lunes, 15 de abril de 2013

The end



It had to happen one of these days, but it hurts no  less the expected end. On Friday, Starz issued the final chapter of "Spartacus: the war of the damned", the fourth and final season of the most wild show, the most gore, erotic, not suitable for sensitive minds and full of fucking sexy beast people, that has ever been in TV. 

Oenomaus and Gannicus
My dear gladiators, I´m not yet missing you because DVD exists, and I have proclaimed all of you as the partenaires of my lonely nights, but there will be no more heart twists waiting for a new and shocking plot. I´m sure, the best of Spartacus are the actors who play it, but as the story is told, leaves you without blinking and mouth open. And yes, the show is quite faithful to real history considering how little is known about the true story of Spartacus, the thracian slave who led a rebellion and made Rome itself trembling, but the fictionalized is also so great. It reflects very accurately the way of life of the ancient Romans, with their faces and their crosses (the cross goes double meaning, those bastards were dedicated to crucify people who did not like...) and especially reflects what was slavery, the ownership humans which Dominus could do whatever he wanted with, even forcing them to kill each other for the amusement of his buddies.

Spartacus and Mira
Well, besides enjoying like a child and let out my wild side, I learned a lot watching this show, I've been moved, I laughed, I cried and now I know that a man (or a woman) is never too weak or too injured to fight. Very good to know.
All of you have seen several times in this blog Crixus, the very king of my heart since the first time I saw his black eyes on screen. Also Andy Whitfield's death was the subject of a post in September 2011 ("A young and handsome warrior"), but today I would like to pay tribute to other characters and the actors who play them. 

Gannicus fighting
Gannicus, the blond God of the Arena, rogue and daring like nobody else, but holder of a heart as big as quick his sword; Oenomaus, unbeatable giant, coach strict and wise, and a living proof that also the toughest chest can hide a tenderhearted; Lucretia, wonderful Lucy Lawless's playing the more vulnerable evil, unable to resist black eyes and Crixus other charms (my God, how much I understand her...); Agron, arrived from east of the Rhine, and enraged with pain after the death of his brother. By the way, Agron has starred with Nasir the scenes in my opinion more strongly erotic of the whole show. Yes, also less explicit, but maybe that´s their grace: a close-up of these two sweetly giving each other a kiss, I feel more breathless than seing the wildest orgy. Because the boys are worth it. Come on. 
Naevia with Crixus
The most evil of all, Ilithyia, and her husband Claudius Glaber, whose naked in the show have not gone unnoticed at all, both of them have made us suffer so much with their evil toughts and actions; the betrayer and coward Ashur, the dirty syrian snake played by lovely Nick Tarabay; beautiful and brave Mira, dying as a warrior in the arms of the man she loves, who finally shows also loving her a bit, despite she would have like to know it better before her death; 
Agron and Nasir
sweet Naevia who goes from being a submissive slave to the bravest warrior thanks to the touch and love of Crixus (also fully understood, what miracle will not be able to do Crixus touch and love ;-), the incredible Tiberius, one of the most surprising characters of the last season ... and all the others that I´m leaving.

I don´t want to miss the chance to take my hat off to Liam McIntrye, playing the character of his life. Apart from his magnificent performance, he also deserves because of the ordeal of having to replace beloved Andy Whitfield not only in the show, but in the devoted fan´s hearts. Liam has done, has been a magnificent Spartacus, and each appearance since the first, has been spectacular. Especially the first, the first scene of the first chapter in "Vengeance", in which yet makes a persecution and battle against the romans, making it very clear that He is Spartacus. Good for you Liam, it was not easy, but as said in the show by yourself, nothing is impossible if heart and mind go for it.

Agron, Gannicus, Spartacus and Crixus
And finally to all Starz, to each one who has worked in making us enjoy a show like “Spartacus”, my  deeply Gratitude. Gods of the Arena bless you all.

Se acabó


Tenía que pasar un día de estos, pero no duele menos el final por esperado. El pasado viernes la cadena Starz emitió en EEUU el último capítulo de “Spartacus: the war of the damned”, la cuarta y última entrega de la serie más salvaje, más gore, más erótica, más bestia, más no apta para sensibles y con más chulazos por fotograma cuadrado que haya existido jamás. Mis gladiadores del alma, no os pienso echar de menos porque existe el DVD y os he autoproclamado compañeros de mis noches solitarias, pero ya no habrá más vuelcos del corazón a la espera del nuevo e impactante giro argumental. 

Crixus
Porque lo mejor de "Spartacus" son los actores que la interpretan, pero la historia tal y como está contada, te deja sin parpadear y con la boca abierta. Y sí, la serie es bastante fiel a la Historia  con mayúscula teniendo en cuenta lo poco que se sabe de la verdadera historia de Espartaco, el esclavo tracio que lideró una rebelión y puso en jaque a la mismísima Roma; pero la parte novelada no tiene desperdicio. Refleja de manera muy fiel la forma de vida de los antiguos romanos, con sus caras y sus cruces (lo de cruces va con doble sentido, aquellos cabrones se dedicaban a crucificar a la gente que no les caía bien...) y sobre todo refleja lo que fue la esclavitud, el hecho de poseer seres humanos con los que el Dominus podía hacer lo que le diera la gana, incluso obligarles a matarse entre ellos para diversión de sus amigotes.

Bueno, pues además de disfrutar como una enana y dejar salir mi lado más salvaje, he aprendido mucho viendo esta serie, me he emocionado, he reído, he llorado y ahora sé que nunca se está demasiado débil ni demasiado herido para luchar. Y bueno, muy bueno es saberlo.
Ganicus 
Todos habeis visto más de una vez en este blog a Crixus, que es el rey de mi corazón desde la primera vez que vi en la pantalla sus ojazos negros; también la muerte de Andy Whitfield fue motivo de un post en septiembre de 2011 (“Un joven y hermoso guerrero”), pero hoy me gustaría rendir homenaje a otros personajes y a los actores que los interpretan. 
Gannicus, el rubio Dios de la Arena, picarón y atrevido como él solo, pero con un corazón tan grande como rápida su espada; Oenomaus, gigante imbatible, entrenador estricto y sabio a la par, vivo ejemplo de que bajo el más duro pecho puede esconderse un corazón tierno; Lucretia, la maravillosa Lucy Lawless interpretando a la malvada más vulnerable e incapaz de resistirse a los ojos y otros encantos de Crixus (y cómo la entiendo...); 

Oenomaus 
Agron, llegado del este del Rin a poner el toque germano a la serie, y enfurecido de dolor tras la muerte de su hermano. Por cierto, Agron ha protagonizado junto a Nasir las escenas a mi entender más fuertemente eróticas de toda la serie. Sí, también las menos explícitas, pero a lo mejor ahí está su gracia: un primer plano de estos dos dándose dulcemente un beso en los labios, a mí me sube las pulsaciones mucho más que ver la orgía más salvaje. Será que los chicos lo valen. Seguimos. La mala entre las malas Ilithyia y su marido, el legado Claudius Glaber, cuyos desnudos en la serie tampoco han pasado desapercibidos en absoluto, y que nos las han hecho pasar canutas con sus retorcidos planes; el villano y cobarde Ashur, la sucia serpiente siria a quienes todos hemos tenido ganas de matar, interpretado por el guapísimo actor Nick Tarabay;
Agron y Nasir
la preciosa y valiente Mira, muriendo como una guerrera en los brazos del hombre al que ama, y que resulta que al final también la quería un poco a ella, pese a que hubiera estado bien que se lo hiciera saber antes de su muerte; la dulce Naevia que pasa de ser una esclava sumisa a la más aguerrida luchadora gracias a las manos y el amor de Crixus (también la entiendo perfectamente, ¡qué milagro no serán capaces de hacer las manos y el amor de Crixus ;-)!; el increíble Tiberius, uno de los personajes más sorprendentes de la última temporada... y todos los que me dejo para no hacerlo muy largo, pero eso sí, no quiero pasar por alto la ocasión de quitarme el sombrero frente a Liam McIntrye, que ha hecho el personaje de su vida. 

Legatus Glaber
Además de  por su magnífica interpretación, también por el papelón que suponía tener que sustituir al queridísimo Andy Whitfield no sólo en la serie, sino en el corazón de los fans. Liam lo ha hecho, ha sido un magnífico Spartacus, y cada una de sus apariciones desde la primera, han resultado espectaculares. Especialmente la primera, primera escena del primer capítulo de “Vengeance”, donde ya se marca una persecución y batallita contra los romanos en la que pone muy bien puestos los puntos sobre las íes y deja muy claro que Él es Spartacus. Bien por Liam, y que conste que no lo tenía nada fácil, pero como él mismo dice en la serie, nada es imposible si el corazón y la mente se ponen a ello.

Para fans incondicionales, y también para recién llegados, aquí teneis algunas frases y diálogos célebres de “Spartacus”, que se vea que en esta serie además de carne hay mucho cerebro. Y no me refiero sólo a todos los cerebros que se han desparramado por la Arena durante las cuatro temporadas ;-) Ahí van:
  • “Mátalos a todos” o “kill them all”, el leit motiv de la serie y una muy buena presentación para toda ella. Muy efectivo si se dice con cara de mala leche.
  • “Un hombre debe enfrentarse a su destino, o ser destruido por él.”
  • “Jodida polla de Jupiter” o “fucking Jupiter´s cock”, otro leit motiv repetido hasta la saciedad.
  • “Estudiad, entrenad, sangrad, y un día sereis leyendas.”
  • “¿Cómo te fue anoche con Espartaco? ¿su polla tiene buen tamaño al endurecerse? ¿cuántas veces te poseyó?” interrogando a una esclava acerca de sus servicios, sin preámbulos ni tonterías...
Ilythia y Lucretica, dominas de poderío donde las haya
  • “Dejad caer vuestra espada y yacereis para siempre a su lado.”
  • “Tiberius, quiero terminar ya, méteme la polla en el culo” ... pero sin mariconadas, le faltó decir... venga, voy a desvelar algo, ésta frase la dice un romano que está dándole a una esclava a cuatro patas, y Tiberius es su esclavo personal, que hasta ese momento está mirando y ahora le toca actuar. Para que luego nos vayamos quejando nosotros de nuestras condiciones laborales.
  • “No os desconcentreis ni aunque el mismísimo Júpiter abra de repente el cielo y veais su polla colgando. La primera distracción del gladiador, es la última.” Como vereis, la polla de Júpiter no es un personaje de esta serie, pero podría serlo perfectamente. Aparece más que ningún otro.
  • “Un gladiador no teme a la muerte, la abraza, la acaricia, se la folla.”
  • “Luchad como uno, o morid como dos.” Ésta me encanta.
  • “Les enseñaremos que nosotros forjamos nuestro propio camino, y que nada en este mundo es imposible cuando el corazón y la mente se ponen a ello.” Olé mi Spartacus, olé y olé y olé.
  • “No hay mayor victoria que irse de este mundo siendo un hombre libre.”

Agron, Gannicus, Spartacus y Crixus
Y para terminar quiero ofrecer a Starz, a cada una de las personas que han hecho posible que podamos disfrutar de una serie como “Spartacus”, mi más profunda Gratitud. Que los Dioses de la Arena os bendigan por siempre.

miércoles, 10 de abril de 2013

Con alguien que ya está muerto

El otro día volví a ver la peli “Los Miserables”, la última, la de Eddie. Y salió a la conversación con unas compañeras la escena en que Fantine es echada de su trabajo, y para mantener a su hija vende su pelo, luego vende sus dientes, y finalmente vende su cuerpo. En un momento determinado, cuando ya es la viva imagen de la desesperación, se lamenta de que a sus clientes no les importa hacerlo con una persona que ya está muerta.

