martes, 15 de noviembre de 2022

Eres rico, te odio


“Porque los ricos, piensa la izquierda, lo son a través de la explotación de los más débiles o a través de una injusta herencia… pero en este punto, el problema de la izquierda es que confunde a todos los ricos con explotadores o personas carentes de ética”
Edurne Uriarte

…y a la vez atribuye a todos los pobres una bondad inherente. La izquierda se equivoca de forma radical en ambos casos, vaya sorpresa.

Sólo hay dos maneras de manejar la economía de un país: CREAR riqueza o DESTRUIRLA. Porque la riqueza al contrario que la energía, se crea y se destruye. ¿Oyeron ustedes alguna vez hablar de la aporofobia? una más de todas esas neofobias modernas que tanto gustan al progrerío y que significa tener odio a los pobres. Así, tal cual. Sinceramente, no conozco a nadie que odie a los pobres pero sí conozco a mucha gente que odia a los ricos y no deja de ser sorprendente que esa “fobia a los ricos” no moleste, ya que se trata en realidad de odio a la riqueza ajena sin que necesariamente aumente la propia… vamos lo que viene siendo envidia cochina de toda la vida.
 
Para empezar el concepto de “pobre” o “rico” es bastante relativo; para mí, rico es Bill Gates y pobre es un niño filipino que rebusca basura en un vertedero; pero para Bill Gates yo soy miserable y para el niño filipino soy multimillonaria. Y esa inevitable subjetividad no está exenta de tintes políticos: por ejemplo, para un dirigente de izquierdas él mismo siempre será pobre y obrero (aunque tenga chaletazo, sueldazo, limusina y empleados domésticos) y el grupo de ricos a los que hay que subir los impuestos empieza cuando alguien tiene un euro más que el susodicho líder de izquierdas: que paguen impuestos “los ricos”, yo y mis limusinas obreras estamos exentos.

A grandes rasgos: CREAN riqueza los mercados neoliberales, los ricos y las políticas de derecha; CONSUMEN riqueza todos los ciudadanos, especialmente los más desfavorecidos y necesitados de ayuda, y DESTRUYEN riqueza la intervención estatal de los mercados y los políticos cuando la dilapidan amparándose en excusas de lo más diversas. La más común: “la riqueza debe repartirse entre quienes la necesitan y para un reparto justo primero ha de pasar por nuestros bolsillos”. Los resultados de esta excusa llevada a la práctica son de sobra conocidos y si alguien no los conoce puede leer la novela “Rebelión en la granja”, en la que George Orwell los detalló de manera magistral. Ahí lo dejo, el comentario y el enlace.
 
http://obsesivaycompulsiva1970.blogspot.com/2021/07/rebelion-en-la-granja.html

Cuando se crea riqueza, ésta se distribuye de manera natural sin que sean necesarias leyes para ello, pero también es cierto que quienes se dedican a crear riqueza (casi siempre odiados super empresarios) se van a beneficiar de ella más que el resto. Vamos, que cuando la riqueza de un país aumenta, aumentará para los ricos en mayor proporción que para los pobres. ¿Es injusto? puede pero es lo que hay, cualquier intento de intervención en esta regla de la naturaleza de los mercados destruye inmediatamente recursos, es decir, se quedan sin riqueza tanto pobres como ricos. 

Y un poco en la misma línea va el tema de los impuestos: quien más tiene es quien más paga, y paga una proporción de sus ganancias bastante mayor que aquella de quien menos tiene; pero cuando bajan los impuestos quien más paga es quien más se beneficia. Por eso quienes odian a los ricos en cuanto llegan al poder suben los impuestos para que los ricos paguen más aún, perjudicando de paso a las clases medias y bajas que por supuesto también pagan más. Añádase que los ricos tienen la posibilidad de irse a otro país que tenga una fiscalidad más favorable mientras que los pobres no; y añádase también que no es lo mismo reducir el 15% de un sueldo de mil euros que de un sueldo de siete mil. Aunque la cantidad sea mayor en el de siete mil, las dificultades que puede causar dicha reducción son mayores cuanto menor sea el sueldo.

Personalmente quiero vivir en un país donde haya ricos, muchos ricos aunque yo nunca lo sea. Un país donde la gente puede hacerse rica y mantenerse rica sin que le quiten lo que ha conseguido es un país donde todo el mundo está mejor y a donde todo el mundo quiere ir a vivir. No lo olvidemos que los emigrantes van siempre en la misma dirección y no es la de ningún paraíso socialista sin ricos ni riqueza.





2 comentarios:

  1. Muy interesante por la claridad, llena de pedagogía, para quienes, anclados en el Manifiesto, sientan deseos de vincular el progreso a la democracia moderna. Para los ofuscados por una ideologia, simplemente, una recomendación ética, que se enfrasquen en la lectura del libro, 'Aporofobia, el rechazo del pobre. Un reto para la democracia', de la profesora, doctora Adela Cortina, y del libro 'La rebeliòn en la granja', muy bien traído a colación en la exposición. Un toque de ironía.

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  2. Vete a vivir a Norte América. Allí hay muchos ricos y la posibilidad de volverse una rica.
    Ok

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