jueves, 15 de septiembre de 2022

¿Qué tal un viaje solidario? (Diario de guerra XV)

 COLABORACIÓN DE LINA ZALITOK

(german below, deutsch unter)



Tal y como se puede suponer por la anterior entrega de este diario, he estado varios días en mi ciudad natal. Pandino se quedó en Kiev. Él nunca sale, así que no le importa dónde aposentarse para pensar. Siempre está pensando. Lo primero que hice al llegar a mi casa fue abrazar a Storch, al que no había visto en varias semanas, y pedirle que le hiciera a Pandino una video llamada para comprobar si se encontraba bien. Hablaron como siempre en alemán, así que disculpadme si continuamos en esa lengua.




“¡Hola Pandino! ¿Cómo estás?”


"¡Hola! estoy bien. ¿Cómo es que llamas ahora? No has llamado en cinco semanas”


"Tú tampoco. Pero claro, es que estabas con Linochka. Ahora  tú estás solo y yo estoy con Linochka. Así nos cuidamos el uno al otro.”


“Sí, la verdad es que disfruto estar solo finalmente. Aunque a veces me pongo triste”


"¿Por qué?"


"Por nuestro amigo en común, este pedazo de madera aposentado en Italia que no quiere ser solidario y venir a vernos. Casi todos los políticos ya han venido aquí a Ucrania, pero él nunca pone una pezuña fuera de su tierra.”


“¿Cinghiale, el jabalí?”


“Sí, Cinghiale”- gruñó sombríamente Pandino


"Es un animal libre. Vive en la UE y puede decidir por sí mismo cuándo y a dónde viajar”


“Sí, en el caso de que los animales salvajes tengan los mismos derechos que las personas en la UE, sí. Entonces es que no quiere visitarnos”


"No lo creo. Tal vez no pueda…"


“¿Tiene miedo a los misiles?”


"¿Cinghiale? ¡Para nada! De quien tiene miedo es de su jefe. No se atreve a solicitar permiso”


"Oh, siempre olvido que sólo nosotros vivimos cada día como el último y que los demás aún pueden permitirse vivir bajo las órdenes de otros”


"Estás exagerando. Cinghiale no es así. Quizás esté ocupado en otros proyectos. Sabes que siempre está metido en algún importante y complicado asunto científico” - Stork levantó su pico en el aire y luego lo dirigió al suelo


“Ahora mismo sólo puedo pensar en que estamos amenazados por armas de destrucción masiva, ¿qué pasa si morimos mañana y él no ha venido a vernos?”


"Eso significaría que al menos él estará vivo. Pero no vamos a morir”


"Ya. Pero estoy decepcionado, los amigos no se comportan así. Ni siquiera ha tenido que escuchar una alarma de ataque aéreo”


“Tú tampoco has escuchado tantas. Llevas siempre tapones en los oídos”


"Pero porque necesito concentrarme, las alarmas no hacen más que interrumpir mis pensamientos más inteligentes. Si presto atención a la alarma aérea, no consigo llegar hasta el punto de sacar algo en claro de mis meditaciones”


“Incluso sin prestar atención a las alarmas, puede que tampoco llegues a tiempo de sacar nada en claro. No sabemos dónde puede caer el próximo cohete”


"Mi capacidad tiene límites. No hay lugar para preocuparme por eso en este momento de mi vida, lo siento” - Pandino se sentó con las patas cruzadas


"Entonces será mejor que vengas a mi pueblo. Al menos por ahora, hay menos probabilidades de morir aquí. Esto es un oasis de paz en Ucrania.” - Storch agitó un poco sus alas


"Quién sabe. Pero no quiero irme. Ya me he acostumbrado a este apartamento provisional en Kiev”


"Cinghiale probablemente tampoco quiera moverse de donde está. Deberías ser más comprensivo con él. Y además, tampoco tenemos mucho tiempo”


"Exacto, la vida es corta. ¿Cuántas ocasiones tenemos en nuestra vida de ver un jabalí?


