lunes, 25 de febrero de 2013

Hablando alemán

 

Todos sabeis cuánto me gusta Alemania y lo poco que entiendo a la gente que se queja de tener que largarse de España para irse allí, ¡yo que pudiera! (y sin poder no lo descarto, que conste). Bueno, el caso es que llevo algún tiempo estudiando alemán y ¡mecagüen la mar, qué difícil es! a mí siempre se me han dado bien los idiomas, en el cole solía sacar buenas notas, y después del cole he aprendido alguna lengua extranjera por mi cuenta,  por afición, y va y resulta que el alemán se me resiste.

Entendámonos, no se me resiste a muerte, voy haciendo progresos, pero aún no he conseguido entender del todo cómo se forman las palabras, cómo se conjugan los verbos, cómo se ordenan las frases. Hay quien dice que ni los propios alemanes lo entienden, pero estoy segura de que lo hacen de una manera mucho más sencilla y eficaz que quienes hablamos lenguas románicas. Para eso son alemanes.

Y los casos, la declinación ¡LAVIRGEN! Recuerdo de cuando estudiaba latín en el instituto, que tan hermosa lengua posee seis casos y muy pocas preposiciones, por eso suena directo y sin florituras. En español no existen los casos y abundan las preposiciones; en inglés más o menos igual, aunque se conserva y se usa a menudo el genitivo llamado sajón (Manu´s black and beautiful eyes;-), en alemán, además de montón de preposiciones, hay cuatro casos. Nominativo, genitivo, dativo y acusativo. Especialmente con estos dos últimos cuando son complemento indirecto y directo respectivamente no hay problema, pero en los complementos circunstanciales son difíciles de colocar, puesto que dependiendo de cada verbo y de cada preposición, y de cada combinación distinta de verbo y preposición, hay que usar un determinado caso que pueden cambiar si la intención del verbo es distinta. Por ejemplo, si el verbo implica movimiento hay que usar una preposición y un caso distintos a si el verbo no implica movimiento, aunque el resto de la frase sea igual. Y cada caso tiene tres géneros en singular (masculino, femenino y neutro) y uno en plural, ¡multiplica y verás cuántas declinaciones te salen! Y en los verbos compuestos se separa la partícula (al principio de la frase) de la raíz del verbo (al final), por lo tanto te enteras de cómo,  cúando, quién, dónde, por qué y con quién alguien está haciendo algo, mucho antes de saber lo que está haciendo. Pero a veces hay excepciones y se invierte el orden de sujeto y predicado, con lo cual ya te has perdido y no te enteras de nada. Y como de esa manera parece ser que los alemanes aún lo encuentran fácil, resulta que el genitivo femenino singular, a veces (por ejemplo en el artículo determinado “der”) es igual que el nominativo plural, y ya lleva rato dándome vueltas la cabeza.

Y luego las consonantes. En alemán hay muchas palabras compuestas, por ejemplo “Schwartzkopffstrasse” que es el nombre de una calle de Berlín. Nótese la secuencia 4 consonantes - 1 vocal - 4 consonantes - 1 vocal - 6 consonantes - 1 vocal - 2 consonantes - 1 vocal. ¡¡Y HAY QUE PRONUNCIARLAS TODAS!! Vamos, que si vas por allí más te vale llevarte un plano, porque si has de preguntar pronunciando bien, la llevas clara.


Cuando llegué este verano al Goethe´s, el primer día nos hacían una prueba de nivel para asignarnos a uno de los grupos. Luego me enteré de que otros compañeros dijeron que no sabían nada de alemán y les pusieron en el grupo de iniciación, pero yo toda chula, ala, a hacer la prueba y que no se diga.

