miércoles, 20 de septiembre de 2023

Silencios embarazosos (Diario de guerra XXXIX)

 COLABORACIÓN DE LINA ZALITOK

(german below)

(deutsche unter)

Este fin de semana Pandino y yo visitamos por fin a Cigüeña en casa de mis padres. Aunque Pandino no había visto a su amigo desde hacía mucho tiempo, apenas habló hasta que Cigüeña, normalmente silencioso, le preguntó qué estaba pasando.

“Pandino, ¿ya estás otra vez pensativo? ¿no quieres hablar con nosotros?”

“No. Estoy probando el poder del silencio”

"¿Qué se supone que significa eso?” – preguntó Cigüeña desconcertado

“Pasó algo que no puedo expresar con palabras. Y sucederá algo que todavía no puedo prever. Pero ya está en marcha”

“¡Hmm, cuanto misterio!” –Cigüeña estiró un ala

“Ya te lo he dicho. Tengo que encontrar las palabras. Entonces podré seguir viviendo normalmente y hablar contigo" - respondió Pandino

“¿Te has convertido en un meteorólogo que adivina el futuro? ¿qué hay en el aire? ¿quizás gotas de lluvia?”

“Se avecina un cambio. ¡Cierto! como la tormenta que se viene cuando hay humedad. Bueno, se trata de mi vida, no de la tuya. Por eso no puedes sentirlo” – Pandino se encogió de hombros

“¿Esto también es como esperar a que termine una alarma aérea?” – preguntó Cigüeña

“No, es como esperar noticias después de escuchar explosiones en la lejanía. Espera, Cigüeña ¿acaso te gusta utilizar una metáfora de la guerra? ¿por qué empezaste esto?”

“Bueno, si describen los pensamientos o sentimientos… ¿por qué no? no hace daño a nadie"

"No se trata de guerra, incluso si los sentimientos son desagradables"

“¿Resentimientos?” -preguntó Cigüeña con curiosidad

“Sí, sentimientos silenciosos y desagradables ​​que uno no quisiera llamar por su nombre”

“¿Qué ha pasado?” -preguntó Cigüeña con preocupación -“¿sigue Jabalí sin ponerse en contacto?”

“No me llama casi nunca, pero no es lo único”

“Vamos, Pandino, ¿estamos jugando a las adivinanzas o qué?” - Cigüeña se irritó

“Cigüeña, tú mismo empezaste a hacer preguntas. Yo sólo me quedé callado”

"¿Por qué?"

“Porque no tengo palabras"

“¿Te enteraste de que la bella bailarina se mudó al extranjero? ya estamos en julio. ¿Cuándo estaba prevista la salida? ¿agosto? ¿septiembre?” -Cigüeña pensó que iba bien encaminado

“Sí, ya se mudó y Jabalí rara vez me escribe desde hace tiempo y mucho menos me llama. Pero eso no tiene nada que ver con mi silencio”

“Te equivocas, ¿por qué piensas que no tiene nada que ver?

"No lo sé” -respondió Pandino en voz baja

“Alguna vez dijiste que sería el fin del mundo o el fin de tu vida ¿está siendo así?”

“Esas palabras pertenecen al pasado”

"¿Y ahora?"

“Ahora me quedaré en silencio y después ya veremos. Por decirlo de otra manera, ahora mi silencio es diferente. Es como si estuviera embarazado”

"Y luego un parto difícil..."

"Quién sabe. Nunca antes había experimentado algo así” - dijo Pandino con franqueza

"Mmm. ¿Este silencio es claro u oscuro?”

"Ni una cosa ni otra. Creo que es colorido con sombras intensas. Estoy preocupado"

“¿Por Jabalí?”

“No, él está bastante bien, aunque podría habernos escrito. Ma non fa niente. No pasa nada. Estoy preocupado por la bella bailarina. ¿Cómo se las arreglará en el extranjero?”

“Oh Pandino, ella es muy hermosa. Estará bien. Una vez dijiste que sería bueno para ella vivir fuera de Ucrania”

“Pero cuando había muchos ataques con cohetes y no teníamos electricidad. Ahora se está muy bien aquí en Kiev. ¡El verano es hermoso!” -sonrió

“Bueno, hay alertas aéreas de vez en cuando. ¿Por qué debería pasarlo mal en el extranjero? ¿porque no estás tú ahí para aplaudirle?”