"No lo sé. También podemos ir en coche hasta su casa si quieres. Y tomarnos un descanso de las alertas aéreas”


"Las alertas aéreas no me molestan en absoluto, tengo tapones para los oídos. ¿Y Linochka? ¿Nos vamos a ir de aquí para visitar a ese animal tan ocupado que no quiere perder su trabajo?”


"Pandino, tú no has trabajado en tu vida, deberías ser más empático con quienes sí trabajan”


“Y Cinghiale debería ser más empático con nosotros en nuestra situación. La guerra no es un paseo de ponis. No puedes pensar “ya iré más tarde”, hay que ir inmediatamente. Puede que mañana sea imposible”


“Y también puede que mañana no se pueda escapar de aquí, y Cinghiale no pueda regresar a su casa”


“Me da igual. No necesito amigos así”


"¡Pandino! Che dici!” (en italiano “¡qué dices!”)


"Non si se preocupa per niente” (en italiano “nada le importa”)


"Sí, le importa. Tú estás siendo egoísta. Él tiene su propia vida”


“Una hermosa y pacífica vida”


"O quizá realmente no le importa nada, o no es libre de vivir según sus valores, o se está esclavizando a sí mismo ya sea consciente o inconscientemente. Pero ése no es nuestro problema. Es su decisión y tiene derecho a ello”


"Dicen que todos en la UE viven libremente..." - Pandino apretó los labios


"¡No quiero tener discusiones políticas ahora, Pandino por favor!"


"La última vez dijo que aún no podía cogerse las vacaciones”


“¿Y qué? De todas formas, ahora tampoco tenemos tiempo para estar con él. Tú aún tienes que concluir algunos de tus sesudos pensamientos y yo tengo que decidir qué haremos si la situación se agrava”


“Cinghiale debería sacar tiempo al menos para una taza de té…"


“¿Y para una taza de té tendría que viajar dos días de ida y otros dos de vuelta? ¿Para que puedas charlar con él durante una hora?”


"¡Y ofrecerle un té de menta!" - Pandino, como un camarero, estiró sus patas como si estuviera sosteniendo una bandeja


"Muy bien, esta discusión no va a ninguna parte. Sigue con tus pensamientos, pero por favor no pienses en Cinghiale”


"La guerra destruye las amistades…"


"No necesariamente y si no lo permites…"


"Vamos a ver. Esta amistad apenas me inspira ahora”


"La amistad no siempre está para inspirarle a uno”


"¿Qué puedo decir? nos ha dejado solos” ​​- Pandino puso cara de disgusto


"Así es la vida. Estos son nuestros problemas, nosotros decidimos quedarnos aquí. Como te dije, también podemos visitar nosotros a Cinghiale”


"No, yo me quedo aquí”


“De acuerdo, y él se queda en Italia. También tiene sus razones”


"Hmmm... ¿y la solidaridad?”


“¡Paparruchas!"


"¡Oh, no digas eso!”


"Pandino, basta ya, por favor. ¿Hay algo que puedas hacer tú para ayudarle a él y también a Linotschka? ¡Pues hazlo y deja de enfadarte con los demás!”


"Hablas como Cinghiale durante la pandemia…"


"¿Lo ves? Cinghiale dejó huella en nuestras mentes. Además, no es la primera vez que estamos mucho tiempo sin vernos, ¡pero podemos hablar y escribirnos!”


"Sabes que ahora es diferente" - suspiró Pandino


"Sí, pero tampoco podemos obligar a Cinghiale a que nos visite justo ahora”


"Cierto. Voy a prepararme un poco de té de menta”


“¡Es una buena idea! ¡Buenas noches!”


"¡Buenas noches, Storch!"




(texto original)


War diary #15 Wie wäre es mit Solidaritätsreise?

