jueves, 14 de marzo de 2013

Hay deshaucios y deshaucios

Igual que hay personas y personas, y no se puede comparar a unos con otros. Por eso me repatean:

1.- Por un lado los bancos y los sucesivos gobiernos, aplicando unas políticas crueles y devastadoras a lo que viene siendo todo el proceso de alquiler o compra de una vivienda, y a la vez de cara a la galería, pretendiendo ayudar a la adquisición de un bien de primera necesidad. Plagiando a Montero González: “Gobierno mío, no me ayudes pero tampoco me jodas”. No vale “ayudar”, no vale “conceder subvenciones” y no pagarlas luego, no vale hacer política con las palabras del artículo 47 de la Constitución Española, pero ignorando su contenido. No vale. (Nota en paréntesis: el susodicho artículo dice que “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interes general para impedir la especulación.”)


Lo único que vale aquí es aplicar ese artículo con todas las de la ley y nunca mejor dicho, limitar las ganancias de los bancos y de todo el que se dedique al sector de la vivienda, especialmente de quienes se llevan el trozo grande de pastel, y obligar a los bancos a facilitar el pago del dinero que se les debe. Quienes ellos llaman “morosos de buena voluntad”, es decir, gente que ha pagado su hipoteca sin problemas durante años y de repente por las circunstancias laborales, o por que el TAE y su progenitora se han subido a las nubes en dos meses, ahora no pueden pagar, deben tener facilidades para hacerlo. Todas las que sean necesarias y aún a costa del tremendo beneficio que cualquier banco obtiene de conceder préstamos hipotecarios.

2.- Por otro lado me repatea tambien la gente incapaz de entender y asumir que los derechos conllevan obligaciones. La vivienda es un derecho pero eso no significa que sea gratis, ni que tenga que ser gratis, la vivienda si uno la quiere hay que pagarla. A un precio justo, de acuerdo; sin especulación, de acuerdo, pero hay que pagarla porque si uno no la paga, la terminan pagando todos los demás y eso tampoco es justo. De ahí mi repateo estomacal con los perroflautas anti-deshaucios, anti TODOS los deshaucios y vivalavirgenquesolidariosoy.

Y a ver, que conste que en el fondo les entiendo: ellos no trabajan, ni han trabajado nunca, ni piensan trabajar, por lo tanto no han de contribuir con sus impuestos a pagar las viviendas de quienes no las pagan, por lo tanto qué más les da. Pero eso sí, solidarios los cojones, y si no que se lo pregunten al que monta un quiosco de pipas para ganarse la vida y pasa años trabajando catorce horas diarias y hasta el cuello de impuestos, hipotecas y facturas. Que le venga el perroflauta de turno a impedir el deshaucio de los treinta caraduras que viven de las ayudas sociales en el piso de al lado, sin haber pagado jamás un céntimo a la comunidad de vecinos, sin haber pagado jamás el alquiler o la hipoteca, sin haber pagado jamás un impuestito de nada, que ya tienen bastante faena armando fiesta y jarana las veinticuatro horas del día para celebrar que no necesitan trabajar, puesto que nuestros gobiernos son tontos y ellos tienen derechos.

En fin, que me parece una tremenda injusticia tanto la política económica vigente en nuestra querida Spain con respecto a las hipotecas, como la cara dura con que algunos se autoproclaman víctimas de un sistema al que no contribuyen y que nos está devorando a todos, especialmente a quienes sí pagamos nuestras deudas. Señores que esto es España, que aquí por triste que sea a veces hay que echar de una casa a quien no la paga, porque si no aquí no paga ni el tato.

Y no podemos meter a la octogenaria gallega en el mismo saco que el suicida alicantino,  por poner un ejemplo.

En el primer caso, francamente yo iniciaría una investigación al juez y a los dueños del piso por acoso inmobiliario. No me parece muy normal que una inquilina se retrase UNOS DÍAS en el pago de una mensualidad por un valor menor de 200 euros, y la orden de deshaucio vuele rauda y veloz a su buzón y no sea retirada cuando la deuda se subsana,  de hecho se mantenga hasta que un bombero con un par dice que esa puerta no la tira y que él ahí no entra. Y olé mis bomberos del alma, ya que viene a cuento. ;-)

 
En el segundo caso parece ser que el propietario de la vivienda es una persona de economía más bien modesta, que por circunstancias en un momento determinado dispone de una vivienda libre y la alquila para poder pagarla, y aquí un juez tarda CINCO AÑOS en emitir una orden de deshaucio contra un inquilino que sólo pagó la primera mensualidad y además está dejando el piso destrozado.

Qué quereis que os diga, para la anciana STOP DESHAUCIOS, y para el otro menda DESHAUCIO INMEDIATO, porque no son iguales ni se han comportado igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario