sábado, 27 de octubre de 2018

Miss Palestina

Ahed Tamimi

Ya he hablado en alguna ocasión de ella, pero ahora regresa a nuestras pantallas convertida en heroína de vodevil, ensalzada a las alturas de las grandes de la historia, transfigurada en una Juana de Arco de la causa palestina. Suele pasar con las causas que se defienden de manera violenta, que tienen detrás un potente aparato propagandístico tratando de justificar el asesinato masivo de inocentes. Y francamente, lo único bien hecho de la causa palestina es su aparato propagandístico, que ha conseguido encumbrar a Ahed Tamimi y engañar vilmente a miles de bienintencionados. Pero la cosa viene de largo.

No me voy a extender en desentrañar el conflicto árabe-israelí porque al respecto hay documentación de sobra donde uno quiera buscarla, apunto no más un breve resumen: los árabes no han podido ni podrán destruir Israel por las armas, así que buscan destruirlo mediante el engaño y la complicidad de un mundo ignorante, muy deseoso de defender al pobre y poco proclive a conocer la realidad. Y la familia Tamimi ofrece a la carta a todos esos buenistas el producto exacto que andan buscando. Crearon hace tiempo su propia empresa, Tamimi Press, que con la excusa de ofrecer imágenes del conflicto, se dedica a fabricarlas a su propia conveniencia. 




En este video podemos ver a una jovencísima Ahed increpando a los soldados al oír “luces, cámara, ¡acción!” cual actriz profesional, no en vano uno de sus apodos es “Shirley Temper” (juego de palabras entre el apellido de la actriz Shirley Temple, y el adjetivo “temper” cuya traducción más exacta sería “mala leche”). Huelga decir que los soldados están más que entrenados para no responder a esas ridículas provocaciones y que jamás, repito, JAMÁS, han conseguido los Tamimi la tan deseada imagen de un soldado israelí agrediendo, o cometiendo cualquier abuso sobre alguno de sus niños. Y no será que no lo han intentado.

Pero conozcamos un poco a la familia, que no tiene desperdicio.

Papá Tamimi, Basem, se define a sí mismo como un héroe de la resistencia y habla de lo difícil que es criar a sus hijos bajo la ocupación. Ha estado en la cárcel israelí varias veces y ello le da un aura de dignidad y le autoriza a hablar en primera persona de la brutalidad israelí. En realidad es una fábrica de odio ciego y salvaje, odio que ha transmitido a sus hijos desde que les dio el primer biberón. Sus múltiples detenciones, condenas y encarcelamientos se deben a los actos violentos que comete contra civiles en cuanto puede, actos que cualquier ser humano dotado de dos neuronas llamaría “atentados” y que serían castigados con cárcel no sólo en Israel sino en cualquier país democrático. De ahí el pasado penitenciaro de Basem.

 Mamá Tamimi, Nariman, es más de estar detrás de la cámara (en el video anterior se la puede ver grabando, es la que lleva un pañuelo morado). Además de parir y criar a sus hijos, les ha dado una educación refinada en todo lo que suponga odio a Israel y a los judíos, no ha dudado nunca en azuzarlos contra los soldados tratando de obtener la tan soñada imagen, la brutal agresión de un soldado israelí a un niño indefenso. No olvidemos que de haberse producido alguna vez tal agresión, alguno de sus hijos podría haber salido herido de ella pero eso a mamá Nariman no le importa, todo sea por la causa palestina. Además Nariman, que es una erudita, da en su perfil de facebook clases magistrales de todo aquello que sea útil para la causa, en esta imagen podemos apreciar con qué detalle explica cuales son los puntos vitales del cuerpo, aquellos donde hay que apuñalar correctamente a un judío para que la “acción de resistencia” sea más efectiva.

Publicado en el perfil de FB de Nariman Tamimi
Los primos de Ahed, Said y Nizar, tienen en su haber una hazaña de la que se vanagloriaría cualquier heroico resistente que se precie. En 1993 secuestraron a un joven judío, y lo asesinaron quemándolo vivo.

Pero si hay alguien en esta familia que se lleva la Palma, el Oscar, el premio a la mejor resistente del siglo, es la tía Ahlam. Tía Ahlam fue el cerebro organizador de uno de los atentados palestinos más crueles que se recuerdan en Israel, la bomba en la pizzería Sbarro. Ahlam buscó un buen lugar para realizar lo que ellos llaman “acción contra la ocupación” y eligió esta pizzería en Jerusalén, según sus propias palabras porque era frecuentada por familias con niños. Instruyó al mártir de la causa, ayudó a ensamblar la bomba, y cuando ésta explotó tía Ahlam quedó un poco decepcionada al oírlo en las noticias, porque en un principio se pensó que sólo había habido tres muertos. “Vaya, esperaba algo más, pero tampoco ha estado tan mal” pensaba tía Ahlam mientras volvía a casa en autobús. Momentos después su alegría se iba incrementando poco a poco, conforme se iban sacando cuerpos de los escombros y aumentaba el número de muertos. Al final fueron quince: ocho niños, una mujer embarazada de siete meses y otros seis adultos, además hubo 130 heridos de diversas nacionalidades. En el siguiente video podemos ver a tía Ahlam feliz y contenta, jactándose de su hazaña.




TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO:Televisión palestina retransmite la entrevista de la televisión israelí a la terrorista que planeó el atentado suicida en el que murieron 15 personas, incluidos 8 niños, a su salida de prisión.
Periodista: ¿quién escogió Sbarro?
Ahlam: yo misma. Durante nueve días observé el lugar muy detalladamente y lo escogí después de ver la gran cantidad de clientes que tenía el restaurante Sbarro. Mi tarea sólo fue escoger el lugar y llevar al mártir (terrorista suicida), yo planeé la operación pero ésta se encomendó al mártir. Le dije que entrara al restaurante, tomara un almuerzo y después de 15 minutos llevara a cabo la operación de martirio. Mi trabajo fue hacer realidad para este mártir la vida feliz que él deseaba.
Periodista: ¿no pensaste en la gente que había en el restaurante? ¿los niños? ¿las familias?
Ahlam: eh.. no.
Periodista: ¿sabes cuántos niños murieron en el restaurante Sbarro?
Ahlam: creo que fueron tres los niños que murieron en la operación
(sonríe)
Periodista: ocho
(Ahlam sigue sonriendo)
Ahlam: ocho.. ¡pues ocho!



Éste es el ambiente del que ha disfrutado nuestra querida Ahed durante su niñez y primera juventud. Nacida y criada para el odio, su familia vive literalmente de practicar la Taqiya, el engaño de musulmán a infiel, permitido y alentado por el Corán. Para ellos la paz significaría el fin de sus comodísimos ingresos y es fácil suponer que no la desean. Cuando Ahed Tamimi dice “somos un pueblo que ama la vida”, está mintiendo sin ningún pudor.

Los medios occidentales se han derretido alabando la valentía de Ahed, una “niña” que con sólo diecisiete años es capaz de enfrentarse a soldados armados, ignorando un detalle fundamental en esta historia: que los soldados son israelíes. Como ya hemos dicho, los Tamimi han agredido en incontables ocasiones a soldados y policías israelíes, con el único resultado de haber sido detenidos y juzgados. En el caso de que esos soldados hubieran sido sirios, jordanos, libaneses o yihadistas de hamás, el primer Tamimi que se acerque y les tosa se lleva un tiro entre las cejas sin más contemplaciones, y eso los miembros de nuestra querida familia lo saben, por eso son tan valientes con los israelíes. Lo peor que les va a pasar es ir unos meses a una comodísima cárcel israelí donde, como la propia Ahed ha relatado, tienen la oportunidad de estudiar, cantar, hacer talleres, comer helados y además hacerse propaganda al salir a base de quejarse de lo mal que les han tratado. Jugada redonda.

Hay que decir que nuestra heroína ha sido condenada por exaltación del terrorismo, delito de odio e incitación al asesinato de civiles, además de la agresión al soldado, ¿nos  podemos imaginar al Real Madrid recibiendo con honores a uno de los jóvenes cachorritos de ETA en los tiempos de la kale borroka? ¿le regalaría Butragueño una camiseta con su nombre a un jovenzuelo con las manos (de momento) limpias de sangre, pero que se dedica a quemar autobuses y apedrear Ertzainas? ¿entrevistaría la Sexta a un niño soldado de Sierra Leona, que lejos de desear dejar las armas y tener una vida normal, se jacta de serlo? Seguramente no, y si alguien lo hiciera tendría en contra a toda la sociedad española de golpe, pero al terrorismo palestino se le llama “resistencia” y a continuación se le perdona todo.

En la entrevista que le hacen en La Sexta, la niña Tamimi afirma cosas como:

-“…vino a mi casa y disparó a mi primo y a otros niños que estaban en la zona..” refiriéndose al soldado al que agredió. No es cierto, ese soldado y su compañero estaban patrullando y no habían disparado a nadie. Recordemos que en el ejército israelí cada disparo ha de ser autorizado por un superior y justificado estrictamente a posteriori.

-“no me dejaron vestirme ni despedirme”. Se refiere al día de su detención, del que hemos visto imágenes en las que Ahed aparece esposada y conducida por soldados. Está vestida con ropa de calle y luciendo su estilismo habitual.