“Ni yo ni otros espectadores"

"También hay espectadores en el extranjero"

"Tienes razón. Pero hay que conquistar al público cada vez” -Pandino se quedó pensativo

“Ella puede hacerlo sin ningún problema. Es una bailarina brillante, si no recuerdo mal tus palabras. ¿Y cómo ibas a ayudarla? ¡No puedes bailar para ella! … ¡Pandino en el escenario!” -Cigüeña extendió sus alas y se echó a reír

"Sí, estoy demasiado gordo para estar en el escenario"

"¡Pero sería divertido!"

“Oh, Cigüeña, no querría subir al escenario. A mí lo que me gusta es mirar el escenario y ahora no puedo hacerlo”

“Sí puedes, los escenarios de Kiev siguen ahí aunque son diferentes escenarios con diferentes bailarines, actrices y músicos"

“Antes quiero experimentar el silencio"

“El silencio te impide distraerte y necesitas una distracción” -dijo Cigüeña con cariño

“Cigüeña, estoy bien. Mis pensamientos son ahora más tranquilos, y eso es nuevo para mí”

“Espera, antes has dicho que el silencio era colorido. ¿A qué llamas colorido entonces?”

“A mi libertad"

“¿Quiere decir que el silencio está preñado de libertad?”

“Sí, eso parece”

“Dijiste que esperar que alguien hable es como esperar una explosión. Pero después de las explosiones siempre vienen malas noticias, que te hacen sentir impotente”

“Después de las explosiones a veces te sientes impotente, pero otras veces vienen ganas de luchar con tenacidad para no cederle ni un dedo al agresor. Y mucha gente está haciendo donaciones a nuestro ejército" -la expresión facial de Pandino de repente se volvió guerrera

“¡Pandino, nuestro héroe! ¿qué tiene que ver eso con la libertad?”

“Las matanzas de la guerra nos liberan de miedos y preocupaciones. Sólo existe la determinación silenciosa de luchar contra los asesinos y de vivir mientras puedas seguir vivo”

“Y ahora Pandino se nos pone romántico. Ese es el efecto de una explosión ¿verdad? pero no ha habido ninguna explosión aquí. En este pueblo, con los padres de Linotschka, reina la tranquilidad”

“Se trata del efecto de las explosiones sobre mí"

“Pero no ha habido ninguna explosión cerca de ti en semanas. En cualquier caso, el silencio se puede romper cuando uno quiere. No hay que esperar a que suceda nada”

“El silencio se rompe cuando se disuelve. Ahora mismo lo siento muy pesado dentro de mí y a mi alrededor” –dijo Pandino, poniendo sus patas sobre sus hombros

“No sé qué decir, Pandino”

“No digas nada, no perturbes el silencio. Quizás sea agotador. Quizás de ahí viene mi nueva inspiración... aunque el parto puede ser difícil"

“¿Inspiración colorida para Pandino después de que las sombras se disipen? pero por la forma en que describes este silencio, no parece que algo así vaya a ocurrir”

“Los vínculos te condicionan”

"Oh, entonces no tiene nada que ver con esa libertad de la que hablabas, ¿verdad?"

"Exactamente"

“Pero la falta de vínculos no debería ser una pesada carga. Y dijiste que el silencio está preñado. Por lo tanto, pesa”

“La falta de vínculos normalmente no tiene mucha importancia. Para mí puede tener un significado o no tenerlo, es decir, significar algo completamente nuevo que antes desconocía y que no tiene conexión con el pasado. Mis intereses no están claramente formulados, pero aún tengo la esperanza de poder definirlos. Ése es el poder del silencio”

“Linotschka, ¿entiendes algo?” – Cigüeña de repente se volvió hacia mí

Yo estaba revisando las cajas que les había llevado a mis padres poco después de que comenzara la guerra y escuchaba su diálogo en silencio. Era tan enigmático que me tenía atrapada.

“No mucho…” -admití



(texto original)


An diesem Wochenende haben Pandino und ich endlich Storch bei meinen Eltern besucht. Obwohl Pandino seinen Freund seit langem nicht gesehen hat, hat er kaum gesprochen, bis der sonst meist schweigsame Storch ihn fragte, was los war.

„Pandino, denkst du wieder über etwas nach? Möchtest du dich nicht mit uns unterhalten?“

„Ich denke nicht nach. Ich überprüfe das Potential der Stille.“

„Was soll das denn bitte bedeuten? – fragte Storch verdutzt.