Desarrollo de la prueba: me siento en el pupitre, coloco mis bártulos y me dan una hoja con pequeños textos, tres o cuatro frases en alemán, y detrás de cada uno, algunas preguntas tipo test. Chupao. Lo termino en diez minutos, recojo los bártulos, lo entrego en la mesa y cuando ya me iba me dice la profesora “¡espera espera! vuelve a sentarte que no has terminado”. Y yo “ups”. Me vuelvo a sentar, me trae una hoja en blanco y me dice “ahora tienes que hacer una redacción sobre tu viaje a Berlín, por qué has elegido esta ciudad, cómo has venido, etc, y luego pasarás a la otra sala a hacer una entrevista”. Me quedo a cuadros y la miro poniendo cara de “oiga, ¿todo eso en alemán?”; pero vamos, en seguida me viene a la mente que no debe de ser en ruso y me pongo a la faena. Consigo escribir un folio entero en alemán (yo con tal de soltar palique, hasta en lenguas indescifrables, con un par), lo entrego y paso a la entrevista. Me entrevista un adorable filósofo alemán llamado Otto, (sí, he dicho “adorable” y “filósofo alemán” en la misma frase, no sé ni como he podido), al que parece impresionarle mi visita a Nefertiti que he narrado con todo detalle en la redacción (vease en este mismo blog “En Berlín, en Berlín, viajera de postín II”, agosto 2012). Otto me mira con los ojos muy abiertos y me pregunta varias veces “pero ¿de verdad fuiste a verla nada más llegar a Berlín?” yo le digo que sí, que me gusta mucho todo lo relacionado con el Egipto Antiguo y he leído bastante sobre Nefertiti, quería ir a verla y fui el primer día por si luego no me daba tiempo. El caso es que Otto, que lamentablemente no va a ser mi profesor, corrige mi redacción, me hace la entrevista y me asigna al grupo A2.2, sinceramente, muy por encima de mi nivel de alemán. Debió ser el efecto Nefertiti o que le caí bien, no sé. Menos mal que luego compartí mesa con la maravillosa Anne (¡gracias guapa!) y conseguí aprender algo, porque esa es otra, la profesora como todos los alemanes, hablaba a la velocidad del rayo. Con sus dativos y sus consonantes. Va en serio, creo que la faringe de los alemanes está hecha de un material distinto al nuestro, porque si no, no me explico cómo pueden pronunciar todo eso tan rápidamente ¡incluso los niños pequeños! No me lo explico.

Busto de Nefertiti
Después de volver de Berlín, nos visitó mi familia de Munich, y estuve un ratito hablando con mi cuñado Joachim en alemán. Se me dio mejor de lo que esperaba y me di cuenta de que soy capaz de hablar en alemán si me paro a pensar antes lo que voy a decir, y sobre todo que soy capaz de entender algo si me hablan despacio ¡todo un logro! En un momento determinado le pregunté a Joachim cómo hacían los alemanes para saber exactamente qué preposición va con cada verbo y en qué caso ha de declinarse cada sustantivo, y me contestó “¡Automáticamente!”. Pues va a ser verdad, habré de pasar de memorizar todas esas reglas, normas y excepciones, terminar mi curso de alemán (voy por la lección siebenunddreissigste, en español 37) y empezar a leer como una posesa en la lengua teutona. Empezaré por un Asterix que compré en Munich hace años, y luego ya me paso al Fausto de Goethe y a los aforismos de Nietzsche ;-) Pa chula yo.

PD: “¿Puedo saludar?” “Claro querida, es tu blog” “Pues aprovecho para saludar y enviar muchos besitos a los alemanes que más quiero de toda Alemania: María, Joachim, Adrian, Daniel, Natalia y Luis”

viernes, 8 de febrero de 2013

Matando talibanes

Parece ser que mi querido Harry Windsor, el pelirrojo más sexy del planeta con permiso de Eddie Redmayne, la ha vuelto a liar parda. Pero ¡joer! si es que le van buscando las cosquillas al chaval.


Pues eso, que mi Harry se ha ido a Afganistán de soldado, que dicho sea de paso menudo polvo tiene vestido de soldado, y a la vuelta va y le pregunta el periodista lumbreras de turno, que si ha usado sus armas y ha matado talibanes. Y va Harry y le dice que sí. ¡Oh diosmío, se desata la polémica! ¡El príncipe Harry ha empuñado un arma! ¡El príncipe Harry ha matado! ¡Y encima una vez se fumó un porro y otra se disfrazó de nazi! ¡Qué vergüenza, que ignominia!

