sábado, 6 de febrero de 2016

Policías en serie

Me encantan las series de polis, qué le voy a hacer. Y como siempre, entre las españolas hay alguna que no está mal pero las americanas se llevan la palma, el Oscar, el Emmy y el Grammy. Son el no va más y el non plus ultra de los polis superpolis garantes del honor, la integridad y el patriotismo yanki. Son la leche, en serio, son la leche…

…esas policías femeninas que corren a toda velocidad tras un delincuente con la melena al viento, perfectamente maquilladas y calzando unos tacones de aguja de quince centímetros… ¡y corren más que el  malo, las tías!

Detective Kate Beckett, de "Castle"
 …esa dieta sana a base de hamburguesas con bacon, huevos fritos, patatas fritas y donuts glaseados; que si aparece por allí una hoja de lechuga enseguida piensa “me he equivocado de serie” y se va; esos jardines con barbacoa incluida para asar las hamburguesas y el bacon, imprescindibles en cualquier casa americana que se precie…

…esa maternidad y paternidad con mayúsculas, pastelera y dulzona… que sí, que está muy bien ser mamá, pero que una detective interrogando a la madre de un asesino en serie lo primero que le diga es “yo también tengo un hijo, un pequeño de seis años llamado Jimmy. Le encanta ir a la escuela” y que la otra en vez de decirle “y a mí qué narices me importa” la mire con ojos cómplices, maternales y le diga “a mi pequeño John también le gustaba ir a la escuela… antes de convertirse en asesino en serie” y se queden tan anchas las dos. Pues a mí como que me da risa, la verdad.

Por cierto, cuando algún malvado pederasta secuestra a un niño y los polis logran salvarlo a tiempo, también mola un montón la llegada del chaval a la comisaría, donde sus angustiados y llorosos padres le están esperando… esas carreras a cámara lenta amenizadas con musiquita de peli americana, hasta que llegan a fundirse los tres en un cálido y dramático abrazo… no tienen precio. Y a un chaval que ha estado seis días secuestrado por un pederasta en una pocilga, sin comida, ni agua, ni baño, llevarlo al hospital por si está desnutrido o algo ¿para qué? directo a la comisaría, que además va a llegar en plena forma y hecho un pincel, no en vano le están esperando los papis y el que pone la musiquita de peli americana.

Los SWATT en acción
 …esa casa del malo que siempre está a oscuras. Aunque sean las doce de la mañana de un día de agosto en Miami, el malo se las apaña para tener la casa completamente a oscuras, con todas las ventanas, persianas y cortinas cerradas, para que así a los SWAT no les quede más remedio que entrar enfocando con la linterna y el arma a la vez, y de paso a grito pelao “EFBIAY, DESPEJADO”. Así toda la casa hasta descubrir que el malo se les ha escapado, porque siempre se les ha escapado cuando van a buscarlo a su casa. Mierda Donovan, le hemos perdido. Igual si a alguien se le ocurre encender la luz o descorrer una cortina, resulta que el tío está debajo de la mesa… y así pillarían al malo pero se perdería dramatismo, las cosas como son.

…los malos, los malos son de antología. Hablar de ellos daría para otro post entero, así que sólo voy a nombrar a mi favorito, ese que está escondido en un rincón tapando la boca de la niña secuestrada, mientras la policía les busca… y va y le suena el móvil. Lo pillan y le cae la perpetua, claro, pero es que se lo ha ganado a pulso el chaval. No se puede ser tan tonto y andar por ahí secuestrando niñitas.

Derek Morgan, de "Mentes criminales", el poli guapo
 …“tú en realidad no quieres hacer esto, tío, podemos hablarlo”, dice el poli guapo mientras baja su arma en señal de conciliación y buen rollito frente al malo, que mantiene una pistola apuntando a la cabeza de una rehén llorosa. Y así es como un tipo que ha descuartizado a veinte mujeres, atracado en su huída seis gasolineras, matado a cinco policías y destrozado tres flotas de coches patrulla, recapacita y acaba soltando el arma y dejándose detener como un corderito. Si es que no hay nada como un poli guapo bajando el arma. También es muy efectivo decirle “sabemos lo que te hizo tu padrastro, pero ésta no es la solución” o “aún estás a tiempo de que todo salga bien, podemos hablar con el juez si colaboras”. Mano de santo.
 
…esos congresistas, senadores y gobernadores, todos ellos casados; todos ellos tienen tres hijos, uno de los cuales se llama Jack o Jason ¡siempre! ¿no hay más nombres para hijo de senador?; todos posan en campaña a la puerta de su casa, junto a la amada esposa, los niños y una bandera americana de seis metros mínimo, prometiendo ser honrados y trabajar duro por su país cuando ganen las elecciones. Y todos están liados con una becaria o prostituta menor de edad, que les hace fotos con cámara oculta y  les monta un escándalo en plena campaña. Recordando la historia de Clinton y tal, pues parece ser que tampoco es tan raro, pero entonces ¿de qué se escandaliza todo el mundo? si lo que tendrían que hacer es incluir a la becaria en la foto de familia; si en realidad la gente no se fía de un senador que sea fiel a su esposa, le deben de ver así como algo raro… 

Tipical familia americana de serie, en "Homeland".

En fin, que soy adicta a las series americanas. Además de la intriga y los cadáveres y tal, yo por lo menos me río un rato.

martes, 12 de enero de 2016

De norteafricanos, violaciones y feministas

Muy cabreada, cabreadísima ando con el tema de las agresiones sexuales perpetradas en Alemania por varones de apariencia norteafricana-árabe, algunos de ellos presuntos refugiados. Al menos dieciocho de los treinta que la policía alemana identificó en un primer momento, eran solicitantes de asilo. Solicitantes de paguita y casa gratis en Alemania, para que nos entendamos.