„Es ist etwas passiert, was ich in Worten nicht fassen kann. Und es wird etwas passieren, was ich noch nicht vorsehen kann. Aber es ist schon in der Luft.“

„Hmm, so viele Rätsel!“ – Storch dehnte einen Flügel aus.

„Sage ich doch. Ich muss noch dafür Worte finden. Dann kann ich normal weiterleben und mit euch reden.“ - erwiderte Pandino.

„Bist du weissagender Meteorologe geworden? Was gibt es in der Luft? Vielleicht Regentröpfen?“

„Man kann eine Veränderung doch spüren. Stimmt! Wie beim kommenden Gewitter, wenn es schwül wird. Na gut, es geht doch um mein Leben, nicht um deins. Deswegen kannst du es nicht spüren.“ – Pandino zuckte mit den Schultern.

„Ist das auch wie das Warten auf das Ende eines Luftalarms?“ – fragte Storch.

„Nein, es ist wie das Warten auf die Nachrichten, nachdem man ferne Explosionen gehört hat. Warte, Storch, kann man überhaupt Kriegsmetapher benutzen? Warum hast du damit überhaupt angefangen?“

„Na ja, wenn sie die Gedanken oder Gefühle beschreiben…warum nicht? Schadet doch niemanden.“

„Es geht doch nicht um Krieg, auch wenn die Gefühle schwer sind.“

„Schwere Gefühle?“ Storch fragte neugierig.

„Ja, stille schwere Gefühle, die sich nicht nennen wollen.“

„Ist etwas passiert? - fragte Storch mit Sorge. - Ruft dich Wildschwein immer noch zu selten an?“

„Fast nie, aber nicht nur das.“

„Komm, Pandino, spielen wir ein Rätselspiel oder was?“ - Storch wurde irritiert.

„Storch, du hast selbst angefangen, Fragen zu stellen. Ich habe nur geschwiegen.“

„Warum?“

„Mir fehlen die Worte.“

„Hast du erfahren, dass die schöne Tänzerin ins Ausland umgezogen ist? Ist doch Juli. Oder wann war die Abreise geplant? August? September?“ - Storch meinte auf eine Spur zu kommen.

„Ja, sie ist schon umgezogen und Wildschwein hat mir nur selten geschrieben, geschweige denn angerufen. Das hat aber mit der Stille nichts zu tun.“

„Doch. Warum denkst du dann nicht darüber nach?“

„Ich weiß nicht, was ich darüber denken soll.“ antwortete Pandino leise.

„Du hast doch früher gesagt, das wäre das Ende der Welt bzw. das Ende deines Lebens. Wie war es nochmal?“

„Schlüsselwort ist „war“. Diese Aussagen gehören der Vergangenheit.“

„Und was jetzt?“

„Stille und vielleicht danach Veränderung. Oder schon jetzt: Potentielle Veränderung in der Stille. Eine schwangere Stille.“

“Und danach eine schwere Geburt....”

“Wer weiß. Ich habe so was noch nie erlebt.” - sagte Pandino offen.

„Hmm. Ist diese Stille hell oder dunkel?“

„Weder noch. Ich glaube, bunt mit schweren Schatten. Ich mache mir Sorgen.“

„Über Wildschwein?“

„Ne, der kann ganz gut leben, er hätte uns schreiben können. Ma non fa niente. Er macht nichts. Ich mache mir Sorgen über die schöne Tänzerin. Wie kommt sie dort im Ausland zurecht?“

„Ach Pandino, sie ist eben schön. Es wird ihr gut gehen. Du hast auch mal selbst gesagt, dass es gut ist, wenn sie außerhalb der Ukraine wohnt.“

„…Als es viele Raketenangriffe und keinen Strom gab. Jetzt ist es hier in Kyjiw doch sehr schön. Sommer ist hier schön!“ - er lächelte.

„Na ja, es gibt ab und zu Luftalarme. Warum sollte es ihr dort im Ausland schlecht gehen? Weil du ihr nicht applaudierst?“

„Ich und andere Zuschauer.“

„Es gibt doch im Ausland auch Zuschauer.“

„Du hast recht. Sie muss aber erst das neue Publikum gewinnen“ - Pandino wurde nachdenklich.

