileza; por un lado se mancha el nombre de una persona que podría ser inocente, por otro al no haber una acusación formal, se le impide defenderse.


Es por eso que quienes defendemos a Plácido sin tener el gusto de conocerle personalmente, no lo hacemos porque “creemos en ti, hermano” lo hacemos para defender la presunción de inocencia. Dicha presunción, que se aplica incluso a los asesinos más sádicos y recalcitrantes, es uno de los pilares básicos de nuestra democracia y si no pensáramos que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, nuestra sociedad sería un lugar mucho más desagradable para vivir.



Vayamos a los hechos: la verdad es que en el mundillo de la música, Plácido Domingo siempre ha tenido fama de donjuan. Pese a llevar muchos años casado, las malas lenguas aseguran que ha sido muy aficionado a galantear a sus jóvenes compañeras, pero también es cierto que pocas de ellas le han hecho ascos. Y es que Plácido ha sido siempre lo que se dice “un tío muy bien plantao” además de rico, famoso, influyente y de los mejores en su profesión. Eso por supuesto no significa que toda mujer tenga que sentirse halagada y aceptar cualquier proposición de su parte, pero suele pasar que muchas se sientan halagadas y acepten sin dudarlo. Y quien no acepte, no tiene más que abrir la boca y decirlo, o simplemente no hacer nada. Hablamos de un hombre al que todos nos imaginamos regalando un “está usted preciosa esta noche” a la Desdémona de turno, pero nadie se lo imagina pasando de ahí a mayores, a menos que cuente con el beneplácito y la sonrisa cómplice de la afortunada soprano.


Además tampoco nadie ha insinuado ninguna otra cosa: de las ocho presuntas ofendidas por el presunto acoso, sólo una ha dado su nombre y comentado hechos concretos, una mezzosoprano llamada Patricia Wulf en cuyo currículum hace poco aún figuraba haber compartido escenario con el famoso tenor, y a la que al parecer éste le dijo en una ocasión “¿qué haces esta noche, cuando termine la actuación?” y ya está. Ése es todo el acoso que se conoce perpetrado por Plácido Domingo, hace más de treinta años. Por supuesto Wulf ni le denunció entonces ni le ha denunciado ahora, se ha limitado a quejarse en algunas revistas de que se sintió acosada, y me imagino que a cobrar por ello.


En plena orgía de acusaciones del metoo dirigidas a artistas célebres, con todo el feminismo y el progrerío estallando de cólera cada dos por tres y con cientos de periodistas buitres de todo el mundo frotándose las manos (“no dejes que la verdad te arruine una buena historia” es su máxima), al apabullado tenor se le ocurrió que la cosa se calmaría si pedía disculpas públicamente a quien pudiera haberse sentido alguna vez ofendida por su comportamiento galante. Un gesto que le honra pero que tuvo un resultado nefasto. El bueno de Plácido, que siempre ha sido un caballero a la antigua, no podía contar con que femilumbreras como la Ministra de Igualdad iban a interpretar sus disculpas como una confesión en toda regla, y como es lógico fue peor el remedio que la enfermedad. Con el feminismo institucional vale aquello de “vamos a quemar las calles, y luego si eso ya buscaremos una excusa” y el tenor español, ingenuamente, les sirvió la excusa en bandeja.



Esta semana, la ministra feminista se ha referido a Plácido Domingo como “un hombre que ha confesado haber cometido abusos sexuales” ahí es nada, y lo ha hecho para criticar la merecidísima ovación que el público brindó al tenor tras una actuación en Madrid, después de dos años sin pisar escenarios españoles a consecuencia de la persecución del metoo. Ése es el nivel del feminismo español. Permítanme que, como mujer, me sume entusiasmada a la ovación dirigida a Plácido Domingo, el mejor tenor español de todos los tiempos y a día de hoy, un ciudadano libre de antecedentes penales. Y permítanme que, también como mujer, me pregunte qué pensaría la Ministra de Igualdad de un político español que se dedicara a liarse con sus jóvenes compañeras, ponerles pisos y ministerios, quedarse con sus tarjetas telefónicas llenas de fotos íntimas, decir lindezas como “la azotaría hasta sangrar” o “los feministas follamos mejor”… no sé, me da que como buena feminista nunca se le ocurriría emparejarse con un tipo así, pero no sé qué pensar.