Y me cabrea porque me siento como Casandra y no soy la única. Yo lo suelto en este blog, en redes sociales y en conversaciones con mis amigos, pero hay gente mucho más importante que lo lleva diciendo años en cualquier medio de comunicación y aquí ni caso, que si quieres arroz Catalina, hasta que nos pille el toro como ya les ha pillado a esas más de trescientas mujeres residentes en Alemania que salieron a festejar la noche de fin de año y acabaron en una comisaría, denunciando haber sido violadas o abusadas. No me hagan caso a mí, pero por favor lean a Fallaci, a Rahola, a Sartori, a Brigitte Gabriel, a Geert Wilders, a Pérez-Reverte, a Ayaan Hirsi Ali. Ellos no son precisamente fachas, no están en contra de la inmigración, no son racistas ni xenófobos, son simplemente gente que ve el mundo en el que está viviendo, ve lo que ha pasado a lo largo de la historia en países hoy musulmanes y ve lo que está pasando en Occidente. Gente muy sabia que lleva mucho tiempo avisando de lo que se nos viene encima, por favor háganles caso ante de que sean ustedes quienes tengan que ir a una comisaría a denunciar una violación o algo peor.

Juego de palabras entre "refugees" (refugiados) y "rape" (violación). Podría traducirse como "los refugiados violadores no son bienvenidos, ¡fuera de aquí!

Lo que opino del islam y del trato que se da en él a la mujer, ya lo he dejado muy claro en otros posteos y no me voy a extender aquí. Lo que opino de esa gente que viene de otra “cultura” a pretender imponerla en Occidente, también lo he dicho muchas veces. Hoy quiero hablar de quienes lo permiten. De nuestros políticos que lo permiten con sus acciones; de los tolerantes que lo permiten con su actitud benévola hacia gente que no les corresponde en esa benevolencia; del feminismo organizado que lo permite desviando la atención hacia otros objetivos menos comprometidos para ellas; de las buenas personas que lo permiten inconscientemente al pensar que todo el mundo es tan bueno como ellos, y que alguien que sólo busca una vida mejor no puede ser una mala persona. Error. Un error detrás de otro.

 Supongo que todos hemos visto imágenes tomadas con cualquier pretexto en las calles de Teherán, de Ramalah, de Riad, de Mogadiscio, de Bagdad. Sólo se ven hombres. Si hay alguna mujer va completamente tapada y acompañada de varones, porque en su “cultura” la mujer debe estar en casa, salir sólo lo estrictamente necesario para hacer la compra y tal, siempre cubriendo sus encantos incluso aunque no los tenga. La mujer en sí misma, es una provocación sexual para el varón musulmán y en ella está depositada la honra de la familia, por eso los varones son responsables de que sus madres, hermanas e hijas vistan decentemente si tienen que salir a la calle, es decir, que vayan completamente cubiertas y no provocando a otro hombre, que claro está no podría reprimirse. Por eso, si un varón se siente provocado la culpa es de ellas; por eso, si un varón considera que una mujer no va vestida correctamente, considera también que tiene derecho a usarla como quiera; por eso los hombres van en hordas, buscando como alimañas una excusa para desahogar sus instintos más primarios en la primera fémina que, según su especial criterio, les dé ocasión. Y como es fácil de entender, en esas circunstancias muy mala ha de ser una excusa para que no sea buena.

“Como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer.”
 Khaled Hosseini
“Mil soles espléndidos”


Y de repente esas hordas desembarcan en Europa a miles, y aquí damos por sentado que en cuanto pisen suelo europeo van a cambiar automáticamente esa mentalidad que traen de fábrica y que tanto conviene a sus instintos primarios; pensamos que en cuanto crucen la frontera van a asimilar de golpe que aquí quien viola o maltrata a una mujer va a la cárcel; que aquí el que viola no es más macho, es un criminal; que aquí las mujeres que van en minifalda y maquilladas no son prostitutas y aunque lo fueran tampoco tendría nadie derecho a violarlas; que aquí esas mujeres que fueron toqueteadas y violadas en Alemania, trabajan muchas horas para poder pagar con sus impuestos las ayudas sociales a los inmigrantes. Sí, Europa está llena de almas de cántaro dando por sentado que los valores occidentales se asimilan por completo en el momento en que alguien baja de un tren y lee una pancarta en la que pone “Bienvenidos Refugiados”. Y no es así, sobre todo cuando muchos de esos “refugiados” lo que tienen muy asimilado y arraigado es un profundo desprecio por los valores occidentales. El dinero occidental les encanta, pero los valores occidentales los desprecian, con un par.

Refugiados españoles, huyendo a Francia en 1939
Podemos empezar comparando fotos de refugiados, que internet está lleno de ellas. Las fotos de los refugiados que pasaban a Francia en la guerra civil española, por ejemplo, ponen los pelos de punta. Mujeres, hombres y niños famélicos, angustiados, cargados con los cuatro trastos que han podido rescatar de sus hogares, andando en filas durante kilómetros y kilómetros, durante horas y horas, agotados, enfermos, destruidos por la crueldad de la guerra. Espeluznante. Las fotos de los “refugiados” que llegaban a Alemania hace unos meses, también ponen los pelos de punta pero por otra razón. Trenes llenos a rebosar de hombres jóvenes, fuertes, bien vestidos y bien alimentados. Un ejército de guerreros del islam gritando “Allah akbar”, rebosantes de alegría y prepotencia, con sus iPhones y sus palos de selfie, riéndose de los idiotas con las pancartitas de bienvenida, haciendo gestos obscenos a las cámaras. Ni una sola mujer, ni un solo niño entre ellos. ¿Espeluznante? No, lo siguiente.

