miércoles, 25 de septiembre de 2013

Volviendo a Creta

No me gustan los animales. No me gustan nada, salvo algunas excepciones: el tigre de Bengala (va en serio), la araña viuda negra (va en serio), la pitón real (va en serio) y algún que otro especimen de la especie humana (va en.... bueno, supongo que va en serio ;-). Nunca he tenido ni tendré un perro, gato, pájaro o mono en mi casa; mi mascota es un tigre de peluche, enorme, se llama Alejandro Magno y me lo regaló un novio que yo tenía. Es limpio, aseado, no hay que sacarlo a pasear, huele bien, es calentito y suave si lo abrazas y me hace compañía, toda la que necesito.

Tigre de Bengala

Bueno, a lo que iba, también me parece estupendo que comamos carne, pescado y productos provenientes de los animales. Es una ley de la naturaleza, TODOS los animales se alimentan de lo que está por debajo suyo en la cadena trófica, ya sea vegetal o animal, y justo en lo alto de la cadena trófica está el ser humano, así que, respetando a quien no quiera comerla, que no es obligatorio, lo más normal del mundo es que nos alimentemos de carne entre otras cosas. De hecho si nuestros antepasados no se hubieran alimentado casi exclusivamente de la carne de los animales que cazaban, ninguno estaríamos aquí.

Además me parece bien que algunos animales participen en espectáculos. Es inconcebible que jamás apareciera un caballo, un perro o una paloma en una película, y siempre sale al final la típica notita informando de que ningún animal que participe en ella ha sido maltratado, con lo cual toca al menos creérselo. He disfrutado mucho alguna vez viendo espectáculos de delfines, y en general viendo peces y aves exóticas en lugares adaptados a su lugar de origen. Me lo pasé pipa con los pingüinos del Oceanográfico y las jirafas del Bioparc. Son animales sanos, bien cuidados y bien alimentados, que no se acercan a ti y que no cobran por su trabajo porque no tienen sindicatos, qué le vamos a hacer, no llegan a tanto. Supongo que tampoco lo necesitan.

Me molesta mucho que los perros vayan sueltos por la calle y se me acerquen ocupando mi espacio vital (distancia de no invasión, metro y medio mínimo), por más que detrás venga el imbécil del dueño diciendo que no hace nada. Se equivoca usted señor/a, sí que hace: es desagradable para algunas personas, es alérgico para otras, es fóbico para otras (la tercera fobia más tratada en terapias con niños y adolescentes), y en cualquier caso yo no le voy echando encima mis arañas peludas ni mis pitones reales, ni siquera mi inofensivo Alejandro Magno, sin pedirle a usted permiso. Y en el caso de que alguien lo hiciera, me parecería lógico que usted se enfadara, se sintiera molesto/a y reaccionara con desagrado. Es la reacción lógica, pero también es la reacción lógica si lo hace su perro. Y que nadie me diga que los perros son mejores que las personas por favor: hay perros y perros, y hay personas y personas. Y dentro de ambos grupos, hay de todo como siempre, generalizar es absurdo y en este caso concreto más. Y no hablemos de excrementos animales en la calle, no hablemos....

Bueno, y lo que realmente quería decir en este post, después de toda esta diatriba, es que a pesar de todo me parece espeluznante que se considere un espectáculo la tortura y muerte de un animal. No entiendo como alguien puede hacer algo así, ni disfrutar viéndolo, no lo entiendo, me parece desagradable en grado sumo, y si me viera obligada a verlo, estoy segura de que sufriría por el animal. Aunque parezca contradictorio. No me gustan los animales ni yo a ellos, pero un pacto mútuo de no agresión está muy bien y funciona. Tampoco me gustan algunas personas ni yo a ellas, y no por eso quiero que les torturen y les maten por diversión. Así que lo del toro de la Vega, las peleas de perros o de gallos, y cualquier cosa similar me parece una salvajada que no debería permitirse si queremos llamarnos humanos.

El toreo en Creta

En cuanto al toreo tradicional, se originó en la isla de Creta, donde las doncellas semidesnudas bailaban delante de los toros, y donde el toro era amado y respetado, casi venerado como un dios. Simbolizaba la dualidad entre lo masculino y lo femenino, y era más un acto religioso que un espectáculo. Y esa maravilla ha degenerado en lo que es otro espectáculo más de tortura y muerte de un animal, sólo que de éste viven muchas personas, con lo cual es muy difícil erradicarlo. Lo único que conserva el toreo actual de aquella belleza es la representación de lo masculino y lo femenino, y adivinad quien, de entre el toro y el torero, es la chica de la película ;-)

Mi propuesta: abolir, prohibir por ley cualquier espectáculo donde un animal sufra o muera mientras la gente aplaude, y no lo entiendo pero parece que disfruta. 

Buscar alternativas: por ejemplo en la plaza de toros, se puede mantener la estética, las luces, el movimiento, los bellos y a veces impresionantes pases de capote, sin banderillear, picar ni matar al toro. Si luego hay que aprovechar su carne, se le lleva al matadero y se le mata de un shock eléctrico en un segundo, sin sufrimiento, como a cualquier animal de nuestro menú.

Más propuesta: dar promoción a los espectáculos de recortadores (esos que saltan sobre los toros, o los esquivan haciendo piruetas), hacerlos tan populares como las corridas y que den de comer a toda esa gente que vive del toreo. Son espectáculos bonitos, con toros, y en los que al toro nadie le toca ni le hace sufrir. Vamos, lo que viene a ser volviendo a Creta.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo, querida. Más recortadores y menos matadores, aunque estén tan increiblemente buenos como Jose Mari Manzanares (hijo) que mira que está bueno el jodío.
    Y me encanta lo de Alejandro Magno, ja,ja,ja. Con dos cojones!! La bestia parda que te acompaña en las frías noches de invierno en que tus gladiadores han de volver a la arena ; ) no podía llamarse menos.
    Besitosss

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  2. Desde luego, el problema no es que los toreros estén tan buenos como los hermanos Rivera y el Manzanares, el problema es lo que hacen en la plaza.

    Y en cuanto a Alejandro Magno... sabiendo que mi moto se llama Mona Lisa, era de esperar ;-)

    Más besitos

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