„Das schafft sie problemlos. Sie ist doch eine geniale Tänzerin, wenn ich mich richtig an deine Worte erinnere. Und wie kannst du ihr helfen? Du kannst doch nicht für sie tanzen! …Pandino auf der Bühne!“ Storch breitete seine Flügel aus und brach ins Lachen.

„Ja, ich bin zu dick, um auf der Bühne zu stehen.“

„Aber luuuustig!“

„Ach Storch, ich wollte nicht auf die Bühne. Ich liebe doch auf die Bühne zu schauen und jetzt habe ich keine Bühne.“

„Doch, die Kyjiwer Bühnen sind noch da es gibt sicher verschiedene Bühnen mit verschiedenen Tänzerinnen und Schauspielerinnen und Musikerinnen.“

„Ich will erst mal die Stille erforschen.“

„In der Stille kannst du dich nicht ablenken. Du brauchst eine Ablenkung“ - sagte Storch fürsorglich.

„Storch, mir geht es gut. Meine Gedanken sind nur etwas verstummt und es ist für mich neu.“

„Warte, du hast doch als Farbe „bunt“ genannt. Was ist dann bunt?“

„Meine Freiheit.“

„Ist die Stille also mit Freiheit schwanger?“

„Ja, es scheint so.“

„Du hast gesagt, das Warten auf Worte ähnelt sich dem Warten nach Explosionen. Aber nach Explosionen kommen immer schlechte Nachrichten, die manchmal hilflos machen.“

„Nach Explosionen kommt manchmal Ratlosigkeit, aber manchmal der Wunsch, hartnäckig zu kämpfen, um dem Aggressor keine Freude zu schenken. Viele Menschen spenden dann auch, um mehr Waffen zu besorgen.“ - Pandinos Gesichtsausdruck wurde plötzlich kriegerisch.

„Siehe da, heldenhafter Pandino! Was hat es mit Freiheit zu tun?“

„Dieser willkürliche Mord befreit von Ängsten und Sorgen. Es entsteht nur stille Entschlossenheit, gegen Mörder zu kämpfen und zu leben, solange man noch am Leben sein kann.“

„Und jetzt romantischer Pandino. Das ist die Wirkung einer Explosion oder? Ich habe hier keine Explosionen erlebt. In diesem Dorf bei Linotschkas Eltern ist bisher ganz ruhig gewesen“

„Ja, es ist ungefähr die Wirkung. Auf mich.“

„Aber es gab seit Wochen keine Explosionen in deiner Nähe. Auf jeden Fall, kann das Schweigen immer aktiv gebrochen werden. Du brauchst nicht zu warten.“

„Das Schweigen kann gebrochen werden, wenn sich die Stille auflöst. Sie hängt gerade schwer in mir und um mich herum.“ – sagte Pandino und legte seine Pfoten auf die Schultern.

„Ich weiß nicht, was ich sagen soll, Pandino.“

„Nichts, störe diese Stille nicht. Vielleicht erschöpft sie sich selbst. Vielleicht reift darin meine neue Inspiration…auch wenn die Geburt schwer sein kann.“

„Bunte Inspiration für Pandino, nachdem sich die Schatten auflösen? Aber so wie du sie diese Stille beschreibst, scheint sie bezugslos zu sein.“

„Bezüge machen abhängig.“

„Ach so, Bezugslosigkeit ist jene Freiheit, von der du gesprochen hast, oder?“

„Ganz genau.“

„Aber Bezugslosigkeit sollte schwerelos sein. Und du meintest, dass die Stille schwanger ist. Also das Gewicht ist doch da.“

„Nein, Bezugslosigkeit ist normalerweise bedeutungslos. Bei mir ist sie nur potentiell bedeutungslos oder halt bedeutungsreich, also mit ganz neuen bisher mir unbekannten Bedeutungen, die zur Vergangenheit keinen Bezug haben. Meine Bedeutungen sind nicht klar formuliert, aber ich habe die Hoffnung, dass ich sie noch formulieren werde. Das ist das Potential der Stille.“

„Linotschka, hast du etwas verstanden?“ – Storch drehte sich plötzlich zu mir.

Ich sortierte meine Kartons, die ich kurz nach Anfang des großangelegten Krieges zu meinen Eltern gebracht habe, und hörte ihrem Dialog nur schweigend zu. Er war so rätselhaft, dass ich nicht aufhören konnte, dem Gespräch zuzuhören.

„Kaum…“ gab ich zu.

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