Pero “amo a ver”, piltrafilla ¿qué respuesta esperabas? ¿algo así como “las armas ¡qué dices, si son de juguete! y con los talibanes me iba de fiesta a vestirnos de nazis, que en el fondo son buenos chicos y todo”... ¿algo así? Me da a mí que no te has enterado aún de que el príncipe, y todos los demás soldados estaban en una guerra, y tanto empuñar armas como matar, son cosas que suelen hacerse en una guerra. Dime que la guerra es injusta, dime que el ejército británico no debía estar allí, dime que la población civil de Afganistán está entre dos fuegos sufriendo las consecuencias, dime todo eso y estaremos de acuerdo; pero no me vengas con que a la guerra se va a repartir caramelos, porque manda güebs tú también, cinco años de periodismo para acabar siendo tan torpe. Dedícate a entrevistar a la Esteban y similares, anda, que tú no vales para esto. ¿Por cierto, te paraste a pensar lo que es un talibán? ¿te paraste a pensar que las mujeres afganas se suicidaban a miles cuando los talibanes tomaron Kabul, porque lo preferían antes que caer en sus manos? Pues piensa un poquito, anda, te irá bien.

A Harry le gusta el ejército, y yo que siempre he despotricado de la vida militar y de los ejércitos, será que me hago mayor pero va y resulta que le comprendo. Le comprendo porque en la vida civil, a los doce años vio morir a su madre acosada y avasallada por periodistas, que después del accidente y mientras ella y sus acompañantes agonizaban, se limitaron a hacerle fotos en vez de ayudar. Le comprendo porque toda su vida acaba siendo publicada y criticada, haga lo que haga por íntimo que sea. Le comprendo porque su padre, el feo y tímido Carlos, ha conseguido a los sesenta años casarse con quien siempre quiso casarse, y ha jurado públicamente que sus hijos se casarán con la persona a la que amen; y si no fuera así, quizá Harry se habría visto abocado a una vida conyugal tan desgraciada como la de sus padres. Y le comprendo sobre todo porque me pone muy cachonda, y eso me hace sentir una gran empatía hacia él.

Harry se siente a gusto en el ejército porque es el único sitio donde él es simplemente Harry. No es príncipe, no es el nieto de la reina, no es el hijo y hermano de futuros reyes, no es alguien especial, no tiene privilegios, nadie le distingue del resto. Si hay que hacer maniobras de noche, las hace; si hay que comer rancho-bazofia durante días, lo come; si hay que pasarse una pista americana, la pasa; si se salta alguna norma, lo arrestan, y si hay que ir a matar talibanes, pues va y los mata. Exactamente igual que otros miles de soldados. Cuando hace años tuvo que volver de Irak a regañadientes, tras filtrarse a la maldita prensa su presencia allí y su posición, sólo lo hizo al entender que podía ser especialmente objeto de atentados, y poner con ello en peligro (más aún) la vida de sus compañeros. Y se quejó, amargamente y con razón, de que le quitaran lo único que le hacía feliz. Al final ha vuelto. Al igual que su padre, se ha rebelado y ha conseguido dedicarse en la vida a lo que le gusta hacer, que dada su posición no es fácil. Diana estaría muy orgullosa de él, y sus miles de fans, sin ninguna duda también lo estamos.

jueves, 17 de enero de 2013

De reinas y reinonas

Hoy ha caído en mis manos el último (y creo que nunca mejor dicho) libro de Pilar Urbano sobre la reina Sofía, sí, aquel en el que decía que respeta a los gays pero “¿por qué tienen que estar orgullosos de ser gays y subirse en una carroza...?” y “que se unan pero que no le llamen matrimonio” y en fin, todo eso. No he leído el libro entero, pero ojeándolo he buscado esas palabras impresas y efectivamente, ahí estaban.

