martes, 29 de agosto de 2023

El beso en España

“El beso, el beso, el beso en España 
se da si se quiere, con él no se engaña…”

(pasodoble popular)



En la última semana ha habido en España cinco violaciones, múltiples algunas de ellas, y un intento. Las violaciones perpetradas por seres de luz, llegados del sur de Gibraltar gracias a la política de fronteras abiertas; el intento perpetrado por un violador reincidente que ha salido de la cárcel gracias a la ley feminista del sólo sí es sí. 



Manifestación convocada a raíz del beso de la discordia

Como era de esperar, el feminismo en pleno con la Ministra de Igual-Da a la cabeza ha saltado con furia a los medios de comunicación, pero no para denunciar ninguna de estas agresiones, sino para denunciar que un machirulo directivo de la Federación Española de Fútbol, durante la celebración del Mundial dio un beso en la boca a una de las jugadoras de la selección. Esas cinco mujeres asaltadas y violadas, una de ellas en su propia casa, están viendo en todas partes el #yotecreohermana seguido de incontables muestras de apoyo a la futbolista; están viendo a la Ministra calificar de “violencia sexual” tan terrible acto; están viendo horas de debate acerca de si fue consentido o no; están viendo imágenes de la presunta víctima mostrándose de lo más cariñosa con el presunto agresor antes, durante y después de la presunta agresión; están escuchando declaraciones de la susodicha futbolista diciendo que fue un beso consentido, una agresión, un acto machista, una celebración eufórica, una salida de tono, un gesto de complicidad… vamos, lo que toque dependiendo de como salga el día.


Ninguna de esas cinco mujeres ha visto una sola muestra de apoyo hacia ella o de condena hacia su agresor o agresores, el feminismo ahí no sabe no contesta. Los violadores estarán en breve paseando por la calle y aquí lo único importante es que dentro de diez años seguiremos hablando de si el beso fue consentido o no, y no nos acordaremos de esas cinco mujeres, ni siquiera de la jugadora que metió el gol de la victoria o de la gesta histórica que supone haber ganado ese mundial. El feminismo lo ha vuelto a hacer. Qué es una violación múltiple o ganar un mundial cuando hay un imbécil por ahí dando piquitos a las futbolistas, vamos hombre. Cuestión de prioridades.



Así lo ha manifestado y no sin cierto pesar Iker Casillas, el que fue portero de la selección masculina cuando hace trece años ganaron ellos el mundial, y quien también protagonizó un beso “robado” a su novia que hizo arder las redes, pero de pasión. No tengo ninguna amiga heterosexual que no se levantara de la silla aplaudiendo cuando vio ese beso espontáneo, romántico y eufórico de un más que emocionado Iker, justo después de haber ganado el mundial. Pero eso es porque Irene aún andaba entonces con las rastas puestas, que si llega a ser ya en aquella época la Ministra de Igual-Da, mete a Casillas en la cárcel por no haberle hecho firmar a Sara un consentimiento antes de besarla. Con sus dos ovarios, fijo.


El beso de Iker a Sara


El macho besador del 2023 es un tipejo que a casi todo el mundo le resulta bastante desagradable, sobre todo porque parece ser que su gestión a cargo del dinero de la Federación ha sido digamos que algo turbia. Y también por su gesto obsceno agarrándose la entrepierna en el palco, en pleno partido, junto a la Reina y a la Infanta de 16 años, en un momento en que estaba representando ante el mundo a la máxima autoridad del fútbol español… es que no se puede dar más vergüenza ajena. 


Así que en efecto, después de haber visto el sobeteo entrepiernil del fulano, el beso me pareció desagradable, grosero y completamente fuera de lugar. Pero claro, así a priori tampoco se puede saber qué tipo de relación y qué grado de confianza hay entre esas dos personas, y por lo tanto en qué medida es adecuado o no besar a alguien de esa manera y en semejante ocasión. Dejaremos que lo decida y lo califique la jugadora que ha recibido el ósculo, si es que alguna vez se aclara. Por cierto, se trata de una señora de 33 años: si considera que ha sufrido una agresión sexual es perfectamente capaz de ir a una comisaría y denunciarlo. Quiero decir que todos los demás podemos afearle el gesto al tiparraco, pero no podemos acusarle de cometer un delito salvo que sea con pruebas y en una comisaría. Igual la Ministra debería saber eso a estas alturas… pero es que está demasiado ocupada poniendo puntos violeta, enchufando a sus amigas y soltando violadores. No da abasto la pobre.








2 comentarios:

  1. Jjji Genial cierto y vergonzoso, el comportamiento, y tocamiento del Rubiales, muy bien explicado Zenia

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