Aaron y Eddie en Los Miserables 2012
Y tiene razón. Estás viendo a una mujer sucia, demacrada, famélica, dolorida, que lo único que puede hacer es tenderse, abrir las piernas y mirar llorando al techo, y estás viendo que a los clientes les da igual, ellos pagan, se la tiran y les da igual. Y eso es algo que nunca he podido entender muy bien. A ver, no critico el que alguien comercie con su cuerpo; siempre que sea entre adultos y previo acuerdo cada uno que haga con sus agujeros lo que le dé la gana, pero me sorprende mucho la capacidad de algunos hombres para dejar de pensar, sentir y razonar en cuanto se les baja la sangre a la polla. 

Fantine 
Porque esa escena de la película también pasa en la realidad. Cuando oigo hablar de chicas que vienen de países pobres con promesas de trabajo y acaban siendo explotadas y maltratadas sexualmente, siempre pienso en los clientes en el momento en que entran a una habitación a echar una canita al aire con alegría y se encuentran a una niña muerta de miedo, que no habla español, que se quita la ropa y se tumba en la cama, mira al techo y no puede hacer nada más que dejarse hacer. Yo me imagino siendo hombre en esa situación y de verdad, aunque al entrar estuviera más caliente que una estufa, viendo algo así se me encogería todo; y aunque físicamente no se me encogiera nada, no sería capaz de poner un dedo encima de esa chica por nada del mundo. Que sí, que el impulso sexual es muy fuerte pero hay cosas que son o deberían ser aún más fuertes. Por ejemplo la humanidad y la decencia.

Y aunque desconozco las estadísticas sobre el tema, me gusta pensar que hay hombres que actúan como se debe actuar en un caso así. Una cosa es estar desesperado en el tema sexual y pagar por hacerlo a alguien que lo hace libremente, y otra cosa es saber en qué condiciones está la mujer que tienes delante y aún así echarte encima de ella creyendo que la has pagado. Lo primero no será la conducta más ética del mundo, pero sigue siendo un acuerdo entre adultos libres; lo segundo es una canallada.

Igual soy una ilusa, pero me gusta pensar que todos aquellos varones a quienes conozco y quiero, saldrían de esa hipotética habitación sin haber tocado a esa hipotética mujer. Se duerme mucho mejor y se es mejor persona con el pantalón ardiendo y la conciencia tranquila, que al revés.


viernes, 5 de abril de 2013

Me gusta

He de reconocer que es un gran invento, el botoncito este de “Me gusta” en facebook. Sí, también echo de menos un botón de “No me gusta”, incluso de uno de “Por favor quita eso, ¡qué asco me da!” pero el simple megusta sigue siendo una manera de hacer un comentario sin hacerlo (nunca lo entenderé, pero hay gente de verbo sucinto) y sobre todo de indicar que has leído los comentarios de tus amigos. Y eso está bien. Cuando le dices a un amigo guapetón que en una de sus fotos ha salido cañonazo, un megusta en tu comentario significa “lo he leído y gracias”, sin que haga falta más. Mola.

En el apartado de inconvenientes, tenemos a la gente que cuelga material en facebook con el imperativo “¡Dale al megusta!” o “¡Comparte!” si no quieres que... si quieres que... si piensas que..., etc.  Y no, queridos, no. Daré al megusta y/o compartiré si tengo tiempo y ganas de ello, no me lo tiene que pedir nadie y el facebook me da por sí mismo esa posibilidad, así que si no le doy al megusta o no comparto un enlace no es porque no quiera salvar a las ballenas, ni porque esté de acuerdo con la última pantochada del gobierno, ni porque esté a favor de que se trate a los niños como esclavos en Bangladesh, ES PORQUE NO ME DA LA GANA Y PUNTO. Que una tiene otros asuntos que atender.


Y ya rizando el rizo de lo esperpéntico, de lo farandulero, de lo bien que sirven las redes sociales para reflejar la estupidez humana, está el “Kevin se está muriendo en un hospital de Alcobendas y necesita tu ayuda, ¡TÚ PUEDES SALVAR A KEVIN!, dale al megusta y por cada like (pardillo que le dio al megusta) se donará un euro para pagar el tratamiento de Kevin, necesitamos 10.000 likes, ¡por favor, no dejes pasar esta oportunidad de ayudar, Kevin y su familia están desesperados!” y todo acompañado con una foto del pobre Kevin en la UVI rodedado de cables y aparatos, famélico, con una mirada triste que rompe el corazón e incita a la más noble ternura... ¡y encima ayudarle es gratis, no tienes que poner dinero, sólo darle al megusta y alguien lo hará por ti! ¡ser solidario con Kevin es el chollo del siglo! y ahí estamos, compartiendo y dándole al megusta como posesos, y pidiendo a nuestros amigos que también lo hagan.