La reina Sofía
Vaya por delante que la reina Sofía me cae bien, muy bien, ella y sus hijos. No así su marido, no así su yerno, ni su ex yerno, ni su nuera, pero ella y sus hijos me gustan, sobre todo ella. Siempre me ha parecido una persona que sabe estar en su sitio y por eso no me creo, ni me he creído nunca que dijera esas palabras a una periodista con la intención de que salieran publicadas en un libro. Aunque por supuesto, estoy segura de que algo así es lo que piensa de los gays, ya lo dijo muy sabiamente en su programa Ángel Martín: “¿qué esperabais? ¿que la reina quisiera ver a Felipe casado con Jesús Vázquez?” Pues eso, que a una persona de cierta edad, que fue princesa y que lleva casi cincuenta años siendo reina de España, no le pega estar enarbolando la bandera arco iris, para qué nos vamos a engañar; pero publicar lo de las carrozas me parece más bien una jugarreta sucia de la periodista que se autoproclama “amiga” de la reina, para vender un libro que tampoco iba a ser un best-seller sin algo de polémica.

Porque doña Sofía es una mujer inteligente y sabe perfectamente cuales son sus privilegios, que los tiene, pero también cuales son sus obligaciones. Los miembros de la familia real son los únicos españoles que no tienen derecho al voto salvo en un referéndum, ni derecho a la libertad de expresión. No pueden decir públicamente lo que piensan, tienen que decir lo que deben decir y punto. Forma parte de su trabajo y la reina lo ha hecho muy bien durante muchos años, es más, unas páginas antes se niega a pronunciarse sobre el famoso “¿por qué no te callas?” de su marido, y le dice muy claro a la periodista que no puede comentar eso porque ella no tiene libertad de expresión. Así que por mi parte, un diez a la reina Sofía y un cero a la otra pedorra.

Y dicho esto, tanto a la reina Sofía (qué ilusión me haría que leyera mi blog), como a quienes piensan como ella (esos me dan un poco igual), como a quienes no piensan como ella (bienvenidos sean), como a las Reinonas-Queens (que me leen a centenares ;-), me gustaría decirles un par de cosas:
Con mucho orgullo

1.L@s gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, transgénero, queers,  mariliendres, heteros simpatizantes y más que me dejo, no estamos especialmente orgullos@s de ser gays, les, bi, t, i... pero sí estamos MUY ORGULLOS@S de poder serlo públicamente, de no tener que escondernos de nadie, de poder casarnos con quien nos dé la gana (bueno, siempre que la otra parte esté de acuerdo ;-) y de poder abrazar a nuestra pareja fuera de un antro, sea quien sea nuestra pareja y del sexo o género que sea. Y por eso nos subimos a una carroza y celebramos nuestra fiesta, porque la visibilidad de l@s gays, les, bi, t, i... es un gran logro no sólo para nosotros, sino para una sociedad más justa, igualitaria y sin discriminaciones. Por supuesto también hay much@s gays, les, bi, t, i... que no son partidari@s del Orgullo, y nadie les obliga a serlo ni a participar. 

¡Esta va por ti, Sally!
Los demás montamos la carroza, nos soltamos la melena y celebramos haber dado un paso importante hacia la libertad y la no-discriminación en España. ¿Por qué nos subimos a una carroza? porque nos da la gana, porque es nuestro día y porque tenemos derecho a hacerlo, igual que lo tienen los falleros en fallas, los Reyes Magos el cinco de enero, y lo tuvieron los hijos de la reina Sofía el día de sus respectivas bodas.

2.¿Qué es un matrimonio? Básicamente un rito de unión entre dos personas, y a partir de ahí depende.  Cada religión tiene el suyo, algunas etnias como la gitana tienen el suyo, y no sé de ninguna cultura en el mundo que no tenga su propia manera de formalizar una unión, aunque sea mediante un chasquido de dedos. Y ahí por supuesto, cada cual pone sus propias normas. Por ejemplo, la iglesia católica exige que los contrayentes sean hombre y mujer, que estén bautizados, que no hayan contraído antes matrimonio católico o bien que éste haya sido anulado, que hayan realizado los cursillos prematrimoniales y que estén en gracia de dios en el momento de dar el “sí quiero”. Ésas son sus normas, y si uno quiere casarse por la iglesia católica tiene que cumplirlas. 

