miércoles, 8 de febrero de 2023

Yo desvirgué a Harry

“Yo desvirgué a Harry, tenía un hermoso trasero color melocotón”

Estas profundas palabras que podrían ser el título de una autobiografía, son en realidad las declaraciones de mi nueva ídola, Sasha Walpole, quien ha salido a la palestra después de que nuestro particular Principito publicara sus memorias y contara en ellas cuándo, cómo y con quién perdió la virginidad. Aunque no nombra directamente a  Sasha, la chica se ha sentido aludida e imagino que molesta después de que Harry se haya referido a ella como “una mujer mayor, que me trató como a un semental”. Teniendo en cuenta que por aquel entonces Sasha tenía solamente 18 años, dos más que Harry, pues igual le ha tocado un poco las narices y ni corta ni perezosa ha llamado al Sun, uno de los periódicos más odiados por los duques de Montecito, para conceder una entrevista y dar su versión acerca de cómo fue el susodicho desvirgamiento.
 

Las memorias de Harry

 
Salvo el detalle del culito de melocotón, que nos ha encantado a todas las fans de Harry, por lo visto no hubo gran cosa. Sasha lo define como un “quicky” (uno rapidito) que duró en total cinco minutos; cuenta que no se dieron ni un besito de despedida y que aunque antes de ese día eran amigos, después ya no volvieron a verse ni a hablarse. Harry como es lógico nunca dijo nada a la prensa mientras fue royal, y Sasha le guardó el secreto. Pero ahora que el chico y su legítima andan cortos de pasta y se dedican a desguazar intimidades de toda la familia a cambio de un generoso estipendio, incluyendo y especialmente las suyas propias, pues nos hemos enterado de que su hermano, el Príncipe Guillermo, en una ocasión le dio dos tortazos y le tiró al suelo (tres por lo menos le habría dado yo); de que en el Polo Norte se le congeló el pito y se lo curó poniéndose en salva sea la parte, por recomendación de una amiga, la crema que usaba la Princesa Diana para mantener suaves sus labios (esto es de un bizarro que da repelús), y por supuesto nos hemos enterado también de todos los detalles acerca del evento en el que entregó a Sasha su principesca virtud.
 
 
Harry y Sasha, juntos pero aún no revueltos
 
Si pensábamos que aquello del tampax era insuperable, ha llegado Harry a demostrar que el sentido del ridículo en la Royal Family no tiene límites. La verdad es que este chico empieza a dar más pena que otra cosa. Menos mal que salió guapo, porque lo que se dice espabilado… no salió. Aunque mira, para compensar se ha casado con la más espabilada de la historia británica, a cuyo lado Wallis Simpson fue una simple aficionadilla. Como ella ya venía de fábrica enemistada con los suyos, pues parece que le da igual el fregado que está montando su Harry y las consecuencias que pueda tener en el futuro para él y para sus hijos. “A mí que me den la pasta, que por algo me casé en gananciales” -debe estar pensando la duquesa.


Por cierto, yo quiero ver YA una entrevista con Meghan al respecto de las declaraciones de Sasha, pagando lo que sea. Me encantaría saber qué opina de que su maridito haya llamado “mujer mayor” a una señora un año más joven que ella; y qué opina de que la dama haya relatado sin pelos en la lengua cómo, una vez finiquitado el asunto amoroso, se deleitó dándole al príncipe un azotito en sus reales y jovencísimas posaderas de melocotón. Juas, juas, juas, me parto y me mondo. Vamos a por unas palomitas, que esta historia no ha hecho más que empezar.

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