Presuntos refugiados sirios a su llegada a Europa, 2015
Me van a decir que en todas partes del mundo hay hombres que violan, y van a tener razón. Desgraciadamente, ninguna sociedad se libra de semejante lacra, pero la diferencia es obvia. En las sociedades occidentales, donde las mujeres tienen derechos, el violador es castigado por la ley y repudiado por cualquier ciudadano con dos dedos de frente. En las sociedades donde las mujeres no pueden trabajar ni estudiar, no pueden casarse con quien quieran, han de ir cubiertas de la cabeza a los pies para no provocar sexualmente a los hombres, pueden ser golpeadas si no se portan bien… en esas sociedades la violación es un castigo justo y merecido para aquellas pecadoras que no se atengan a las normas, y no es extraño que además sean castigadas con latigazos, cárcel, o incluso la muerte por las propias leyes de la sociedad en la que viven. Por las propias leyes de su “cultura”.

¿Y las feministas europeas? Las feministas europeas convocan manifestaciones cada vez que una mujer muere asesinada por su pareja masculina; salen en los medios de comunicación hablando del patriarcado que sufrimos y de lo machista que es la sociedad; exigen que en caso de divorcio la mujer se quede con la vivienda y los niños, y el hombre tenga que pagar una pensión para compensar los sufrimientos que ocasiona a la mujer ese cruel patriarcado; se desnudan en público para exigir su derecho al aborto libre y gratuito, “nosotras parimos, nosotras decidimos”; se desnudan en público para romper las figuras de un belén navideño, en protesta por el injusto e indigno trato que procura a la mujer la iglesia católica; se desnudan en público delante de un obispo católico por la misma razón; se niegan a que la ley de violencia de género se convierta en una ley de violencia doméstica, que proteja a todas las víctimas; exigen que cualquier organismo tenga el mismo número de hombres que de mujeres, independientemente de que los unos o las otras estén más o menos capacitados para estar ahí; protestan enérgicamente porque hay mujeres que cobran menos que los hombres por hacer el mismo trabajo… y misteriosamente callan de golpe frente al islam, se quedan mudas cuando esos abusos y algunos peores, por ejemplo violaciones en grupo, son cometidos por musulmanes. En países islámicos o en occidente, da igual, frente al islam, las feministas cremallera en boca.


Que quede claro que comparto muchas de las reivindicaciones que los movimientos feministas expresan con tanto ardor, simplemente me llama mucho la atención la diferencia de intensidad entre las protestas por unos motivos y por otros, cuando a mi criterio, y sin minimizar el daño en ninguno de los dos casos, es mucho más grave sufrir una violación múltiple que una diferencia salarial.

Debo decir también que por supuesto hay excepciones, que sí hay mujeres que han reaccionado a las atrocidades musulmanas aún jugándose la vida con ello, pero a las asociaciones, a los grupos organizados, a todas esas que se manifiestan con tanta energía frente a otras actitudes machistas, no las hemos visto por ninguna parte a raíz de los sucesos de Alemania. Como mucho he leído algún artículo en internet, y de verdad que no me lo podía creer, de alguna femiprogre superliberal tachando de racistas a quienes insisten en recalcar la procedencia de los agresores, diciendo que esos hombres vienen de otra cultura y no tenemos derecho a negarles sus tradiciones, que se utilizan estos hechos, supuestamente aislados según ellas, con objetivos xenófobos para negar la entrada a refugiados sirios, y que lo que fastidia a los fachas de la extrema derecha no es el hecho de que se hayan cometido violaciones masivas, sino que hayan sido cometidas por extranjeros. Vamos, que según esa teoría, las mujeres alemanas están encantadas de que las viole un rubiaco de metro noventa llamado Günter, pero claman de indignación y denuncian si quien las viola es oscuro y se llama Mohamed. Ya lo que me faltaba por oír.

Feministas organizadas, vosotras que calificáis de violación un restregón del compañero de trabajo cerdo que todas hemos tenido alguna vez, ¿os atrevéis a calificar de “expresión de su cultura” las violaciones masivas cometidas por musulmanes? ¿en serio? A mí me cabrearía exactamente igual si los agresores hubieran sido alemanes, pero la realidad es que los Günters no suelen tener esos comportamientos y quienes han violado, quienes han agredido, quienes han maltratado a esas mujeres, eran Mohameds. Y disfrazando la realidad ni convencéis a nadie ni protegéis a ninguna mujer. Os exijo como mujer que os pongáis en tetas en la estación de Colonia, enfrente de una mezquita, en casa de la Merkel en plan escrache para exigirle que modifique su política migratoria, en casa de los imanes esos que con su gran desfachatez, claman desde sus europeos púlpitos que hay que pegar a las mujeres que no se portan bien. Cuando os vea hacer esas cosas, me creeré que de verdad os preocupáis por el bienestar de todas las mujeres, antes no.

Verano en Hungría... y en Alemania --- Nochevieja en Hungría... y en Alemania. ¿Todavía no está claro?

¿Tiene arreglo esto, hay solución a estas alturas? Sí, la hay, pero desde luego exige dejarse ya de buenismo y corrección política, exige actuar con firmeza y con valor.