El matrimonio civil está regido en España por el código civil (valga la redundancia) que esté vigente, y desde el 3 de julio de 2005, el código civil vigente en España dice en su artículo 44: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo.” Más claro, agua. 


Por supuesto que no tiene nada que ver con el matrimonio católico, ni con el gitano, ni con el balinés, y por supuesto que las personas que practican esos ritos no deberían ofenderse porque otros se casen por un rito diferente que a ellos ni les va ni les viene. Pero siendo serios y llamando a las cosas por su nombre, el matrimonio entre personas del mismo sexo, en España, hoy en día, se llama matrimonio. Por eso lo llamamos así.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Brad se mete a productor

Me cuenta alguien que Brad Pitt se ha metido a productor, se ha gastado una barbaridad de dinero en un tocho película y casi se arruina. Ahí está, con un par (de milloncetes de euros, supongo).


Vamos a ver, Brad, cariño, desde que te dejaste encasquetar seis monstruos por la Angelina, tú no riges bien. Asúmelo, estás bueno tío, muy bueno, y gracias a estar muy bueno eres una estrella de Hollywood, lo demás nos da igual. Ya te has pasado media vida haciendo de feo para demostrar que eres buen actor, y hasta en “Doce monos” estabas pa´ comerte. 
Que sí, Brad, que sí, que eres buen actor, buen productor, buen director, buena persona, un tio inteligente, el padre del siglo, pero nosotros vamos a ver tus películas porque estás para mojar pan y hacer sopas, y de vez en cuando te quitas la camiseta mientras pones esa sonrisa de “oh sí vamos nena, te lo voy a comer todo”. Da igual que te encierres en una habitación con una cámara, te quites la camiseta y pongas la sonrisa de “oh sí vamos nena.......”, y te hayas gastado en la peli entera 30 euros. Iríamos a verla igual, ¿para qué te metes en producciones mastodónticas que te arruinan? ¿es la mala influencia de Angelina? ¡¡Déjala, dale la custodia de todos los niños y vente conmigo!! Yo te haría feliz Brad, y te ayudaría a invertir tu dinero en mejores proyectos.


En fin serafín, un disgusto muy grande tengo, porque además parece ser que ni siquiera sales en la película, así que me temo que ireis a verla tú, Angelina y los seis monstruitos. A ver si aprendes de la experiencia y a la próxima peli nos haces un Fullmonty, que así recuperas siete veces el dinero que has perdido en ésta. Fijo.



viernes, 21 de diciembre de 2012

En estas fechas tan entrañables




En estas fechas tan entrañables, ya que la paz mundial sigue y seguirá siendo una utopía, os deseo mucho Amor. Que os ameis sin parar los unos sobre los otros, y que no os canseis nunca de dar, ni de recibir. Amor, claro está.

Tened muy en cuenta las cosas que verdaderamente son importantes en esta vida: el dinero no da la felicidad, pero como ayuda (y mucho) a comprarla, os deseo de todo corazón que os toque la lotería, y ya de paso puestos a tocar, que os toque también algún maromazo, maromaza, maromaz@, ahí ya a voluntad, que sobre gustos no hay nada escrito. Bueno sí, la Enciclopedia Nacional de Introducción al Gusto en 27 volúmenes, pero de eso ya hablaremos otro día.


No seais ilusos, Jesucristo nació en marzo y la Navidad la inventó el Corte Inglés, así que comprad lo que os dé la gana, cuando os dé la gana y sólo si os da la gana. La generación de nuestros abuelos crió a sus hijos en plena posguerra pasando hambre y comprando alimentos en el mercado negro; la mayoría de nuestros padres tuvieron un solo juguete en toda su infancia, y aún no he visto a ninguno traumatizado por ello, así que no es tan fiero el león como lo pintan, no dejeis que os machaque la publicidad. Si no hay dinero para regalos, Amor, mucho Amor. Y si hay dinero también, ¡qué narices!


Os deseo también que tengáis, y expreséis un cariñoso recuerdo para los musulmanes que exigen que no se celebre la Navidad en los colegios porque les ofende, y amenazan con destrozar los adornos navideños. “Cariñoso recuerdo” es un eufemismo para mentarles a la progenitora que la pobre igual tampoco tiene la culpa de nada, pero al grano: vamos ver mustafás, aquí se celebra lo que a los perversos y pecaminosos consumistas occidentales nos salga del chirri, y a quien le moleste se calla la boca y se va a su casa, que tampoco es obligado vestirse de Papá Noel ni celebrar nada. Lo único obligado es dejar en paz a quienes quieran celebrar lo que quieran. Vivimos en una cultura judeocristiana, que nos puede gustar más o menos a quienes nacimos en España, pero a los inmigrantes musulmanes debe encantarles, puesto que la han elegido para hacer aquí su vida en vez de en un país de tradición islámica, así que no entiendo tanto alboroto cuando a ellos nadie les obliga a nada. 
Musulmanes radicales exigiendo la Sharia EN HOLANDA. No comment
Además, nosotros podemos criticar la Navidad si queremos, que para eso es “nuestra”; ellos no. Ellos pueden criticar que en los paises árabes se celebre el ramadán; nosotros no podemos ir a Marruecos y exigir que nadie celebre el ramadán porque nos ofende, y amenazar con alimentar a la fuerza a los musulmanes que quieran ayunar. ¿Se ve clara la diferencia? Pues eso. Que dentro de nada pretenderán que llevemos todas el pañuelito en la cabeza para no ofenderles. Ahora es algo anecdótico, pero en cuanto sean mayoría las vamos a pasar canutas, vedlo venir, vedlo venir, que ya lo dijo la gran Fallaci y los acontecimientos le dan la razón cada vez más.

Preocupante, pero lógica reacción
Y ya que me he explayado con uno de mis temas favoritos, termino con el otro: a todos los que teneis como propósito de año nuevo dejar de fumar, ánimo y enhorabuena. A todos los que hemos tenido como propósito de muchos años nuevos no empezar nunca a fumar, más enhorabuena aún.

Maromo prototipo que a tod@s nos gustaría que nos tocara estas fiestas. O las otras, da igual, el caso es que nos toque.
Y ahora sí, termino. FELIZ NAVIDAD A TODOS.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Y tú con esa cara

“Chulos de película que aguantan que les den una paliza después de caer por un barranco, pero se quejan como nenazas cuando la chica les cura con el algodón”

El agente Givens ha sufrido en ocasiones la ira de los malos en su linda carita
Creo que leí esta frase en algún lugar del facebook y me hizo mucha gracia... sobre todo por los millones de veces que he deseado ser la chica del algodón. Llamadme sádica, llamadme pervertida, llamadme lo que queráis, pero ver a un hombre guapo con marcas de golpes en la cara me pone cachondísima. Y supongo que todo me viene de un trauma de juventud...

Van Damme, en sus buenos tiempos

Vereis, hace bastantes años, yo tenía un amigo muy guapo, por el que estaba loquita sin que él lo supiera. Vamos, enamorada desde las uñas de los pies hasta la punta de las pestañas. Crazy crazy. Pues bien, este chico practicaba full-contact, y el día de su primer combate oficial en una gran nave llena de gente, tipo velada de boxeo en Las Vegas, una amiga y yo fuimos a verle, animarle, hacerle la ola, sacar una pancarta, UH, UH, UH; SÍ SEÑOR; MI CHICO GANADOR!!! Y perdió por KO en el primer asalto. Una lastimita... de verdad, estuve a punto de echarme a llorar. Jo. Qué pena.

