Querida Isinbayeva

Querida Isinbayeva:

Hace unos cuantos años, cuando eras una joven, prometedora y desconocida deportista, el entonces número uno en tu deporte, Sergei Bubka, afirmó públicamente que el salto con pértiga femenino le parecía algo ridículo, y que no pensaba dignarse mirar a una sola saltadora hasta que alguna alcanzara la altura de cinco metros. Me pregunto cómo te sentó aquello. Dolió ¿verdad? ¿Te dolió verte rechazada y humillada como deportista únicamente por tu condición de mujer, algo que ni puedes ni quieres cambiar? ¿Te dolió que esas declaraciones públicas fueran hechas precisamente por quien debía ser por aquel entonces tu ídolo, alguien a quien admirabas incondicionalmente? Me imagino que sí, que te dolió y que aún llevas esa espina clavada.

Yelena Isinbayeba

De la misma manera deben haberse sentido dolidos tus admiradores gays y lesbianas, que los tienes y muchos, al leer tus estúpidas declaraciones acerca de SU sexualidad, negando prácticamente que ellas y ellos existan en tu país y que si se les permite existir habrá que temer por tu nación. ¿Pero cómo te has atrevido?

Yo no quiero solamente que te retiren el Premio Príncipe de Asturias, quiero que te prohiban participar en cualquier competición deportiva, porque me parece que no te has enterado aún de que el deporte, por muchos intereses económicos que existan depositados en él, es ante todo unión, hermandad y ausencia de prejuicios. Por eso en cualquier contexto se define como “deportividad” la conducta honrada y justa; el saber perder sin enfado, reconociendo simplemente que el otro ha sido mejor, y el saber ganar sin humillar a quien ha perdido. Tú has humillado sin necesidad y de una forma cruel, al colectivo de seres humanos que más sufre en estos momentos en tu país, y desgraciadamente en muchos otros países del mundo. Y eso, querida Yelena, además de ser muy poco deportivo no tiene perdón. Ojalá si finalmente los JJOO de Invierno de 2014 se celebran en Rusia, veamos más banderas arco iris y salidas de armario en directo que nunca. De momento ya hemos visto un valiente y bellísimo beso en la boca entre dos de tus compatriotas, dos bellísimas y valientes integrantes del equipo ruso de relevos 4x400 metros. En el último mundial de atletismo y en lo alto del pódium. Con dos pares de ovarios y seguro que dedicado a ti y a quienes piensan como tú, que no os mereceis menos.

Te admiraba como deportista y reconozco que aún te admiro, puesto que tus logros en el salto con pértiga son innegables y muy meritorios, pero como ser humano te desprecio. Un amigo mío dice que todas las personas estamos de alguna manera compensadas, que  quien destaca por una cualidad está terriblemente falto de otras. Gracias a ti, he entendido perfectamente lo que quiere decir.