-“..durante el interrogatorio me acosaban verbalmente..”. Teniendo en cuenta que se trata de una delincuente interrogada por la Policía, no sé yo si hablar de “acoso verbal” es lo más adecuado, ¿qué querías Tamimi, que te dieran libros para colorear? ¿ganchillo? ¿partidita al dominó?

Por cierto, hay otra situación que me parece como poco divertida, y es cuando dice que su abogada va a presentar una denuncia por acoso sexual, ya que la niña Tamimi afirma sin tapujos que uno de sus interrogadores le dijo “tienes unos ojos muy bonitos”. Vaya, acoso sexual en estado puro. Con respecto a esto y en el hipotético caso de que alguien se lo tome en serio, me gustaría decirle un par de cositas a nuestra Recién Autoproclamada Miss Palestina:

Querida Ahed,
dices que alguien alabó la presunta belleza de tus ojos… a ver, lo más bonito que tienes tú es la suela del zapato, así que eso de que un israelí te echó un piropo, te lo explico muy claramente en un par de conceptos:

Concepto 1: tus ganas
Concepto 2: tus ganas otra vez

bájate los humos, dile a tu abogada que se deje de chorradas y abstente de tontear con los israelíes, que no te van a poner un dedo encima por mucho que te empeñes. Y mira que te empeñas, pardiez.
FIN

-“hay una gran falta de información”. En esto te damos la razón Ahed, si la gente conociera la historia de Israel incluyendo dónde y cuándo aparecieron los musulmanes que viven allí, y sobre todo qué hicieron y qué siguen haciendo, no tendríais la simpatía del mundo.

-“cierran los checkpoints y los colonos golpean nuestros coches y lanzan piedras”. Esto también es muy palestino, hacer alguna canallada y luego decir que son los israelíes quienes las hacen. Los checkpoints se cierran si hay alguna amenaza a la seguridad, la más habitual un atentado palestino; los colonos sois vosotros, los judíos son los nativos de esa tierra, y los especialistas en lanzar piedras a coches y a todo bicho viviente no son precisamente los judíos, mírate algún video en youtube, anda.

-“somos un pueblo al que le gusta la vida”, claro, y por eso os inmoláis con bombas, apuñaláis a policías armados sabiendo que se protegerán con su arma, y ponéis a vuestros chiquillos a primera fila en los violentísimos disturbios que provocáis. Os gusta la vida de las cucarachas, porque la vuestra y la del resto de seres humanos… me parece a mí que no.

-“cayeron mártires delante de mis ojos mi tío y mi primo”. Esta frase tan bonita y de tanto impacto sólo significa que su tío y su primo fueron asesinos, y que alguien los neutralizó durante sus acciones criminales. Todos sabemos lo que significa el martirio musulmán ¿verdad?

-“condenas perpetuas de 18, 22 y 10 años”. Esto debo atribuirlo a un error en la traducción, ni siquiera la burra de Ahed debería ignorar lo que es una condena perpetua, sobre todo teniendo en cuenta que en su familia han caído varias.

-“una agencia que gestiona hospitales, comedores sociales y colegios” para esconder en ellos arsenales de hamás junto a escudos humanos, y así poder desgañitarse hablando de la crueldad israelí cada vez que el ejército destroza un arsenal. Huelga decir que desde esos hospitales, comedores y colegios se machaca a la población israelí a base de lanzarles cohetes día tras día; huelga decir que en esos colegios se enseña a odiar a muerte a los judíos y cómo apuñalarlos si fuera la ocasión, lección cortesía de mamá Tamimi. Y huelga decir que la agencia a la que se refiere Ahed es la UNRWA, agencia de la ONU pagada con nuestro dinero, que además de a estas cosas se dedica también a perpetuar el problema de los refugiados palestinos impidiendo que sus descendientes obtengan la nacionalidad de aquel país en donde nacen. Ahora les ha salido una nueva tarea: quejarse de lo malo que es Trump, que les quita financiación.

Y ésta a grandes rasgos es Ahed Tamimi, la nueva heroína palestina. Alabada en todo el mundo por su belleza y su valor el problema es que carece de ambos. Y sabiendo que los hombres palestinos son igual de feos que ellas, se empieza a entender mejor la fiebre que consume a chicas como Ahed en cuanto aparecen por allí los jóvenes y apuestos soldaditos hebreos. Al final va a resultar que lo que ocupa a las señoritas palestinas son más bien los mundanos asuntos del más acá, en vez de como debería ser, la pureza espiritual del más Alá. Y están que se suben por las paredes cuando los guapísimos soldados de Israel en vez de pedirles una cita, las ignoran.