Gannicus en acción

Al día siguiente fui a verle a su casa, estaba recostado en la cama con el torso desnudo (¡Ay mare!) y la cara hecha un mapa. Ay mare, ay mare, ay mare. La adrenalina, oxitocina y serotonina me subieron a mil, flotaban en el ambiente, love is in the air y calentón brutal in the body. Para acabarlo de arreglar, en su habitación no había sillas, así que me tuve que sentar en la cama con él, no sé si por suerte o muy a pesar mío, porque estaba que me subía por las paredes. Empezamos a hablar del combate, de técnicas de artes marciales, y pese a que el tema de conversación me apasiona, en aquel momento no pensaba más que en besarle ¡lo que hubiera dado por poner mis labios sobre ese ojo magullado, esa ceja partida, ese labio hinchado! De verdad. Estaba la puerta de la habitación abierta, sus padres por la casa y yo en la friendzone, pero me faltó el canto de un duro para echarme encima de él y comérmelo enterito. Mierda de autocontrol.

Crixus, love forever

Y desde entonces peli que veo donde al protagonista le dan pal pelo, peli que me encanta. Y quien dice peli dice serie, querido Crixus....

martes, 9 de octubre de 2012

Mujeres y leyes

“No pasa nada, ¿hay nueve votos? Poned diez. Las leyes son como las mujeres, están para violarlas.”
José Manuel Castelao
Presidente del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior.
(segundo día en que ostentaba el cargo, cuando faltaba un voto para formalizar el acta sobre la que se trabajaba en ese momento)

Por supuesto que sí, señor Castelao, las mujeres como las leyes, para violarlas. ¡Dejémonos ya de feministas quemasostenes a favor del aborto y de corrección política! ¡Usted sí que es un hombre sincero, un macho español como debe ser! Mujeres.... seres inmundos que no tenían ni alma hasta que un Papa lo decidió, y ahora vienen pidiendo derechos... ¡ay si nuestro Gran Caudillo levantara la cabeza! ¡En qué hemos convertido su amada España! Hay que violarlas a todas, y la que no se deje violar dos hostias como dos panes, a ver si entran en razón de una vez por todas y se enteran de quien manda aquí. ¡Hombre ya!

Doy por sentado, señor Castelao, que usted se ha creado por generación espontánea debido a alguna extraña mutación poco presente por fortuna en la naturaleza, puesto que en caso contrario habría nacido usted del vientre de una mujer como todo hijo de vecino. Y claro está, haciendo caso de sus palabras, a su excelsa progenitora habría que violarla en base a su condición femenina, porque para eso está, para violarla.

Sé también que usted está casado, y supongo que está violando a su señora constantemente, puesto que ya que su madre al fin y al cabo no eligió parir a un energúmeno semejante, su esposa sí eligió casarse con usted, y ya sabía para lo que era. Para ser violada, y si no que se hubiera casado con algún calzonazos moderno de los que pululan por este país, y que no van por ahí violando a sus mujeres como buenos machos. En el caso de que a sus 71 años sus condiciones físicas no le permitan consumar una violación como Dios manda en la persona de su señora, seguro que busca usted algún joven mancebo que le sustituya en sus deberes conyugales. ¡No va a consentir usted que su querida esposa se quede sin su violación habitual! Eso nunca, señor Castelao, eso nunca.

Creo que no tiene usted hijas. Una lástima, porque en el caso de que las tuviera también optaría para ellas, como mujeres que son, por la violación cotidiana. Quizá se encargara usted mismo, como buen padre que es; o quizá si algún becerro con sus mismas ideas asaltara a una de sus hijas en un callejón oscuro y la violara, usted en vez de procurarle a su retoña inmediatamente asistencia médica y sanitaria, procedería a recordarle las obligaciones que implica su condición de mujer, con las sabias palabras que de su boca salen habitualmente. “Nena, no seas quejica y alégrate, que para eso estás, para que te violen”. O algo así.

Qué grande es usted, señor Castelao, qué grande. Hay que reconocer, además de su sabiduría en cuestiones femeninas, su indudable talento para la política. Poca gente, muy poca gente es capaz EN SÓLO DIECISIETE PALABRAS, de declararse en grado sumo CORRUPTO, SEXISTA, BOCAZAS Y ESTÚPIDO con tanto talento y gracia como lo ha hecho usted. Eso tiene mucho mérito señor Castelao. Alégrese, porque pasará usted a la historia de España como uno de los grandes.