As you might guess from my previous war diary, I went for several days to my home town. Pandino stayed in Kyiv. He never goes out, so it doesn’t matter to him where he sits and thinks. He is always thinking. First thing when I came to my home town was hugging Storch whom I hadn’t seen for several weeks in a row and asking him to make a video call to Pandino and check if he is OK. They talked in German as usually, so I apologize for switching again to German.

“Hallo Pandino! Wie geht’s?”

“Hallo! Es geht. Wieso rufst du an? Du hast fünf Wochen nicht angerufen.“

„Du auch nicht. Aber früher warst du mit Linotschka. Jetzt bist du alleine und ich bin mit Linotschka. Wir machen uns Sorgen.“

„Ja, ich genieße es, endlich alleine zu sein. Nur manchmal werde ich traurig.“

„Warum?“

„Wegen unseres gemeinsamen Freundes, dieses Stück Holz, das in Italien sitzt und keine Solidaritätsreise unternehmen will. Fast alle Politiker waren schon da, in der Ukraine. Er setzt aber keinen Huf außerhalb seines Landes.“

„Wildschwein?“

„Ja, Cinghiale.“ – brummte Pandino düster.

„Er ist ein freies Tier. Er lebt in der EU und darf selbst entscheiden, wann und wohin er reist.“

„Ja. Wenn wilde Tiere die gleichen Rechte wie Menschen in der EU haben, schon. Also er will uns nicht besuchen.“

„Das glaube ich nicht. Vielleicht kann er nicht…“

„Hat er Angst vor Raketen?“

„Wildschwein? Gar nicht! Er hat Angst vor seinem Chef. Er traut sich nicht, Urlaub zu beantragen.“

„Ach, ich vergesse immer, dass nur wir jeden Tag wie den letzten leben und dass die anderen sich noch gönnen können, fremdbestimmt zu leben.“

„Du übertreibst. Cinghiale ist nicht so. Vielleicht ist er auch mit anderen Projekten beschäftigt. Seine Nase steckt immer in der schweren Wissenschaft.“ - Storch hob seinen Schnabel in die Luft und dann richtete ihn zum Boden.

„Ich kann grad nur an schwere Waffen denken. Was wenn wir morgen sterben und er uns bis dahin nicht besucht?“

„Das würde bedeuten, dass er im Gegensatz zu uns überlebt… Wir sterben aber nicht“

„Tja. Ich bin enttäuscht. Freunde benehmen sich so nicht. Er hat noch keinen einzigen Luftalarm gehört.“

„Du hast auch nicht so viele gehört. Du steckst ja die ganze Zeit Ohrstöpsel in die Ohren.“

„Nur weil ich mich konzentrieren muss und Luftalarme unterbrechen fast immer meine schlausten Gedanken. Wenn ich auf Luftalarm achte, werde ich nie meine Gedanken bis zum Ende denken.“

„Und wenn du auf Luftalarm nicht achtest, wirst du vielleicht auch nie damit fertig. Wer weiß, wo die nächste Rakete landet.“

„Meine Kraft ist begrenzt. Für Luftalarme gibt es in meinem Leben keinen Platz, sorry“ - Pandino saß mit verschränkten Pfoten.

„Dann komm lieber zu mir ins Dorf. Hier ist die Wahrscheinlichkeit des Todes geringer, zumindest momentan. Hier ist die Oasis des Friedens auf der ukrainischen Erde.“ - Storch flatterte kurz mit seinen Flügeln.

„Wer weiß. Ne, ich will mich nicht bewegen. Ich habe mich schon an diese temporäre Kyjiwer Wohnung gewöhnt.“

„Wildschwein will sich wahrscheinlich auch nicht bewegen. Du solltest mehr Verständnis dafür haben. Außerdem haben wir gerade auch kaum Zeit.“

„Genau, das Leben ist kurz. Wie viele Male im Leben sehen wir noch Wildschwein?“

„Das weiß ich nicht. Wir können auch zu ihm fahren, wenn du magst. Und eine Pause von Luftalarmen machen.“