Para empezar seleccionemos exhaustivamente, uno a uno, a los inmigrantes que queremos en Europa y a los que no queremos. Tolerante oenegista de turno, termina de leer antes de llamarme racista por favor. Sí, tenemos derecho a elegir quien entra y quien no entra en nuestros países igual que elegimos quien viene a cenar a nuestra casa, y el criterio no es la raza, es la sensatez. Dejemos entrar sólo a inmigrantes con su pasaporte, documentados, y previo paso por la base de datos de Interpol. Aquel que tenga antecedentes de terrorismo o de violencia de cualquier tipo, no pasa la frontera y se vuelve por donde ha venido. Mala suerte, haberlo pensado antes. Mi amiga Emi sugiere que se permita entrar sólo a las mujeres refugiadas, lo que quizá también sería una solución, aunque injusta con los varones honrados y buena gente. Ahí lo dejo, por si acaso.

En segundo lugar, devolvamos a sus casas a los chicos malos, con rotundidad y sin complejos. Los asaltantes sexuales de Alemania y de cualquier otro lugar, los que pegan a sus mujeres, los que roban, los que estafan con las ayudas sociales, y por supuesto mis favoritos: los que realizan, o colaboran, o apoyan, o justifican actos de terrorismo. A sus países de una patada en el culo, les guste o no, sea acorde a los derechos humanos o no, sea políticamente correcto o no.

En tercer lugar metamos en la cárcel a los que ya tienen la ciudadanía de algún país europeo, pero siguen haciendo las mismas maldades. A los que predican el yihadismo y captan jóvenes en las mezquitas, a los que se dejan captar, a los imanes que explican como pegar a las mujeres, a los que exigen que en las escuelas (públicas, laicas y gratuitas) de sus hijos se sirva un menú halal, pero a la vez también exigen que no se celebre la Navidad. A la cárcel un buen montón de años, sus propiedades expropiadas y si esos delitos se han cometido en mezquitas o centros culturales (“culturales” qué valor tienen…) islámicos, clausura inmediata y reconversión de la mezquita o centro cultural islámico en un mercadillo, multicine o centro cultural de verdad.

Y el “refugiado” a quien no le guste portarse bien en Europa, siempre tiene la opción de refugiarse en Arabia Saudí. Allí comerá halal, podrá pegar a su mujer, y no verá una teta feminista en su vida, será feliz y nos dejará a los pérfidos y libertinos occidentales vivir en paz en nuestros pérfidos y libertinos países.

viernes, 23 de octubre de 2015

Perdón por el genocidio

GENOCIDIO (definición de la RAE): Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad.

Está muy de moda la palabra, sobre todo en estas fechas ya pasadas y tan entrañables, en las que siempre salta algún espabilado de América Latina acusando a los españoles de haber arrasado y expoliado su continente, y por supuesto muchos cretinos  en España flagelándose y entonando el “mea culpa”.


Aquellos españoles, en aquella América
Empezaremos diciendo que no, no fue nada bonito lo que hicieron los españoles del siglo XV en América, en realidad fue terrible pero no diferente a lo que han hecho, hacen y harán todas las naciones imperialistas del mundo. Porque así es la historia, con sus luces y sus sombras, con hechos deleznables junto a hechos heroicos y admirables. No pretendo ni mucho menos justificar a aquellos españoles ni a ninguna de las naciones imperialistas del mundo, pero desde luego tampoco pienso hacerme responsable de sus acciones y mucho menos culpabilizarme y pedir perdón por ello. Yo no expolié nada ni a nadie y mis antepasados que yo sepa tampoco, puesto que en ese caso seguramente yo habría nacido en Perú o en México. Sí, unos señores españoles hicieron canalladas en América hace seis siglos, pero es que España está llena de canallas, de criminales, de hijos de la gran… con los que comparto nacionalidad y nada más, y a los que soy la primera que colgaría de un árbol o metería en la cárcel de por vida. Y por supuesto ni soy responsable ni he de pedir perdón por cualquier aberración que cometan esos malditos. Criminales, pero españoles como el que más.

En cuanto a la conquista, genocidio, expoliación de América Latina, no vamos a negar que aquellos españolitos se lucieron con sus atrocidades y no poco. Ahora bien, si interpretamos la palabra “genocidio” en su sentido exacto de “exterminio”, no creo que fuera ese el deseo de los españoles hacia los nativos americanos. En realidad supongo que “sólo” querían robarles sus tierras, sus riquezas, violar a sus mujeres y esas cosas, pero los cabrones llevaron con ellos la sífilis y otra serie de enfermedades altamente mortales, para las que los indios nunca habían desarrollado inmunidad porque allí no existían, y sí, a consecuencia de ello murió un enorme porcentaje de la población autóctona. Terrible, brutal, inmerecido, pero histórico y a estas alturas inevitable. Y ya puestos a denunciar atrocidades, yo emplearía mis fuerzas en luchar contra las que se cometen hoy en día, en vez de lamentarnos por lo que ya no tiene remedio.

Hernán Cortés
Y la celebración, ¡ay, la celebración, que nos trae de cabeza todos los años! Es posible que me equivoque, pero yo entiendo que el 12 de octubre se celebra la unión entre España y Latinoamérica, lo mucho que tenemos en común hoy en día, en el siglo XXI, con todo el Atlántico por medio. Y eso me gusta. Me gusta que haya millones de personas en el mundo que hablan mi mismo idioma y con las que me unen lazos culturales, y me gusta que alguien se moleste en celebrarlo. También es el día de las Fuerzas Armadas y de la Virgen del Pilar, y ahí es donde viene el problema, porque me da a mí que a determinados sectores de la política española les fastidia más una fiesta supuestamente de derechas que un presunto genocidio cometido hace quinientos años. Pero cualquier excusa es buena para ponerse la medallita de solidarios o derrochar excrementos, como el pseudoactor en paro que de vez en cuando nos deleita con alguna de sus perlas, pero al que ya no le caben en el bolsillo más subvenciones provenientes de ese país, el nuestro, en el que tanto se defeca.

