viernes, 1 de diciembre de 2023

Los niños de todos


Hamas acaba de anunciar que están muertos, que han sido asesinados tanto ellos como su madre, Shiri. Hay que decirlo con cautela porque las FDI aún no han confirmado la noticia y hamas no es precisamente una fuente fiable, pero por desgracia sabemos que es muy posible, son capaces de eso y más. El 7 de octubre mataron a muchos niños, adultos, ancianos, bebés, hombres, mujeres y hasta mascotas. Y si nos remontamos en la historia del terrorismo palestino el número se dispara, no hay espacio para nombrar a tantas víctimas, pero si la noticia de hoy fuera cierta hay que sumar el terrible dolor de que les hayan matado a ellos. A nuestros niños.


Ariel Bibas (4 años) y Kfir Bibas (10 meses)


Vaya por delante que todas las vidas son igual de valiosas, el bienestar de todos y cada uno de los rehenes nos mantiene en vilo y no dejaremos de buscarles y de reclamarles hasta que el último de ellos haya sido devuelto a su familia y a su país. Pero lo de Ariel y Kfir está siendo un golpe especialmente doloroso. Quizá porque hemos visto las imágenes de su secuestro: el gesto de horror de su madre mientras con sus dos bebés en brazos era conducida por los terroristas a Gaza; Ariel despierto y atento con su chupete, sin entender lo que estaba sucediendo pero sintiéndose aún seguro en los brazos de su madre; Kfir dormido y completamente ignorante del infierno que se les venía encima; sus dos cabecitas pelirrojas, infantiles, destacadas en medio de un horror que nunca debiera ser vivido.



Quizá también porque Kfir era el más joven de todos los secuestrados aquel 7 de octubre fatídico, tenía 9 meses y no sabemos si ha llegado a cumplir los 10. Si lo ha hecho, ha sido en un túnel bajo tierra y en manos de los terroristas más crueles y sádicos que nadie pueda imaginar. Puede que incluso exista otro rehén más joven que él: una de las rehenes era una mujer tailandesa embarazada de nueve meses, que si sigue viva habría dado a luz en los túneles o donde sea que la tengan retenida los monstruos del hamas. No se sabe nada de ella ni de su bebé.


Momento en que Shiri, Ariel y Kfir son secuestrados por hamas

A Kfir y Ariel, el hamas los considera más “valiosos” porque su secuestro ha llamado mucho la atención, y sea o no sea cierta la noticia está jugando al terrorismo psicológico con sus nombres. Pero lo que sí es cierto es que estos dos niños representan a todos los rehenes. A todos. A los que han sido liberados y a los que quedan en manos de los terroristas, incluyendo los soldados muertos en la guerra de 2014 cuyos cuerpos siguen retenidos en Gaza. A las mujeres, a los hombres, a los demás niños, a los ancianos. A los israelíes, a los tailandeses, a los rusos, a los filipinos, a los argentinos, a los rehenes de cualquier nacionalidad. A los judíos, a los musulmanes, a los cristianos, a los ateos. A TODOS. 



Kfir y Ariel son nuestros niños; todos los rehenes son nuestros niños. Los niños de todos. Espero que el ejército israelí no descanse hasta acabar con quienes se han atrevido a hacerles daño.