„Luftalarme stören mich gar nicht. Ich habe doch Ohrstöpsel. Und Linotschka? Verlassen wir sie hier, um dieses beschäftigte Tier zu besuchen, das seinen Job nicht verlieren will?“

„Pandino, du hast im Leben nie gearbeitet und solltest für arbeitenden Menschen mehr Verständnis haben.“

„Der Wildschwein sollte mehr Verständnis für unsere Situation haben. Der Krieg ist kein Ponyhof. Man kann nicht solche Reisen für „später“ planen. Man sollte sofort kommen. Morgen ist es vielleicht unmöglich zu kommen.“

„Morgen ist es vielleicht unmöglich wegzukommen. Der muss doch auch zurückkommen können.“

„Egal. Ich brauch solche Freunde nicht.“

„Pandino! Che dici!“

„Non si preoccupa per niente.”

“Doch, er kümmert sich, du bist nur egoistisch. Er hat doch sein eigenes Leben”

„Friedliches schönes Leben.“

„Entweder kümmert er sich tatsächlich nicht oder er ist nicht frei, nach seinen Werten zu leben oder er macht sich unfrei, sei es bewusst oder unbewusst. Aber das ist nicht unser Problem. Es ist seine Entscheidung und er hat darauf Recht.“

„Man sagt doch, dass alle in der EU frei leben…“ - Pandino presste die Lippen aufeinander.

„Ich möchte jetzt keine politischen Diskussionen führen, Pandino, bitte!“

„Letztens sagte er, dass er noch „keinen Urlaub nehmen kann.“

„Und? Gut so! Wir haben jetzt auch keine Zeit, ihn zu unterhalten. Du musst ja noch ein paar Gedanken zu Ende denken und ich muss noch verstehen, wie wir uns am besten für die mögliche Verschärfung der Situation vorbereiten.“

„Ich hätte schon für eine Tasse Tee Zeit…“

„Und dafür muss Wildschwein mindestens zwei Tage hin und zwei Tage zurück reisen? Damit du mit ihm eine Stunde redest?“

„Und ihm eine Tasse Pfefferminztee überreiche!“ – Pandino streckte wie ein Kellner seine Pfoten vor sich hin, als ob er ein Tablett hielte.

„Ok, diese Diskussion führt zu nichts. Denke weiter, aber bitte nicht an Cinghiale.“

„Krieg zerstört Freundschaften…“

„Nicht unbedingt und wenn du es nicht zulässt…“

„Mal sehen. Diese Freundschaft inspiriert mich gerade kaum.“

„Freundschaft ist nicht immer dazu da, um einen zu inspirieren.“

„Was kann ich sagen? Wir sind alleine gelassen.“ - Pandino machte eine unzufriedene Miene.

„So ist das Leben. Das sind unsere Probleme und das war unsere Entscheidung, hier zu bleiben. Wie gesagt, wir können Wildschwein auch besuchen.“

„Nein, ich bleibe hier.“

„Ok. Und Wildschwein bleibt in Italien. Er hat doch auch seine Gründe.“

„Hmmm… und Solidarität?“

„Quatsch!“

„Ach, das tut weh!“

„Pandino, stopp, bitte. Was kannst Du persönlich machen, um dir und Linotschka zu helfen? Tue das und rege dich über andere nicht auf!“

„Du redest wie Cinghiale während der Corona-Zeit… ”

“Siehst du? Cinghiale hat in unseren Köpfen gute Spuren hinterlassen. Außerdem, ist es nicht das erste Mal, dass wir uns lange nicht sehen, aber wir können doch miteinander sprechen und schreiben!”

“Du weißt, dass es jetzt anders ist.” - Pandino seufzte.

“Ja, aber wir können jetzt genauso Cinghiale nicht zwingen, uns zu besuchen.”

“Stimmt. Ich mache mir jetzt Pfefferminztee.”

“Gute Idee! Gute Nacht!”

“Gute Nacht, Storch!”

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