Desfile de las Fuerzas Armadas

Así que bueno, supongo que al final cada uno que celebre lo que quiera, y el que no quiera celebrar pues que se quede en casa tranquilito, que obligatorio tampoco es. Eso sí,  la tontería casi que mejor la dejamos en casa también, que algunos andamos ya un poquito hartos, de todos los años la misma historia.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Siempre nos quedará París

“I love Paris every moment
every moment of the year
I love Paris, why do I love Paris,
because my love is near”


(Amo París en cada momento, en cada momento del año, amo París, ¿por qué amo París? porque mi amor está cerca)

Letra de la canción “I love Paris”, de Cole Porter.


Lo sé, lo sé, soy una friki de mucho cuidado, y sin remedio a estas alturas. O eso espero. A mis años yéndome a otro país a una Convención de una serie que me fascina, para conocer en persona a los actores, hablar y hacerme fotos con ellos. Valga como excusa que no soy la única, que por supuesto aquello estaba lleno de frikifans como yo o más, pero quizá os estéis preguntando por qué, yo me lo he preguntado muchas veces. Por qué hacer kilómetros y gastarse dinero en acercarse a unos hombres que por la calle ni me mirarían. Y tengo la respuesta: porque me hacen soñar. Lo de que estén impresionantemente buenos todos es secundario ;-) Yo para ellos soy una admiradora más de las miles o millones que tienen, y se muestran amables, simpáticos, cariñosos… en resumen ¡adorables! pero ellos para mí, y para sus miles o millones de admiradores son mucho más. Nos hacen soñar. Gracias a su trabajo, podemos vivir sensaciones que nunca viviremos en nuestras normalitas vidas por mucha emoción que les pongamos. Y casi que menos mal, porque lo de andar cortando cabezas, maquinando cómo cargarte al alcalde o esclavizando al personal, tampoco estaría muy bien visto, así que más vale que lo dejemos en la ficción. Pero también hemos vivido historias de amor, de rebeldía, de lucha, de ternura, de imaginación, de sexo. Historias de superación personal, de valía, de fuerza, de hermandad. Historias ficticias que han aportado mucho a nuestras vidas, al menos a la mía, y gracias al equipo de la serie “Spartacus” y en especial a los buenorros de sus actores y actrices. Por eso empleamos tiempo y dinero en estar cerca de ellos, aunque sea un momento.

Y sí, las personas normales podemos ser interesantes por muchas cosas que nada tienen que ver con nuestro aspecto físico, pero estar al lado de esos pedazo de hombres, mirarles a los ojos y recibir un abrazo suyo, no tiene precio. Bueno, el que hemos pagado los Spartafans por asistir a la Convención, pero me atrevo a hablar en nombre de cada uno de ellos al decir que ha valido la pena. Y que gracias a nuestro encuentro en París, hoy somos un poquito más felices.



We´ll always have Paris

“I love Paris every moment
every moment of the year
I love Paris, why do I love Paris,
because my love is near”


“I love Paris” lyrics, from Cole Porter.






I know, I know, I´m a nerd and I can´t do anything about it. I hope ;-) My age, and going to another country to a Con of a show that I love, to meet the actors, speak to them and take photographs with them. Worth as an excuse, I´m not the only one, this place was full of fannerds as me, or more than me, but perhaps you are wondering why, as I wonder myself many times. Why to go so long away and spend so much money to stay close a group of men that would never look at me on a street, I´m sure. And I have an answer: because they make me dream. The fact that they are so hot, it´s not the main ;-) I´m just a fan for them, one of thousands or millions fans they have, and they are gentle to us, nice, loving…so charming! but they are so much more to me, and to the thousands or millions fans they have. They make us dream. Thanks to their job, we can experience feelings that we´ll never live in our current lives, despite how exciting they are. And that´s good, because cutting heads, plotting to kill the mayor or buying people as slaves it´s not the very best, so let those kind of things for fiction. But we have also lived stories of love, of rebelliousness, of fight, of tenderness, of fantasy, of sex. Stories of personal growth, of worth, of strong, of brotherhood. Fictional stories that have contributed much to our lives, at last to mine, and thanks to the “Spartacus” team, and specially to its gorgeous actors and actresses. That´s because we spend time and money to stay near them, although only a moment.

And of course, current people we can be so interesting due to many things that have nothing to do with our physical appearance, but to be near such a men, look at them in the eyes and get a hug from them, it has no price. Well it has really, we Spartafans have paid it to attend the Con, but I dare to speak on behalf each of them to say it was worth. And to say that thanks to our meeting in Paris, today we are a little happier.







lunes, 17 de agosto de 2015

Aquí no se canta

El polémico artista

Un artista de nacionalidad estadounidense es contratado para actuar en un festival en España. Un grupo de personas que no simpatizan con la política israelí presionan a la organización del festival para exigir a dicho artista unas declaraciones contrarias a Israel. El artista se manifiesta apolítico y a favor de la paz en Oriente Medio, responde que sólo quiere cantar y que en sus letras no ha tocado nunca el tema de la política de un país que además no es el suyo. La organización del festival parece que quiere llegar a un acuerdo pero al final cede a las presiones y condiciona la actuación del artista a que se manifieste políticamente, y por supuesto sólo hay una respuesta válida. El artista los manda a paseo, su actuación se suspende y AQUÍ NO SE CANTA. Al más puro estilo español, con un par. Por supuesto el festival está financiado con dinero público y por supuesto el artista es judío. Inimaginable la situación si cambiamos “judío” por “musulmán” e “Israel” por “Irán”. Así, como ejemplo.