Parémonos a meditar un momento. Vamos a dar por sentada la existencia de Kevin en algún lugar de Alcobendas, vamos a pensar que es cierto que está enfermo y no se trata de una foto sacada de internet, ni de un montaje. Vamos a dar por sentado también que, sea cual sea la enfermedad de Kevin (nunca viene especificada, como mucho se dice en abstracto “cáncer” o “necesita un trasplante”) su tratamiento excede las posibilidades del humilde hospital de Alcobendas donde está ingresado, y tampoco se puede arreglar nada si se le traslada a otro hospital con más tecnología y la Seguridad Social costea su tratamiento. Para eso cotizamos y es lo que se suele hacer si en realidad existe un tratamiento que se puede aplicar a un niño enfermo. Pero no, en el caso de Kevin no, menos mal que en alguna parte existe un salvador de niños enfermos (cuyo nombre tampoco viene nunca especificado) que, bendita sea su generosidad, está dispuesto a donar de su bolsillo el dinero necesario para pagar el tratamiento de Kevin siempre que tú hagas click con el ratón en el megusta. A ese benefactor, a esa gran persona de las que ya no quedan en el mundo me gustaría decirle:

¡¡¡¡HIJO DE PUTA, QUE EL CRÍO SE ESTÁ MURIENDO!!!!  ¡¡¡Haz el favor de PAGAR EL PUTO TRATAMIENTO YA, ¿o es que vas a tener a un niño agonizando mientras esperas que los demás le demos al megusta?!!!!! ¿y si estamos pintándonos las uñas y hoy no hemos entrado al facebook, acaso vas a cargar sobre nuestras conciencias la muerte del pobre Kevin? ¿y si antes de la foto de Kevin alguien ha publicado una de Crixus y eso nos entretiene y nos despista de cualquier otro objetivo solidario? ¿Y si hacen falta 10.000 likes y sólo 9.990 de nosotros le damos al megusta? ¿qué haces entonces, como no hemos llegado a 10.000 te guardas tu dinero y dejas morir al pobre Kevin? Porque esa duda me corroe mucho, no creais que no me corroe...


Y ahora hablando en serio, amigos míos que todavía compartís esas cadenas absurdas: Kevin no existe. Hace unos años el director de un conocido hospital valenciano tuvo que desmentir en prensa, mediante una carta firmada con su nombre, apellidos y cargo, la existencia de otro niño que necesitaba una trasfusión e iba a morir de inmediato si no la recibía. La gente colapsaba el hospital preguntando por él y se la remitía a la Unidad de Donaciones de Sangre, que es donde debería haber ido en primer lugar, pero aún así la situación se desbordó de tal manera que el director del hospital se vio obligado a intervenir. Eso fue hará unos quince años, y el otro día volví a recibir esa cadena publicada en el facebook de alguien.... no, que no os tomen el pelo, Kevin no existe, detrás de esos bulos normalmente hay gente con ganas de divertirse y ver hasta donde llega su experimento, o profesionales recopiladores de datos que luego los venden a empresas con intereses comerciales. Que en facebook estamos más desnudos de lo que pensamos, que se sabe todo, y un megusta en la foto de Kevin puede implicar al día siguiente un comercial en tu puerta queriendo venderte una suscripción a Solidarios sin Fronteras ni Cerebro, y eso tiene mucho peligro. Tened cuidado y no os fieis de nadie. Me temo que siempre habrá caldo de cultivo para la proliferación de estas cosas en internet, pero por favor no seais los lectores de este blog quienes alimenteis el mal uso de la Red de Redes. Amén.