Matisyahu, que así se llama el cantante, es un judío estadounidense de éxito internacional que debe de estar encantado con la polémica en torno a él, porque ni pagando millones le habrían hecho tanta publicidad. Y publicidad buena porque el tío es bueno, muy bueno. No se dedica a mi estilo de música favorito, pero ya le he escuchado en youtube y comprado su música en iTunes, se lo ha ganado a pulso por buen músico y por no entrar al trapo en estas confrontaciones y dedicarse a sus otros compromisos profesionales, que los tiene y muchos.

En cuanto a los amiguitos de los palestinos, el movimiento BDS, se han apuntado el tanto y están más contentos que Casillas levantando la Copa del Mundial. Hablan sin pudor de “un gran éxito” y lo celebran encantados con champán y guirnaldas. No es para menos, se trata del primer “éxito” que se les conoce en más de diez años de existencia, de subvenciones y de gastar dinero público en campañas para impedir que la gente compre productos israelíes, para intentar según ellos ahogar económicamente a Israel y que éste cambie su política de, según ellos, agresión, genocidio, no respeto a los derechos humanos, exterminio, etc. con respecto a los palestinos. Todo ello desde sus smartphones con tecnología israelí, mediante internet y sus motores de búsqueda desarrollados por israelíes. No vayamos a ser sólo un pelín hipócritas, ya puestos vayamos a tope y por ser  hipócritas que no quede.

"A todos los que boicotean a Israel: por favor llevad siempre encima este distintivo. Así, en caso de emergencia ningún dispositivo, medicina, método o investigación científica proveniente de Israel, será utilizada en vuestro tratamiento"

Y lo más tremendo, lo más flagrante de este caso es que parece ser que aún no se han enterado de que los palestinos comen todos los días gracias a la ayuda humanitaria que les envía Israel, beben el agua que “fabrican” los israelíes con sus desaladoras y se curan en hospitales que disponen de todos los avances médicos desarrollados en Israel y por israelíes. Lo cual quiere decir sin duda que si alguna vez el BDS consiguiera hacer, no ya daño sino cosquillas, a la boyante economía israelí, es muy probable que se encontraran con un Ariel Sharon elevado a la octava que dijera “pues muy bien, para que coman los palestinos que coman los israelíes. Se acabó la ayuda humanitaria, la comida, el agua y las medicinas. Ahí os quedáis palestinos, que os envíen camiones de fruta los del BDS, porque nosotros pasamos.” Y a ver qué hacían entonces los palestinos. Y los payasos del BDS.

(Nota importante: no he utilizado la palabra “payasos” en sentido peyorativo, válgame el cielo, la he utilizado porque entre las asociaciones que se apuntan al movimiento BDS hay varias de payasos, tipo Payasos Sin Fronteras, Payasos en Rebeldía y tal. Vamos, lo que viene siendo Payasos Fuera del Circo, que en mi opinión es el único lugar donde deberían estar tan nobles personajes, ejerciendo sus tan nobles funciones.)

"Yo compro productos israelíes. Pregúntame por qué"
Uno de los puntos de mayor controversia en todo este asunto, parece ser que ha sido la afirmación “Palestina no existe” en boca del judío rapero Matisyahu. En boca de alguien que ha compartido cartel en varias ocasiones con artistas palestinos sin exigirles manifestaciones políticas, y que además tiene más razón que un santo. Yo también lo digo de manera muy clara, Palestina no existe, y lo digo porque es cierto: Palestina como país no existe, y menos como país musulmán. Y ojalá existiera. Ojalá cuando en 1948 la ONU decidió dividir la Palestina británica en dos estados, uno judío y uno árabe, los musulmanes palestinos hubieran hecho lo que hicieron sus vecinos, los judíos palestinos: subirse las mangas y ponerse a la labor de construir un estado. Eso es lo que marcó realmente la diferencia, esa es la razón de que hoy en día Israel exista y Palestina no. Los musulmanes se negaron a aceptar que los judíos tuvieran derecho a tener un estado propio, ese derecho que por otra parte clamaban y siguen clamando para ellos mismos; los musulmanes consideraron y siguen considerando todo el territorio israelí, delimitado por la ONU en su momento, como “la Palestina ocupada”; los musulmanes creen tener derechos históricos (¿¿¿históricos???) no sólo sobre los territorios palestinos sino también sobre los territorios israelíes, y esgrimiendo esas razones justifican cualquier barbaridad cometida por sus Hamás, Al Fatah, Hezbollá, y por extensión todo el terrorismo islámico en el mundo. Todo ello con la connivencia y el beneplácito de sus amiguitos, los payasos oenegistas y supertolerantes españoles, que en cuanto abren la boca se dedican a justificar la violencia más salvaje siempre que sea contra Israel, y de los cuales aún no he conocido a uno que sepa señalar en un mapa los territorios palestinos.

Los que sí cantaron

En fin, es lo que hay. No tenía pensado ir a ver a Matisyahu en el festival Rototom de Benicàssim (Castellón) antes de que se montara este lío con los boicoteadores, más que nada porque no sabía de su existencia, pero ahora el hombre ha ganado una fan incondicional. Tampoco conocía la existencia del festival, al que desde luego no iré jamás en el caso de que se siga celebrando, pero a cuyos organizadores y subvencionadores me gustaría pedir un poco de coherencia. Si la cosa va de no contratar artistas cuyas simpatías políticas o religiosas es posible que se acerquen a gobiernos que, en opinión de algunos, es posible que no respeten escrupulosamente los derechos humanos, pues empecemos:
  1. A todo artista musulmán o nacido en algún país árabe, hay que exigirle que manifieste públicamente su oposición a las crueldades de la sharia, la ley islámica; y además que condene con igual contundencia los millones de crímenes cometidos por el gobierno iraní, el iraquí, el saudí… por los terroristas de Hamás, Al Qaeda, Hezbollá, Boko Haram, Estado Islámico… aunque sea obvio que el artista no es quien ha cometido esos crímenes, da igual. Por si acaso.
  2. A todo artista ruso, chino, cubano, rumano o militante en un partido de izquierdas en cualquiera que sea su país, hay que exigirle una manifestación pública en contra de los genocidios cometidos por Stalin, Mao, Fidel Castro o Ceaucescu contra sus respectivos pueblos. Además tiene que hablar personalmente con Putin para que devuelva Crimea a los ucranianos, con el gobierno chino para que devuelva el Tibet al Dalai Lama, y con lo que quede de los hermanos Castro para que devuelvan la propia Cuba a los cubanos, y permitan regresar sin problemas a todos los que llevan años yéndose a Miami. Y a sus hijos y a sus nietos.
  3. A todo artista norteamericano de raza blanca, hay que exigirle explicaciones, declaraciones y condenas públicas respecto a la guerra que sus antepasados colonos hicieron contra los indígenas norteamericanos, y el exterminio, reclusión y discriminación que sufrieron éstos a continuación de la guerra.
  4. Tampoco se libra ningún artista británico, francés, holandés o japonés. El pasado imperialista de sus países y la no condena de sus gobiernos y de ellos mismos a cualquier imperialismo pasado, presente o futuro, hace inviable e incompatible con los derechos humanos su contratación en España. País por otra parte al que el BDS parece que considera libre de culpa y de todo mal, en especial de tener tras de sí anarquías, dictaduras, represiones e imperialismos varios de todos los colores. Vamos hombre. Así que los artistas españoles también, boicoteados todos, como si no tuvieran bastante con morirse de hambre si intentan ser profesionales.
  5. Y de los alemanes ni hablemos, los muy ladinos persisten en seguir hablando la misma lengua que hablaba Hitler, a dónde vamos a ir a parar, imperdonable. A los alemanes ni agua.

Etcétera, etcétera, etcétera. Y no nos limitemos sólo a los artistas, exijamos lo mismo a cualquier trabajador antes de permitirle ejercer su derecho a ganarse la vida: si es judío, musulmán, o cristiano, que pida perdón de rodillas a los del BDS por cualquier acto de barbarie cometido por sus correligionarios a lo largo de la historia, y que los del BDS, justos y ecuánimes como son ellos, decidan en base a ese criterio quién tiene derecho a trabajar y quién no. Midamos también con esa vara a cualquier estudiante que disfrute de una beca, especialmente en tierra ajena. Podemos empezar por la niña palestina que derramó sus lágrimas frente a Angela Merkel, no de agradecimiento por haberle permitido disfrutar de un bienestar y una formación académica que jamás le habrían procurado ni su religión ni su origen, no, sino de tristeza porque dicha situación fuera temporal (algo sabido desde el principio) y no se le permitiera seguir en Alemania a costa de los alemanes, negando la existencia de Israel y apoyando la causa palestina. Y en esas andamos, y así podemos seguir hasta que el sol salga por el oeste.

Para finalizar este post, un vídeo de Matisyahu. Que ustedes lo disfruten.

 

lunes, 6 de julio de 2015

Maniquíes

Las llamo maniquíes porque me niego a llamarlas modelos. Para mí, un modelo es algo o alguien a imitar, y sinceramente el hecho de ser alta, guapa, joven y delgadísima no lo considero meritorio ni digno de ser imitado, por muy deseable y deseado que sea en nuestra sociedad.


Me parece muy bien que existan las maniquíes, entendidas como señoras que se dedican profesionalmente a ponerse ropa encima para que otras personas vean esa ropa en movimiento y se interesen en comprarla. Hasta ahí perfecto, una profesión tan digna como otra cualquiera. Me parece menos bien que alguna de esas señoras gane una cantidad escandalosa de dinero por día de trabajo, pero tampoco tengo mucho que objetar. Es la ley de la oferta y la demanda. Si les pagan ese dinero, ellas lo cogen como es normal, y me consuela pensar que, puesto que no suelo comprar la ropa que se ponen ni los productos que anuncian, de mí no sacan un solo céntimo. Ahora bien, lo que me indigna, lo que me saca de mis casillas es que estas señoras representen un ideal de belleza completamente artificial, postizo, inalcanzable y en muchos casos ni siquiera bello, porque hay que ver a alguna que otra “top” al natural sin maquillaje ni photoshop, hay que verla. Un ideal de belleza establecido por criterios de marketing y sustentado por una industria de hombres a quienes no les gustan las mujeres. 

¿Belleza ideal? ¿En qué universo?
Un falso ideal de belleza debido al cual hay niñas matándose de hambre mientras crecen convencidas de que nunca serán bellas porque nunca serán altas, ni delgadas, porque no se ven guapas y porque pronto dejarán de ser jóvenes. ¡¡¡MENTIRA!!! La belleza no tiene nada que ver con las medidas ¡¡¡venga ya!!! La belleza es una cuestión de armonía, de equilibrio, de emanar buenas sensaciones y sobre todo de los ojos del que mira. Y sí, es más que recomendable esforzarse por llevar una vida saludable, por cuidar nuestro cuerpo y nuestro espíritu, por sentirnos a gusto con nosotros mismos; pero esforzarse en que el cuerpo de uno tenga a toda costa unas medidas que no son acordes a su propia naturaleza es de locos además de insano y peligroso. Aún así somos incitados a ello por el bombardeo de mensajes que recibimos a todas horas, desde que abrimos los ojos.


No hay más que ponerse a leer una de esas revistas llamadas “femeninas”, que ya hablaremos de eso, de lo que se consideran temas “femeninos” que habría mucho para hablar. Abres como digo una de esas revistas y puedes ver sus anuncios a todo color protagonizados por famosas, guapas y ricas top models, veinteañeras la mayoría, con sus morritos y poses de mujer fatal. Pasas la página y ves un reportaje sobre una de las plagas de nuestro siglo, la anorexia. Mediocre pero acertado, muestra a jovencitas casi niñas, delgadas hasta la extenuación, prácticamente piel sobre huesos que se ven gordas y no quieren comer porque no quieren engordar, aunque les harían falta unos veinte kilos para alcanzar un peso saludable. Vuelves a pasar la página y aquí tenemos la dieta del verano, con la que podemos eliminar esos kilitos que según el redactor de la revista nos sobran, y lucir bikini en cuanto llegue la ocasión. Pierde 7 kilos en una semana a base de fruta. O pierde 4 kilos en un día a base de semillas del Himalaya. O pierde 20 kilos en diez minutos con alguna pastilla milagrosa, ya puestos a dietas absurdas ¡qué más da! Y sí, podemos ignorar toda esa esquizofrenia, no leer revistas “femeninas”, no conectarnos a internet, ir por la calle con los ojos cerrados para no ver publicidad, y ya de paso no hablar con nadie e irnos a vivir a una isla desierta, porque les hagamos caso o no, esos malditos mensajes están POR TODAS PARTES. En la práctica, es imposible pasar un solo día de tu vida sin que algo o alguien te recuerde  que estás gorda, lo estés o no lo estés.

Y son mensajes equivocados, muy equivocados. Las modelos femeninas que deberían salir en las revistas son aquellas mujeres que son dignas de seguir sus pasos, que han hecho algo en la vida que merezca la pena imitar. Son grandes mujeres de la historia. Son Madame Curie, Hipatia de Alejandría, Valentina Tereshkova, Golda Meir, las sufragistas que con gran esfuerzo consiguieron el voto femenino, Cleopatra VII, María Elena Maseras… esta última, quizá la menos conocida de las que cito, fue la primera mujer que se matriculó en España en una facultad de medicina, en el año 1872, y que por si eso no fuera suficiente gesta, consiguió terminar sus estudios y ejercer la medicina y la pedagogía.


Las modelos femeninas son grandes escritoras y artistas, gracias a cuyas obras nos hemos apasionado alguna vez. Son Oriana Fallaci, Alma Mahler, Marguerite Yourcenaur, las hermanas Brönte, Frida Kahlo, Jane Austen, Anne Sophie Mutter, la maravillosa Anne Frank, Fanny Mendelssohn, Mary Renault, María Callas, Simone de Beauvoir, Erica Jong, Daphne du Maurier, Clara Schumann, Emilia Pardo Bazán. Son modelos femeninas Ayaan Hirsi, Brigitte Gabriel y Malala, mujeres que se juegan la vida todos los días hablando en contra del fanatismo religioso y de la opresión hacia las mujeres que supone. Son modelos las deportistas olímpicas, las que demuestran cada día que las diferencias entre hombres y mujeres, incluso físicas, son mucho menores de lo que podríamos pensar.

Oriana Fallaci en Vietnam
Modelos femeninas, y acercándonos un poco a la vida cotidiana de la que suscribe, fueron mis abuelas. Ambas vivieron la guerra civil y la posguerra; ambas sin medios y sin ayuda sacaron adelante a sus familias con todo su amor y esfuerzo, y consiguieron que sus hijos pudieran darnos a nosotros la vida que ellas jamás tuvieron. Modelos son mis primas, todas con una carrera profesional (o dos), carreras todavía muy “masculinas” en un mundo de hombres pero ahí están ellas, trabajando día a día y haciendo malabarismos para conciliar la vida familiar y profesional, para poder criar a sus hijos sin tener que renunciar a ser mujeres con una profesión. Y por cierto, permítanme un par de líneas de pasión familiar: en cuanto a belleza física cualquiera de mis primas, ingenieras y médicos todas ellas, le da veinte vueltas a las supertops presuntamente super tías buenas que ponen morritos en los anuncios de colonia y cobran medio millón de euros por levantarse de la cama y pestañear. Me la juego con quien se la quiera jugar.

Así que, queridos y queridas, especialmente queridas, especialmente aquellas que todavía sois muy jóvenes, especialmente mis cuatro sobrinas y mi nieta: que nadie os engañe. Las modelos están en la ciencia, en la literatura, en la investigación, en el arte, en el deporte, en la historia, en la política, en vuestra familia, en la VIDA. No vais a encontrar modelos en las pasarelas, ni en las revistas del corazón, ni en una discoteca madrileña zumbándose a un futbolista. Ésas son las maniquíes, no las modelos.